LOS PRINCIPIOS DEL PROFETA (S.A.W.S.) QUE TODO MUSULMÁN DEBE DE RESPETAR.
"Ciertamente tenéis en el Mensajero de Allah un excelente ejemplo para aquel que espera en Allah y en el último Día y recuerde mucho a Allah". (Corán, Sura-Ahzaab (33:21).
El párrafo anterior caracteriza la esencia del Rasool Allah (s.a.w.s.), y dónde, además, en Sura-Qalam (68:4), Allah (SWT) dice de él: "Y estás hecho de un carácter magnánimo*.
*[En palabras de Aisha, su carácter era el Corán.]". La vida del Rasool Allah (s.a.w.s.) revela una multitud de principios y características definitorias que sirven de luz para que toda la humanidad estudie y emule. En pocas palabras, predicó con el ejemplo, yá fuera como hombre de familia, trabajador social y comunitario, legislador, juez, general de batalla o fiel compañero y amigo. Como insinuó su esposa Aisha (RA), "Su carácter era el Corán"; y en otra ocasión dijo: "Su moral es el Corán". De hecho, siguió diligente y fielmente el Corán y los mandatos revelados de Allah (SWT), manteniendo siempre el título que le fue otorgado incluso en su juventud: Al-Amin-el fiel. Como dice Allah (SWT) en Sura Shu'ara (26:192-195), "Y es cierto que él* es una revelación del Señor de los mundos. *[El Corán.]Descendió con él, el espíritu* fiel [*Yibril] hasta tu corazón*, para que fueras uno de los advertidores en clara lengua árabe." (*Nota: el corazón, y no la mente) del fiel profeta, Al-Amin, para que pudiera educar a la humanidad desde lo más profundo de su corazón, con tierno cuidado amoroso y con sabiduría.
Además, en Sura-Ahzaab (33:21), "Realmente en el Mensajero tenéis un hermoso ejemplo para quien tenga esperanza en Allah y en el Último Día y recuerde mucho a Allah."
Allah (SWT) también dice en (33:45-46), ¡Oh Profeta! Es verdad que te hemos enviado como testigo, anunciador de buenas nuevas y advertidor. Y para llamar a Allah con Su permiso y como una lámpara luminosa."
Rasool Allah (s.a.w.s.) fue un testigo de la Verdad de Allah (SWT) y de Sus revelaciones que fueron enviadas a la humanidad a través de los tiempos, y como portador de buenas nuevas para quienes aceptaron y adoptaron el mensaje que transmitió, también como un aviso para aquellos que lo rechazaron, con constancia y persistencia, pero sobretodo, con paciencia, que invita al camino de Allah (SWT) como un iluminador que proporciona luz para sacar al mundo de su oscuridad e ignorancia.
El Profeta Muhammad (s.a.w.s.) fue una persona piadosa, sencilla, amable, gentil, sabia, veraz, honesta, generosa, pacífica, justa, responsable, amorosa y perdonador. Su vida y sus acciones se fundaron en ciertos principios básicos que adoptó con inquebrantable constancia para que si alguno preguntara en cualquier situación qué es lo que Rasool Allah (s.a.w.s.) hubiera hecho, surgiría una respuesta guía clara.
A continuación se presenta una recopilación de algunos de éstos principios rectores.
Éste artículo se inspiró en seis principios del Profeta (s.a.w.s.): Elijan el más fácil entre las opciones, para ver las ventajas y desventajas de cambiar el lugar de acción, de hacer un amigo de un enemigo, de convertir los inconvenientes en ventajas y el poder de la Paz que es más fuerte que el poder de la violencia.
1. Practica lo que predicas: Rasool Allah (s.a.w.s.) transmitiría precisamente el mensaje del Islam tal y cómo le fue revelado por su Creador, y siempre practicaría lo que predicaba, yá fuera sobre cosas simples de la vida diaria o sobre los aspectos más importantes de la vida con la Estabilidad. Por ejemplo, diría: "Los mejores de entre vosotros son los que son mejores con sus vecinos". Es bien sabido que tenía un vecino judío que le tiraba basura cada vez que pasaba por su casa. Una vez, cuando ésto no ocurrió, el Profeta Muhammad (s.a.w.s.) fue a la casa de éste vecino para preguntarle si estaba enfermo y necesitaba ayuda.
