PENSAMIENTOS REFLEXIVOS. ARGUMENTOS. SOBRE LAS SEÑALES INEQUÍVOCAS. (Parte segunda)
EL PORQUÉ DE LA CREACIÓN.
La Creación -o el universo y las infinitas formas que lo completan- es otro nombre de los Actos de Allah, y Sus Actos, son la manifestación de Sus Atributos. Habiendo comprendido ésto, si se nos pregunta, "¿Por qué creó Allah el mundo?", la respuesta es clara: para manifestar Sus Nombres y Atributos. La naturaleza misma de la Divinidad requiere algún tipo de actividad. Pues si decimos que Allah es "El Creador" ¿qué significado podría tener el término si no hubiera creación? Allah creó el mundo para exhibir Sus Atributos. De ahí que el Profeta, (s.a.w.s.) afirmara que Allah dijo: "Yo era un tesoro oculto, por esa razón quería ser conocido. Entonces creé el mundo para que Yo pudiera ser conocido." La meta de la creación es "hacer manifiesto" (ithar).
<Si la exposición de los significados fuera suficiente, la creación del mundo habría sido vana e inútil.>
<Si el amor por Allah fuera sólo pensamiento y significado, la forma del ayuno y de la oración no existirían.>
-Los regalos que los amantes intercambian son sólo formas en relación con el amor, de tal manera, que los regalos puedan dar testimonio del amor oculto en el interior. (MS I: 2624-27). [Rumi].
Allah dice, "Yo era un tesoro oculto, de modo que quería ser conocido".
-En otras palabras, "Yo creé todo el universo, y el objetivo en todo ello es manifestarme, a veces mediante la Benevolencia y/a veces mediante la Severidad." Allah no es el tipo de rey para el cual bastaría un solo heraldo. Aunque todos los átomos del universo fueran Sus heraldos, ellos serían incapaces de darle a conocer adecuadamente. De ahí que todas las criaturas hagan manifiesto a Allah, día y noche. Sin embargo, algunas de ellas lo saben y tienen conciencia de estar manifestándolo a Él, mientras que otras son inconscientes.
Cualquiera sea el caso, el hecho cierto es que Le manifiestan. Por ejemplo, un principe ordena que alguien sea castigado y golpeado, y esa persona grita y se lamenta. Sin embargo, tanto el que propina el castigo como el que lo recibe están haciendo manifiesta la orden del príncipe. (FS, 176-177 / 184-185).
<Allah no creció por el hecho de traer el universo a la existencia; Él no se transformó en algo que no hubiera sido antes.>
-Pero los efectos aumentaron cuando Él trajo las criaturas a la existencia: entre éstos dos incrementos hay diferencias.
El aumento de los efectos corresponden a Su manifestación de Sí Mismo, de manera que Sus Atributos y Sus Actos se vuelvan visibles. Pero el incremento de Su esencia sería una prueba de que ella es de origen temporal y que está sujeta a causas. (MS, IV: 1666-69).
<El universo fue creado con el propósito de hacer manifiesto, de modo que el Tesoro de Sabiduría no permaneciera oculto.>
-Él dijo: "Yo era un Tesoro Oculto." ¡Escucha! ¡No pierdas contacto con tú propia sustancia, hazte manifiesto! (MS, IV: 3028-29).
-Allah dice: "Nosotros somos los Reveladores del Misterio y Nuestro trabajo es precisamente ese: Traemos éstas cosas ocultas desde sus escondites.
Aunque el ladrón permanece en silencio, (negando), el magistrado lo fuerza a confesar.
Todas éstas tierras han robado Nuestras mercedes para que Nosotros las hagamos confesar mediante la aflicción. (MS, IV: 1014-16).
-Allah nos dice: "Así como quise manifestar Mi tesoro, también quise manifestar vuestra habilidad para reconocer ese Tesoro. Tal como quise exhibir la pureza y la Benevolencia de éste Océano, también quise exhibir las elevadas aspiraciones y el desarrollo mediante la Benevolencia de los peces y de todas las criaturas del Mar. Así ellos podrían observar su propia fidelidad y exhibir sus aspiraciones. ¿Es que cuentan los hombres con que se les va a dejar decir: creemos y no van a ser puestos a prueba?
