Assalamo aleikum.

.

viernes, 13 de septiembre de 2024

LA PIEDRA NEGRA.

LA PIEDRA NEGRA.
La Kaaba se encuentra ubicaba dentro de un recinto sagrado, o Hima, con el pozo Zamzam de agua rica en sales minerales; el mismo pozo que fue usado por Agar, la madre de Ismael, y fue descubierto después por los amalecitas cuando buscaban un camello perdido. Según la narración biografía de la vida del Profeta Muhammad, (s.a.w.s.) los amalecitas saciaron su sed en aquel pozo y luego señalaron el lugar para siempre: "Allí mismo fundaron la ciudad de La Meca, acogiendo a Ismael y/a su madre bajo su atento cuidado". 

Existen ciertas discrepancias en torno al antepasado bíblico de ésta tribu semita de los amalecitas.

Comúnmente suele señalarse a éstos como un pueblo semita, descendientes de Ibrahim por línea directa de su nieto Esaú, también conocido como (el rojo), por lo cual los amalecitas son una rama distinguida dentro del pueblo idóneo.

De aceptar que los amalecitas son descendientes de Esaú, éstos se encuentran ubicados dentro de la quinta generación de Ibrahim y en la tercera de Esaú. Por otro lado existe la mención de un pueblo "amalequita" en el libro de Génesis 14:7, habitando sobre el mismo lugar donde en el futuro se enfrentarían con los israelitas (Cades el Parám), mucho antes del nacimiento de Esaú y que puede señalar que el nombre del nieto de éste no fuera el epónimo de ésta tribu sinó una coincidencia. Si bien en la Biblia son varias veces en las que se refiere a los "amalequitas" (son en contraste) bastante pocos los nombres propios que se dan sobre las personas ligadas al clan de Amalec. Ni los anales egipcios ni los babilónicos mencionan a pueblo alguno que pueda identificarse con los amalequitas. La biblia es la única fuente que habla sobre ellos. Guía de la Biblia Antiguo Testamento. ASIMOV Isaac. Pag. 131 y Biblia, en Hebreo - Español. Versión castellana conforme a la tradición judía. Traducción:  Moisés Katnelson.Tel–Aviv: Editorial Sinaí.

Bien. Todo lo anterior, nos queda en un segundo plano frente a la importancia que desde siempre ha revestido el meteorito llamado Al Hajar Al-Aswad, la Piedra Negra. Que es la que está incrustada en un ángulo sur-oriental de la Kaaba, "el cubo", que, aparte de ser el santuario de la Meca, constituye el epicentro del islam y de su precepto de peregrinación (el hajj y la visita umrah). Un marco de plata, (que tiene la forma de un ojo), [es tambien evocador de una parte femenina], se encarga del alojamiento y protección de la Piedra Negra. El musulmán se detiene a besarla a lo largo de su circunvalación ritual (tawaf) el de las siete vueltas. Ese beso implica un signo de respeto, no de adoración, porqué la Piedra Negra no es ningún dios, ni puede serlo para un musulmán, yá que lo primero que se afirma en la profesión de fe (Shahada) es que no hay más dios que Allah y que Muhammad es el profeta de Allah, confirmando así el monoteísmo puro.

Aunque la Piedra Negra, (ahora), apenas mide treinta centímetros, constituye la parte más íntima y sagrada de la Kaaba, y por eso es también la menos conocida por los no musulmanes. Cuestión diversa es el tema de las muchas leyendas, empezando por la que dice que esa piedra, vendría del tiempo del paraíso terrenal, y que es en lo que se convirtió un ángel de la guarda que fracasó en vigilar a Adán y Eva. Al salir despedida del paraíso, la piedra cayó y se hizo pedazos, uno de los cuales es el que está sujeto por ese marco de plata.. Otra leyenda supone que se trataría de la piedra que el arcángel Gabriel entregó al hanifa Ibrahim (pyb). También se nombran otras dos piezas en otros países. 

El ejemplo, es que ha sobrevivido hasta el mundo moderno, con la especial reverencia concedida por los musulmanes a ésta piedra negra sagrada que hay en esa esquina del muro de la Kaaba en La Meca. Por que el profeta Muhammad (s.a.w.s) declaró que ésta piedra había caído del cielo a la tierra, donde fue dada por primera vez a Adán tras su expulsión del jardín del Edén para absorber sus pecados; y después, posteriormente, fue presentada por el ángel Gabriel al hanifa Ibrahim, (pyb); al final, se convirtió en la piedra angular de la Kaaba, el "corazón latente" del mundo islámico.

Los geólogos atribuyen a la piedra Negra un carácter meteorítico. Del mismo modo, los betilos -piedras sagradas- que algunas tribus preislámicas llevaban en sus vagabundeos por el desierto y que eran meteoritos encontrados, y se reconoce que existe una línea directa de transmisión cultural que conecta éstos betilos (a menudo situados en los altares portátiles) con la piedra Negra de la Kaaba y con las tablas de la ley y las piedras guardadas en el arca de la Alianza. Aunque de ser así, (y del arca nadie sabe dónde está), en menor medida podrían encontrar su contenido y poder hacer un estudio sobre aquellos trozos de piedras o esquirlas. Son tan sólo suposiciones.