Con éste mismo espíritu, trabajaría junto a su pueblo en todo lo que se le exigiera, yá fuera cumpliendo obligaciones religiosas o trabajando duro en tareas físicas. Por ejemplo, cuando se estaba estableciendo la primera mezquita en Quba, (tras la migración a Medina), aunque el Profeta (s.a.w.s.) estaba cansado por un largo viaje, no relegó éste deber a otros, sinó que trabajó con sus propias manos en el proceso de construcción junto con sus compañeros. Del mismo modo, en la Batalla de la Trinchera, cuando por consejo de Salman (RA) se tomó la decisión de cavar una trinchera alrededor de Medina para proteger la ciudad, Rasool Allah (s.a.w.s.) trabajó duro para cavar y romper las rocas que obstaculizaban, a pesar de estar delgado debido a los días de hambre.
2. Dar prioridad a la libertad de la práctica religiosa: En Sura Hajj (22:40), Allah (SWT) insta a luchar contra los opresores en defensa de la práctica religiosa, diciendo: "Los que fueron expulsados de sus casas sin derecho, sólo porque habían dicho: Nuestro Señor es Allah. Si Allah no se hubiera servido de unos hombres para combatir a otros, habrían sido destruidas ermitas, sinagogas, oratorios y mezquitas, donde se menciona en abundancia el nombre de Allah. Es cierto que Allah ayudará a quien Le ayude. Verdaderamente Allah es Fuerte y Poderoso." Como tal, el Profeta (s.a.w.s.) así como sus comandantes del ejército musulmán contemporáneo, dieron órdenes expresas de respetar todos los lugares de culto y no molestar a los monjes que residían en sus claustros.
Como corolario, cuando la opresión es tan intensa que no se puede repeler mientras se obstruye la libre práctica de la religión, entonces el Corán recomienda preferir la migración a la subyugación. Allah (SWT) dice en Sura-Nisa (4:97): "A los que se lleven los ángeles habiendo sido injustos consigo mismos les dirán: ¿En qué se os fue la vida?*
Responderán: Estábamos oprimidos en la tierra.Les dirán: ¿Acaso no era la tierra de Allah lo suficientemente extensa como para emigrar? Esos tendrán por morada Yahannam. ¡Qué mal fin!
*[Lit. ¿En qué estuvisteis?] En consecuencia, la libertad para practicar la religión era de una máxima prioridad para Rasool Allah (s.a.w.s.). Cuando los primeros musulmanes fueron perseguidos en La Meca en los albores del Islam, y la gente fue torturada y exiliada a causa de su religión, él no ocultó al Islam en la clandestinidad, sinó que optó por emigrar, enviando a algunos musulmanes primero a Abisinia y luego él mismo y otros realizaron la histórica Hégira en Medina.
3. Adoptar la moderación en todos los asuntos y deben ustedes seleccionar lo más fácil de entre todas las opciones que están permitidas: yá sean relacionadas con la satisfacción física, las necesidades como el comer y beber, o en aquellos acontecimientos de la vida que van desde los actos de caridad hasta actos de la represalia o satisfacción de las necesidades espirituales cómo, al igual que las oraciones y el ayuno, Rasool Allah (s.a.w.s.) siempre recomendó la moderación. Incluso en la práctica de la caridad, el Corán aconseja moderación, diciendo, en Sura-Bani Isra'il, (17:29): "Y no tengas el puño cerrado, asfixiándote, ni lo abras del todo, pues te quedarías reprobado y desnudo." <en su extensión, para que no os sintáis censurados y despojados.>
Una vez, el Profeta (s.a.w.s.) vio a un hombre parado bajo el sol ardiente y le preguntó qué estaba haciendo, y le dijeron que éste hombre estaba ayunando y que se estaba autoinfligiendo dificultades adicionales con la esperanza de ganar recompensas adicionales. Rasool Allah (s.a.w.s.) les pidió a sus compañeros que le dijeran a éste hombre que desistiera y se sentara a la sombra de un árbol, indicando que Allah (SWT) no favorece la tortura para uno mismo en el proceso de adorarlo. <No hace falta el sufrimiento ni castigarse en la práctica de la adoración.>
Asimismo, Aisha (RA) narró: que cada vez que el Profeta (s.a.w.s.) tenía que elegir entre dos opciones permisibles, siempre elegía por lo más fácil. Como tal, (por ejemplo), desayunaba mientras viajaba y acortaba las oraciones según lo prescrito, aunque también se permitía la difícil alternativa de no hacerlo.
