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viernes, 5 de julio de 2024

PUEDE QUE SI.. PUEDE QUE NO. (Quinta parte)

PUEDE QUE SI..
PUEDE QUE NO. (Quinta parte)
La Humanidad ha sido testigo del surgimiento de múltiples tendencias ideológicas de pensamiento y de fe. Tales corrientes intelectuales difieren con respecto a la definición, autoridad y poder autoritativo de la Razón. En éste contexto de estructuras, podemos distinguir al menos entre tres tendencias de pensamiento: la primera tendencia da credibilidad a los juicios de la Razón, se basa en ellos para la gestión de todos los asuntos humanos y les atribuye un poder absoluto para evaluar las cosas y analizar una multiplicidad de los aspectos y fenómenos. Ésta tendencia considera al organismo humano como una entidad racional por excelencia en cuanto está dotado de la capacidad cerebral para gestionar el mundo a través de procesos puramente racionales e intelectuales. La segunda tendencia contrasta marcadamente con la primera. Sus enseñanzas se basan en la necesidad de abolir la Razón y confiar en las emociones y, naturalmente, en el llamado del corazón. Éste es el principio central del Tasawwuf-sufismo dentro de su marco metafísico que conceptualiza el mundo promoviendo y exaltando el valor de lo espiritual y le quita el protagonismo exacerbado a la Razón con el pretexto de que es incapaz de comprender el universo. Quienes defienden ésta postura tienden a argumentar que no existe ventaja alguna en realizar los análisis racionales del mundo, poniendo en duda la capacidad de la mente y el verdadero alcance de sus productos que son creativos. En cuanto a la tercera corriente de pensamiento, ésta identifica al hombre como una criatura multidimensional. Dado que el hombre es a la vez espíritu, mente y cuerpo, es inviable y antinatural excluir o exorcizar una dimensión a costa de la otra. Pero éstas dimensiones son complementarias. Debido a su coexistencia en la historia, se les atribuye el potencial de contribuir al logro de la existencia humana en la Tierra. Su naturaleza complementaria está en la raíz de la viabilidad de invertir las facultades racionales que están grabadas en el hombre para hacer el bien y servir al bienestar comunitario. Dentro de esta última corriente intelectual se sitúa nuestro planteamiento, que introduce una distinguida visión de la naturaleza y esencia de la razón. También es un enfoque original sobre la funcionalidad de la Razón en la vida humana, advirtiendo sobre el proceso que la necesidad humana de utilizar la razón como una herramienta eficiente de juicio que no es menos vital que su necesidad de responder al llamado del Espíritu y viceversa. Ésta teoría se expone en el marco de una visión integral de la naturaleza humana que hace que el hombre actúe bajo la compulsión de explotar su capacidad mental, su fuerza espiritual y su existencia corporal de una manera que le permita el empleo de todos los talentos y energías dados por Allah, y no sólo para el servicio de la Religión y mente: revisando el pensamiento de la humanidad y también para contemplar el universo y reconocer la obra del Creador. De ésta intersección surgen ciertas preguntas que se enumeran a continuación:
-¿Cuál es la naturaleza sustancial de la Razón?
-¿Cuáles son las funciones y objetivos de la Razón?
-¿Cual es la utilidad intrínseca de la realidad de la Razón para lanzar críticas contra el acervo cultural?
Bien.. La naturaleza y autoridad de la Razón, como facultad cognitiva y energía mental, permite al individuo conocerse a sí mismo y al Otro, estudiar un amplio espectro de fenómenos y comprender una amplia gama de objetos. Como instrumento funcional desplegado para organizar la relación del hombre consigo mismo y con el mundo, la razón se erige como la principal cualidad del ser humano y es el agente que ha demostrado ser cada vez más activo en la historia humana. Sin embargo, determinar la naturaleza de la Razón desde una perspectiva abstracta e identificar los modos complejos de su uso instrumental, de acuerdo con el reconocimiento de la credibilidad de sus leyes, han sido cuestiones polémicas que siguen generando desacuerdos entre algunos investigadores y pensadores. En éste contexto, podemos distinguir lo que son esas tendencias de pensamiento: la primera tendencia da credibilidad a los juicios de la Razón, se basa en ellos en la gestión de todos los asuntos humanos y les atribuye un poder absoluto para evaluar las cosas y analizar una multiplicidad de aspectos y fenómenos. Ésta tendencia considera al organismo humano como una entidad racional por excelencia en cuanto está dotado de la capacidad cerebral para gestionar el mundo a través de los procesos puramente racionales e intelectuales. La segunda tendencia contrasta marcadamente con la primera. Sus enseñanzas se basan en la necesidad de analizar la Razón y confiar en las emociones y, naturalmente, en el llamado del corazón. Éste último parámetro es el principio central del Tasawwuf-sufismo con su marco metafísico Islámico que conceptualiza el mundo promoviendo el valor de lo espiritual y dando a la Razón su espacio para que pueda ser capaz de comprender el universo que le rodea. Pero todas éstas dimensiones son complementarias, debido a su coexistencia en la historia, y solamente se les atribuye el potencial de contribuir al logro de la existencia humana en la Tierra. Sobrevivir.
La importancia de detectar el uso de la razón crítica es para comprender la naturaleza intrincada de los fenómenos, así como para el diagnóstico de la historia mediante la realización de una evaluación objetiva de la cultura y modus vivendi en general. En consecuencia, el significado léxico del término "razón" se basa en su talla como la capacidad cognitiva considerada como un rasgo principal del ser humano. Éste rasgo es lo que lo distingue del resto de los organismos porque propicia el mental pensamiento, el análisis, la asociación de percepciones humanas y la formulación de las conclusiones.
El concepto de Razón en el Corán emerge como el equivalente de acción. Es el "sentido central" del hombre llamado corazón humano. La mente es la recepción de las verdades comunicadas en la revelación divina por medio del corazón. Así, se combina razón y corazón, y se considera a la vida emocional interior como el origen del conocimiento. Lo que también es sorprendente, es que la mente racional abstracta -que implica la ausencia de la conciencia del alma de la Razón alcanzable- generalmente no es capaz de captar las realidades de las cosas ni la verdad de los fenómenos ni la esencia de la creación y del Creador si no surge el despertar de tal conciencia. Es válido, así mismo, la forma del corazón creyente que se funda en la complementariedad entre las capacidades de la mente y las potencias del corazón y sus preferencias.
Las funciones y objetivos de la razón (generalmente) se la puede considerar adyacente a las revelaciones divinas y es un medio para comprender las enseñanzas de Allah y la Sunnah de Su Mensajero. Es, (por así decirlo), una herramienta virtual utilizada para comprender el universo y conocer al Creador.
El Islam no niega la Razón. Fomenta la reflexión y el pensamiento, el aprendizaje y la lectura. Acción.
Cómo hemos expresado en otro artículo, el programa educativo muhammadiano abarca la comunicación y la entrega de los decretos divinos y la educación, yá que comprende la interpretación y la capacitación. Asimismo, incluye un llamado al refinamiento del alma y la necesidad de agudizar esa Razón, para afinar la conciencia, encender la llama del ingenio y orientar todos éstos rasgos de la mente hacia la creatividad y la construcción de la historia en colectividad.
El Musulmán y la Musulmana deben de difundir las enseñanzas de Allah y la Sunnah de Su Mensajero, y anhelar la acumulación del conocimiento científico y el cumplimiento del papel moral constructivista del ser humano en el universo.
La Razón creyente está en armonía consigo misma y con la religión y es capaz de impulsar el proyecto de autorreforma y de transformación social.
La razón crítica estará en la adopción de un enfoque racional y objetivo para la comprensión del patrimonio cultural de los musulmanes; pero ésta manera objetiva y racional, tiene que estar basada en una metodología descriptiva y analítica, cuyo propósito será comprender la historia compleja -más que la pretensión de tener posesión de una verdad absoluta.
Las sociedades musulmanas pueden sacar muchas ventajas de todos los experimentos pasados ​​que produjeron gran prosperidad en su momento.. como un aporte para el futuro. Éste aporte (de la revelación de la verdad) tiene que sentar las bases para un futuro mejor.

