LA MEDITACION Y LA CONTEMPLACIÓN.. (Dos virtudes dimensionales).
"Huu... Hágase".. y se hizo; Y del vivificante rayo creador, fecundo en toda extensión.. le inspiró de Su luminosidad; Y del légamo inmundo lo formó.. y Se lo tornó en lo profundo.
Llénate alma mia con esa luz, que del Inmenso brota; Y la dicha está como una antorcha sobre la tierra sombría.. y hasta su centro le guía.
Del sabio y del noble es,
el reconocer tal empresa,
y alejarse de la temeridad e impaciencia de los malvados.. de los tentadores del egoísmo y de las ambiciones banales.
El que gobierna al universo, nos ha concedido dos altísimas dotes con la virtud de la sabiduría, de la belleza, del valor y de la santidad. Son el contemplar y el meditar.
En la meditación entra la mente. Es la más sabia y la más pura de las funciones intelectuales. Más allá de la meditación, no hay espacio alguno para el pensamiento del hombre.
Contemplar es mirar con entusiasmo y con maravilla.
Meditar se refiere a la esencia de las cosas. Contemplar infiere a las formas del universo y/a las bellezas de la creación.
La meditación piensa contínua y apasionadamente sobre los arcanos de la naturaleza y, cómo todos los arcanos, es la idea de un ente supremo, pero no se concibe que pueda meditarse, sin que entre en ésta elevadísima función la contemplación de lo divino.
Contemplar no se fija en el misterio de las cosas; no intenta penetrar en lo que buscamos por la meditación. La contemplación no es tan poética, ni tan mental.. es más sabia, más interior, más espiritual; en cambio, es más expansiva, más espléndida; no es como el sólo meditar. No baja la cabeza para sondear las profundidades del espíritu, sinó que levanta los ojos para deleitarse con el concierto de lo creado, de esa forma liberal y grandiosa del universo, que parece ser el alojamiento con que la omnipotencia se oculta a nuestra vista fisica.
El que medita piensa, comprende y adora comprendiendo.
El que contempla ve,
admira y adora admirando.
En cualquier ánimo meditativo, no puede estar la soberbia.
En el ánimo contemplativo, no puede entrar la ruindad.
Por la meditación penetramos en la miseria del hombre.
Por la contemplación sentimos la grandeza de Allah. Ambas confluyen para encontrar el pensamiento del Supremo.. la meditación por el estudio; y la contemplación por el entusiasmo y la experiencia. En una palabra; la meditación llega pasando por el hombre; pero la contemplación llega a Allah, pasando por el universo.
La meditación pertenece a los actos mentales. Es una función más psicológica.
En la contemplación entran al mismo tiempo el sentimiento, la creencia y la fé. Es creativa, imaginativa y dogmática, y también estética y profunda.
El sabio medita para comprender los sistemas.
El creyente contempla la bóveda del cielo, sembrada de estrellas, para encontrar el sublime pensamiento de Allah.
El que medita apoya la cabeza en sus manos.
El que contempla mira a todos los universos.
El que medita busca la verdad.
El que contempla busca el consuelo, la esperanza y la realidad.
La meditación no se separa del raciocinio, mientras el sabio medita.
La contemplación puede llevarnos hasta el éxtasis: sólo el selecto contempla.
Complexión.
Un hombre nace bien formado; es decir, bien constituido. Podemos decir que tiene una buena constitución. Pero éste hombre que tiene una buena constitución, (porque su organismo está perfectamente desarrollado), puede estar propenso a padecer de ciertas enfermedades, sin que la ciencia alcance a darse cuenta de tal fenómeno. En éste caso podremos decir: que aquel hombre tiene una complexión particular. Aunque todos nacemos con una constitución inmejorable y una particular complexión. La constitución se refiere al desarrollo fisico, a los órganos que constituyen nuestro cuerpo. La complexión se refiere a los órganos y al principio vital, a la naturaleza fisica y moral como seres complejos: ésto es que: como seres, estamos compuestos de materia y de espíritu. De modo que en la constitución entra el cuerpo y en la complexión entran el cuerpo y el espíritu.
La constitución significa organización.
La complexión significa temperamento.
En los trabajos que reclamen de agilidad y fuerza, buscamos la constitución del individuo.
Para curar una dolencia, el doctor prudente estudiará con cuidado la complexión particular del enfermo.