Diría, que cuando Allah (SWT) te dé un regalo, acéptalo. Siempre quiso que la práctica de los deberes religiosos fuera una obligación placentera, y sobretodo, espiritualmente edificante y pacífica, y nunca una carga que nadie pudiera soportar.
4. Evite la agresión, luche a la defensiva y busque el poder de la paz: El Corán instruye a los musulmanes que las guerras están permitidas "sólo como defensa" y con el propósito de erradicar la tiranía y la opresión, y para establecer la libertad religiosa para todos inclusive, y que la Paz es la mejor alternativa a perseguir siempre que el enemigo esté inclinado a ella. Allah (SWT) dice en Sura-Baqarah (2:193): "Luchad contra ellos hasta que no haya más oposición y la Adoración debida sea sólo para Allah.
Pero si cesan, que no haya entonces hostilidad excepto contra los injustos*." [*Opresores]El Profeta Muhammad (s.a.w.s.) siguió concienzudamente éste principio. Por ejemplo, durante la expedición de Tabuk, su ejército marchó hacia los romanos, de quienes se rumoreaba que estaban reuniendo una gran fuerza en la frontera y se estaban preparando para atacar a los musulmanes. Sin embargo, cuando llegaron a su destino, descubrieron que esa preocupación era totalmente infundada. Rasool Allah (s.a.w.s.) acampó en la frontera para determinar la situación pero no atacó, aunque se trataba de un enemigo declarado que podría haber racionalizado un ataque preventivo y de precaución era militarmente prudente. En cambio, durante los veinte días que pasó allí, estableció tratados de paz con las comunidades judías y cristianas cercanas antes de regresar a casa. Por otro lado, recomendaría una lucha constante contra el propio Nafs o autodeseo, porqué consideraba que el deseo del hombre era el mayor contendiente contra la voluntad de Allah (SWT).
El Profeta (s.a.w.s.) también confiaría en el poder de la paz sobre la guerra. En el momento del Tratado de Hudaibiyah, en el sexto año de
la Hégira, había unos 1.500 musulmanes que habían acompañado al Profeta (s.a.w.s.). La historia registra la conquista de La Meca dos años más tarde, cuando el Profeta Muhammad (s.a.w.s.) regresó triunfalmente con un gran ejército de 10.000 musulmanes. A pesar de haber sido forzados y expulsados de ésta ciudad diez años antes; ésta conquista se produjo sin derramamiento de sangre ni limpieza étnica puerta por puerta, mientras la gente de La Meca se escondió en sus casas a puertas cerradas.
Además, Rasool Allah (s.a.w.s.) perdonó a sus enemigos diciendo: "Hoy, os
perdonamos, como lo hizo mi hermano el Profeta Yusuf (AS) antes que yo, y cuando dijo: 'Hoy no habrá reprensión contra ti'".
5. Convierte a tú enemigo en tú amigo y la adversidad en prosperidad: El Corán describe las características de Rasool Allah (s.a.w.s.) en éste sentido que atrajo el corazón de todos hacia él con amor. Allah (SWT) dice en Sura Al-Imran (3:156-159) refiriéndose al Profeta (s.a.w.s.), "¡Vosotros que creéis! No seáis como aquéllos que renegaron y decían de sus hermanos cuando éstos salían de expedición por la tierra o hacían incursiones: Si se hubieran quedado con nosotros no habrían muerto ni los habrían matado. (Lo decían) y Allah hacía de ello una angustia para sus corazones. Allah da la vida y da la muerte. Allah ve lo que hacéis. Y si os matan en el camino de Allah o morís... El perdón de Allah y Su misericordia es mejor que lo que vosotros atesoráis. Si morís u os matan... Tened por cierto que seréis reunidos para volver a Allah. Por una misericordia de Allah, fuiste suave con ellos; si hubieras sido áspero, de corazón duro, se habrían alejado de tú alrededor. Así pues, perdónalos, pide perdón por ellos y consúltales en las decisiones, y cuando hayas decidido.. confíate a Allah. Es verdad que Allah ama a los que ponen su confianza en Él."
Y de la misma manera, Allah (SWT) anuncia a toda la humanidad en Sura-Taubah (9:128): "En verdad que os ha llegado un Mensajero salido de vosotros mismos; es penoso para él que sufráis algún mal, está empeñado en vosotros y con los creyentes es benévolo y compasivo."
