CUANDO LA CONCIENCIA SE CONVIERTE EN CREENCIA.
Tener las expectativas débiles es cómo tener un árbol con muchas ramas pero ninguna semilla fértil. La fe fuerte es un árbol con muchas ramas cargadas de frutas y semillas prósperas.
Assalamo Aleikum.
El significado de la fe y la creencia.
Nuestras creencias son nuestra aceptación de las relaciones que existen entre causa y efecto.
Por ejemplo, «Si trabajo, tendré éxito. Si hago el bien, seré feliz. Si hago el mal, encontraré el mal». Consideramos las relaciones de causa y efecto y, por lo tanto, las aplicamos concretamente a los aspectos de nuestra vida cotidiana. «Si trabajo, tendré éxito, así que ahora mismo debo estudiar a fondo para comprender lo suficiente». Así como nuestros pensamientos se derivan de nuestras creencias, así también nuestros comportamientos se derivan de ellas.
La confianza, el nivel más alto de fe, consiste en creer firmemente y tener la determinación de aceptar algo. ¿Estás seguro de cómo te llamas? ¡Claro que sí! Lo has oído durante veinte o treinta años. Pero si te llaman por otro nombre en los próximos años, tu fe se tambaleará y admitirás que te equivocaste. La fe es una aceptación que se construye en nuestra mente mediante la evidencia, la sugestión o la experiencia.
EL PODER DEL CREER.
La característica esencial de las creencias es que son reglas que rigen nuestras vidas. Vivimos con dependencia de nuestras reglas. Nuestras reglas son principios constitucionales de los que depende nuestra voluntad para tomar decisiones. Es algo parecido al software que determina el comportamiento de las personas, el comportamiento de una mente está determinado por sus creencias adquiridas. Si creemos que «romper un corazón es muy malo», nuestra conciencia nos alertará de que hemos cometido un pecado al romper un corazón, y por tanto, estamos obligados a repararlo. Y si no hacemos lo que nos manda, aumentará nuestra tristeza a menos que cambiemos nuestras creencias.
Creer es cuestión de grados. La cima de la creencia es tener fe.>
Lo que destruye y debilita la fe es su opuesto, la duda: ¿crees que el fuego quemará porque yá te ha quemado? ¿Crees que te saciarás con la comida porque has comido y estás satisfecho? Pero ¿crees también que puedes aprobar un examen? ¿O que puedes tener un buen matrimonio o un buen trabajo? ¿Cuál es tu grado de creencia en que morirás o que llegará un apocalipsis? Nuestras creencias sobre lo que sucede o podría suceder varían en fuerza e intensidad. Por lo tanto, su impacto en nosotros también será diferente.
No podemos confundir la fe firme con la creencia débil. ¿Crees que el universo tiene un creador?
Si nuestra creencia fundamental pudiera transformarse en una fe profunda, el choque emocional que -recordar a Allah Todopoderoso traería a nuestros corazones- literalmente nos haría estallar el pecho.
La fe es el medio más importante que conecta a los humanos con la energía metafísica. La vacilación cierra la puerta por la que la energía metafísica fluye hacia el universo físico. Tanto la oración vacilante como el esfuerzo sesgado son impotentes.
Tenemos un proceso gradual de comprensión que progresa desde el conocimiento, la comprensión, la opinión y la convicción hasta la creencia y la fe. En el momento en que la convicción irradia energía y entusiasmo, se transforma en una certeza absoluta. La energía de quien confía en sus creencias brilla con cada palabra que éste pronuncia.
Cuando una creencia se convierte en fe, se arraiga en nuestra genética y se apodera profundamente de nuestras vidas, dirigiendo todo nuestro comportamiento.
La transformación de la creencia en fe.
La cualidad humana se asocia con la certeza de la creencia. La energía se desarrolla mediante la concentración mental, el pensamiento y diversos ejercicios espirituales, poniéndose en disposición la voluntad humana. Éste poder se aprende para ejercerlo voluntariamente mediante un entrenamiento especializado, pero es un recurso misterioso que todos podemos poseer, con el permiso de Allah, si logramos un estado especial de fe.
