Assalamo aleikum.

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domingo, 26 de noviembre de 2023

LOS REMEDIOS DE MUCHOS.. SON MALES DE POCOS.

LOS REMEDIOS DE MUCHOS..
SON MALES DE POCOS.
¡Oh tú que estás afligido por la enfermedad! Durante éste tiempo a través de la experiencia, he comprendido que las enfermedades son recompensas divinas y regalos del Todo Misericordioso para algunas personas. A pesar de no ser digno de ésto, durante los últimos 15 años unos jóvenes enfermos han venido hacia nosotros para encontrar soluciones en sus males internos. Siempre hay muchas plegarias para todos ellos. 
Me he dado cuenta que algunos de ellos empezaron a pensar en el Más Allá en un nivel más alto que los demás jóvenes. Carecen de la embriaguez de la juventud y guardan de si mismos los deseos salvajes en la negligencia. He considerado ésto y les dije que sus enfermedades eran recompensas divinas dadas dentro de los límites que podían soportar. Les dije: "Mis hermanos, no me opongo a vuestras enfermedades. Rezaré por ustedes pero traten de ser pacientes hasta que las enfermedades se despierten completamente y una vez que hayan cumplido con su deber, si Allah quiere, El Compasivo Creador les devolverá la salud".
También les dije: "Debido a la disposición de la buena salud, algunos de sus compañeros se han vuelto necios, han dejado de realizar las cinco oraciones diarias, no piensan en la tumba y se olvidaron de Allah Todopoderoso. Por una hora de placer superficial en ésta vida mundana, dañan sus vidas eternas, las destruyen y dañan la posibilidad de alcanzar la vida eterna. A causa de la enfermedad, puedes ver la tumba en la cual entrarás y las moradas del Más Allá y actuarás de acuerdo a ello. Ésto significa para ti que la enfermedad es buena salud.. mientras que para algunos de tus compañeros, la buena salud es una enfermedad."

¡Enfermo que te quejas de tú sufrimiento! te digo: piensa en tú pasado y recuerda los tiempos felices y los tiempos de angustia, y seguramente exclamarás "¡Ah!". Tú corazón y tú lengua dirán: "Todas las alabanzas y gracias sean dadas a Allah", o "Ay de mi!". Ten en cuenta que todas las palabras de alabanzas y agradecimiento hacia Allah se dicen cuando piensas en los sufrimientos y en las calamidades que has experimentado. El paso del dolor es por supuesto un alivio. Con el padecimiento de calamidades, un legado de placer queda en el espíritu, que al ser despertado por el pensamiento, llena a éste de gratitud.
En cambio, pensar en los buenos tiempos del pasado provoca que digas "¡Ay de mí!", que al haber transcurrido dejan un legado de constante dolor en el espíritu. ¡Cuanto más los recuerdes!, el dolor se verá estimulado y tú espíritu sentirá gran pena y tristeza.

Un día de placer ilícito a veces provoca un año de sufrimiento en el espíritu, en cambio, con el dolor de la enfermedad de un día fugaz son muchos los días de placer de recompensa del alma y además su placer espiritual es ser liberado y salvado de ella. Piensa en el resultado de esa enfermedad temporal que te afecta y las recompensas en sus facetas internas, que te harán decir: "¡Todo viene de Allah! ¡Ésto también pasará!" y estarás agradecido en lugar de estar quejándote. 

¡Oh hermano que piensas en los placeres de éste mundo y te angustias ante la enfermedad! Si éste mundo fuera eterno, si en nuestro camino no existiera la muerte, si los vientos de la separacion y la decadencia no soplasen y si no existieran los inviernos espirituales en la calamidad ni el futuro tormentoso y calamitoso, me lamentaría junto a ti. Pero un dia el mundo nos ofrecerá dejarlo y cerrará sus oídos para no escuchar nuestros gritos, ahora debemos renunciar a nuestro amor por lo terrenal a través de las advertencias de éstas enfermedades, antes de que seamos expulsados. Debemos tratar de abandonarlo de corazón antes que nos abandone. Sí, la enfermedad nos advierte: "¡Tú cuerpo no está hecho de hierro ni de piedra, sinó de varios materiales que están dispuestos para separarse. Deja de lado tú orgullo, comprende tú impotencia, reconoce a Tú Dueño, toma conciencia de tus deberes y aprende por qué has venido a éste mundo!". Declara ésto al corazón en secreto.
Además, los placeres y el disfrute de éste mundo no continúan y particularmente, si son ilícitos son fugaces, están llenos de dolor y son caminos pecaminosos. No llores con el pretexto de la enfermedad porque has perdido los placeres terrenales. Al contrario.. piensa en los aspectos de la adoración y en la recompensa del Más Allá que se puede encontrar en la enfermedad y trata de recibir placer a través de ellos.