Se relata, que en la Batalla de Badr, cuando unos 70 prisioneros fueron capturados, muchos de los cuales tenían buena educación, Rasool Allah (s.a.w.s.) no solo los trató humanamente, sinó que también les ofreció libertad a cada uno de ellos por un rescate, o bajo un acuerdo para educar a diez musulmanes enseñándoles a leer y escribir.
Asimismo, a pesar de las pérdidas sufridas durante la Batalla de Uhud, debido a la desobediencia de los arqueros que había colocado estratégicamente para defender la retaguardia de los musulmanes, (pero que habían abandonado su puesto para unirse al saqueo de los bienes mundanos), el Profeta (s.a.w.s.) ni siquiera pronunció una palabra dura contra ellos. Él sabía que eran conscientes de su error y estaban arrepentidos de ello, y ésto le bastaba.
También utilizó la paz que siguió al Tratado de Hudaybiyah en el sexto año de la Hégira para educar a los habitantes de La Meca, muchos de los cuales, ahora se mezclaban libremente con los musulmanes de Medina. Mientras que algunos musulmanes, habían considerado inicialmente éste tratado como una derrota humillante, y Allah (SWT) se refirió a ésto en Sura-Fath (48:18) como: "Realmente Allah quedó complacido con los creyentes cuando te juraron fidelidad bajo el árbol y supo lo que había en sus corazones e hizo descender sobre ellos el sosiego y los recompensó con una victoria cercana*.
*[Alusión a la victoria de Jaybar.]"Y poco después del regreso de los peregrinos musulmanes a Medina, Allah (SWT) reveló el siguiente verso de la Sura-Mumtahinah (60:7): "Puede ser que Allah ponga afecto entre vosotros y los que de ellos hayáis tenido como enemigos.
Allah es Poderoso y Allah es Perdonador y Compasivo."De hecho, en los dos años que siguieron a éste evento, la comunidad musulmana se duplicó en el ambiente de interacciones pacíficas. La guía del Profeta (s.a.w.s.) en tales casos se derivó de las palabras de Allah. (SWT) en la Sura Ha-Meem (41:34), "No son iguales la bondad y la maldad; responde con la mejor actitud y aquel con el que tenías enemistad será un amigo ardiente."
6. Consulta con tu familia y colegas: Allah (SWT) aconseja al Rasool Allah (s.a.w.s.) en la Sura Al-Imran (3:158) con respecto a sus interacciones con sus discípulos: "Ésto es una aclaración para los hombres y una guía y una advertencia para los que temen (a Allah)."
Así que perdónarlos, pedir protección para ellos y consulta con ellos en asuntos (importantes). Pero cuando lo hayas decidido, entonces pon tu confianza en Allah (SWT). Ciertamente, Allah ama a aquellos que confían (en Él). Ésta regla de oro caracteriza a un gobernante humilde, justo y compasivo, y el Profeta Muhammad (s.a.w.s.) adoptó éste principio con diligencia. Por ejemplo, durante la Batalla de Badr, consultó con los compañeros sobre la invasión de la caravana de Abu Sufyan o la salida para encontrarse con el ejército Quraish que se acercaba, pero una vez que se debatió el tema, aplicó sus principios morales y espirituales y siguió la voluntad de Allah ( SWT), confiando en Él, para elegir la opción más difícil y desafiante de luchar contra el ejército invasor en lugar de saquear la caravana indefensa del enemigo. De manera similar, cuando decidió acampar durante la noche antes del día de la batalla, el Profeta (s.a.w.s.) sugirió un lugar en particular, pero uno de sus compañeros, Hubab ibn Al-Munther, le preguntó si esa era la decisión de Allah (SWT) o la de su propio criterio, y cuando indicó ésto último, se le aconsejó acampar en un lugar que les diera acceso a los pozos de Badr, y aceptó esta sugerencia. Asimismo, siguió el consejo estratégico de Salman Fharsee al cavar una trinchera alrededor de Medina para defender la ciudad durante la Batalla llamada de la Trinchera.