En algunas circunstancias extraordinarias, no se requiere ningún esfuerzo especial para desarrollar éste poder, y una persona puede perder la consciencia racional y entrar en la consciencia de la fe. Por ejemplo, se ha presenciado el caso de una madre qué, creyendo que su hijo había sido atropellado por un coche, acudió al lugar gritando y volcó el coche ella sola.
La transformación de la fe en creencia es el resultado de cultivar con regularidad la base de la creencia. Ésta certeza se desarrolla de la misma manera que un conductor novato adquiere confianza al conducir. Desarrollar una habilidad en cualquier tarea también significa adquirir confianza en uno mismo, es una sensación de seguridad en ese aspecto.
Podemos hablar de tres etapas distintas que conducen de la creencia a la certeza: suponer, creer y estar seguro. Aprender sobre la naturaleza ardiente del fuego de otra persona es una suposición; sentir el terror de quienes arden en presencia del fuego es el nivel de creencia; y experimentar el fuego mismo es el nivel de fe o internalización. Las suposiciones cambian constantemente con nueva información, y las creencias pueden verse sacudidas por unas evidencias contundentes. Pero la fe es una creencia que se ha profundizado más allá de la conmoción y se ha aislado del cambio.
Una montaña de datos fluyen hacia nuestras mentes, nutriendo el proceso que va de la conjetura a la fe: nuestras experiencias, observaciones, diálogo interno y las sugerencias que recibimos funcionan como las raíces de la creencia, y los retoños de la creencia, nutridos por éstas raíces, crecen con el tiempo hasta convertirse en sicomoros. El contenido fluye hacia nuestros cerebros, fusionándose a cada segundo.
A medida que vivimos, nuestras creencias se vuelven más profundas y arraigadas, y a partir de los 20-25 años nuestra personalidad se osifica.
La conjetura es una semilla que lucha por echar raíces; la fe es un árbol que da fruto continuamente. Puedes cultivar la semilla de la derrota o la victoria con una sola conjetura. Estar seguro es la internalización de una conjetura en una vívida experiencia sensorial y su residencia está en el corazón.
Un estado de fe no puede destruirse con un ataque directo. Desafía la razón, el pensamiento y la lógica. Está en tu yugular; está en tu genética. A menos que pienses con cuidado, no puedes definirlo. Es incuestionable. Es como un río que fluye libremente por su lecho, gobierna tu vida como un fantasma a través de tu conciencia profunda. Cuanto más aumenta la fe y la confianza del creyente en Allah, más aumentará la ayuda y el apoyo de Allah.
El apoyo de Allah a su siervo.
Allah Todopoderoso ha hecho de la fe un canal de poder sobrenatural que protege y apoya a sus verdaderos creyentes con un poder conectado a su fe. Éste ámbito de poder es exclusivo de los verdaderos creyentes.
Cuando actúas con plena fe en Allah y en los principios y reglas que Él ha revelado, puedes actuar con absoluta confianza y sumisión a Él. Ésto, a su vez, te envuelve con un gran escudo espiritual de protección.
Nimrod quería arrojar vivo al fuego a Ibrahim, (P) quien lo había llamado a creer en Allah. Así, castigaría con el ejemplo a un rebelde e infundiría temor en su pueblo ante un levantamiento similar. Se encendió un fuego gigantesco, y Ibrahim (la paz sea con él) fue arrojado al fuego con una catapulta, con ojos temblando de miedo. Pero él era un profeta formado al superar con éxito las pruebas más difíciles e insoportables que Allah le había destinado. Pasaría ésta prueba con un éxito que nadie más podría. Era como si le preocupara que pronto se quemara vivo en las llamas en las que se precipitaba.
No dudó en absoluto. Su bendito cuerpo fue arrojado a las llamas.