¡Oh enfermo que has perdido los placeres de la salud! Tú enfermedad no estropea el placer de las recompensas divinas, al contrario, hace que las experimentes y te las aumenta. Porque si algo es continuo pierde su efecto. Los bien guiados dicen:

إِنَّمَا الْأَشْيَاءُ تُعْرَفُ بِأَضْدَادِهَا

"Las cosas se conocen a través de sus opuestos". 
Por ejemplo, si no hubiera oscuridad, no se conocería que hay luz y no habría placer en ésto. Si no existiera el frío, no se podria comprender el calor. Si no existiera el hambre, la comida no daría placer. Si no sintiésemos sed, no habría satisfacción al tomar agua. Si no hubiese enfermedad, no sentiriamos el placer por la buena salud. El Omnisciente Creador ha dotado al ser humano con numerosos miembros y facultades, hasta el punto que pueda experimentar y reconocer las innumerables recompensas del universo. Quiere hacer que el ser humano tome consciencia de todas las clases de recompensas, se familiarice con ellas y de éste modo, pueda dar gracias constantemente. Debido a ésto, Él dará enfermedades, dolencias y sufrimientos, así como también otorgará buena salud y bienestar. Te pregunto: si no tuvieras esta enfermedad en tú cabeza, mano o estómago, ¿podrías percibir la placentera y agradable recompensa que es estar bien de tú cabeza, mano o estómago y no darías gracias por ello? Con certeza, así nunca habrías pensado en ésto, y ni qué hablar de estar agradecido. Inconscientemente, habrías malgastado tú buena salud en actividades negligentes o cargadas de libertinaje.

¡Oh enfermo que piensas en el más Allá! La enfermedad te quita la suciedad del pecado, es como un jabón que te deja limpio. Dice un hadiz que es una expiación para los pecados. Otro hadiz relata: "Como caen los frutos maduros cuando se mueve el árbol, así caen los pecados del creyente cuando son zarandeados por las enfermedades".

Los pecados son las enfermedades perdurables de la vida eterna y en ésta vida terrenal, son enfermedades que afectan al corazón, la consciencia y el espíritu. Si tienes paciencia y no te quejas, estas dolencias temporales te salvarán de las numerosas enfermedades de la eternidad. Si no reconoces tus pecados o no tienes conocimiento del Más Allá o de Allah, sufrirás una enfermedad que es miles de veces peor que tú enfermedad. Clama, porque todos los seres de éste mundo están conectados a tú corazón, tú espíritu y alma. Dichos vínculos se ven contínuamente interrumpidos por la separación y la muerte, causándote innumerables heridas. Especialmente, si no comprendes el Más Allá e imaginas a la muerte como la inexistencia eterna, es simple sin embargo, que tú ser, lacerado y herido, sufra enfermedades que están al alcance de éste mundo.

Por lo tanto, lo primero que debes de hacer es buscar la cura a través de la fe, que es un remedio sanador para innumerables enfermedades de tú ser interior que se encuentra terriblemente herido y enfermo. Debes corregir tus creencias. El camino más corto para encontrar tal curación es reconocer el poder y la misericordia del Todopoderoso de Gloria por medio de la ventana de tú debilidad e impotencia que se muestra detrás de la cortina de la negligencia, desgarrada en tú enfermedad física. Sí, aquel que no reconoce a Allah es afligido con un mundo lleno de tribulaciones. Mientras que aquel que Lo reconoce está lleno de luz y felicidad espiritual; percibe estas cosas de acuerdo a la fuerza de su creencia. La consternación que resulta de la insignificante enfermedad fisica se disuelve en el gozo inmaterial, sanador y agradable que nace de la fe. Finalmente el sufrimiento se desvanecerá.

¡Oh enfermo que reconoces a tu Creador! El dolor, el miedo y la ansiedad que provoca la enfermedad se sienten porque a veces ésta conduce a la muerte. Superficialmente y bajo una mirada negligente la muerte es aterradora y las enfermedades que la provocan generan miedo y aprensión. Así que, en primer lugar, debes creer que la hora señalada está determinada y esa no cambia. Aquellos que lloran junto a los que están gravemente enfermos y que tienen un perfecto estado de salud, mueren mientras los que estaban muy mal se han curado y vivieron.
En segundo lugar, la muerte no es terrible, como aparenta ser superficialmente. Vista bajo la luz del Sapientisimo Corán, en muchas partes ha mostrado completa certeza e indudable forma en que la muerte de los creyentes es una liberación de las agobiantes obligaciones de la vida. Y para ellos es un descanso de la adoración, que es la instrucción y el entrenamiento para el terreno del juicio de éste mundo. También significa unificarse en el otro mundo. Es un medio para ingresar a la verdadera patria y/a las eternas moradas de felicidad. También es una invitación a los jardines del Paraíso para salir de la cárcel de éste mundo. Y es un tiempo para recibir el salario que nos brinda de la generosidad del Más Compasivo Creador por nuestro servicio ofrecido a Él. El sentido real de la muerte es éste, no debería considerarse como aterradora, al contrario, es la entrada a la misericordia y la felicidad.

