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domingo, 21 de mayo de 2023

TRES ESCUELAS PRINCIPALES. TRES ESCALONES ESPECIALES.

TRES ESCUELAS PRINCIPALES. TRES ESCALONES ESPECIALES.

En el pensamiento islámico, aquellos que han investigado y estudiado sobre el Ser Divino, por lo general, se reparten en tres escuelas confiables que están dentro del Tasawwuf Sunnita..
Los existenciales, los sufridos y los seriamente justos.
Los existenciales son los primerizos o murides. Los sufridos son los pobres (Fuqara) que son pobres respecto del hambre espiritual que realmente tienen. Los seriamente justos son los que están iniciados y prestos en el camino correcto.. osea, la élite de entre los purificados y son los purificadores.

La Palabra Tanazzulat. 
El Descenso del Absoluto.
Tanazzul (pl. tanazzula) "el descenso".. es, en el lenguaje del Tasawwuf, el equivalente a la "individualización" e indica el proceso por el cual el Absoluto, desde el estado de Existencia, gradualmente se vuelve "cualificado". 
Todo comenzó con un Probado sistema emanacional que consiste en el Uno, la Mente Divina y la Omni-alma, el ihsan, y así también encontramos aquí los trazados desde lo que es (en la etapa inicial) lo casi puramente supraexistencial, a través de una etapa donde lo divino de la conciencia se mueve hacia la realización de Su Pensamiento, hacia la tercera etapa de la Unidad en la Multiplicidad. En el primero y más alto plano está el Ser Absoluto (al-Wujud u'l-Mutlaq) que se concibe como simple Esencia, (adh-dhät) y que está desprovista de todo atributo y relación. Esto es definido por algunos sabios en líneas que pueden ser bastante representadas por las palabras de Yili en su Inaan-i-Kamil. "La Esencia significa el ser Absoluto, dejando de lado todos los modos, y lo que se les atribuye son totalmente del y en el Ser Absoluto, no de sí mismos ni en virtud de sus propios modos, sinó esencialmente uno con el Absoluto. Y éste Ser Absoluto es Pura Esencia en la que no hay manifestación, ni nombre, ni cualidad, ni relación, ni adjunto, ni nada más. Entonces, cuando se manifiesta algo más en ella, esa manifestación no se atribuye a la Esencia Pura sinó a lo que se manifiesta. Entonces la Esencia es el requisito de su propia naturaleza y comprende tens Universales Particulares, Relaciones y Adjuntos por el requisito de su continuidad. Más aún, por el requisito de su desaparición bajo el dominio de la Unidad de la Esencia". Con ésto, debe compararse la opinión de los sabios antiguos que explican: "Puesto que la Naturaleza o Hipótesis del Uno es el engendrador de Todo, no puede ser ninguna de las cosas en el Todo; es decir, No es una cosa: No tiene ni cualidad ni cantidad... Es esencialmente de una forma única o más bien sin forma, ya que es anterior a la forma como también es anterior al movimiento y al reposo; todas estas categorías se aplican sólo al reino de la existencia y constituyen la multiplicidad característica de ese reino inferior.” 

El aspecto interior de éste plano se llama al-Ama, "la niebla oscura", y se explica como un estado de pura potencialidad. El aspecto exterior se llama Ahdiyyat, la noción abstracta de Unidad, en la que la Esencia se conoce a sí misma como Unidad trascendente. 

Los seguidores del Tasawwuf citan dos tradiciones en apoyo de éste punto de vista. Uno
es el Hadiz-i-Qudsi (un tipo especial de tradición que se supone que contiene la revelación Divina a Muhammad) que dice lo siguiente: "Yo (es decir, Allah) era un tesoro escondido: deseaba ser conocido y traje la creación a ser para que yo pudiera ser conocido". El otro es el siguiente: "Abi Dara le preguntó al Profeta: '¿Dónde estaba Allah antes de la Creación?' Muhammad (s.a.w.s.) respondió: "Él estaba en el estado de al-Ama, en una nube oscura o niebla, por encima de la cual no había aire, y por debajo de la cual no había aire".

A continuación llegamos a otro plano de estos tres puntos en el esquema de devolución. Esto es Wahdat y también se conoce como Haqiqa-tu'l-Muhammadiyya, 'la Realidad de Muhammad'. El mundo es una manifestación de esa Realidad. Se dice que las realidades o prototipos ideales de las almas y los cuerpos del mundo son detalles de la realidad del alma y del cuerpo de Muhammad".