Éste hábito de consultar fue parte de su tejido conductual durante mucho tiempo antes de convertirse en jefe del Estado. Por ejemplo: justo después de la primera revelación del Corán en la cueva de Hira, su primer acto fue que debía regresar inmediatamente a casa y consultar con su querida esposa, Khadija (RA), con respecto al asunto, y ella le indicó que discutiera éste asunto con su primo Waraqah, lo cuál hizo, y así recibió consuelo de la verdad de su experiencia en Hira. Como registra la historia, Waraqah, (que conocía las escrituras anteriores), fue el primero que reconoció al Rasool Allah (s.a.w.s.) como el profeta tan esperado que había sido enviado después de Isa (AS) para dar luz al mundo después de 600 años de oscuridad. Advirtió al Profeta (s.a.w.s.) que tuviera cuidado porqué estaba a punto de iniciarse una revolución en La Meca, y sabiamente le dijo: "Llegará un momento en el que seguramente te expulsarán y lucharán contra ti, (y si vivo para ver ese día), entonces Allah sabe que ayudaré a Su causa." Luego se inclinó hacia Rasool Allah (s.a.w.s.) y le besó en la frente. Por lo tanto, tales consultas le dieron al Profeta (s.a.w.s.) un sentido de su misión, claridad de pensamiento en sus acciones y paz de corazón al apoyar a sus amigos, compañeros y asociados.
7. Sé justo en todos los tratos, yá sea que involucren amigos o enemigos: Allah (SWT) dice en Sura Maa'idah (5:42) con respecto a todos los casos presentados ante Rasool Allah (s.a.w.s.), incluso aquellos que involucran disputas entre sus enemigos declarados, que:
"Prestan oído a la mentira y se comen la ganancia ilícita. Si vienen a ti, juzga entre ellos o abstente de intervenir. Si te abstienes, no te perjudicarán en absoluto; y si juzgas, hazlo con ecuanimidad.
Es cierto que Allah ama a los ecuánimes."
Rasool Allah (s.a.w.s.) adoptó de manera ejemplar el dicho de que la justicia es ciega. Él era justo en sus juicios, sin importar las circunstancias y consecuencias, incluso.. cuando su decisión sería contra sus propios compañeros, siempre y cuando fueran culpables de haber actuado mal. Una vez, cuando una mujer rica e influyente de La Meca cometió un robo y sus compañeros vinieron a suplicar en su nombre que no se ejecutara el debido castigo de cortarle la mano, Rasool Allah (s.a.w.s.) se puso furioso y les advirtió que tal comportamiento adverso había llevado a la caída de las naciones anteriores a ellos, y agregó que incluso si su propia hija Fátima robara, entonces, por Allah, que le cortaría la mano. (Después de que le cortaron la mano a ésta mujer, ella se arrepintió, y Aisha (RA) narra que solía visitar la casa del Profeta (s.a.w.s.) para buscar su consejo y ayuda.
Asimismo, cuando un musulmán robó una vez una armadura y, cuando fue acorralado, la escondió subrepticialmente en la casa de un judío y luego acusó al judío del robo, el caso fue llevado al Profeta (s.a.w.s.)..
La tribu musulmana lo apoyó, mientras que los judíos eran abiertamente hostiles hacia los musulmanes, y una sentencia contra el demandante musulmán habría significado perder el apoyo de toda su tribu. A pesar del clima político, el Profeta (s.a.w.s.) investigó la situación y emitió un veredicto contra el musulmán, absolviendo al judío del cargo. En ésta ocasión, Allah (SWT) reveló los versículos de la Sura-Nisa en el Corán (4:105): "Es cierto que hicimos que te descendiera el Libro con la verdad para que juzgaras entre los hombres con lo que Allah te hace ver.
No defiendas a los traidores."Al mismo tiempo, mientras que el Corán permitía represalias de manera equitativa para contrarrestar cualquier daño infligido a un individuo, Rasool Allah (s.a.w.s.) perdonaba más a menudo antes que tomar represalias. En numerosas ocasiones, cuando fue abusado física o verbalmente y sus compañeros pedían permiso para castigar a los perpetradores, él los detenía y en cambio educaba gentilmente a los ignorantes sobre sus malas acciones.
