LA EMPATÍA ESPIRITUAL ES PODEROSA.
La energía más antigua y primordial es la luz espiritual. El paso que necesitas, va de un espacio a otros espacios hasta llegar al no-ser, al no pensante, no intelectual y te han unificado con la infinita fuerza creadora con su infinito potencial.
La vida es un paso-estado de existencia en reposo.
Todas las experiencias espirituales son conscientes, no son del cuerpo, no son de la mente mundana ni del cerebro humano con su balanceo de química y electromagnético, como creen los científicos de las ciencias materialistas. Todas esas experiencias, son para un crecimiento de evolución espiritual.
Toda la humanidad tiene sus capacidades, pero deberán conocerse a sí mismos, tanto como espíritu y mente psíquica.. el secreto está en la voluntad no pensante. No pienses, actúa. Deberás despertarte en los sueños y estar consciente de que eres el programador de tus propios sueños. Cómo he dicho en algunos artículos del blog.. tienes que saber cómo dirigir las potencias para ver.. pues si estás ciego aquí, también estarás ciego en el más allá y te perderás todo lo que tiene que acontecer en aquel momento y Día venidero.
Los universos y mundos están suspendidos en la nada dentro de una infinidad. El comienzo y el fin de todas las cosas materiales son solamente eso, el comienzo y fin de las manifestaciones espirituales y materiales sujetas a la ley, y la ley es Allah. ¡Yo Soy el que Soy.. que lo abarca todo!
El hombre espiritual está compuesto de luz y vida. ¿Cuáles son los colores de esa luz y sus frecuencias? Esas luces son de color blanca, amarilla, infrarroja, azul, violeta y luz oscura. Por supuesto, que la oscuridad es más antigua que la luz manifestada y que la luz salió de la oscuridad y la oscuridad no reconoce a la luz, porqué una es objetiva y la otra es subjetiva. A los científicos materialistas no le gusta ésto, porque contradice aquella asignatura que estudiaron.
El hombre espiritual tiene que entrar dentro de sí mismo y ver la forma que él mismo es. Ellos son entes espirituales de luz blanca y están parados uno detrás del otro formando unos círculos con una serie infinita de entes espirituales. Aquel que existe en la infinita unidad absoluta de su propio Ser, está cerca de ellos, como la infinita consustancialidad de Sí mismo. Más allá de las apariencias existen los universos de universos que incluyen todo y todo es Todo.
El hombre espiritual no se apega a ninguna identidad mundana.. ni al idioma que habla, la ropa que compra y el calzado que lleva.. no mira el color de los ojos, cabellos y piel. No es de la nacionalidad que tiene o del país en donde reside. No es Europeo, Egipcio, Asiático, Africano, Español o
Colombiano. Solamente practica y cree. No es de éste mundo y tampoco es del universo objetivo. Está.. pero no está. Tienes que tener la capacidad de ver, entender, conocer y aceptar que eres responsable de todos los actos que hagas contra ti mismo, contra la humanidad, los animales, etc.
Muchas personas creen en un dios con atributos materiales y sociales.. son creencias que están basadas en las necesidades de la humanidad y del hombre terrestre, basadas en el miedo, el temor, la conquista, el racismo, la falta del conocimiento y entendimiento, con enseñanzas basadas en la fábula, los mitos y mitologías enseñadas como eventos históricos y, (algunos de esos eventos históricos), son escritos después de que suceden como si fuesen proféticos y estuvieran conocidos antes de los hechos.
Hay que empezar a derribar las falsas edificaciones de la humanidad y sus mitologías, porqué nadie, nadie ha visto al Creador para atribuirle un cuerpo que ocupe un espacio.. y todo ésto, no son nada más que creaciones mentales que están sujetas a las leyes transitorias. ¿Os imagináis al Creador teniendo prejuicios humanos? O ¿qué piense y actúe como un hombre? Sería algo imperfecto con esas funciones. ¡Ésta es una gran verdad! Se pongan cómo se puedan poner.
La empatía espiritual es poderosa.
