ESCLARECIENDO las IDEAS sobre la MUERTE.
La realidad de la muerte es esencialmente la misma que la del sustento. Tanto la vida como la muerte están en manos de Allah (SWT). Ningún ser humano sabe qué le sucederá, ni cuándo, ni dónde, ni en qué condiciones morirá. Pero debe de esforzarse por protegerse para morir en un estado de al-khâtimah.
En el "Camino de Regreso". El propósito fundamental de las enseñanzas es el husn al-khâtimah (morir en un estado completo), es no incidir en el inicio ni en el proceso. El punto central de ésta enseñanza del Tasawwuf es la introducción y la comprensión de Allah como la fuente de todo (tawhid), incluyendo el alma o nafs humano. Para poder retornar a su Señor, el ser humano necesita primero conocer y comprender su alma, nafs -su yo-, y luego intentar comprender al Señor mediante el dzauq -su intuición-, principio que se corresponde con: «man ‘arafa nafsahu fa qad ‘arafa rabbahu». Por lo tanto, no se puede decir que la esencia de ésta enseñanza sea errónea. La impresión controvertida de ésta enseñanza reside más en la evaluación del perfil del maestro (Shaykh) que en la esencia de sus enseñanzas. Si bien el proceso de transformación de ésta enseñanza se realiza de forma individual o colectiva, siempre predomina el debate y el método de preguntas y respuestas.
Al-mawt (la muerte) es una gran realidad de la vida. La muerte es lo opuesto a la vida. Al analizar ésta gran realidad, la débil mente humana se ha preocupado por encontrar soluciones y analizar su esencia.
Durante épocas, los filósofos han debatido sobre la esencia de ésta realidad, (y a lo largo de los siglos), no han podido obtener resultados significativos. Todas sus opiniones son vacías. Ésto se debe a que se trata de una realidad sobrenatural que no puede investigarse ni definirse con claridad. La esencia de la muerte sigue siendo un misterio, y solo la ley islámica puede ofrecer una respuesta satisfactoria.
Sin embargo, tras la incomprensión de ésta realidad de la muerte según las enseñanzas islámicas, especialmente después de que la filosofía griega influyera significativamente en el pensamiento musulmán, ésto se desató en el caos y la oscuridad, oscureciéndola. Ésto fue especialmente cierto tras el declive del pensamiento musulmán. Como resultado, consideraron ésta realidad sublime basándose en una comprensión superficial. Finalmente, se desarrolló la superstición, creyendo que la muerte es una sola sustancia, pero que tiene mil causas. Surgió la suposición de que la muerte podía ser causada por cáncer, un accidente o incluso el asesinato o suicidio. Todas éstas causas se consideraban causas de muerte.
Debido a su pensamiento superficial, no pudieron distinguir entre lo que causa un efecto definido, como en la ley de causa y efecto, y los factores condicionales (al-hâlah) que hacen posible la muerte.
Tras un examen más detenido, la sublime realidad de la muerte es esencialmente la misma que la del sustento. Ésto significa que el Dador de la Vida (al-muhyi) y el Dador de la Muerte (al-mumît) es Allah SWT. Porque tanto la vida como la muerte están en manos de Allah SWT.
Allah SWT ha declarado en el Corán: "Nadie muere si no es con permiso de Allah, en un plazo escrito de antemano. Quien quiera la recompensa que ofrece esta vida se la daremos en parte, y quien quiera la recompensa de la Ultima se la daremos. Y recompensaremos a los agradecidos." (Sura 3 [Al Imran] verso 145)
"Allah se lleva las almas cuando les llega la muerte y se lleva las que aún no han muerto durante el sueño, para luego retener a aquéllas cuya muerte decretó y devolver a las demás hasta que cumplan un plazo fijado, realmente en eso hay signos para la gente que reflexiona."
