ALGUNAS CONFUSIONES RESPECTO AL ISLAM.
La primera confusión mezcla la actitud general de sumisión a Allah con la religión que está instituida. Cuando el Corán incluye el substantivo Islam o el participio musulmán, está claro de que todavía no puede tratarse de la religión, tal y como se elaboró en su dogmática a partir del siglo IX. La palabra designa en éste caso una orientación cuasi natural del hombre hacia Allah, lo que el Corán y los Hadices designan también con el término fitrah. Hay aquí una idea que se encuentra también en otros conceptos de creencias: (anima naturaliter), que tendrá una larga carrera hasta, por ejemplo, el "animal que adora" de Baudelaire, pasando por otra serie de autores.
Es muy fuerte la tentación de cargar la palabra "Islam", en su sentido anodino, con todo el peso y con toda la precisión que el término ha tomado después, (de tal suerte) que Adán, o por lo menos Abraham, habría supuestamente cumplido, antes de que sean reveladas todas las prescripciones de la Ley. En el judaísmo también se encuentra la idea (según la cual) los Patriarcas habrían seguido espontáneamente la Ley que le será dada más tarde a Moisés. Abraham sería, así, el primer musulmán y no sólo el primero en haber reconocido la absoluta soberanía de Allah.
Es en el sentido universalista (del término) en el que Goethe, por ejemplo, pudo escribir qué, en cierto sentido e insiste en precisar, todos nosotros vivimos en el Islam. Noción que explicita cómo se pudo "abandonar sin reservas a la voluntad de Allah" (unbedingte Hingebung in den Willen Gottes). Por lo tanto, escribe: <si "Islam" quiere decir [estar] sometido a Allah, todos nosotros vivimos y morimos en el Islam> (Wenn Islam Gott hergeben heisst, / Im Islam leben und sterben wir alle). Hacer de ésta comprobación de sentido común qué, finalmente, no compromete a nadie grandemente, es el signo de una conversión personal a la religión islámica e indica una deshonestidad intelectual ante la que, lamentablemente, algunos apologistas no quieren retroceder. Ciertos musulmanes de hoy, poco cuidadosos de los cinco pilares, improvisan un islam personal que apenas se distingue de la exageración de las antiguas conquistas por los musulmanes, exageración que aún perduгa en nuestros días por ciertos autores.
El malestar que tiene el Islam en la época moderna procede también, entre otros motivos, de que el nivel de la civilización y la reivindicación de la religión han dejado de confirmarse mutuamente. El Islam (como religión) continúa proclamándose perfecta, última y definitiva. El Islam, como abrazo universal, vive en un estado de desarrollo.. aunque está algo atrasado en materia económica, social, política y cultural por razones que se remontan a los siglos. Malik Bennabi ha podido incluso escribir: "Parece que puede atribuirse la apatía moral de los pueblos musulmanes mediterráneos en gran parte a esa especie de orgullo beato, a esa suficiencia concerniente a su religión". Ésto explica por qué, en la conciencia de muchos musulmanes, la grandeza cultural del pasado está acentuada con tanta fuerza, para contrastar tanto más dolorosamente el presente. "Pocas naciones o culturas han sido, así, confrontadas con una historia tan conminatoria". Y por qué, inversamente, las derrotas ante los creyentes de otras religiones son sentidas como un traumatismo muy grave. Por el contrario, entre los musulmanes, el recuerdo nostálgico de Al-Andalus está constantemente reavivado, junto con el de las cruzadas para los cristianos.. toda una sobre-nostalgia para ambos, que quieren figurar como vencedores de todas las contiendas que han salido.
"Las cruzadas fueron un interesante ejemplo de distorsión y un sueño para los comentaristas".
El Islam profundo es espiritual, por oposición al material. La oposición entre lo exterior manifiesto (zāhir) y lo interior y oculto (bātin) existe de forma clásica en el interior del mismo Islam, en particular cuando se trata de interpretar el Corán.
Los que no son Sunnah wal Jamat, sacan de ésta distinción la necesidad material de unos imanes que creen que están preservados del error y que son los únicos detentadores de la explicación correcta.. pero como todos sabemos, hasta los sabios cometen errores, unos con excusa y otros sin escrúpulos. Por supuesto, los adversarios siempre argüían la presencia del Libro y de los relatos sobre el Profeta, que bastan para orientar la práctica de toda la comunidad.
Resulta muy interesante que ésta misma oposición sea retomada hoy fuera del propio shiismo, e incluso por los no musulmanes, pero, evidentemente, sin la idea propiamente dicha de un superman infalible. Los autores occidentales que retoman ésta distinción entre lo manifiesto y lo oculto la reformulan como es frecuentemente el caso cuando un occidental intenta comprender el Islam desde unas categorías de origen cristiano, y ello, aunque no siempre sean conscientes del origen. Es el caso de la distinción entre lo "espiritual" y uno u otro de sus contrarios. En el Islam tradicional apenas tiene lugar el préstamo para quien distingue entre la letra que mata y el espíritu que vivifica. Hoy se habla mucho de un Islam Sunnah "espiritual" que se opone al Islam que está disfrazado ridículamente con todo tipo de adjetivos peyorativos y circos materialistas cerrados, demasiado legalistas y con sus intereses más allá del objetivo espiritual.
Algunos desearían centrar el Islam actual solamente sobre sus dimensiones espirituales, como ha dicho un especialista del Tasawwuf-sufismo, que es un reencontrado o converso, en su libro: "el Islam tiene que ser espiritual o no estará completo". Otros autores más prácticos resumen el problema con una alternativa algo más tajante: ¿sufí o un mufti jurista?
Assalamo Aleikum.