8. Atender responsablemente a todos los deberes, grandes o pequeños: Rasool Allah (s.a.w.s.) trabajó diligente e incansablemente para cumplir con las obligaciones de su misión, a menudo en detrimento de su propia salud, bienestar y comodidad. A pesar de las enormes responsabilidades de dirigir un Estado, seguía siendo un marido amoroso y un padre afectuoso. Ayudaba en las tareas domésticas cotidianas, incluso remendando su propia ropa y calzado, sin considerar nunca estas tareas como serviles o superiores a su estatura. No era raro verlo visitando a los enfermos y ayudando a los ancianos y enfermos a llevar sus cargas, a menudo fuera de su camino. Era generoso y amable con los necesitados y los huérfanos, y siempre podían contar con él para compartir lo poco que tenía, incluso en las situaciones más difíciles.
9. Estad elevados de espíritu y reservad la ansiedad por el bien de otros, no para ti mismo: Rasool Allah (s.a.w.s.) siempre estuvo alegre y de buen ánimo, porqué sabía que todas las aflicciones y pruebas fueron por la voluntad y el propósito de Allah (SWT), y por su propio bien. Se había entregado por completo a su Señor con toda disposición y en éste estado de armonía, era consciente de que Allah (SWT) estaba trabajando a través de él y que, (por lo tanto), no debía afrontar sus circunstancias con ninguna resistencia o remordimiento. Al frente de su conciencia estaban las palabras de Allah (SWT) de la Sura Muhammad (47:31): "Y os pondremos a prueba hasta saber quiénes de vosotros son los que luchan y son los pacientes y para probar vuestros actos." Por ejemplo, cuando fue a la ciudad de Ta'if para invitar a la gente de allí al Islam, y ellos enviaron a sus hijos para apedrearlo y expulsarlo, el Profeta (s.a.w.s.) se detuvo bajo la sombra de un árbol en las afueras de Ta'if. Si bien podría haber orado por su destrucción, el único pensamiento en su mente era que mientras Allah (SWT) estuviera satisfecho con sus esfuerzos, él estaría satisfecho, incluso con un estado tan evidente de humillación y ante la derrota. Él Enseñaría a sus seguidores a desarrollar un aura de luz a su alrededor que extinguiera las llamas de la ansiedad, que reflejan el fuego del infierno en la vida de éste mundo, y al reemplazar la ansiedad con la frialdad de la paciencia y la tranquilidad de la armonía con las decisiones de Allah (SWT), quien decía: "En verdad, el fuego del infierno hablará al creyente y le dirá: '¡Pasa rápidamente, oh creyente, porqué tú luz está extinguiendo mis llamas!'. De hecho, el Corán dice que el combustible del Fuego del Infierno son los hombres y las piedras (2:24), por lo qué.. cuando la persona dotada de la luz de Allah (SWT) ilumina y guía a otros, ésto metafóricamente priva al Infierno de su sustento.
Por otro lado, reservaría sus preocupaciones y ansiedades en beneficio del bienestar de los demás, no del suyo propio. Allah (SWT) se refiere a ésta ansiedad del Profeta (s.a.w.s.) en Sura Alam-Nashrah (94:3) como una carga que pesaba sobre su espalda, y también dice en Sura Taubah (9:128), usando Su propio atributo para describir a Rasool Allah (s.a.w.s.), "Ciertamente, un Mensajero ha venido a ustedes de entre ustedes. Es doloroso para él que caigan en angustia, muy solícito para ustedes; para los creyentes, él es compasivo, misericordioso." De hecho, como explicó el Profeta Muhammad (s.a.w.s.), los amigos de Allah (SWT) son aquellos en cuyo carácter se reflejan los atributos de Allah (SWT), y su piedad inspira a otros a inculcarse el mismo grado de sumisión a su Señor. Del mismo modo, en la Sura Kahf (18:6), y también en Sura-Shu'ara (26:3), con casi las mismas palabras, Allah (SWT) reprende amorosamente al Profeta (s.a.w.s.) con respecto a su ansioso anhelo de que su pueblo siga la guía del Islam y se salve de la destrucción y la ruina, y dijo: "Entonces tal vez te matarás de dolor, lamentándote por ellos, si no creen en éste anuncio".