(Sura 29 verso 2). Cientos de miles de serpientes dicen ser peces. Sus formas son las formas de los peces, pero sus significados son los de las serpientes." (MS, 29).
LA REALIDAD.
Anteriormente, (en otro artículo), hemos separado la objeción, considerando el Todo primero en Su unidad indivisa y después en Su Unidad Superior; bajo el primer punto de vista, el Todo, es puro y simplemente el Todo, indeterminado, sin distinción de partes; bajo el segundo punto, el Todo es determinado, el Todo, (como tal), es comparado a las partes como tales, y debe distinguirse allí. Así es como la luz se presenta ante todo el pensamiento como una cosa indivisa, como una propiedad indeterminada sin ninguna mezcla de rayos; pero después, que ha sido descompuesta por el prisma, es opuesta a su contenido y hacemos una diferencia entre la luz y los colores, entre el todo como tal y las partes como tales. Ésta diferencia resalta desde que se ha reconocido por el análisis la diversidad que hay encerrada en la Unidad. Recordamos que el concepto de la Unidad es anterior al de la variedad; en éstas condiciones, es la Unidad indivisa, en que nada aparece como distinto: así es como tenemos conciencia de la unidad de nuestra naturaleza, ántes de saber que somos espíritu y cuerpo. Pero la unidad no excluye a la variedad, y cuando contiene dos términos que se oponen entre sí, no se borra, no se absorbe, queda superior a ésta antítesis, la domina y se ejecuta la unión de las partes; en éstas condiciones, la Unidad Superior determinada, es la unidad cómo tal, que se separa de la variedad que se apercibe bajo ella; así es como decimos que el espíritu no es el hombre, que el cuerpo no es el hombre, que el hombre, (como tal), es superior al espíritu y al cuerpo, que es el ser en donde el espíritu y el cuerpo se unen. El espíritu y el cuerpo, son dos determinaciones equivalentes ó paralelas de la unidad de la naturaleza humana. Además no podemos decir: el espíritu es el hombre, porqué dejaríamos a entender que el hombre no es otra cosa que un espíritu; pero podemos decir: que el espíritu es el hombre en parte, es el hombre bajo una relación, es el hombre considerado en su actividad propia, voluntaria y libre. Si queremos convertir éste juicio, dirémos: que el hombre es además un espíritu, para no hacer creer que es solamente un espíritu ó que es un puro espíritu. Dirémos del mismo modo, que el cuerpo es el hombre en parte, que es el hombre considerado en su actividad contínua, encadenada y fatal, y convirtiendo, dirémos que el hombre es además un cuerpo. En todos éstos juicios particulares, hemos llevado cuidado de conservar la distinción entre el todo y las partes; el todo es el hombre, las partes son el espíritu y el cuerpo; y cómo la unidad del hombre no es destruida por la dualidad de nuestra existencia espiritual y física, podemos afirmar que el hombre, cómo tal, es superior a la antítesis del espíritu y del cuerpo.
La misma distinción se aplica a las relaciones de Allah con el mundo. Allah es a la vez la Unidad indivisa de la esencia y la Unidad Superior de la Esencia. Ésta distinción ha sido entrevista en los análisis metafísicos y teológicos, porqué corresponde exactamente a los dos puntos de vista de la inmanencia y de la trascendencia. La Unidad indivisa es la exención pura, es la realidad una y entera, es el todo sobre toda distinción entre los diversos órdenes de cosas: bajo éste respecto, Allah es completamente indeterminado; es el Ser, es Todo lo que es, es inmanente en todas las cosas. La Unidad Superior es la Esencia Una y entera, que como tal, se opone a los diversos géneros de realidades, es el Todo, que como tal, es superior a las partes; bajo éste aspecto, Allah es determinado, no en el Espíritu, no es la Naturaleza, no es el mundo, es el Ser Supremo, es Superior a todo lo que es particular, es trascendente al mundo.
