LA PARADOJA de la IGNORANCIA.
Hoy día nos vemos saturados por el exceso de información que impacta sobre las funciones de nuestra mente. Antiguamente se podía decir que la ignorancia era debía a la falta de conocimiento, mientras que hoy, tenemos tal cantidad de entradas en los datos a nuestra disposición que nos ahogamos en ellos.
Sabemos muy bien que ésto nos genera algún tipo de confusión. Bucear por internet de aquí para allá, pasar de una red social a otra y recopilar datos a una muy alta velocidad impiden los procesos de asimilación y consolidación de toda esa información. Nuestra mente no tiene tiempo para seleccionar todo lo correcto: es como si hubiera una enorme montaña de bolas multicolores de fondo que no nos permiten identificar las que se encuentran al otro lado de la información global que necesitan ser aisladas de las demás, evaluadas y consolidadas en nuestra mente.
Cuando leemos cosas que no sabíamos, se activa la corteza cingulada anterior que está situada en la cara medial de la corteza cerebral y/a su vez activa el resto de la corteza, generando una sensación de placer. Nuestro cerebro es curioso y eso es positivo. Sin embargo, para interiorizar toda la información necesitamos tiempo, para lograr que los nuevos datos entren en contacto con otra información yá almacenada en nuestra mente, vinculándose a éstas a través de las relaciones de causa y efecto. No es un proceso sencillo, de hecho, muchas veces preferimos quedarnos en la superficie en lugar de profundizar en los temas, como deberíamos de hacer. También surgen una serie de problemas. Nuestra capacidad para controlar el entorno que nos rodea está ligada al conocimiento de las cosas. Cuando nos damos cuenta de que no las conocemos en absoluto, sentimos una sensación de malestar que es preferible evitar si cabe la posibilidad.
La paradoja de la ignorancia se resume con el efecto de una distorsión cognitiva por la qué quienes no saben tienden a sobreestimar su propio conocimiento y subestimar el conocimiento de los demás. Aquí está entonces la arrogancia del no experto que se burla del experto, del sabelotodo que, en lugar de intentar ampliar su propia cultura, intenta socavar la credibilidad del científico, del catedrático o del filósofo.
Fueron unos psicólogos estadounidenses en los años noventa, los que iniciaron una serie de experimentos con los estudiantes matriculados en los primeros años de los cursos de psicología de una conocida Universidad y los que relacionaron, en un gráfico, la autoestima y competencia, dándose cuenta de que las personas que tienen menos experiencia, menos conocimientos, tienen una autoestima muy alta. A medida que aumenta la competencia, la autoestima cae, colapsando drásticamente en individuos con un alto nivel educativo, porque lo que crece es la conciencia del no saber. Éste es el punto crucial, porqué en éste punto necesitamos avanzar y seguir acumulando conocimiento y experiencia: avanzar para subir sin llegar nunca, sin embargo, a los niveles de las personas ignorantes.
"Es absurdo dialogar con la mente, pues las dimensiones espirituales del ser nada tienen que ver con las de la mente."
El ser humano vive rodeado de "realidades reales," de experiencias que pueden ser verdaderas porque contienen lo substancial -o falsas- por carecer de contenido. El contenido de la realidad es su substancia o sostenimiento esencial. La raíz de la ignorancia está en la confusión de otorgarle substancia a una realidad que es irrelevante y quitarle la trascendencia a la Realidad substancial.
La sabiduría no tiene que estar envuelta en el barro ignorante, pero la ignorancia se asienta en la mente de quien deja de interpretar todo por los paradigmas adquiridos. Así, la mayoría de los seres humanos se identifican con realidades que están carentes de todo contenido y de forma errónea las interpretan como si fueran realidades verdaderas.
Las personas que están ofuscadas con la vida están en realidad ofuscadas consigo mismas; pues quien siente la paz de la vida es porque está conectado con su ser interior, que es paz. Y así ocurre con todas las cosas. Todo lo que experimentamos es de acuerdo con nuestra vibración y nuestra forma de relacionarnos con el medio. Yá sabemos que la dualidad es una mera ilusión. La Unidad siempre está presente, en lo de dentro y lo de fuera, (macrocosmos y microcosmos), es una misma realidad que expresa contenidos similares, unos son verdaderos y otros falsos. En los extremos existe una interminable gama de posibilidades que van desde lo absolutamente verdadero a lo radicalmente falso.
