Assalamo aleikum.

.

jueves, 18 de diciembre de 2025

Si los FUNDAMENTOS LINGÜÍSTICOS del CORÁN no se RESPETAN, NO SE ESTÁ LEYENDO el MENSAJE del CORÁN CORRECTAMENTE.

Si los FUNDAMENTOS LINGÜÍSTICOS del CORÁN no se RESPETAN, NO SE ESTÁ LEYENDO el MENSAJE del CORÁN CORRECTAMENTE. 
La confusión entre determinación y preferencia. [Criterios y evidencia].

Durante éste proceso, las lecturas erróneas resultantes tanto del fenómeno del lahn (mala lectura) como de la ausencia de marcas vocálicas y puntos en el Corán (Mushaf), así como la continuación de las lecturas de los Compañeros (mudraj) y de las lecturas no conformes con el Mushaf, han causado un caos absoluto en el ámbito de la recitación. Ésto se debe, por un lado, a la acumulación de lecturas con pequeñas diferencias que constituyen el ámbito de las lecturas auténticas, junto con diferentes lecturas de cada una de las siete letras; por otro lado, a las lecturas incorrectas e inventadas, tanto conscientes como inconscientes, resultantes del fenómeno del lahn y de la ausencia de marcas vocálicas y puntos en el Corán; lecturas de mudraj que no adquieren valor de recitación; algunas lecturas no son conformes con el Corán; y, aunque sean limitadas por la escritura, las lecturas que se originan en las siete letras en la recitación, continúan con lo que enseñaron los Compañeros.

<Las recitaciones que se dieron están todas mezcladas.>

La sociedad incluye a todo tipo de personas, pero no todos son expertos en la recitación coránica. En la cima, por un lado, están los verdaderos recitadores con maestría y comprensión de la recitación; por otro, ¡quienes fingen ser recitadores sin comprenderla! En la base, hay un mosaico de árabes, árabes que hablan diferentes dialectos y no árabes, todos los cuales leen, memorizan e intentan leer el Corán del Mushaf (la copia escrita del Corán). De nuevo, en la cima, hay diversos tipos de recitadores, cada uno siguiendo una tradición y linaje diferentes; en la base, ¡están sus seguidores! Cuando a ésto le sumamos el fanatismo, la ignorancia, el olvido, el error y la malicia, el caos del entorno se hace más evidente.

Existe un problema fundamental en el corazón de éste caos: la mezcla de lecturas auténticas con las falsas. Para superar éste caos, los investigadores se han esforzado por identificar y comprobar las lecturas auténticas; en otras palabras, por separar las auténticas de las falsas. Han comenzado a establecer ciertos criterios para comprobar la autenticidad de una lectura mediante la presentación de las referencias de las lecturas auténticas. Finalmente, han aceptado las que cumplen con éstos criterios y rechazado las que no. Además de éste acto de identificación, en éste entorno caótico, los estudiosos de la recitación también elegían entre las recitaciones auténticas. Ésto podría parecer normal a primera vista. Porque, en última instancia, la elección era una práctica muy antigua, derivada del hecho de que el transmisor de la revelación inicialmente daba la libertad de elegir entre dos lecturas diferentes. Los Compañeros lo habían hecho, y los Tabi'in también lo harían.

Por ese lado espontáneamente surgió un problema fundamental. Los Tabi'in, por un lado, probaban la autenticidad de las recitaciones contra las falsas, y por otro, realizaban selecciones entre las auténticas que habían identificado. El problema que surgió fue la confusión entre identificación y selección. ¿Por qué se complicaron tanto la identificación y la selección? Porque, al observar el contexto, vemos que el proceso de identificación y selección no se llevó a cabo de forma sistemática. Se presentaron ciertas condiciones (isnad, forma del Mushaf, en árabe) para probar la autenticidad de las recitaciones; éstas se establecieron como "criterios de autenticidad"; y, por otro lado, se llevó a cabo un proceso de selección entre las recitaciones que cumplían las mismas condiciones. En cierto sentido, una persona de los Tabi'in, al presentar pruebas no aclaraba si se trataba de identificación o preferencia. Dice: «Leo (identifico/prefiero) ésta recitación» y la justifica con afirmaciones como: «La aprendí de los Compañeros que la recibieron del Profeta de ésta manera»; «La prueba de ésto es éste versículo»; «Se basa en éste hadiz»; «Se ajusta a la forma establecida del Mushaf»; «El contexto del versículo es adecuado para ésta recitación», etc. Por otro lado, al rechazar la otra recitación, ofrece justificaciones como: «No tiene base transmitida»; «No se ajusta a la forma establecida del Mushaf»; «No cumple con las reglas de morfología y sintaxis»; etc. En definitiva, los argumentos presentados para identificar y preferir una recitación se presentan en la misma línea; los elementos fundamentales -«isnad (cadena de narradores), forma establecida del Mushaf y la lengua árabe»- se entrecruzan en la identificación y la preferencia. En éste punto, las preguntas que deben plantearse son: ¿Qué argumentos se presentaron al identificar? ¿Qué argumentos se presentaron al preferir? En términos generales, ¿era la atribución una prueba de determinación o una preferencia? ¿A qué se refería el Mushaf oficial (texto coránico)? ¿Cuál era la posición del idioma árabe? ¿Fueron las demás pruebas transmitidas y racionales relevantes para la determinación o preferencia de las lecturas? ¿Estaba tal proceso funcionando?