(Sura 39 [Az-Zumar] verso 39)
"¿Es que no saben que Allah expande o restringe Su provisión a quien quiere? Realmente en ello hay signos para la gente que cree." (Sura 39 [Az-Zumar] verso 49)
"Entonces Allah lo hizo morir y pasados cien años lo devolvió a la vida." (Sura 2 [Al-Baqarah] verso 258)
كَيْفَ تَكْفُرُوْنَ بِاللّٰهِ وَكُنْتُمْ اَمْوَاتًا ثُمَّ يُمِيْتُكُمْ ثُمَّ يُحْيِيْكُمْ ثُمَّ اِلَيْهِ تُرْجَعُوْنَ
“¿Cómo es que no creéis en Allah si estábais muertos y os dió la vida, luego os hará morir y de nuevo os dará la vida y volveréis a El?" (Sura 2 [Al-Baqarah] verso 27)
“Dondequiera que estéis, incluso si estáis en torres fortificadas, os alcanzará la muerte.” (Sura 4 [An-Nisa] verso 77)
"Allah es el Creador de todas las cosas y el Protector de todo ello." Sura 39 [Az-Zumar] verso 59)
"Cada alma será retribuida según sus obras, y Él es el que mejor conoce lo que hacen." (Sura 39 [Az-Zumar] verso 67)
Las mayores bendiciones de Allah son la muerte de la que huyes y la mayor recompensa es para ti mismo.
“Di (Oh Muhammad): Tened por seguro que la muerte, de la que huís, os encontrará y luego regresaréis al Conocedor del No-Visto y de lo Aparente que os hará saber lo que hayáis hecho." (Sura 62 [Al-Yumu’ah] verso 8)
Los versos anteriores afirman claramente que la gran realidad de la muerte es una realidad que está decretada por Allah SWT, tal como Él ha decretado la vida para los humanos. Ésto es lo que Allah SWT declara como Al-Muhyi (El Dador de Vida) y Al-Mumît (El Dador de Muerte). Los versos anteriores ilustran claramente que Allah es la causa de la muerte, nadie más. Porque Él es el Dador de la Vida y el Dador de la Muerte. Ésto significa que la gran realidad de la muerte depende de Su Voluntad, tal como Él provee para la humanidad. Por lo tanto, cuando Allah ha decretado la muerte para los humanos, nadie puede escapar de Su decreto. Por tanto, dondequiera que ustedes estén, la muerte los alcanzará con seguridad, incluso si se esconden en una fortaleza alta y sólida. Por el contrario, si no ha sido decretado, no morirán, incluso si están gravemente heridos o moribundos.
Además de explicar que Él es Quien Todo lo Puede, también ha explicado que la única causa de muerte es cuando el plazo de la muerte ha expirado. Allah dice:
"Pero Allah no va a dar ningún plazo a nadie cuando le llegue su fin. Allah conoce fectamente lo que hacéis. (Sura 63 [al-Munâfiqûn] verso 11)
El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: «Cuando llegue su hora, no podrán pedir un indulto, ni siquiera por un momento, ni podrán pedir que se adelante (ni siquiera por un momento, si su hora aún no ha llegado)».
«Sin embargo los deja hasta un plazo fijado. Pero cuando les llega su plazo no se les retrasa ni se les adelanta una sola hora». (Sura 16 [An-Nahl] verso 61)
Los versos anteriores explican que cuando el plazo de la muerte de una persona ha expirado (si su tiempo ha expirado), Allah no pospondrá su muerte. Por el contrario, si su tiempo aún no ha expirado, Allah no lo retrasará. Por lo tanto, es evidente que Allah es Quien Causa la Muerte, Él es Quien ha determinado el momento de la muerte, por lo que todo está sujeto a Su Voluntad. Observar, <que la atribución de la muerte>, es decir, -es de Allah-. Ésta atribución es verdadera (nisbah haqīqĮyyah) a menos que exista una indicación que se desvíe de su verdadero significado, en cuyo caso se convierte en nisbah allāhaqīqĮyyah, con una atribución irreal. En el contexto de éstos versos, no hay un solo verso que pueda usarse como qarīnah (indicación) para desviar ésta atribución del significado de la metáfora.
Con respecto a la declaración de Allah SWT que dice:
"Di: El ángel de la muerte, que está encargado de vosotros, os tomará, luego volveréis a vuestro Señor." (Sura 32 [as-Sajdah] verso 11). Éste verso tampoco puede usarse como una indicación para cambiar la referencia real a una figurativa. Porque el tarqîb (frase): "Alladhi wukkila bikum" (encargado de tomar las almas) indica claramente que la posición del Ángel de la muerte es únicamente la de representar a Allah, Aquel que tiene la autoridad para causar la muerte y la vida. Por lo tanto, éste verso no puede cambiar, ni mucho menos invalidar, la atribución de la muerte a Allah.
