¿QUÉ ES LA HERMENÉUTICA?.
Podemos afirmar que el método de la hermenéutica espiritual se fundamenta en el "despertar del intelecto" que muestra las limitaciones de la razón discursiva, haciendo brotar esta profusión de significados que sugiere el dicho profético. El célebre maestro sufi Sahl al-Tustarī (m. 896) dijo: «<[Incluso] si un hombre recibió miles de grados de comprensión para cada letra del Corán, esto no agotaría todos los significados que están contenidos en un solo verso»>.
De igual manera que la Escritura Matriz primordial se manifiesta y actualiza en el Libro escrito y recitado, también se revela en el Libro del universo, que es toda la creación y nos muestra los signos en los horizontes (afaq); y asimismo se hace visible en la interioridad del microcosmos humano. Por eso el mundo es tan instructivo para nosotros como forma de conocimiento de la Realidad, ya que todo lo que se manifiesta en el mundo y en nosotros mismos es un signo indicador de la Verdad. Esto se confirma en la aleya coránica que con frecuencia cita Ibn 'Arabi: "Les mostraremos nuestros signos en los horizontes y en ellos mismos hasta que vean que es la Realidad" (Corán, 41:53).
El hombre es el hermeneuta que interpreta los signos de estas tres dimensiones del Libro (la Revelación, el Cosmos y el ser humano) contemplando las correspondencias que entre ellas se establecen. El cosmos entero es un Libro cuyas letras constituyen el discurso divino. Al-Tustarī relaciona las letras aisladas que aparecen en el Corán con el lenguaje primigenio del origen del mundo. Son ellas las que expresan la Voluntad primordial de Allah en el momento en que Él hizo nacer las cosas de la existencia. Esta correspondencia -a un tiempo identidad y diferencia entre la Palabra divina, el Universo y el Libro, es el trasfondo de toda hermenéutica en el Tasawwuf, lo cual puede decirse también, desde luego, de otras corrientes esotéricas (interiores) tanto en el Islam como en las otras religiones del Libro.
El Corán suministra a los hombres una ciencia unificada. Pero esta visión unitiva incorpora a la vez una visión distintiva, lo cual permite defender el carácter increado de la Palabra divina y el carácter creado de las letras. El Corán afirma, en efecto, en diversas aleyas, que Allah ha creado el mundo por Su Palabra diciendo a cada cosa: "¡sé"! (kun). Este imperativo divino posee la fuerza separadora para que la palabra creadora se manifieste y aparezca como algo diferente del Ser.
Esta visión es la misma que nos plantean dos de los grandes maestros sufies y exégetas de al-Andalus, Ibn 'Arabi e Ibn Barrağan, para leer el Corán. Su especial lectura y su comprensión del Libro coránico dentro de la hermenéutica sufi del Corán merece un estudio atento. Ibn Barrağan, en sus exégesis, no pretende hacer un comentario de prescripciones ni del uso normativo del Corán, que se sobreentiende conocido y aplicado por quien lee su obra, aunque en ocasiones aluda de manera general a las prohibiciones y órdenes contenidas en él, sinó un acercamiento al interior del Corán, a cómo leer el Libro desde una perspectiva de búsqueda interior y de conocimiento esotérico (interno). Sobre todo porque, para el Sayb, comprender el Corán es comprender el Universo y al ser humano en sus aspectos macro y microcósmicos. Es una guía "espiritual" sobre la importancia de la Palabra divina, para servir como reflexión acerca de lo que hay escrito en él.
Assalamo aleikum.