10. Realizar buenas acciones con regularidad y de la mejor manera posible: Rasool Allah (s.a.w.s.) dijo que Allah (SWT) ama una buena acción que se realiza con regularidad. Ésto se ejemplifica en el hecho de que cuando una persona hace algún buen acto regularmente en la vida, cuando circunstancias como la enfermedad o la vejez impiden que éste acto se cumpla físicamente, Allah (SWT), por Su Gracia, aún así le regala a ésta persona como si el acto siguiera realizándose con la misma regularidad. Ésto se debe a la sincera intención de propósito que tenía la persona de perpetuar esta buena acción. Además, Allah (SWT) es Perfecto y ama que Sus creaciones se esfuercen por alcanzar la perfección. Entonces, en cualquier cosa que hagamos de bondad o de valor, debemos hacerlo lo mejor y más perfectamente posible. Rasool Allah (s.a.w.s.) solía aconsejar que incluso en algo tan común como el sacrificar un animal, uno debe asegurarse de que el cuchillo esté muy bien afilado y luego usarlo con precisión de acción.
11. No discriminar por ningún motivo, como por el género, el estatus o la etnia: El Profeta (s.a.w.s.) fue muy protector con los derechos de las mujeres y estableció una legislación revolucionaria que les concedió el derecho a heredar, solicitar el divorcio y ser y mantenerse económicamente después de un divorcio, según los mandatos del Corán. Como mencionamos, se ocuparía de la equidad hacia todos, independientemente de su estatus, y advirtió a su pueblo que aquellos antes fueron destruidos porqué cuando alguien rico cometió un crimen entre ellos, los perdonarían, pero no castigar estrictamente a los menos influyentes y/a los pobres.
Además, Rasool Allah (s.a.w.s.) siempre seleccionó a la mejor persona para realizar un trabajo, independientemente de su raza, etnia o edad.
Al esclavo liberado, Bilal (RA), se le dio la codiciada tarea de llamar al adhan en la mezquita del Profeta (s.a.w.s.), y el consejo estratégico de un persa llamado Salman (RA) se implementó en la excavación de una zanja alrededor de Medina durante la crítica Batalla de la Trinchera.
Tanto los jóvenes como los mayores recibieron el debido nivel de respeto por parte del Profeta (s.a.w.s.). Una vez, el Profeta (s.a.w.s.) estaba sentado con un niño a su derecha y algunos hombres mayores a su izquierda, y tenía una taza de leche que deseaba compartir con ellos. Siguiendo su enseñanza de comenzar siempre con el lado derecho en las interacciones sociales, pidió permiso al joven de su derecha para darle la leche a los hombres mayores, pero el joven insistió en ser el primero en compartir la leche después del Profeta (s.a.w.s.), y por eso se le dio la taza sin más discusión. Incluso en las batallas críticas, el Profeta (s.a.w.s.) designaba a jóvenes musulmanes de entre 20 y 30 años como comandantes que fueran los más aptos para dicho trabajo. Por eso, siempre recuerdo, que el Profeta (s.a.w.s.) nunca se rodeó de incompetentes ni de indolentes.
12. Procede desde tú círculo interno hacia afuera realizando actos de bondad: Cuando fue bendecido con el don de la profecía, Rasool Allah (s.a.w.s.) invitó por primera vez al Islam a la gente de su casa: su esposa Khadijah, su primo Hadhrat Ali y su esclavo Zaid, quien luego fue liberado y criado bajo su cuidado, y también su mejor amigo Hadhrat Abu Bakr (que Allah (SWT) esté complacido con todos ellos). Reflejando las instrucciones de Allah (SWT) de advertir primero a sus parientes más cercanos, entre los otros que primero aceptaron el Islam estaban sus primos Ja'far y Zubayr, y luego otros de sus primos, y así sucesivamente en un círculo de cercanía cada vez mayor.
Del mismo modo, en materia de servicio y caridad, la práctica del Profeta (s.a.w.s.) era atender primero las necesidades de los familiares, luego las de su comunidad inmediata y sus amigos, luego los de otros musulmanes, seguidos por los no musulmanes, en una esfera geográfica que va de cerca a lejos.
En éste mismo espíritu, cuando alguien le preguntaba si debía elegir primero el cuidar a su madre enferma o realizar el Hayy, (o como en otras ocasiones), participar en el esfuerzo, la guía del Profeta (s.a.w.s.) estaría siempre invariablemente a favor del servicio a su madre con la prioridad más alta.