El Dueño del Universo con las palabras: "Allah es suficiente para mí. ¡Qué excelente guardián es Él! Se refugió en el Uno. En respuesta a ésta confianza, el Dueño Todopoderoso hizo que el fuego se enfriara y le protegiera en cuestión de segundos. Porque Ibrahim, (la paz sea con él), sabía muy bien que el fuego pertenecía a Allah; si ardía, sería Allah quien lo quemaría, y si se salvaba, solo Allah lo salvaría. Si Allah, su exaltado amigo, lo quemaría o no, ¡solo él lo sabía! Si hubiera pensado que podría arder en el fuego a pesar de Allah, podría haber sido presa del miedo y habría sido consumido por completo. Pero a un creyente así no le habría importado la posibilidad de quemarse, y no le importó, y el fuego se extinguió y se enfrió a la luz de su gran fe.
El Creador Todopoderoso nos ha informado de Su protección, que abarca a Sus siervos que tienen fe absoluta en Su soberanía: «Nos corresponde ayudar a los creyentes». «Cuando hayas decidido sobre un asunto (mediante investigación y consulta), procede con determinación y confía en Allah. Allah ama a quienes confían en Él». «Confía en Allah. Allah es suficiente como Dispensador de Asuntos». «Todos recibirán la recompensa completa por sus esfuerzos, y nadie será tratado injustamente».
Allah es nuestro dueño, nuestro amigo, nuestro creador y el dador de nuestro aire, nuestro pan y nuestra agua. Por lo tanto, creeremos y confiaremos en nuestro Señor Todopoderoso, quien creó y gobierna el universo. Actuaremos con la certeza de que ninguna de nuestras oraciones y esfuerzos será en vano y que nuestra recompensa finalmente nos alcanzará.
Entonces, ¿vas a hacer algo al respecto? ¿Vas a emprender un viaje espiritual? Reforma tu fe. Deshazte de las distracciones que te impiden confiar en Allah. Recuerda que siempre estás en la presencia y el control de Allah, quien está más cerca de todos nosotros que nuestra vena yugular.
Investiga a fondo los pros y los contras de lo que estás a punto de hacer, entiende qué es lo correcto y luego toma tu decisión. Después, se trata de trabajar con fe, como un luchador que ataca al enemigo sin miedo. El destino tejerá su red y tus obstáculos serán derribados uno a uno.
(Corán 30:47; 3:159; 33:3; 3:161)
LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL.
Descubrirás que estás protegido y avanzando con un apoyo que va más allá de tus fuerzas.
La fe es el principal recurso al que podemos recurrir como reflejo de la inmensidad del Creador del universo. La humanidad está conectada con la eternidad porque pertenece a Allah. La fuente del poder limitado de la humanidad es el poder infinito del Creador Todopoderoso. En éste sentido, el poder de la humanidad es proporcional a su devoción, fe y confianza en la Fuente que la creó.
Por orden de Allah, Moisés, (P) reunió a los israelitas de noche y partió hacia el Mar Rojo. Confiaba en que Allah cumpliría su mandato de guiarlos a través del mar. Cuando finalmente llegaron a la orilla del Mar Rojo, el ejército perseguidor del faraón emergió del valle opuesto, y el pueblo, incluyendo a los niños, comenzó a clamar temiendo por sus vidas. El sereno Moisés, (P) por orden de Allah, golpeó el suelo con su vara y las aguas del mar se dividieron, abriendo un camino para que cruzaran.
Un verdadero y profundo poder de fe se puede desarrollar mediante la fe y la confianza en el Creador Todopoderoso. La fuente de todos los logros que abarcan tu identidad -vida, conocimiento, familia, moralidad, belleza, inteligencia y riqueza- es el Creador del universo. Cuanto más te ilumine el Poder Infinito, más te nutrirá la infinitud.
