EL VERDADERO AMOR NO ES REBELDE..
ES HUMILDE.
Aquellos que han pulido sus corazones con el verdadero amor por el Señor, pueden ver reflejada esa belleza en ellos mismos en todo momento, y ser testigos de uno de los signos del poder de Allah. En otras palabras, van a descubrir en el interior de su naturaleza la realidad del modelo más excelso). Para ellos no hay colores u olores metafóricos que les atraigan con su belleza y exquisitez, sinó algo que supera a lo más real, pues han alcanzado el conocimiento de Allah. Han abandonado los ornamentos exteriores y alcanzado la Realidad. Y en ella disfrutarán de la eternidad divina.
Allah Todopoderoso, desea manifestar Su existencia sublime en el sagrado marco del ser humano. Cuando dice: "Soy el secreto del hombre" contiene la buena noticia sobre un atributo compartido. Si ésta esencia y ésta buena noticia pueden llevar al creyente a la perfección del amor, entonces el corazón comienza su viaje hacia los secretos del universo divino. Ahora, la realidad de todos los objetos, los secretos llamados "ser humano" y "universo", así como los secretos del universo divino, aparecen de forma clara. En ese momento, el siervo recibe el impulso de un corazón sólido y fuerte.
Cuando el siervo ha alcanzado ésta madurez, el velo de la negligencia entre él y Allah se levanta lentamente. Ahora el siervo puede entender el significado de "Muere antes de morir." El mundo y su amor finito, su belleza temporal y transitoria, se desvanecen en el viento. El alma percibe el inmenso placer de aproximarse al Creador.
Es importante saber que el único torrente de misericordia y afecto que puede llevarnos hasta ese océano del amor de Allah es el Profeta Muhammad (que Allah le bendiga y le de la paz). El amor por Muhammad (que Allah le bendiga y le de la paz) significa el amor por Allah el Altísimo. Obedecerle significa obedecer a Allah; y rebelarse contra el Profeta (no seguir su Sunna) significa rebelarse contra Allah.
Los que "Conocen" saben que la razón por la que Allah creó éste mundo fue por amor a Muhammad. Por ello, el universo entero está dedicado a la luz de su existencia.
Por esta razón, el amor por el Mensajero de Allah (que Allah le bendiga y le de la paz) está protegido de los peligros que encierra el engañoso amor por otras criaturas (mā siwā). Por lo tanto, es un imperativo amar al Profeta (sobre él las bendiciones y la paz) con todo el corazón.
Assalamo aleikum.