LA TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL: Según IBN ARABI.
Es muy significativo el hecho de que Ibn Arabi describe el proceso mediante el cual se produce la transformación espiritual en un hombre de un modo que, en ambos casos, revela exactamente la misma estructura básica. Ibn Arabi habla de «autoaniquilación» (fana), «sentarse en el olvido». Las palabras «aniquilación» y «olvido», indican claramente la idea, la misma que se encuentra latente en la «purificación-ayuno» espiritual y mental. Lo que sucede en el proceso de «purificación», ya hemos dado detalles en los artículos del blog y no tendría sentido repetirlo aquí. En el Tasawwuf, (sufismo), la «purificación» consiste, en pocas palabras, en que el hombre se desprenda de todos los deseos y cese la actividad de la Razón-Mente. Dicho de otro modo, se trata de la anulación completa del «ego» como sujeto empírico de las actividades de la Razón y de los deseos. La anulación del ego empírico desemboca en la aparición del ser unificado por completo con lo Absoluto en su actividad creativa; como dijo Ibn Arabi: "..estará unificado con lo Absoluto hasta el límite de lo posible."
Quizá lo más interesante de éste tema, desde la perspectiva comparativa, sea la cuestión de las «fases» de la propia «purificación», que Ibn 'Arabi distingue en tres etapas básicas en éste proceso..
La primera fase consiste en «sacar el mundo de la Mente», es decir, olvidar la existencia del mundo objetivo. Dado que el mundo «objetivo» se encuentra, por naturaleza, relativamente lejos de la Mente, y le resulta relativamente fácil al hombre borrarlo de su consciencia a través de la contemplación.
La segunda fase consiste en «sacar las cosas de la Mente»,
osea, borrar de la consciencia todo aquello que rodea al hombre en su vida cotidiana. En esta etapa, el mundo externo desaparece por completo de la consciencia.
La tercera fase consiste en olvidar la Vida, es decir, la vida de uno o su existencia personal. El «ego» queda de éste modo destruido, y el mundo, tanto exterior como interior desaparece de la consciencia. Anulado el «ego», el ojo interno del hombre se abre, y el brillo de la «iluminación»> atraviesa súbitamente la oscuridad de la noche espiritual. Esto marca el nacimiento de un nuevo hombre, que se encuentra entonces en el Eterno.. fuera de los límites del espacio y del tiempo. También se encuentra «más allá de la Vida y de la Muerte», lo que equivale a decir.. que está unificado con todas las cosas, y todas las cosas son «una» en su «ausencia de consciencia». En dicho estado espiritual, la Serenidad reina sobre todo. Y, en ésta serenidad, y lejos de la agitación y de la confusión que reinan en el mundo sensible, el hombre disfruta unificándose e identificándose con el proceso de Transmutación universal. Ibn Arabi ofrece una versión marcadamente islámica de la «purificación»> espiritual. La primera es la «aniquilación de los atributos». En ella, el hombre anula todos sus atributos «humanos» y adopta en su lugar los Atributos divinos representados en el último Profeta y Mensajero.
La segunda fase consiste en que el hombre anula su propia «esencia» y toma consciencia de su unidad con la Esencia divina. En éste punto se completa el llamado: fenómeno de la «autoaniquilación» en el sentido estricto de la palabra.. el hombre abandona su «ego».
En la tercera fase, de Ibn 'Arabi, el hombre recupera el «yo» que acaba de aniquilar, aunque no con las mismas condiciones anteriores, sinó en el seno de la Esencia divina. Se trata, (a todas luces), de otra manera de decir que, al haber abandonado su antiguo «ego», obtiene otra Vida en la unificación con la Realidad divina. En la terminología técnica del Tasawwuf, éste proceso se conoce como (baqa) «autosubsistencia».
Assalamo aleikum.