Todos deben creer que nadie morirá excepto después de que haya transcurrido su tiempo, y que todo está en relación con el Destino, y que Quien da la vida y causa la muerte es Allah, (Exaltado sea). Quien no crea ésto es un incrédulo, porque ha negado las pruebas definitivas. Quien también niegue que la muerte está bajo el Veredicto de Allah, y que los humanos no morirán excepto después de que haya transcurrido su tiempo, también sufre de incredulidad.
En cuanto a los casos de muerte causada por asesinato, accidentes, colisiones, cáncer, enfermedades cardíacas u otros factores condicionantes, no se puede creer que éstos sean los factores condicionales de la causa. Si éstos factores condicionales se llaman causas, entonces cada causa inevitablemente producirá un efecto.. y ésta es la ley de la causalidad. Sin embargo, si éstos factores condicionales están presentes, pero la muerte no ocurre, entonces no pueden considerarse causas. Por lo tanto, cualquiera que reflexione profundamente podrá distinguir entre las causas y los factores condicionales de la muerte.
Por ejemplo, una persona con un cáncer crónico.. Un especialista le dice que sólo sobreviviría dos meses, pero en realidad estaba sana y no murió hasta después de unos años. Lo mismo ocurre con los ataques cardíacos. Muchas personas sufren ataques cardíacos repentinos y colapsan, pero no mueren; en cambio, reviven.
El Sida, considerado como un virus mortal, es contraído por muchas personas, y algunas mueren rápidamente y otras lentamente, aunque el virus sea el mismo. Entonces, ¿quién determina la rapidez o lentitud con la que muere una persona? Ciertamente no es el virus en sí; la muerte es lo único que determina cuándo termina la vida de una persona. Mientras tanto, quien determina la muerte es Allah SWT. Él dijo:
"Allah tiene con Él el conocimiento de la Hora y hace que caiga la buena lluvia y sabe lo que hay en las matrices. Nadie sabe lo que le deparará el mañana ni en qué tierra morirá, es cierto que Allah es Conocedor y está perfectamente Informado." (Sura 31 [Luqman] verso 33).
Precisamente, porque ningún ser humano sabe qué le sucederá, incluyendo cuándo, dónde y bajo qué condiciones morirá, debe esforzarse por protegerse de morir en un estado de su al-khâtimah (final completo).
El ciego Abdullah ibn Umm Maktum le pidió al Profeta (la paz sea con él) que le permitiera sostener la bandera de guerra para morir como un mártir, pero el Profeta se negó.
Ésto explica por qué los Compañeros fueron tan valientes al defender la verdad, sin el más mínimo temor a la muerte. Observar el diálogo entre Asma bint Abî Bakar, madre de Abdullah bin az-Zubayr, cuando su hijo, entonces califa, perdió la batalla contra las tropas de al-Hujjâj, comandante Marwân al-Hakam: "¿Cómo es ésto, oh madre?".
Asma dijo: "En verdad, en la muerte hay paz. Si te mataran, tu madre te dejaría ir, y si ganaras, serías la luz de mis ojos".
"Oh madre, te han dado una garantía de seguridad; ¿qué piensas?".
Asma dijo: "Oh hijo mío, tú te conoces mejor; si de verdad estás en el camino de la verdad y la pides, no des a los esclavos omeyas la oportunidad de engañarte, pero si no estás en el camino de la verdad, entonces decide sobre tus asuntos y lo que quieres". Oh madre, Allah sabe mejor que no deseas nada más que la verdad, y eso es todo lo que exiges. No dudo en seguir éste camino. De hecho, digo ésto no para apaciguar mi corazón, sinó para apaciguar el de mi madre. Oh madre, temo que si me mataran, me descuartizarían.
Ella (Asma') dijo: "Oh hijo mío, en verdad, la cabra yá no siente el dolor del sacrificio una vez que ha sido sacrificada".
Toda la alabanza es para Allah, quien te ha guiado y fortalecido tu corazón.
Para compañeros como Asma' y su hijo Abdullah, la muerte no era algo para temer en la búsqueda de la verdad. Basándose en éste principio, sin tener en cuenta el miedo, ésta generación extendió con éxito el Islam a dos tercios del mundo. Musulmanes como ellos también se mantienen firmes ante los desafíos de la muerte, por muy difíciles que sean las pruebas. Gloria ante Allah, (Exaltado sea).
[ShAS]