LAS TABLAS LUMINOSAS.
La revelación divina no está basada en cargas dogmáticas humanas .. sin embargo, la misma manera de ser para la simple doctrina religiosa y las especulaciones de las escuelas teológicas, también lo quieren hacer imponer para el misticismo. Cualquiera que sea ese interés, y que sea reconocido por una autoridad dogmática, deben de saber que: <la mística no se reducirá a esos parámetros, sólo por establecer (como únicos principios de la vida espiritual) las verdades reveladas que constituyen un gran tesoro, y que tampoco se puede ceñir con la manera de la teología para adornar o ilustrar el dogma con las exposiciones especulativas, aunque sean más o menos piadosas>. El misticismo es dado por indiscutibles verdades reveladas, dejando el trabajo de esclarecerlas en las escuelas con el apoyo de la razón lógica, y que se atiene más bien a la promesa que Allah ha hecho sobre las almás fieles, para darles conocimientos particulares de todas esas verdades, manifestando Su adorable Voluntad.
El elemento propio y más característico del misticismo es, por tanto, la inspiración sobrenatural privada, subordinada a la revelación.
El principio del Barq (Resplandor o relámpago). Que es una luz que destella en el iniciado durante los primeros pasos del camino hacia la santidad. Esta es la primera invitación para los que buscan la cercanía a Allah. Los estudiosos de la verdad han relacionado la aparición del relámpago con el versículo 9 y 10 de la Sura 20, "¿Te ha llegado el relato de Musa?
Cuando vio un fuego y dijo a su familia: Permaneced aquí, he divisado un fuego y tal vez pueda traeros alguna brasa o encuentre en él alguna guía". Y han concluido, que tal destello de luz, significa el comienzo de la Profecía para los Profetas y de la santidad para los santos.Los primeros pasos que hay que dar en el camino de la verdad son con la fe, las buenas obras y la vigilia del dhikr con ayuno. Por ésta razón, el relámpago puede ser considerado como el primer paso, (no de éste viaje), sinó de los estados espirituales (de santidad) que uno atraviesa durante el viaje.
La diferencia entre el relámpago y el éxtasis, es que el éxtasis surge en el hogar del encuentro con el Amado, mientras que el relámpago chispea cuando se da permiso para entrar en el santuario del Amado. Por eso el éxtasis envía celo al corazón, despertando en él un ardiente deseo de encontrarse con el Amado de entre las luces del estado, y urge para pedir más y más de Sus dones para elevarse a rangos más altos. En cuanto al relámpago, golpea el ojo como una luz deslumbrante y recuerda que la puerta del Amado siempre está entreabierta. Para aquellos que van a cruzar el umbral de la santidad, recordamos el siguiente pareado de Ibn Farid, ["Umar ibn al-Farid (1181-1235) fue uno de los poetas árabes más venerados, cuya expresión de las experiencias sufíes se considera la mejor del idioma árabe. Estudió una carrera legal pero abandonó el derecho por una vida generosa en las colinas de Muqattam cerca de El Cairo. Pasó algunos años en La Meca o cerca de ella, donde conoció al renombrado sufí al-Suhrawardi. (Trad.] Nos brinda un pareado lleno de emoción:
¿Ha salido un relámpago deslumbrante desde la dirección del monte Sinaí, o se han abierto parcialmente los velos sobre el rostro de **Layla?..
Así es que viviendo en la noche oscura de la corporeidad y los deseos corporales, **Layla comenzó a mostrarse paso a paso y/a enviar la esperanza de la unión a los corazones, y al final, las noches se convirtieron en días en los corazones de quienes ya habían estado ardiendo por la unión con ella.
Todo esto, significa el permiso para entrar en el camino de la unión, el relámpago es considerado como el inicio del viaje para los viajeros en el camino de la Verdad. En éste camino, Allah Todopoderoso hace conscientes a sus siervos, candidatos a la santidad, de sus ofrendas y de su grandeza y de la propia impotencia y pobreza de los siervos, capacitándolos para despertar el amor de Allah y formar una relación sincera con Él.. abandonando el apego, por pequeño que sea, de las cosas transitorias, decadentes, ligadas a la tierra. Estos son los primeros dones de Allah. Además, como los favores ofrecidos a Moisés en el Monte Sinaí, los iniciados necesitan sentir algunas cosas y convertir su soledad en compañía (con el Verdadero y Eterno Amigo) para soportar mejor las dificultades del camino y la soledad. Así, el relámpago puede ser considerado como el placer de sentir la simpatía de Allah, y un favor otorgado para contrarrestar las dificultades que el viajero debe enfrentar durante el viaje.
Tal relámpago tiene otra cara, mediante la cual se le recuerda a un iniciado la omnipresencia de Allah y se le da la señal de dominio propio. Se advierte a los iniciados, que entrar en el Reino de la Santa Presencia requiere serenidad y enorme paciencia. Esta advertencia despierta miedo y alarma en su mundo interior. Así, con sus dos aspectos, uno que trae profundo placer y deseo, y el otro que causa miedo y alarma, el relámpago sirve para evitar que el viajero caiga en la situación de desesperación y pronuncie palabras orgullosas que pueden ser incompatibles con las reglas de la Shari'a.
Los regalos que llegan en la longitud de onda del relámpago son los favores del Señor al viajero; son provisión para el viaje. Estos favores son medios de inocente deleite para el viajero, por causa de Aquel que los envió, y como resultado del reconocimiento de pobreza por parte de quien los recibe. El viajero reconoce éste favor, como se indica en el versículo (Corán,10:58),"Di: Que con el favor de Allah y con Su misericordia se regocijen, ello es mejor que cuanto reúnen".
Reflexionando sobre los favores Divinos recibidos, la persona confiesa que todo es de Él y proclama: "Toda la alabanza sea para Él", expresando así el sentimiento de ser indignos de tales favores.
Lo que tengo no lo merezco; Este favor y gracia ¿por qué me son concedidos?.. Acto seguido, el viajero que viaja hacia Allah se inclina con humildad y agradecimiento.
El dicho del Profeta (s.a.w.s.) para la humanidad: "Soy alguien entre los hijos de Adán, pero no soy nada orgulloso", es el cristal en el que se refleja ésta realidad, sea del lado que sea.
¡Oh Allah! Te pido el bien en su totalidad, con todo su principio y final y con sus rangos visibles, invisibles y elevados en el Paraíso. Y que Tus bendiciones y paz sean con nuestro maestro Muhammad, cuya intercesión es aceptable ante Allah, y con su familia y Compañeros, todos los cuales son de un gran mérito y lealtad.
(Al-Tirmidhi, "Manaqib", 1);
(Ibn Maja, "Zuhd", 37).
Assalamo aleikum.
**Nota:
“En la literatura oriental, Layla simboliza al amado, y en la literatura sufí, al Verdadero Amado, que es Allah Todopoderoso. (Trad.)