Podemos aclarar la cuestión de la siguiente manera: los Tabi'in (seguidores de los Compañeros) utilizaban el "isnad" (cadena de narradores) y el "resm-i mushaf" (la forma escrita del Corán) como elementos indispensables para determinar la autenticidad de las recitaciones; algunos incluso añadían la condición de "idioma árabe". Supongamos que se identificaron recitaciones auténticas que cumplían éstas condiciones. Al elegir, justificaron la recitación del Tabi'in diciendo: "Recibí ésta recitación de éste Compañero, quien la recibió del Profeta", o "Ésta recitación se ajusta al resm-i mushaf", o "Se ajusta a ésta regla del idioma árabe". ¿Es lógico preferir dos recitaciones que entran en la categoría de autenticidad basándose en éstas condiciones, simplemente porque también se ajustan a ellas? Porque ambas recitaciones tienen una cadena de narradores auténtica, se ajustan al resm-i mushaf y siguen una regla del idioma árabe. Éste es el núcleo del problema: el uso de estos tres elementos tanto en la determinación como en la preferencia.
En éste punto preciso, es necesario distinguir entre el elemento que determina la autenticidad de una recitación y el elemento que permite elegir una de dos recitaciones auténticas. Para aclarar ésta compleja cuestión, es necesario primero una distinción conceptual.

Para empezar, podemos aclarar el proceso de demostrar (probar) la autenticidad de las lecturas como "determinación" y la selección de una de las auténticas como "preferencia"; en consecuencia, podemos denominar la evidencia de determinación como "criterio" o "evidencia de determinación" y la evidencia de preferencia como "evidencia" o "evidencia de preferencia". Ahora, examinemos la acumulación de evidencia, en términos de determinación y preferencia, de forma holística, centrándonos en la historicidad del período.

 ¿Es un criterio de determinación de atribución o un criterio de preferencia?

La confusión sobre si el criterio para determinar la autenticidad de una recitación es un criterio de selección puede deberse a que tanto la determinación como la selección se llevaron a cabo simultáneamente durante éste período. Como mencionamos anteriormente, el proceso de selección comenzó en la época de los Compañeros y continuó posteriormente. Durante la época de los Compañeros, no hubo problemas con la naturaleza de las recitaciones. Sin embargo, ciertos acontecimientos ocurridos en el período posterior, junto con la continuación de la selección, dieron lugar a la aparición de recitaciones inaceptables, lo que creó la necesidad de determinar la autenticidad de las recitaciones. Ésto reveló que la argumentación para determinar las lecturas y la argumentación para elegirlas fueron simultáneas durante éste período. Por lo tanto, el uso de la argumentación tanto para la determinación como para la elección generó confusión entre ambas, tanto durante éste período como en períodos posteriores.

Al examinar las fuentes, se observa que el isnad se acepta como el criterio fundamental que establece la autenticidad y la solidez de una recitación. Es decir, la medida de la autenticidad de una recitación reside en que su cadena de narradores se remonte correctamente al Profeta. De hecho, otros criterios solo pueden cobrar sentido o ser cuestionados cuando existe suficiente isnad. Por lo tanto, el isnad es un criterio indiscutible que determina la autenticidad de una recitación. La preferencia o elección, por otro lado, consiste en que el lector elija la recitación que le convenga entre las alternativas que ha aprendido, por ciertas razones. En otras palabras, la preferencia se realiza cuando el lector elige la recitación más bella entre las que ha leído de los imanes de la recitación, hace una elección y se vuelve famoso con esa recitación.
Cabe destacar que todas las alternativas de recitación preferidas por el lector deben ser recitaciones auténticas. De hecho, Ibn Atiyya afirma que las recitaciones de los imanes famosos surgieron como resultado de elecciones realizadas entre recitaciones auténticas. Makki también afirma que las personas tomaron decisiones posteriormente, y que éstas generalmente se hicieron entre recitaciones que tenían una cadena de narración auténtica y eran conformes con el Mushaf y el árabe. Por lo tanto, la elección es un fenómeno que ocurre entre recitaciones cuya autenticidad ha sido confirmada.