El trabajar con la convicción de que puedes lograrlo significa trabajar con total confianza y sumisión. La fuerza de un soldado está determinada por la fuerza del ejército que lo respalda. Nacemos, nos esforzamos y nos desarrollamos gracias al poder del Creador Todopoderoso. La oración y el esfuerzo son nuestros, pero la creación y el logro de resultados pertenecen a Allah. Con la comprensión de ésta verdad, en el camino hacia el éxito, no confiaremos en nuestro propio poder imaginario, sinó en el verdadero poder divino que nos creó.
Allah hace que cada creencia que adquirimos sea un canal de poder, y vivimos bajo el cautiverio o arrastre de nuestras creencias.
La fe es un canal de poder.
Administramos nuestras vidas con las verdades o supersticiones que hemos adquirido.. Avanzar con fe nos lleva a la fortaleza y al éxito, mientras que trabajar sin fe nos lleva a la debilidad y al fracaso. Pero, nos dejarán diciendo: «Hemos llegado». En éste mundo, quienes caen al mar abrazan a la serpiente.. y el mar no es como el mar del mundo.
Si nadie cuestiona una creencia que te han transmitido y ésta coincide con tu lógica, y no la criticas, se convierte en tu creencia. Desde el momento en que adoptas una creencia, ésta empieza a gobernar tu vida. Se profundiza gradualmente y yá no puedes cuestionarla en lo más mínimo.
Para evaluar éste efecto de la creencia, se dividió a unos estudiantes de una universidad estadounidense en dos grupos. A un grupo se le dijo que el fármaco estimulante que se les había administrado era un sedante. Al otro grupo se le dijo que el fármaco que se les había administrado era un estimulante. Tras la administración del fármaco, (que era el mismo), se determinaron los efectos resultantes mediante un cuestionario que dió por resultado: Los primeros se sentían muy relajados y tranquilos. Del otro grupo, unos creían que eran más fuertes y decididos, más productivos y más exitosos en el trabajo.
<La creencia es la fuente de la acción; y la ansiedad es la fuente de la detención.>
LA FE QUE APOYA NUESTRO ÉXITO.
La expansión del poder personal.
En un sermón del viernes se dijo: «Si caminas diciendo Bismillah (en el nombre de Allah), puedes cruzar el agua sin hundirte». Un aldeano que creía en éste dicho ahora cruzaba un río en lugar de usar el puente. «Yo tengo la lengua que lo dice, pero tú tienes el corazón que lo cree». El aldeano del ejemplo es bien intencionado, puro y profundamente fiel, sin haber aprendido astucia ni hipocresía. No tiene intenciones ocultas y está libre de arrogancia. En éstas circunstancias, creyó poder caminar sobre el agua antes de cruzar, y Allah no avergonzó su fe ingenua.
Tenemos una puerta de ayuda divina que nos ayuda a progresar con determinación en todos los aspectos de nuestra vida. Quienes alcanzan grandes cosas creyeron, y el Señor del Destino les facilitó el camino para alcanzar sus convicciones. Batieron sus alas para alcanzar el éxito, y Allah Todopoderoso los bendijo.
<Si puedes actuar con esfuerzo y dedicación, algún día podrás producir obras inolvidables.>
La vida no es un lugar para probar suerte, sinó un campo de esfuerzo y pruebas que avanza con razón y sabiduría. Hacer las cosas con vacilación significa hacerlas a tientas y superficialmente. ¿No siembras tu campo con la creencia de qué cosecharás? En lugar de abordar una tarea importante con vacilación, afrontemos una pequeña tarea con esperanza.
La esperanza es el único alimento del éxito.
Para entender el poder de la creencia, consideremos éstos dos ejemplos: a) Uno de los principales enemigos del éxito en los exámenes es el miedo a la pérdida, que surge al imaginar imágenes de pérdida. b) Si estuvieras seguro de que no puedes volar como un pájaro, no saltarías de un balcón.