El carácter de una doctrina vehicular está en conciliar éstos dos aspectos de la divinidad que no han cesado de combatirse en la historia: la inmanencia y la trascendencia, la indeterminación y la determinación, la unidad de la esencia y la variedad de las cosas.
El pensamiento más simple es el de la unidad; Allah es Todo, y Todo es Uno; el mundo es una emanación de la sustancia divina; el cielo y la tierra, el agua, el fuego, todo está lleno de energía divina. Ésto último es el pensamiento del panteismo oriental y del politeismo griego. El panteismo es una teoría simple; se resuelve por la primera intuición de las cosas, (por la primera impresión), y se dispensa sólo por el análisis... Pero, si todo es uno, entonces todo se confunde; los géneros, las especies, los indivíduos no son más que una ilusión del espíritu. El segundo pensamiento es el de la diversidad: Allah es espíritu, el mundo es materia; Allah es perfecto, el mundo es la nada; Allah es la tésis, el mundo es la antítesis; Allah es el Ser Supremo que ha hecho el mundo cuando ha querido, como ha querido y que lo conserva tanto como a Él le place. Aquí todo es preciso, todo es determinado; la noción de Allah sobre todo se separa con claridad de la de la universalidad de las cosas; los atributos ontológicos y morales de Allah se desenvuelven de una manera muy notable. Éste pensamiento, más ó ménos señalado, es la base de algunas doctrinas tradicionales: es levantado, pero incompleto. Si el mundo, en lugar de estar fundado en la esencia divina, no tiene a Allah más que por un accidente de la voluntad soberana, ¿dónde está la unidad de las cosas? ¿Dónde están las relaciones entre Allah y la Naturaleza? ¿Cómo puede Allah ser infinito y Absoluto, si el mundo no está en Él? Bajo éste punto de vista, esa idea-ciencia se hace imposible y contradictoria, y conviene así prohibirla y reemplazarla por la revelación. Desde entónces, viene el debate y la lucha en favor de la unidad absoluta o de la diversidad radical, que se establece entre la filosofía y la teología: la primera, defiende la causa de la inmanencia y el panteismo; la segunda, la de la trascendencia y la armonía divina. Felizmente el tercer pensamiento es posible.. el que armoniza las opiniones contrarias, el que acepta y reconoce su parte de verdad, y reconcilia la religión con la filosofía y los tiempos modernos con los tiempos antiguos. Éste pensamiento es el fundamento de una doctrina armónica, el sempeismo.
Allah es el Ser, la Realidad toda entera sin ninguna restriccion ni diferencia; el Todo. Bajo éste punto de vista, Allah es indeterminado, es todo sin ser nada en particular, está en todo y en todas partes, vive en todo lo que vive, piensa en todo lo que piensa, penetra y llena el mundo con su Presencia; es además el Espiritu y la Naturaleza, es.. según las palabras de Fanelon: todo lo que hay de real y de positivo en la esencia de todas las criaturas posibles. Hé aquí la doctrina de la inmanencia y de la unidad indivisa, donde Allah y el mundo hacen solamente uno: pero ésta doctrina no es toda la verdad. Cuando analizamos el mundo, descubrimos dos órdenes de cosas irreductibles, dos géneros de realidades opuestas entre sí, el Espíritu y la Naturaleza, que no tienen su causa la una en la otra, pero hallan su causa en Allah. En presencia de ésta oposición, la noción de Allah se determina. Puesto que Allah es lo único puro de la esencia, o la Esencia Una y entera, el Espíritu y la Naturaleza deben estar en Allah, bajo Allah, por Allah, como determinaciones de la Esencia divina. La variedad dimana de la unidad y se queda en la unidad; los dos elementos se conservan, se distinguen y se oponen entre sí. Desde entonces, se puede considerar la unidad como tal, la variedad como tal y compararlas la una con otra. ¿Éste es el momento