La constitución es física.
La complexión es fisiológica.
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La ciencia se sustenta en la razón, la creencia en la fe. La fe, aunque no se basa en la razón, es razonable; aunque es independiente de la lógica, está no obstante alentada por una lógica plausible. La fe no puede nutrirse de una filosofía ideal; de hecho, (la fe), es la percepción de la religiosidad humana y sólo puede instruirse mediante la revelación; tan solo puede elevarse por medio de la experiencia humana personal, junto con la presencia espiritual del siempre البارئ Iniciador (Al-Bariu) Allah Azzawayal.
La verdadera evolución consiste en alcanzar un estatus superior de identificación espiritual en el universo.
El instinto precede a la aparición del conocimiento razonado de la evolución terrestre; igualmente, en la manifestación de la percepción intuitiva espiritual aparece el conocimiento desde las experiencias espirituales en el supremo plan de avance celestial, cuyo objetivo consiste en transmutar las potencias del hombre temporal en la realidad, guiando al hombre eterno hasta la divinidad, para finalizar en el Paraíso. Pero, a medida que el hombre camina en su ascenso al Paraíso, (en cada paso), busca la experiencia de Allah, y se esfuerza por entender el cosmos material y todos los niveles energéticos.
El entendimiento del hombre no se tiene que limitar a su vida terrenal. Durante el tiempo que se nos concede aquí para la formación, el microcosmos, (la vida interior), tiene que abarcar más estudio -en proporción con la metamorfosis material- yá que la transmutación de la energía del ente espiritual es para toda una eternidad y, los valores espirituales son también importantes para la Deidad. El Eterno es totalmente consciente de los hechos energéticos.
La percepción religiosa forma parte de la experiencia del hombre en su periodo de evolución. Esa acción perceptora no es una simple estimación.. son las certezas exactas de la labor armonizadora en todos los niveles de experiencia, desde los niveles superiores hasta los inferiores para la consecución del máximo acercamiento al Sostenedor.
La lógica, (por sí misma), nunca tendrá éxito para armonizar los hallazgos de las percepciones espirituales (y aún menos) con los aspectos científicos que están incentivados desde la materialidad. Las conclusiones a las que puedan llegar.. son sólo opiniones sobre los materiales o desde las matemáticas. La lógica analítica, la filosofía, la ciencia y la razón son siempre susceptibles de reaccionar antónimamente o de ser manipuladas por los hombres.
El ser personal es consciente de que precisa un cambio para el crecimiento espiritual. Ese cambio es: alimentar más y de manera única al espíritu que lo percibe. Allah Azzawayal otorga a las criaturas el ser personal como un don potencial y eterno. Éste don divino está destinado para obrar en varios niveles y situaciones sucesivas dentro del universo, oscilando desde lo finito (y menos elevado) hasta la frontera de lo absoluto (y más elevado). El ser personal actúa, pues, en tres dimensiones o facetas del universo, poseyendo:
1. El nivel situacional.
El ser personal actúa con igual eficiencia en el universo local, el supra y el universo central.
2. El estado de los contenidos.
El ser personal actúa con operatividad en los niveles de lo finito e incluso incide en lo absoluto.
3. El nivel de los valores elevados.
El ser personal puede realizarse por experiencia en los dominios progresivos de lo espiritual.
Cuando se adquiere un rango perfeccionado de actuación en las tres dimensiones - sigue:
1. La longitud, que <representa> la dirección y la naturaleza del avance -el movimiento a través del espacio y el tiempo- la evolución.
2. La verticalidad, que <incluye> los impulsos y actitudes del organismo, los diversos niveles de autorrealización y del fenómeno de respuesta al beneficio superior.
3. Lo ancho, que <abarca> los dominios de la coordinación, la relación, la organización y la sujeción del yo.
Las dimensiones son:
A/ La longitud <denota> significado.
B/ La verticalidad <implica> valor.
C/ Lo ancho <engloba> la percepción -la capacidad de experimentar una incuestionable conciencia de la realidad.-
En el 7° nivel de éstas (capas) o dimensiones, la observación del mundo material no se encuentra visible ni está vinculado con la experiencia espiritual, pues, la toma de conciencia experiencial de la realidad universal, están en la observación con la conservación de ésta síntesis relativa a los parámetros de la ipseidad, que siempre es inspirada por Allah Ta'ala.
Assalamo aleikum.