LA TRILOGÍA DE LA HUMILDAD.
Hay tres cosas que protegen a una persona; tres cosas que arruinan a una persona; tres cosas que realzan el prestigio de uno; y tres cosas que compensan los pecados. Las cosas que protegen son:
1) Temor de Allah en secreto y abiertamente;
2) buscar la moderación en los estados de pobreza y riqueza; y
3) hacer justicia tanto en el placer como en el disgusto.
Los tres hábitos que arruinan a una persona son:
1) la avaricia extrema;
2) seguir la propia pasión; y
3) demasiada autoestima o considerarse mejor que los demás.
Los tres hábitos que realzan el prestigio son:
1) El saludar a las personas, tanto a las conocidas como a las desconocidas, con saludos de paz (salam);
2) alimentar a la gente; y
3) hacer oraciones cuando la gente duerme por la noche.
Los tres hábitos que compensan de los pecados son:
1) hacer un wudu' (purificación ritual) completo incluso cuando hace demasiado frío;
2) caminar hasta la mezquita para la oración en congregación; y
3) esperar después de una oración para la siguiente oración. (Fue narrado por Abu Huraira (r).
Para tratar un poco más sobre el tema de la moderación en esos estados de pobreza y de riqueza, conjuntamente, con la demasiada autoestima o considerarse mejor que los demás, nada más adecuado que hacer incapie en la humildad correcta.
Por medio de la pureza del corazón se adquiere la más perfecta de las disposiciones para alcanzar el amor de Allah, que consiste en el sumum de la perfección. Ésto es lo que muchos llegaron a experimentar, aunque no fuese expuesto con palabras.
.. y el alma dijo: "que aquel que poseyera la perfección de la humildad, adquirirá fácilmente el santo amor sin que tenga la necesidad de realizar grandes esfuerzos para obtenerlo; porqué nunca sucederá, que un corazón esté lleno de humildad, sin que igualmente, se llene de aquel amor que obra para una perfecta unión.. que está identificada con Allah el Señor de los mundos."
Ésta íntima unión con Allah, (es pues), otro fruto de la humildad por medio del amor, y que tiene su principio en lo inefable. Estando el corazón humilde y libre de toda la ambición de los honores, Allah siempre le otorgará. Aunque no puede haber orgullo, (pues es un impío rival), que puede arrebatarle y disputarle su posesión, yá que tiene la costumbre de estar siempre merodeando. El corazón tiene sus delicias para venir a ese encuentro/nexo por conversar con él mismo y unírsele estrechamente por el lazo del amor.
De ésta admirable sintonía con Allah, el hombre, resulta ser parte de una afectuosa comunicacion de los tesoros celestiales: él sabe que éstos tesoros son confiados a un corazón humilde; aunque seguramente están ocultos al gusano de la vanagloria, y en su natural inclinación para hacer bien y derramarlo amorosamente por todas las partes con aquellas de sus divinas larguezas, se complace en la comunicación y se concentran en él todos sus dones, principalmente los Espirituales, dejando así de lado las cosas vulgares, (que aún en ésta vida), pueden también inundar a las almas humildes.
Ver cómo, en un instante, se puede obtener una inteligencia clara sobre los más profundos misterios, que los más grandes ingenios con todos sus trabajos y estudios de largos años no pueden alcanzar algo igual: son muchos testigos a lo largo de la historia, y con una infinidad creciente de otros: la humildad es la llave que los introduce al conocimiento de la ciencia sublime de los secretos divinos.
La obligación que tenemos de practicarlas. La humildad merece nuestra estimación por su excelencia, nuestro amor por las ventajas que ello conlleva; y por éstos dos motivos reunidos, ella es digna de todos nuestros deseos. Justo es, en efecto, aspirar a la posesion de esa virtud que nos ha enseñado con sus humillaciones y trabajos aquello que es sobre todo lo que nos podemos imaginar, por amor de Allah, tenemos que aprender a ser humildes de corazón. ¡Buscar! los ejemplos de la humildad profunda con la humanidad. Necesariamente tiene que ser impecable desde el primer instante para que sea favorecida con la clara visión de Allah, colmada de gracias, virtudes y perfecciones infinitas, que están presentes.
Los 3 principales grados de la humildad consisten en:
1/ Pensar y hablar de sí mismo sin importancia y en tratarse como se acostumbra a tratar a los que real y seriamente no les interesa destacar; pues el hombre verdaderamente humilde prefiere ser ignorado.. hoy se dice: mantener un perfil bajo.
2/ No piensa ni dice nada de grande de sí mismo, sinó que se tiene por el último de todos quitándose todo el protagonismo..
3/ Sufre con paciencia y en silencio para que los demás tengan la misma conducta respecto de nosotros: y desear además que así lo hagan, y en buscar con cuidado las ocasiones para alegrarnos de todo corazón, y en dar gracias a Allah, si se cumple éste deseo, aunque los demás nos menosprecien.
Se dice, que los estudiantes (arifes) siempre están ocupados y preocupados por el estudio de los libros; mientras que los ascetas gnósticos (zahid) están en las súplicas para Allah y en la contemplación. Ésto se debe al hecho, de que algunos de los estudiantes buscan el conocimiento para acercarse a su Señor; (mientras tanto), un asceta gnóstico, piensa más en Allah, que en salvarse sólo a sí mismo.
Sherif Sidi Muhammad Al-Ghally dijo: "La persona que supone que hay un mejor patrón que Allah ta'ala, es por que tiene poco conocimiento."
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Assalamo Aleikum.