La interpretación procedente de un texto aljamiado que se manifiesta dice:
"Y el alhige (1) a la Kaaba es peligroso para tu autoridad: Allah consiente en favor tuyo la relajacion de aquel precepto, y el Profeta verá gozoso desde su etéreo trono que para preservar a tus súbditos del contagio de los pérfidos sustituyes a la trabajosa peregrinación impuesta a los de Oriente la visita al santuario, a la casa cuadrada de Ibrahim y una suntuosa aljama, y la piedra negra de Gabriel (2) una copia del libro santo que le fué enviado del cielo en la mística noche del Al-Kadar (3). Ánimo pues, hijo, y acompañe el descanso de las espadas en la obra de la predicación; suceda al trafagoso de la guerra y al clamor de los combates y la agitacion pacifica de los ingenios; enmudezcan en buena hora los atalabales, pero óigase por doquiera el rumor de la gente consagrada al trabajo de la palanca, de la fragua, del cincel y del martillo: para el grandioso objeto a que eres llamado. Allah te permite tambien explorar y remover las secretas entrañas de los montes: haz abrir las canteras de la vecina sierra, haz amasar la tierra; yo te inspiraré la forma en que has de ordenar.

NOTAS:
(1) Asi llaman los árabes a la peregrinacion a la Kaaba de la Meca.

(2) Se Refiere la tradicion que cuando reconciliados Abraham y su hijo Ismael construían la Kaaba de la Meca, faltándoles los andamios para levantar las paredes, el arcángel Gabriel les trajo una larga piedra que se sostenia en el aire sin apoyo alguno, subiendo ó bajando a voluntad de los arquitectos. Ésta piedra era un jacinto blanco, más fue tocada despues por una mujer en estado impuro, y se volvió negra.  (Abul alfedor).  

(3) Tenia en la mano el Corán, libro guardado en el séptimo cielo en la mesa del Altisimo, y que al descender a la tierra había sido recogido por el arcángel. Lée aqui, dijo Gabriel a Muhammad.-No se leer, respondió el Quraisi. Entonces el ángel le asió del cabello y le derribó tres veces de cara contra el suelo: a la tercera yá Muhammad (s.a.w.s.) sabia leer interiormente, y oyó una voz celestial que repitió: Muhammad, tú eres el apóstol de Allah, ¡y yo soy Gabriel.. Quedó el Profeta abismado en su contemplacion y desapareció el arcángel. (Comentario de la edición de albufera).

¡Allah es grande!. No hay más dios que Allah y Muhammad es su Profeta. Venid a orar; venid a adorarle. ¡Allah es grande, Allah es único!.. entonan con acordadas voces, y me encomendaré a las auras de la propagación del sagrado llamamiento. Tú quizás no llegarás a ver la santa obra terminada, pero la verá tú amado en quien sobrevivirán todo esfuerzo y tus virtudes; y cuando Allah fuere servido para llamarte al Juicio, pondré en la balanza tus buenas obras, tu piadosa fundacion y por sus méritos pasarás el Sirat como un relámpago apenas visto y llegarás feliz y triunfante al jardin de los eternos placeres, donde te saldrán a recibir los setenta maleikas encargados por Allah de darte la posesion de sus ansiadas promesas.

Es sabido que las mezquitas no tienen campanas: los Almuedanos llaman a la
oracion a los fieles desde los terrados ó galerias de los alminares, y ésto se repite cinco veces cada dia. Las oraciones ó azalas son: la del alba; la del mediodia; la de la tarde; la del sol poniente; y la del anochecer.

Las campanas se empezaron a usar en las basilicas cristianas desde el siglo V aunque los primeros campanarios aislados no datan sinó desde el siglo VIII y IX. 
Pasarán las almas, dice el Corán, por un puente llamado el Sirat, más sutil que un cabello, mas cortante que el filo de una espada: los justos lo atravesarán con la rapidez del relámpago; los malos titubearán y caerán en el infierno abierto bajo sus piés.
El nombre de al-maleikas se conserva en los escritos de la mistica árabe-hispanos y en los aljamiados para designar a los ángeles encargados por Allah para recibir (a su entrada en el cielo) a las almas de los justos. Allí donde aparecerán con rozagantes vestiduras de seda y de brocado, perfumes de suavidad desconocida en la tierra, y por último una perpetua juventud. Hemos tenido ocasion de copiar en la real biblioteca de Paris un curioso escrito al jamiado señalado por el núm. 290, que prescribe cierta oracion de mucha virtud contra el maligno en la hora de la muerte, la manera de leerla y la colocacion que ha de dársele cuando uno muere.  Quien leyera ésta carta, que dice: Lo arrebató Allah del fuego, el cuando entrará en la fosa procurarle hade Allah setenta Almalaikas que le escusarán de su razón: y no será guerreado por Munkar o de Nakir en la fosa, ni será avergonzado cuando le demandarán la cuenta. Sea escrita ésta rogativa en papel ó en pergamino limpio, e sease puesta debajo de su cabeza en su fosa, e será dicho: Duerme como duerme el novio cuando se casa, que no hay sobre ti miedo ni tristeza: y no saldrá su ruh (su espíritu) de su cuerpo hasta que vea su lugar. En donde será vestido por setenta Almalaikas apercibidores con él, y vendrán con atabales y presentes, y lo albriciarán. En cuando salió el dia del juicio, saldrá con su carta en su mano derecha, y su cara como luna de catorce noches, y su claridad andará entre sus manos.  

Nota precedente.
La descripcion mistica de los siete cielos, cuyas maravillas fueron reveladas al Profeta en su viaje nocturno sobre el Burak, puede leerse también en la Exposicion de la fe musulmana de Mohammed Ben Pir Ali, traducida últimamente al francés por Garcin Tassy.

Assalamo Aleikum.