<Alguien que no cree que puede hacer algo, no puede intentarlo, y aunque lo haga, no puede hacerlo porque su creencia negativa lo bloquea desde dentro.>
Nuestras creencias moldean nuestra fuerza de voluntad y nuestra capacidad para tomar decisiones informadas. De hecho, incluso las creencias más fuertes pueden influir (no solo en quien las posee), sinó también en quienes las rodean.
Si puedes emprender un camino con absoluta certeza, avanzarás por él con la mayor fuerza posible. La ayuda del Creador Todopoderoso abrirá tus caminos según tu fe. Sea cual sea el camino que te cueste seguir, Él te lo facilitará.
Cuando tu fe alcanza la intensidad de la creencia, las preocupaciones no pueden detenerte ni desmoralizarte. Si crees en tu camino, trabajarás incansablemente y avanzarás. Quienes trabajan diligentemente por sus metas han desarrollado la convicción clara, vibrante y poderosa de que recibirán la mejor recompensa por sus esfuerzos.
¿Gobernamos nuestras vidas bajo el mandato de una multitud de creencias? O mejor dicho, nuestras creencias gobiernan nuestras vidas. La base de nuestras creencias es el código genético que heredamos al nacer o las experiencias y recuerdos que lo han forjado a lo largo de los años.
La creencia te impulsa a hacerlo, la ansiedad te detiene. Si sugestionas a alguien haciéndole creer que no puede levantar el brazo, no podrá. La ansiedad busca consolidar la creencia a medida que se construye. El propósito de la ansiedad no es detener, debilitar ni detener nuestro progreso, sinó ayudarnos a reconocer y corregir cualquier error que podamos tener.
<Tomemos nuestras decisiones con nuestra mente y lógica y actuemos con el respaldo de nuestras creencias.>
<Todo éxito está precedido por la creencia en el éxito; el éxito se basa en ésta creencia.>
<Quienes triunfan primero creen, luego lo hacen; quienes fracasan primero lo hacen, luego intentan creer. Por eso, las creencias que elegimos iluminan nuestro camino.>
Toda conciencia que actúa con sinceridad y fe profunda recibe inspiración a lo largo del camino.
<Si trabajas con fe, puedes recibir información secreta del Dueño del Destino. Tomarás medidas inconscientemente que se convertirán en la inspiración que te traerá soluciones en los años venideros.>
La inspiración y la intuición son algunos de los canales a través de los cuales nuestras vidas reciben la ayuda divina del reino metafísico. Profundizar nuestra fe y confianza en Allah amplía nuestros canales de inspiración.
Cuanto más seguro, esperanzado y fiel seas, más acertadas serán tu intuición, tus predicciones y tus decisiones. El canal de la intuición no opera mediante la astucia, sinó mediante la pureza interior, con una mente pura e inocente.
<Incluso si la conciencia que se refugia en el Creador con la fe es arrojada al pozo silencioso de un desierto, la ayuda divina llega en su ayuda.> Así que confiemos en Allah: si creéis y perseveráis, aunque caigáis en el pozo silencioso de un lugar desierto, os será enviada la ayuda divna. Acordaos del rescate de José, (la paz sea con él), que fue arrojado a un pozo en el desierto por sus hermanos celosos cuando era niño.
A muchos, El Señor del Destino los inspira infundiendo en sus corazones la sensación de haber hecho algo bueno. A veces ni siquiera se dan cuenta de que los están dirigiendo para su ayuda. Nuestro Creador conoce nuestras creencias y necesidades, y puede ofrecernos apoyo incluso si no podemos expresar nuestras preocupaciones.
Allah también eleva la moral de Sus siervos creyentes con Sus Ángeles: "Los Ángeles a menudo descienden sobre aquellos que dicen: 'Nuestro Señor es Allah' y luego actúan correctamente, diciéndoles: '¡No temáis ni os aflijáis, sino regocijaos en el Paraíso que se os ha prometido!'.
(Corán: 41:30)
Assalamo Aleikum.