Por otra parte, alguna de las personas con temor de Allah, algunas de las personas que son honradas con el amor de Allah, han temido a la muerte que ronda cualquier alcoba, pues no es a causa del horror de ella sinó debido a que tenían esperanzas de hacer más méritos a través del comportamiento y las buenas obras que realizarían con la continuación de los deberes de la vida. Sí, para la gente de fe, la muerte es la puerta que conduce a la misericordia Divina, mientras que para los extraviados es un pozo de oscuridad eterna.

¡Oh enfermo que te preocupas innecesariamente! Te preocupas por la gravedad de tú enfermedad y ese mismo estado hace que tú enfermedad crezca. Si deseas que tú enfermedad sea menos grave, trata de no preocuparte. Ésto es, piensa en los beneficios que conlleva tú enfermedad, la recompensa que ella trae y que pasará rápidamente. Quitará la preocupación y se cortará la enfermedad de raíz.

Por lo tanto, lo primero que debes hacer es buscar la cura a través de la fe, que es un remedio sanador para innumerables enfermedades de tú ser interior que se encuentra terriblemente herido y enfermo. Debes corregir tus creencias. El camino más corto para encontrar tal curación es reconocer el poder y la misericordia del Todopoderoso de Gloria por medio de la ventana de tú debilidad e impotencia que se muestra detrás de la cortina de la negligencia, desgarrada en tú enfermedad física.

Sí, aquel que no reconoce a Allah es afligido con un mundo lleno de tribulaciones. Mientras que aquel que Lo reconoce está lleno de luz y felicidad espiritual; percibe estas cosas de acuerdo a la fuerza de su creencia. La consternación que resulta de la insignificante enfermedad física se disuelve en el gozo inmaterial, sanador y agradable que nace de la fe. Finalmente el sufrimiento se desvanece completamente.

¡Oh enfermo que reconoces a tú Creador! El dolor, el miedo y la ansiedad que provoca la enfermedad se sienten porque a veces ésta conduce a la muerte. Superficialmente y bajo una mirada negligente la muerte es aterradora y las enfermedades que la provocan generan miedo y aprensión. Así que en primer lugar, debes creer que la hora señalada está determinada y que no cambia. Aquellos que lloran junto a los que están gravemente enfermos y que tienen un perfecto estado de salud, mueren mientras los que estaban muy mal se han curado y vivieron.

¡Oh enfermo! ¿Quién quitará la preocupación y cortará la enfermedad de raíz?.. sólo Allah ciertamente puede. 
La preocupación duplica la enfermedad, yá que provoca un malestar espiritual que afecta al corazón y hace persistir a la enfermedad fisica. Si la preocupación cesa con la sumisión, la complacencia y la comprensión de la sabiduría que tiene la enfermedad, una gran parte de la enfermedad estará erradicada. Se hace más liviana y en parte, desaparece. A veces una enfermedad física menor se multiplica diez veces más debido a la ansiedad de quien la padece. Cuando la ansiedad cesa, nueve décimas partes de la enfermedad tienden a desaparecer. La preocupación aumenta la enfermedad, es como una acusación contra la Sabiduría Divina, una crítica hacia la misericordia Divina y una queja contra el Compasivo Creador. Por ésta razón, la persona que esté preocupada recibe un rechazo y acrecienta su enfermedad, aunque sea contraria a sus intenciones. Cierto, que asi como dar gracias incrementa las recompensas, quejarse aumenta las enfermedades y las tribulaciones. Además, la ansiedad es en sí misma una enfermedad. El remedio es comprender la sabiduría que existe en la enfermedad y su propósito ¡Si has aprendido su propósito y sus beneficios, aplica ésta medicina para tú ansiedad y encuentra el alivio! Di: "Ah!" en vez de "Ay!", y "Todas las alabanzas son para Allah en todas las situaciones", en lugar de suspirar y lamentarte.

¡Oh mi impaciente hermano enfermo! Aunque la enfermedad te provoca un sufrimiento inmediato, su transcurso desde el pasado hasta hoy te producirá un placer inmaterial y una felicidad espiritual que crecerá como una recompensa recibida por haberlo soportado. Desde hoy en adelante, es más, a partir de éste momento, no existe la enfermedad y ciertamente al no haber enfermedad no hay dolor. Y si no hay dolor, no puede haber aflicción. Te impacientas porque imaginas cosas sobremanera equivocada. Por lo tanto, el aspecto físico de tú enfermedad en un tiempo anterior, hoy ha desaparecido y su dolor también. Solamente queda la recompensa y el placer de su paso por tú vida. Por lo tanto solamente debería darte ganancias y felicidad pensar en el pasado, sentir dolor y estar ansioso hace que la impaciencia sea una locura. El futuro no ha llegado aún. Pensar en eso ahora, imaginando un cierto día en que no existe una enfermedad y que una aflicción tampoco existe para lamentarse y mostrarse impaciente, es dar a la existencia tres niveles de no existencia, ¿Qué locura, verdad?
Siempre debemos ser agradecidos por lo que tenemos, sea poco o mucho, con serena humildad y recordar siempre decir: alhamdulillah por todo el favor que recibimos de Allah ta'ala.. pues nunca podemos decir que vamos peor. 

Assalamo aleikum.