Unos años antes de su muerte, Don Emilio Lemos Ortega, lider del Andalucismo, amigo íntimo y compañero de Ahmad Blas Infante, me recibió en su casa de Sevilla, para felicitarme por mis estudios en Economía Política y me entregó numerosos trabajos suyos (algunos inéditos) y muchos otros estructurales del Andalucismo...Entre esos trabajos, hoy voy a exponer aquí uno de los que no han visto la luz, en su memoria..DEP. insigne maestro.
MAXIMAS DEL DEMOCRATA CABAL
por D.Emilio Lemos Ortega.
Lo primero es tener conciencia de estar sujeto a la ley igual para todos. La igualdad ante la ley requiere la existencia del igual derecho a la vida. El igual derecho a la vida sólo es posible ejercerlo mediante la aceptación y práctica del igual derecho al uso de la Naturaleza virgen -la tierra escueta- y la obligación de respetar a los demás los bienes creados por el esfuerzo de cada cual. Esta contextura social queda establecida mediante la abolición del monopolio de la tierra y los de cuantas explotaciones industriales constituyen monopolio por su propia formación o caracter.
La acción perturbadora del monopolio de la tierra se neutraliza con la intervención de la renta económica a favor de la Administración Pública, que vendría a reemplazar al sistema fiscal vigente; y la de los monopolios industriales particulares o de grupos con su nacionalización o munipalización, reservandose a sus explotadores un tanto por ciento prudente de los beneficios en pago a su labor administradora.
Solo existen dos procedimientos de nutrir los ingresos presupuestarios de la administración Pública. El primero consiste en tomar los recursos a costa del trabajo y la riqueza. El segundo consiste en tomar los recursos interviniendo la renta económica del suelo.
El primer sistema, que es el vigente desde luongos siglos, coarta las iniciativas creadoras de bienes y servicios, castiga la laboriosidad y crea la inflación de los precios, siguiendo a estos males una cadena interminable de fracasos y desventuras.
El segundo sistema, que aún no se ha practicado, ayuda y premia al trabajo y al capital dedicados a la producción de riqueza, fomenta la elaboración de bienes de consumo y abarata el costo de las subsistencias, siguiendo a estas bienandanzas una cadena interminable de satisfacciones.
El primer procedimiento es el propio de los necios y tiranos.
El segundo procedimiento es el propio de las personas sensatas y de los auténticos liberadores del pueblo.
¿Cual de ambos va a seguir el nuevo régimen político que se está fraguando desde la desaparición de la dictadura de Franco?..¿El primero, acaso?. Este fué el que hundió en el desprestigio a todos los regímenes políticos anteriores al actual..¿El segundo, tal vez?. De haber sido establecido, los hombres del gobierno, que tal reforma tributaria hubiesen establecido, se habrían convertido en personajes legendarios y España sería hoy una de las naciones más ricas del mundo.
El concepto tradicional de la propiedad privada ha de ser superado, en aras de un más correcto entendimiento de todos los derechos al interés superior de la comunidad.
El pueblo pide a la administración medidas enérgicas y eficaces. El excesivo precio del suelo ha llegado a ser un obstáculo grave para un razonable desarrollo urbano, y está afectando de manera negativa a la integración social, a la promoción de viviendas para las familias trabajadoras, a la implantación de actividades productivas y a la disponibilidad de terrenos para los equipamientos colectivos.
Lo correcto sería que el suelo fuera de propiedad pública. El universo ha sido creado en beneficio de todos los hombres y no en beneficio de unos cuantos solamente. Este ideal aparece como objetivo muy difícil de conseguir, dada la tradición secular contraria, pero en modo alguno imposible. Si los estragos de la especulación del suelo se intentan refrenar con inciertos resultados, ello es debido a que los intentos no han sido suficientemente serios ni decididos.
Unas posesiones de tierra urbanizables o cultivables necesarias para vivir constituyen en principio un derecho de la persona y de la familia humana. Pero cuando tales terrenos alcanzan límites absolutamente desproporcionados a la finalidad directa, mientras al mismo tiempo otros seres humanos u otros ciudadanos se ven obligados a practicar malabarismos existenciales para cobijarse o ganarse el pan--lo que hace posible la especulación--,entonces los intentos de corregir el fenómeno han de ser urgentes, serios y radicales.
Cierto que para adquirir la Administración todos los suelos urbanizables y laborables se necesitan unos fondos extraordinariamente cuantiosos, pero no está demostrado que sea preciso adquirir mediante compra lo que es posible, y a veces necesario, nacionalizar.
El valor de la tierra no depende de su fertilidad, sino de la densidad de su población; y el máximo se encuentra en los lugares que el geógrafo Vallaux llamaba "zonas de intercomunicación" por donde son más intensos el tránsito y el tráfico.
Todo valor territorial es un valor social. De este valor se deriva la renta económica.
Continuará..