Aquí también tenemos un aspecto interior y otro exterior. El interior se llama He-ness, y el exterior Aniyyat-I-ness. He-ness representa el Pensamiento de la Mente Divina vuelto hacia el Uno y Aniyyat es el Pensamiento saliendo, por así decirlo, hacia las realizaciones o la expresión de sí mismo en la manifestación. Las relaciones de estos dos términos entre sí se muestran hasta cierto punto por su derivación. He-ness es el sustantivo abstracto formado por el pronombre de la tercera persona del singular "huwa". Es el Wahid, (singular) y el gha'ib, (oculto). Es aquello que se especifica o contempla. Pero ésta heredad no depende de algo especificado o contemplado, yá que no depende de un especificador fuera de la Unidad Divina. Así, el pensamiento divino vuelto hacia el interior en la autocontemplación es la base de la concepción. Aniyyat es de la primera persona del singular. Aquí es la Unidad Divina. Así, el pensamiento divino vuelto hacia el interior en la autocontemplación es la base de la concepción. Aniyyat, ciertamente, es la Unidad Divina que apunta hacia Sí misma, (por así decirlo), frente al mundo o más bien el universo, de la individuación. Aniyyat corresponde al Ana'l-Haqq de Hallaj y es apropiado para la esfera de manifestación, mientras que He-ness corresponde más al Hu del dhikr, donde el objetivo es quitar las cadenas de la individuación y el contorno de su enseñanza al respecto. Otro nombre para él es Nuru'l-Muhammadiyya, la Luz de Muhammad. El crecimiento de la doctrina tiene una larga historia. Ibn Sina (n. 980 d. C.) en el Kitabu't Ishārāt identifica el 'Aql, la Razón primordial, con la Luz de Allah a la que se hace referencia en términos misteriosos en el Corán: (Sura, 5 versos 24-36). No es una concepción exclusivamente de los Sufíes. El dicho, evidentemente, le atribuye a Muhammad: "El que me ha visto a mí, ha visto a Allah". Así, los sufíes consideran a Muhammad como la revelación final y completa de Allah, pero no sólo eso, sinó que se cree que existió antes de la creación del mundo. De ésto es evidente que el lugar de Haqiqa tu'l-Muhammadiyya en la cosmogonía sufí es lo mismo que el de Logos en el cristianismo. La preexistencia de Muhammad se describe en palabras que nos recuerdan fuertemente las declaraciones del Evangelio sobre el Logos, a saber: "Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho". (Juan 1: 3). La tradición pone en boca de Muhammad frases como las siguientes: "Lo primero que Allah creó fue la Luz del Profeta". "Yo era profeta mientras Adán estaba entre el agua y el barro".. Además, Najmu'd-Din interpreta el verso del Corán que dice: "Muhammad no es el padre de ninguno de vosotros, pero es un mensajero de Allah y el Sello de los Profetas", en el sentido de que no era de nuestro mundo.

Yili (n. 1365 d. C.), el autor del famoso tratado sobre sufismo, Insänu'l-Kamil, describe la Haqiqa tu'l-Muhammadiyya con las siguientes palabras: "Uno de sus nombres es Palabra de Allah (Amru'llah ) y él es el más sublime y exaltado de todas las existencias. En cuanto a dignidad y rango, él es supremo. No hay ángel más grande que él. Él es el jefe de todos los arcángeles y es superior a los ángeles en todos los dispositivos. Allah hizo que la piedra de molino de todas las existencias girara contra él y lo convirtió en el eje de la esfera giratoria de toda la creación. Tiene una forma especial con cada 
criatura que está unida a él y que lo conserva en el grado en que Allah lo creó. Tiene ocho formas que sostienen el Trono Altísimo. Allah formó a los ángeles, a todos ellos, los elevados y los elementales. La relación de los ángeles con Él es como la relación de las gotas de agua con el mar.”

