Apercibimiento del fanatismo obscuro y milenario de las tradiciones.
En la concepción de un Absoluto teológico, en su opuesto al fanático del campo cerrado, combaten dos sistemas de principios, tan ajeno es el uno a la clamación de caridad y amor, que a la servida prosternación ante el misterio impenetrable que constituye la esencia íntima del verdadero sentimiento interior y siempre elevado, siempre respetable, como el otro a la superior amplitud de criterio, a la genuina y dignificadora libertad del pensamiento y/a la valerosa y desinteresada investigación de la verdad, que dan su sello de nobleza al verdadero espiritu, ajenos ambos a toda tolerancia y/a toda generosidad, rígidos en sus implacables circunstancias y conscientes de sus negruras de odio, opuestos en la superposición, pero unos en la esencia de esa identidad que les ha señalado yá el criterio sereno de la crítica moderna al estudiar las analogías de psicología que se acercan hasta identificarlos. La marca, con la que los prejuicios troquelan el espíritu, es el patrón rígido en el que se vacía nuestra mentalidad, como ardiente metal, para que sea modelada, fría y resista para siempre, presenta, por resumir, <en cada caso> las formas más aparentemente opuestas que ostentan unas el sello real y otras el copete, pero que todas tienen un mismo peso y un mismo valor. Confundirlas es muy fácil, pues circulan en las transacciones politicas, en el fanatismo de la religión y en el fanatismo de la superstición de la fe y la superstición de la razón; es la idolatría de la tradición y la idolatria de la ciencia, la intransigencia de lo antiguo y la intransigencia del moderno despotismo teológico y el despotismo racionalista, es una incomprensión conservadora y una incomprensión liberal. La libertad tiene sus fanáticos, como la opresión, y ambos son igualmente idólatras. Como todo concepto erigido en dogma, el principio de tiranía comienza por ser meramente ideológico, para trocarse, <cuando llega la hora> en el impulso que enciende la hoguera o levanta la guillotina; es bien conocido, que la crítica independiente se atreve contra el santuario inviolable y que intenta liberar de la mente esas fuerzas negativas.. que no son nada nobles. Todo depende, de vuestra fortaleza y respuesta para cada caso.