Nuestro acercamiento a la noción de Revelación nos ha permitido constatar, finalmente, las convergencias de contenidos que se acercan, tanto en su naturaleza como en su relación con la razón y el corazón. El pensamiento occidental moderno se niega a considerar la importancia axial de éste "conocimiento arquetípico" que es la Revelación, cuyo contenido se dirige tanto a la razón como al corazón. Entendemos entonces (del por qué) se tiene que prestar una atención crítica a la noción moderna de la razón.. yá que representa un desafío estratégico desde el punto de vista de su pensamiento. Debemos volver a redefinir la razón, llevar al hombre moderno a utilizarla según su conocimiento, su entendimiento, su origen, su fin, su Creador.

El Resumen de las convergencias y las diferencias en los objetivos.
Éstas convergencias de contenidos de los dispositivos nocionales no significan divergencia, en la medida en que trabajan para los mismos objetivos. Al observador le aparecerán rápidamente dos diferencias importantes.. El campo de la aplicación, que arraiga éstos mismos principios pero, al mismo tiempo, apunta más al campo de la acción. Fundamentalmente, la Metafísica y todo su pensamiento tiene que estar centrada en las nociones exclusivamente coránicas. Desde éste punto de vista, no cabe más que maravillarse ante la convergencia que aportan la Religión y la mente: 
Desde un punto de vista universal, éste enfoque viene para iluminar el pensamiento islámico, y en éste caso la visión tiene que partir desde un punto de vista musulmán, asumido y vivido profundamente.

Assalamo Aleikum.