Yili también describió cómo esta Luz de Muhammad ha aparecido en varias formas en diferentes épocas. Él dice: "Él tiene diferentes atuendos y se manifiesta en varias habitaciones. Se le da un nombre con respecto a cada uno... Su nombre original es Muhammad, su patronímico es Abu'l-Qassim, su descripción es Abdu'llah y su título Shams u'd-Din. Luego, con respecto a las formas posteriores, se le dan nombres y en cada época tiene un nombre que es apropiado para la apariencia en la que parece estar perdido en la Unidad Oculta. Pero el uso de éstos dos términos no debe interpretarse como implicando ninguna dualidad. "Todo el que no abriga dudas es consciente de que sólo hay una sola existencia". "Pero no hay dualidad para la Verdad Creadora; En lo que no hay 'yo' y 'nosotros' y 'tú'.. 'Yo' y 'Nosotros', 'Tú' y 'Él' son todos una cosa; Porque no hay distinción alguna en la Unidad". 

El tercer plano se llama Wahidiyyat, la Unidad en Pluralidad o Unicidad. Es en el uso de éste término que vemos la intención de preservar la Unidad cuando se ha alcanzado el plano de la multiplicidad. Esto también es paralelo con el sistema: "El Todo-Alma incluye y es Todas-las-Almas". Pero en éstos no hay sacrificio de la Unidad. "Todos los grados y jerarquías no son más que detalles de la Unidad", dice Jami, al tratar éste tema en su Lawa'ih: "Entonces, mediante el uso de éste término, los muchos se representan como idénticos en esencia al Uno".

En la etapa de Wahidiyyat, cuando la Esencia llegó a poseer los atributos esenciales, a saber: Vida, Conocimiento, Poder, Propósito, Escuchar, Ver y Hablar, se le llamó Lähūt, Divinidad: cuando se calificó con atributos activos tales como crear, dar vida, fulminar, etc., se le llamó Jabarut, Poder.

Los atributos de Jabarut fueron nombrados de acuerdo con sus diferentes manifestaciones. Cuando se manifestaron en el mundo de los espíritus y los ángulos, se les llamó 'Alam-i-Malakut, el mundo angélico, cuando se manifestaron en "similitudes" se les llamó 'Alam-i-Mithal, el mundo de las Similitudes, y cuando son manifestados en el mundo material, fueron llamados 'Alam-i-Nasut, el mundo de la Humanidad.

Es así que, "La Esencia Única" en cuanto a que está absolutamente desprovista de individualizaciones y limitaciones ES la Verdad Creadora (Haqq) y con respecto a la multiplicidad y pluralidad por la cual exhibe su décimo velo en las individualizaciones.. Es el universo creado (khalq)". La aparición del Creador en la formación de la criatura tiene una referencia en la tradición registrada de Mu'adhb Jabal y en varias formas de otros, de que Muhammad vio a su Señor en una forma hermosa, o como un hermoso joven. La afirmación de que la criatura tiene la forma del Creador es lo contrario y se considera el aspecto complementario de la concepción anterior. Esto se refiere a esa otra tradición derivada en última instancia de la historia de la Creación en el libro de la biblia Génesis, que reporta que "Él creó a Adán a Su propia imagen".. aunque ésto, claramente, se refiere a su aspecto espiritual, puesto que le insufló Su Aliento Vital.

Haqiqa tu'l-Muhammadiyya.
Ya se ha hecho referencia a la Haqiqa tu'l-Muhammadiyya.. pero como ocupa un lugar importante en la doctrina de los seguidores del Tasawwuf, procedemos a dar una explicación de esa época. Cuando el experimentado en conocimiento espiritual lo ha visto en la forma de 
Muhammad, la forma que estaba sobre Haqiqa t'ul- Muhammadiyya en su tiempo de vida (de Muhammad), entonces es llamado por su nombre Muhammad y cuando lo ha visto de alguna otra forma y ha sabido que él era Muhammad, lo hace, no para llamarlo por ningún nombre excepto por el nombre de esa forma. Entonces éste nombre (Muhammad) no se aplicará excepto al Haqiqa tu'l- Muhammadiyya. ¿No viste que cuando el profeta se manifestó en la forma de Shibli?, y Shibli le dijo a su discípulo: "Tesi-tity que yo soy el Apóstol de Allah"-- y el discípulo tuvo perspicacia y lo reconoció-- y dijo: "Doy testimonio de que tú eres el Apóstol de Allah".