La visión que desarrolla la persona sobre su entorno se activa a partir de los niveles substanciales que se han actualizado en su interior. En éste contexto, cualquier llamada del espíritu es importante, pues le aporta veracidad a la realidad y se experimenta, porque: en la realidad existencial del ser interior se produce una apertura interior; la persona siente una voz que le llama con una exigencia misteriosa, porque para el nafs, la realidad del ser es un enigma.
Todos los seres humanos reciben esas llamadas, pero esas Ilamadas están condicionadas por un nivel de vibración que tiene que ser recíproca. Está la Ilamada de la carne, del instinto, del deseo, de la venganza, de la ira, de la belleza, del amor.. Toda motivación proviene de una llamada. En las enseñanzas de Isa (PyB) (Jesús) dicen: "..que el que tenga oídos para oír que oiga, y el que tenga ojos para ver que vea," se están refiriendo a la resonancia que provoca en la realidad interior una llamada determinada. La llamada es un estímulo externo que se manifiesta siempre en el interior. Cuando las enseñanzas hacen referencia a los que no tienen ojos ni oídos, no están presuponiendo que esas personas carezcan de dichos sentidos; sencillamente dejan al descubierto que esas facultades están algo distraídas, viendo y escuchando una realidad que es la que en esos momentos resuena de manera más clara en la persona (y por tanto) están ignorando la llamada que podría despertarles a una conciencia superior.
La llamada del ser es la revelación por parte de la conciencia del gran enigma, ese que ha supuesto un cambio radical en la vida de todos aquellos que han sentido la llamada. Los ejemplos históricos son muchos, grandes almas que han experimentado un cambio trascendente en sus vidas y han influido en las vidas de muchos de sus seguidores. Todo comienza con una llamada del ser, que es una toma de conciencia, una chispa, un darse cuenta de Esa Presencia que siempre ha estado ahí y que no se puede describir ni explicar. Es de tal dimensión, que lo único que puede satisfacer la necesidad de experimentarla, es volcarse, fundirse, hacer ínfimo el "yo" para ver y sentir fuera de ese "yo." Ésta situación provoca la presencia plena del ser. Es la Presencia total pasando por encima de las resistencias del "yo," la percepción de la Realidad con la ausencia del "yo." Cuando el vacío del "yo" surge, se activa la Presencia del Ser Sempiterno, Vivo y Eterno.
Lo substancial no es explicable con palabras, los maestros de la sabiduría a menudo recurren a la alusión- metáfora, el mito y la parábola para dar buena cuenta de ello con una aproximación, una recreación imaginaria de esa Realidad substancial que no se puede razonar con la mente, pero que se puede intuir, captar y reconocer por el interior, porque esa substancia está en ti, lector, y podrás descubrirla cuando no seas más que tú mismo parte de esa esencia dinámica, con cualquier forma de relación con el entorno, con la naturaleza y con los demás seres, pues está regida por el grado de Presencia en la propia vida, por nuestra realidad interior y por la comprensión y apertura que tengamos ante esa Realidad.
En la experiencia humana se está actualizando constantemente la percepción de la Unidad, y en cada una de esas actualizaciones se produce una mayor apertura de la conciencia hacia el mundo interior. Realmente, eso que Ilamamos apertura, no es otra cosa que reconocer, ver, captar, intuir y valorar la Realidad Esencial que se nos presenta.
No importa lo extraviado que esté el ser humano, siempre tendrá la opción, la posibilidad de iniciar el camino que le Ileve a desvelar el sentido esencial más profundo de la vida. La comprensión de la Esencia genera una Realidad interior que se reflejará también en el exterior. Ambas realidades están relacionadas para descubrir la vida espiritual, que es descubrirse a uno mismo, y ese descubrimiento implica desprenderse de todas las falsas ilusiones y erróneas percepciones sobre la Realidad.
Toda alteración y crispación en el ser humano se produce porque en la mente tenemos una falsa percepción de nosotros mismos, (y como consecuencia), tenemos una falsa percepción de la vida. Ésta falacia es real aunque está carente de contenido. Es como la mentira, que es real mientras existe, pero al mismo tiempo, la verdad siempre tiene la costumbre de salir a la luz (y lo que es falso) carecerá de todo fundamento: es como decir que el mentiroso está, pero los contenidos de su mentira son falsos.
Assalamo Aleikum.