Assalamo aleikum hermanos, amigos y conocidos.
Se puede decir, que éste es el primer capítulo del libro que da el comienzo al relato de "ASÍ HABLABA EL MENDIGO."
En un pueblo entre las altas montañas del norte de León, en la frontera con Asturias; aunque hubo un tiempo en que era Asturias.
Fieles a su viaje para llegar al colegio, los dos hermanos caminando todos los días casi dos kilómetros, llegaban al mismo justo a tiempo de formar filas, mano derecha al hombro del compañero de delante, y cantando el cara al sol entraban en el aula, donde les hacían decir el padre nuestro. Comenzando la clase con la valoración de los deberes, el profesor, escribe en la pizarra números de matemáticas. Después tocaba ciencias naturales seguidas por ejemplos, y antes del recreo, lectura de religión. Tocaban el timbre y salimos al recreo; por el pasillo nos daban un paquete con cinco galletas y una pequeña botella de leche aly.. a veces era una salvación para los niños que no llevaban bocadillo.
Termina el recreo y todos de nuevo a las aulas.. coger el plumin y escribir un dictado. Seguimos con los deberes para hacer en casa.. y terminamos la clase por hoy.
De vuelta a casa, los hermanos cogidos de la mano, hablaban de juegos y amigos.
Llegando al hogar, proceder a comer y descansar. Después, en la tarde, hacer los deberes y salir a la calle a jugar hasta la hora de la merienda.
Un día, recién entrada la primavera, los hermanos se fijan en la figura de un hombre sentado sobre una piedra del puente, (que atravesaban todos los días), pero que nunca le habían visto allí.. estaba cómo descansando; aunque sus ropas estaban ajadas no desprendía ningún tipo de olor, no estaban sucias y parecía un mendigo, aunque no pedía nada.. la gente le tiraba monedas entre sus pies.. pero él las tapaba con tierra fina tales monedas.
Cierto día le habló a uno de los hermanos.. le llamó ¡estudiante! y el estudiante se acercó un poco. El mendigo le preguntó por sus estudios y si era un buen chico.
Pasando los días, el mendigo hablaba cada día con el muchacho y le propuso la compra de un cuaderno para anotar aquello que no se podía retener en la memoria. Escarba con su palo-bastón en el suelo y saca una moneda de un duro. Con esas cinco pesetas, el muchacho compró dos cuadernos; en los que escribe todo lo que le decía el mendigo.. (con aptitud literaria,) y como si se tratara de una novela apasionante, no se desperdiciaba ni una sola palabra.
Detrás de aquellos dos cuadernos llegaron otros tres.. así hasta completar los demás y llegar a dieciséis cuadernos de cuadrícula completos.
El mendigo, estaba todos los días de semana colegial allí esperando, sentado a las nueve de la mañana.. nunca le mostró su rostro al muchacho.. tan sólo se le podía ver una barba negra y sus palabras eran burbujas que hacían florecer la vista para el muchacho en sus oídos.
Nunca pidió nada.. (el mendigo) a pesar de que el muchacho le ofrecía su bocadillo, de regreso a casa, el bocadillo estaba sobre la piedra sin tocar.. envuelto en el papel de periódico, sin abrir.
Pasó el tiempo y un día el mendigo se despidió, no sin antes decirle que volvería a verlo en unos años.
Aquellos cuadernos, repasados y con algún argumento explicativo al texto original, se formaron en tres libros extensos y que algún día verán la luz pública.. pues el escritor, no quiere llevarse nada de aquellas palabras, salvo lo estrictamente personal, y algunas cosas que la gente no entendería.
Aquí les presento el primer libro, llamado "ASÍ HABLABA EL MENDIGO".. el segundo vendrá con los beneficios adquiridos del primero y se titula "LA SABIDURÍA DEL MENDIGO" y el tercero, Igualmente, se imprimirá con los beneficios del segundo y se titula "LOS TESOROS DEL MENDIGO".
Espero que su lectura sea beneficiosa para todos, pero sobre todo para quienes puedan iniciar un camino para el encuentro.
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