La empatía espiritual se parece a un sensor que reacciona ante los distintos grados de oscuridad o luz. El cuerpo hace las veces de sensor, registrando toda la información espiritual sin la intensa sacudida física que conlleva la empatía física, la tormenta emocional propia de la empatía emocional o el mentalismo de la empatía mental. Sabes [sin más] lo que la Divinidad puede pensar, cree o comunica a través de la inefable presencia de esa bendición llamada Revelación.. que es una empatía poderosa dentro del campo de la contemplación.
La mejor manera de asegurarte de que estás recibiendo un mensaje de la Divinidad es confiar sólo en aquellas sensaciones acompañadas de un sentimiento de unidad con ésta. Muchas personas empáticas espirituales confían en los poderes de la oración, la meditación y la contemplación para alcanzar dicho discernimiento. La oración implica hablar con la Divinidad, la meditación trata de recibir sus mensajes, y con la contemplación, disfrutar de su presencia. Cuando eres capaz de realizar las tres actividades a la vez, significa que estás en una auténtica conexión con la Divinidad y que puedes confiar en todos los mensajes que puedas recibir.
Muchas personas empáticas espirituales también tienen otras habilidades o dones y reciben imágenes, instantáneas y colores relacionados con su revelación. Éste don puede ayudar a interpretar el mensaje exacto que la Divinidad te está ofreciendo.
Ésta esfera sobrenatural es el propio terreno natural del cual el ser empático espiritual puede obtener las instrucciones divinas también para curar a otros enfermos que están ciegos espiritualmente por culpa de la inactividad y lo que les rodea.
El alcance de la interactividad del empático espiritual.
La empatía espiritual nos obliga a ayudar a las personas, los seres o las fuerzas que se mueven más allá de nuestros límites y recurrir a nuestra compasión y caridad. A veces, el impulso de ayudar nos agobia y debemos de batallar con nosotros mismos. Nos vienen esas preguntas que quieren generar incertidumbres.. ¿Deberíamos ayudar o no? ¿Seremos capaces de hacerlo o no? ¿Tal vez..? ¿Y sí..?
En algunos momentos, la necesidad de brindar ayuda proviene de nuestro interior y está dirigida para nosotros mismos. Una parte de nuestro cuerpo, mente o alma está condicionada por algún trauma, adicción o problema del pasado. Cuando ésto ocurre, debemos dirigir la atención hacia nuestro ser interior y transmitirle amor y sanación desde el lugar del amor.
El interior de las personas empáticas, independientemente de su estilo: tienen que proporcionar sanación o perspectivas positivas tanto para los demás como para sí mismos. Para ello, se utilizan los alivios para todo tipo de aflicciones, hasta de los problemas físicos. Es una facultad muy importante a tener en cuenta por todos los dotados para la empatía, puesto que en algún momento, todos deberemos asumir el rol de sanación.
La empatía actúa siempre con humildad.
Durante ésta fase, pregúntale a la Divinidad si debes llevar a cabo alguna acción adicional para reforzar la sanación. Dichas acciones pueden ser concretas, como recurrir a una terapia u obtener ayuda para eliminar alguna adicción, pero también pueden implicar que tengas que recurrir a la empatía radiante. Si ése es el caso, debes mantener un control continuo de tú parte sobre el joven interior para hacerle saber que tú yo adulto está al mando. Normalmente, las acciones tienen distintos niveles; damos un paso adelante y luego se nos pide que demos otro. Todos los cambios suelen ser progresivos, pues rara vez se producen como consecuencia de una acción aislada; pero es importante también, saber autoevaluarnos continuamente y preguntarnos si existe una nueva transformación que debemos propiciar. Siempre podemos preguntarle a la Divinidad qué podemos hacer para lograr algo más; también podemos pedirle que nos dé valor para seguir avanzando en la correcta dirección. En éste proceso, también puedes pedir a la Divinidad que envíe más energía con muchas bendiciones para todos los implicados, incluyéndote en aquellas partes de ti mismo que corresponden a tú vida actual y que necesitan estar calmadas y cargadas de buenas energías positivas.
Assalamo Aleikum.