de la Unidad Superior o de la trascendencia? Puesto que Allah es toda la Realidad, mientras que el Espíritu y la Naturaleza son nada más que géneros, Allah es Superior al Espíritu y/a la Naturaleza, no es lo uno, ni lo otro, no es la suma de los dos, es la Esencia Una é indivisible, la Esencia indeterminada que supera todas las determinaciones de la Esencia. Hé aquí la doctrina del Ser Supremo, (fuera y sobre el mundo), una doctrina tan esencial para la religión como para la ciencia, que la teología habia desenvuelto, pero que la había comprendido mal en todos los tiempos en que consideró a Allah como un Espíritu opuesto a la Naturaleza. La trascendencia entonces era la negación de la inmanencia y, recíprocamente, para nosotros las dos doctrinas se completan. Allah es todo junto inmanente y trascendente; es a la vez el Ser Uno y entero y el Ser Supremo. No son más que dos puntos de vista de la unidad, de la Esencia, considerada desde luego en sí misma, una abstracción hecha de toda diferencia y comparada después con los elementos que contiene. El Ser Supremo es una determinacion del Ser. Es verdad que el Ser es indeterminado; pero es yá una cualidad que le distingue de todo otro ser. Allah sólo es Allah, Todopoderoso Ser e indeterminado.. no es determinado por los límites de entre el Espíritu y la Naturaleza, que sí son determinados porqué son géneros, y los géneros tienen límites; Allah no es determinado, porqué Él es Todo, Él es la Esencia sin restricción.. y difiere del Espíritu y de la Naturaleza, es superior a todos los seres del mundo, y cómo tal, se le llama con el justo título el "Ser Supremo." El Ser es más que (ta'ala), el 'extenso Supremo' por encima del concepto.
Quién dice, "Dios o dios" está llevando al opuesto Su titulo de Ser Él.. pues es excluyente e implica una diversidad material, yá que puede estar refiriéndose a otros conceptos del paganismo inadecuado que subordina, (y por consiguiente), sucede la comparación entre el Superior y el inferior. La misma distinción que hacen en la moral, entre el bien uno y entero y el soberano bien; el bien uno y entero es el bien infinito y absoluto; el soberano bien es el bien que sobrepuja a todos los demás; y ambos están constituidos por la Esencia divina o por lo divino que se realiza en la vida; pero, de un lado, se trata pura y simplemente de lo divino, mientras que, del otro, lo divino como tal, es puesto en oposición con lo que es mundano. Decimos en el mismo sentido, que el Ser Supremo es el Ser, no es un atleta ni un ídolo de piedra. En el Islam, éstos conceptos están bien definidos. Quién dice, "el Dios o dios" está cometiendo un agravio comparando a los seres u objetos con Allah ta'ala. Es lo mismo que llamar ma-homa al Amado Profeta Muhammad, (la paz y las bendiciones sean con él), y no son solamente puntos de vista.. es totalmente diferente.
Comprendido lo que es la esencia del mundo; el Ser será considerado en su contenido, en tanto que Ser, (y como tal), es Superior al mundo. Y lo es, en la Unidad Superior de la Esencia. Los atributos del Ser Supremo no se alteran, pués, los Atributos Divinos, (como se creía en la antigüedad), no son contrarios ni están cómo géneros contrarios. El Espíritu y la Naturaleza sí son contrarios entre sí, pero nada puede ser contrario a Allah. Por lo tanto, la antítesis no existe entre Allah y el mundo, aunque está en los dos órdenes del mundo que están en la esencia divina. Allah no deja de estar unido al mundo, pero es distinto de él. Allah no pierde sus cualidades de Ser infinito y Absoluto, porque sea además el Ser Supremo. La distinción no suprime la unión, puesto que Allah no se separa del mundo, pero esa unión, no suprime la distincion, yá que el mundo no puede confundirse con Allah ta'ala..
Assalamo aleikum.
Continúa en parte tercera.