13. Cultivar la sencillez como una noble virtud: Rasool Allah (s.a.w.s.) vivió su vida con la mayor sencillez, sin apenas poseer lo necesario sobre las necesidades de la vida, y una vez comentó que: "la pobreza es mi honor". Sus amigos eran los pobres, los huérfanos y los débiles. De los huérfanos, en particular, decía que "el que cuida al huérfano y yo somos como éstos dos", mostrando dos de sus dedos uno cerca del otro. Sus más cercanos lo caracterizaron como: "Alguien que gana para aquellos que no tienen medios para sí mismos". Como relata el Corán en Sura Furqan (25:7), los contemporáneos ricos y arrogantes entre los Quraish se burlarían en ignorancia de ésta noble característica del Profeta (s.a.w.s.), diciendo: "¿Qué Mensajero es éste? Él come comida y anda por las plazas." ¿Por qué no le ha sido enviado un ángel para que le amoneste? Pero la vida de Rasool Allah (s.a.w.s.) fue, como siempre, diseñada de acuerdo con los mandatos del Corán, que en éste sentido, fue el consejo de Allah (SWT) en Sura-Hijr 15:88; como también en la Sura Ta-Ha, 20:131), "No fuerces tus ojos en lo que les hemos dado a ciertas clases de ellos para que disfruten, y no te aflijas por ellos, y sé amable con los creyentes". Su esposa, Khadijah (RA), resumió maravillosamente éste rasgo del Profeta (s.a.w.s.) durante una ocasión de ansiedad cuando acababa de recibir la profecía: "Nunca, nunca, Allah os avergonzará", dijo, "porque eres fiel a los vínculos de las relaciones y honras a tu huésped, eres sincero con los indigentes y ayudas a todos los que están con verdadera angustia".
14. Busca el consuelo en la oración: Allah (SWT) aconseja a Rasool Allah (s.a.w.s.) en la Sura Ta-Ha, 20:130) y, cómo tal, nos instruye a todos, diciendo: "Así que soportad pacientemente lo que dicen y celebrad alabanzas a tú Señor antes de la salida del sol y antes de su puesta, y glorifícale durante las horas de la noche y en las partes del día, para que estés bien complacido." De hecho, el Profeta (s.a.w.s.) diría: "La frescura de mis ojos está en la oración", y como cualquier persona de verdadera fe, se sentiría fuertemente atraído por la oración en busca de consuelo en los momentos de angustia, así como también con agradecimiento y gratitud cuando se le concede un favor. Aisha (RA) solía decir que su melodiosa recitación del Corán no tenía paralelo entre todos sus compañeros. El poder de la oración, especialmente la realizada en la silenciosa soledad de la noche, para obtener una guía firme en las acciones de la vida y de la sabiduría en el pensamiento y la palabra, es inequívocamente así como se explica en la Sura Muzzammil (73:6), "levantarse de noche es sin duda el camino más firme a seguir y el más eficaz en el habla".
15. Educar de la manera más llamativa y eficaz: La belleza de la educación no reside sólo en su contenido, sinó también en su momento. Rasool Allah (s.a.w.s.) siempre estuvo atento a la ocasión adecuada para educar a las personas sobre un determinado aspecto de la vida, y lo hizo con sólo unas pocas palabras amables, pero aún así, con profundidad y sabiduría que dejarían una impresión para toda la vida y, de hecho, hacer inmortales sus palabras. Como ejemplo, una vez un hombre acudió al Profeta (s.a.w.s.) y le mencionó que sus padres necesitaban apoyo financiero y le preguntó si debía ayudarlos. Rasool Allah (s.a.w.s.) no le sermoneó sobre la incredulidad de la pregunta formulada y la evidente mentalidad que la motivó. Le dijo, de manera muy simple y conmovedora: "Tú y toda tú riqueza eres para tus padres". Éstas pocas palabras dicen mucho del amor y la bondad que les debemos a nuestros padres, y de cómo es inútil siquiera pensar que alguna vez podremos pagarles plenamente por su gracia hacia nosotros.
Rogamos a Allah (SWT) para que nos conceda la bondad con la que Él agradeció a Rasool Allah (s.a.w.s.), y para concedernos sabiduría y rectitud al implementar el Islam en cada momento de nuestras vidas; y le pedimos que nos permita practicar lo que predican nuestras lenguas; realizar actos de bondad con regularidad; ser justos en todas nuestras transacciones; educar al mundo sobre el verdadero Islam; ser aliviado de cualquier ansiedad o deseo; y atender responsablemente a todos nuestros deberes, yá sean grandes o pequeños, en momentos de alegría o de angustia, en salud o en la
enfermedad.. Amén.
Assalamo aleikum.