La historia de cómo el mundo ha sido creado por la Luz de Muhammad todavía se usa ampliamente con fines de lectura devocional. Puede describirse en las palabras de Yili.. y Allah creó las formas de Muhammad a partir de la luz de Su nombre al-Badi 'uI-Qadir (es decir, el Hacedor Todopoderoso) y las contempló con Su nombre al-Mannanu'l-Qadir, (el Dador Abrumador). Entonces Él brilló sobre ellos con Su nombre al-Lafiull-Ghafir (el Perdonador Indulgente). En ésto, debido a ésta irradiación se partió en dos partes, de modo que se dividió en dos mitades. De esa mitad a Su derecha Allah hizo el paraíso y lo estableció como una morada de bienaventuranza y de la otra mitad a Su izquierda hizo el Fuego, estableciéndolo como un lugar de miseria para los errantes.” 

Creador y Creación.
Según las enseñanzas sufíes, la creación entera pertenece o bien al 'Alam-i-Amr, el Mundo del Mando, o bien al 'Alam-i-Khalq, el Mundo de la Creación. Por el primero se entiende ese mundo de la Creación. Por el primero también se entiende ese mundo de existencia que ha sido traído a la existencia por Allah directamente por Su palabra de mandato "¡Sé!", mientras que el segundo es para aquello que está formado a partir de algo que yá existe. El primero es inmaterial y corresponde en cierto modo al pleroma, pero el segundo es material. Tomados juntos, estos dos mundos forman el 'Alam-i-kabir, el Macrocosmos. El hombre, en contraste, es llamado 'Alam-i-Saghir, el Microcosmos y posee dentro de sí mismo cinco elementos de 'Alam-i-Amr y cinco elementos de 'Alam-i-khalq. Los pertenecientes a los primeros son: Qalb, (corazón), Ruh, (espíritu), Sirr, (el secreto), Khafi, (lo oculto o misterioso), Akhfa, (lo profundamente escondido). A veces muchos traducen Sirr por la palabra conciencia. Uno se pregunta, si los tres últimos no podrían estar representados por la intuición, la instutición profunda. Sin embargo, no son simples términos psicológicos sinó en parte nombres en una misión gnóstica. Los elementos pertenecientes al 'Alam-i-khalq son: Nafs, (ego o alma), y ​​los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire. En el idioma de los sufíes, cada uno de éstos elementos se llama Lalifa (pl. Latai'if), que es una palabra que se puede traducir por, sustancia sutil. No es exactamente una facultad, por la misma razón expuesta anteriormente con respecto a Sirr.

Los lataif están conectados con 'Alam-i-khalq y constituyen el lado físico de la vida humana, y los otros cinco que están conectados con 'Alam-l-Amr son los órganos de comunicación espiritual con Allah. Estos pertenecen en su verdadera naturaleza al mundo espiritual, en el que su posición relativa se describe de la siguiente manera: Se dice que el lugar del Qalb está en el Trono de Allah y sobre él en orden ascendente están Ruh, Sirr, Khafi y Akhafa. Pero de alguna manera, también están conectados con la vida interior del hombre y, como tales, están ubicados en su cuerpo. Su ubicación exacta, incluyendo Nafs, que por supuesto pertenece al lado físico del hombre, es: Nafsi, debajo del ombligo, Qulb, en el lado izquierdo, y Ruh. Algunos dicen que Khafi está en la frente y Akhfa en el medio del pecho, Sirr entre Qalb y Akhafa, y Khafi entre Ruh y Akhfa. [Ver artículos del blog sobre este tema para más detalles].

Se dice además que cada latifa, de manera misteriosa, está relacionada con un determinado profeta. Esta relación, en el lenguaje de los sufíes, se expresa en las siguientes palabras: el grado de santidad alcanzado a través de cada lalifa está "bajo los pies de un profeta". Qalb está bajo el pie de Adán; Ruh, Sirr, Khafi, Akhafi y Akhfa están bajo los pies de Abraham, Moisés Jesús y Muhammad, respectivamente.
El objetivo de todo sufí es despertar estos cinco Lafa'if en el recuerdo activo de Allah y, a través de ellos, recibir Tajalli, la iluminación Divina. Éste Tajalli, la Iluminación Divina, se busca mediante la práctica constante del dhikr o recuerdo. Normalmente, la meta se alcanza gradualmente y cualquiera de estos latifa se vuelve activo y divinamente iluminado, se dice, que el Sufi en cuestión ha alcanzado el grado de santidad de ese latifa en particular y del Profeta asociado con él.

