LAS SEÑALES INEQUÍVOCAS.
(Parte primera)
Señores de la comisión que les diga: Que de esa unidad, cual tanto encarecen y que tanto ha influido en algunos acuerdos, no existe, es ficticia, es aparente. Si por unidad entiende -la comision- la unidad exterior, la unidad del asfalto, (de forma qué), esa sí existe, porque todos sabemos que, de grado, los españoles hoy día podemos profesar cualquier otra religión, aparte del culto católico; pero, si por "unidad religiosa" -se entiende la unidad en la caridad, la unidad en la transparencia-, esa unidad sabe muy bien la comisión que no existe en su fuero; y ustedes saben, que no faltarán españoles que aspirarán a practicar la religión sin la contaminación de la incredulidad que tienen muchos partidarios en cualquier ambiente-; y la indiferencia, tiene muchísimos más; -es que el materialismo les gusta y los hace demasiado prepotentes- y hasta tienen tambien sus propios palmeros que se aplauden entre ellos, y no podemos dudar de ésto cuando los hemos visto infinidad de veces. Lo mismo que muchos imames nombrados a dedo, que se suben a los púlpitos con sus sermones extraídos de alguna página web de bandera oscura con dudosa procedencia, por sus múltiples carencias en semántica y la falta de los estudios adecuados, <la humilde omilética se está quejando de ese mismo mal>, y hay otras clases educativas, ¡¡qué son tan distantes!!, que no pasan del sencillo grado hogareño, también por nula preparación adecuada de los docentes sin nivel. ¿Cómo pueden, ser así, tan presuntuosos de estar preparando el futuro de los musulmanes?.. cuando dan por novedosos unos plagios de ciertos libros, (retirados de la circulación en la educación primaria de cierto instituto de Egipto), y que son más antiguos que las propias escrituras de las pirámides.. ¿Ésta es la época del retroceso al cromañón, la que nos están tratando de inculcar?.. Y hablo también de ciertos modelos de jurisconsultos de nuestros dias, que ofrecen una imagen viva de la triste y melancólica época por la que atravesamos.
Una vez dijo Stuart Mill sobre el utilitarismo: "No esperéis del hombre caridad; no esperéis abnegación, ni amor patrio, ni la moralidad, ni la práctica de ninguna virtud social. ¿Y cómo ha de practicar el hombre ninguna virtud, si ésta es escarnecida, y los que la profesan pasan por unos tontos y logiosos imbéciles, ó por unos bribones que tratan de engañar a los demás? No espereis más que inmoralidad, egoísmo é hipocresía, desde las clases más elevadas hasta las más ínfimas. Otra ora en los labios de la incredulidad y la impiedad del corazón. Más, los que veréis por la mañana rezando en público, como lo hacían los Fariseos, y costear lujosos adornos de oro para engalanar algo -que parte desde la austeridad del no arrastrar ni siquiera la tela por el suelo para evitar el derrochar-, de costearse todo tipo de funciones varias, para cargarlo en las arcas públicas, adquiriendo la ayuda de la subsistencia y la del huérfano, y al mismo tiempo cobrar por otras labores con la mano negra escondida.. eso tiene un nombre, y no es el de estar desvalido, ¿y todo para qué? Para malgastarlo en festines y no tener la decencia de salir a buscar un trabajo, -cuando hay tantos y tantos que de verdad necesitan esas ayudas para cubrir sus gastos de mínimos servicios-. ¿Eso es ser solidarios?.. ¿o son utilitaristas?
Aunque se cubren muchos de ellos con los otros, son todos en verdad cómplices de sus fechorías.. ¿Es ésto, señores, lo que deseamos? ¿Es así tal y -como pensamos- sobre la máscara de la hipocresía?, empeñados en sostener esa utilidad que tanto halaga a la comisión, y que tanto han invocado en éstos días; cuando saben, que no puede existir el materialismo en el dogma, en las creencias, y que de ser así, sería perpetuar la incredulidad, la hipocresía y el cinismo en nuestra comunidad. (Y se levantó muy alta la bandera de la moralidad para derribar un crepúsculo corrompido y corruptor, organizado por la hiprocresía y el cinismo." (Fin de la cita.)
[CONTINÚA EN PARTE SEGUNDA]>