De ésta información se desprende claramente que el isnad es un criterio que establece la autenticidad de una recitación; y la preferencia es una elección entre las recitaciones cuya autenticidad se establece mediante éste isnad. Por lo tanto, el isnad se utiliza como prueba de la autenticidad de las recitaciones frente a las recitaciones deficientes o incluso inventadas durante éste período. Si se analiza el asunto desde la perspectiva de la técnica de recitación, se observa que esta prueba del isnad es el criterio más importante para determinar la autenticidad de la recitación. Por lo tanto, una vez determinadas las recitaciones auténticas, es incorrecto usar la cadena de narradores (isnad) como base para la preferencia en una repetición. Sin embargo, el isnad entra en juego cuando se afirma que ciertas interpretaciones débiles, falsas o inventadas son auténticas. Dicha afirmación solo puede refutarse mediante referencias que establezcan interpretaciones auténticas, y la referencia o criterio más importante es el isnad.

Si bien éste es el aspecto realista del asunto, el hecho de que los actos de identificación y elección ocurrieran simultáneamente durante el período mencionado anteriormente, y que los lectores de éste período prácticamente utilizaran el elemento de atribución (tanto en la identificación como en la elección), ha causado confusión respecto de hacia dónde se dirige la atribución.

Debido a la influencia de ésta estructura en el período Tabi'in, observamos que en los estudios modernos sobre ijtihad (argumentación), el isnad (cadena de narradores) se presenta como evidencia de preferencia; no se distingue entre determinación y preferencia. Por ejemplo, Muhammad Balwali analiza las preferencias de recitación y las justificaciones de los imanes y eruditos de la recitación. Al explicarlo, también menciona la atribución entre éstos. Sin embargo, eligieron las recitaciones de éstos imanes de entre aquellas que cumplían con los criterios, incluyendo la solidez de la cadena de narradores. La cadena de narradores no puede ser una razón que preceda a la recitación y determine su destino. Porque la misma razón se encuentra en todas las recitaciones auténticas. Por lo tanto, dado que existe la obligación de aceptar una recitación con una cadena auténtica de narradores, la preferencia no puede basarse en la misma razón. En la tradición de la argumentación, no se menciona a ningún erudito que haga una preferencia de recitación debido a la solidez de la cadena de narradores o que justifique su preferencia con la solidez de la cadena de otros narradores. El proceso llevado a cabo en el período Tabi'in es un acto de determinación; porque hay recitaciones auténticas e inauténticas en el medio. Sin embargo, como parece, Balwali no ve ningún daño en mencionar la cadena de narradores como una razón para la preferencia, yá que no hace una distinción entre determinación y preferencia.

Abdülfettah Ismail Selebî, al incluir el isnad (cadena de narradores) entre los tipos de evidencia, también hizo una observación muy precisa, detallando los criterios principales (isnad-mushaf) que determinan la validez de las lecturas en argumentos basados ​​en la preferencia. Afirma qué: En otras palabras, según él, la determinación de la solidez de la recitación se realiza con los criterios principales; y la preferencia con los criterios secundarios. Sin embargo, a pesar de hacer tal distinción, Selebî no pudo evitar caer en contradicción al presentar el isnad como criterio de determinación y como criterio de preferencia.

En la escala turca, Mehmet Ünal debió percibir ésta distinción, pues afirma: «Un punto que destaca entre quienes toman decisiones sobre las lecturas es éste: quienes toman decisiones no han presentado las lecturas que defienden, sus cadenas de narración y la cadena de narración que poseen como prueba contra otras lecturas. Al contrario, cada imán ha intentado defender la corrección o exactitud de su lectura presentando una narración de otros versículos del Corán o de las razones de la revelación que respaldarían ésta lectura».

La elección se realiza entre las lecturas auténticas, y todas las lecturas dignas de preferencia tienen una base de atribución. Por otro lado, cabe decir que la elección solo puede hacerse después de que se haya aclarado la autenticidad de las lecturas. 

Autenticidad.
El isnad es uno de los elementos principales. Una vez aclarada la autenticidad de las dos lecturas en cuanto a la cadena de narradores, no tiene sentido volver a elegir basándose en éste isnad, yá que podría dar lugar a la confusión de que el isnad de la lectura no preferida es inexistente o deficiente. En conclusión, el isnad es un criterio de determinación, no de preferencia. Como explicaremos más adelante, tras aplicar la autenticidad de la cadena de narradores como criterio de determinación, razones como «la fama de la cadena de narradores; el acuerdo de la mayoría» solo pueden ser un criterio de preferencia basado en el isnad; de lo contrario, el isnad en sí mismo no puede serlo. 

Este criterio de atribución, en un entorno en el que se mezclan lecturas auténticas con otras defectuosas, ha distinguido las lecturas auténticas en "diferencias secundarias" y las "diferencias derivadas de siete letras"; ha excluido todas las lecturas no atribuidas, erróneas e intencionales resultantes del lahn y de copias especiales del Corán.

Assalamo Aleikum.