Luz Eterna y Misterio Sublime.
Yili dice que "el corazón es la luz eterna y el misterio sublime enviado a la esencia de los seres creados para que Allah pueda mirar al hombre a través de él". Se dice que Muhammad recibió la revelación "Mi tierra y mi cielo no me contienen, pero el corazón de Mi siervo fiel me contiene.” Rumi en el Mathsnawi syas, dice: “El Profeta dijo que Allah dijo: "No estoy contenido en lo Alto o lo Bajo, ni en la Tierra ni en el Cielo, ni siquiera en el Cielo del Trono; sepan ésto.. con certeza, soy atesorado en el corazón del creyente. ¡Qué maravilloso! Si me buscas, búscame en tales corazones". En los capítulos de la revelación dice: Tomé también éstas palabras del Hafiz: “Largos años el corazón estuvo buscando la copa de Jam. Lo que se tenía lo deseaba del extraño. La perla que no está en la concha del mundo fenoménico, la buscó la gente ignorante en la orilla del mar.” Aquí hay una imagen de la humanidad perdida en la orilla del mar ilimitado del conocimiento divino. Inconsciente como él de su propia identidad.. ¿cómo puede ser posible aprender la realidad trascendente? Aunque deban de pasar largos años, con la investigación diligente de los sabios (aquí simbolizado por el Jam-i-jam, una copa o espejo fabuloso que se supone que tiene la propiedad de reflejar el mundo entero), pero no puede alcanzar el conocimiento de Allah. Adán, dice el sabio Sufi, dejó el Paraíso para vivir en el mundo y fue como si hubiera dejado ese océano sin límites para morar en la orilla árida. Allí perdió el conocimiento de su yo real que estaba ligado a su aprehensión mística de Allah. Sin embargo, en el corazón del hombre, que es el vehículo de la Gloria Suprema y el lugar de la manifestación de la Luz Divina, aún persisten algunas huellas de la refulgencia del conocimiento divino y de ahí algunos débiles destellos de luna en la aprehensión mística del Señor. Más alto todavía. El Hafiz dice que el corazón anhela ser consolado y bendecido con el amor del Amado, pero a medida que va de un lado para otro con sus preguntas en la urgencia de su anhelo, en vano se inquieta a sí mismo y/a nosotros, porque él mismo tiene todo el secreto que es.. entonces, ¿qué nos queda a nosotros? El tesoro de la Realidad y la Aprehensión Mística que está en el corazón; buscamos en vano en el de los demás. Podemos volvernos hacia ellos con mucha nostalgia, pero.. "no por estos, fue el corazón; y buscamos en vano a los demás. Podemos volvernos hacia ellos con mucha nostalgia, pero "no por estos, fue sanado mi dolor". ¿Por qué buscar la perla preciosa de aquellos que están perdidos? Los rayos de la belleza eterna no están fuera sinó dentro. Así se expresa el pensamiento del Sufi sobre el corazón. Él ve en él el Trono de Allah y el centro de la intuición de lo Divino.

Por la posición del Qalb entre el 'Alam-i-Amr y el 'Alam-i-khalq, es un "intermedio" (barzak) entre ellos, y un lugar de encuentro de las fuerzas físicas y espirituales. En palabras de un escritor sufí, "Está compuesto por el ruh sutil y el cuerpo tosco, y por lo tanto, ha establecido una conexión entre los dos. Recibe impresiones del mundo externo a través de los cinco sentidos externos (a saber), Pensamiento, Instinto, Memoria, Razonamiento y Fantasía). "Así sucede que el corazón es el centro de una batalla. Al-Ghazali dice: "Hay dos sirvientes del corazón que, cuando lo sirven perfectamente, son útiles.. Estos son la ira y el apetito (o deseo). De hecho, el corazón considera a éstos dos como excelentes compañeros para su viaje. Pero por algunos "tiempos" éstos son desobedientes al corazón y se rebelan contra el corazón, de modo que se llega a ésto, que llegan y esclavizan el corazón y son los obreros de su destrucción y así se le impide ese viaje por el cual se obtiene la bienaventuranza eterna."

Entonces, a través de una niebla de sutilezas efímeras del mundo, el sufí busca a tientas lo que le satisface el hambre profunda de su corazón y así se da la mano con el hermano que dice: "Te estaba buscando por fuera, pero he aquí, que estabas dentro". “Todo nuestro trabajo en ésta vida es sanar el ojo del corazón por el cual vemos a Allah ta'ala.” Alhamdulillah.

Assalamo aleikum.