Assalamo aleikum.

.

sábado, 7 de septiembre de 2024

REVELACIONES. (Segunda parte)

REVELACIONES.
(Segunda parte)
Sobre el conocimiento, la sabiduría y la realización.
Hay importantes diferencias entre los términos conocimiento, sabiduría y realización. El "conocimiento" proviene del cerebro físico, así que es parte del mundo tridimensional. Como tal, puede ser fácilmente manipulado o distorsionado por nuestro ego. La "sabiduría", por otro lado, viene a medida que observamos los cambios que ocurren cuando aplicamos nuestro conocimiento. La "realización" sucede cuando nuestro conocimiento es lo suficientemente profundo para alcanzar en alguna medida a nuestra mente subconsciente o incluso a la mayor parte de su conocimiento (sobre un tema específico) avanzando a nuestra consciencia despierta, donde nosotros desarrollamos un repentino y profundo entendimiento, el momento de la chispa. Veamos más de cerca cada uno de ellos.
Conocimiento.
El conocimiento proviene de la información, cosas que hemos descubierto sobre todo lo que existe a nuestro alrededor. Por sí mismo, el conocimiento como información no produce ni nunca producirá nada más que un atisbo superficial de la verdadera naturaleza de nada. Ésto se debe a que todo conocimiento necesita de un contexto que le dé un significado. De otra forma, simplemente será información y podrá o no ser útil. Como un pequeño ejemplo: tomemos el número 1000. La mayoría de ustedes reconocerán de inmediato éste número porqué le habrán dado un contexto de cantidad o métrica, es el número de metros que hay en un kilómetro. El número por sí mismo no tiene significado sin ese contexto. Esa es la limitación inherente a la información y al conocimiento. Todo depende de algo más para que le demos un significado.

La sabiduría, (por otro lado), fusiona la información, el conocimiento y la acción. Lo que queremos decir con ésto es que la información lleva al conocimiento y el conocimiento crea una elección. Hacer una elección y continuar con esa elección es una acción. Ésta acción crea un resultado. Ese resultado tiene unas consecuencias. Por tanto, tener conocimiento y comprender las consecuencias de usar ese conocimiento es una sabiduría. Vemos ésto cuando observamos la ley universal de causa y efecto y cómo funciona en el mundo que está a nuestro alrededor.

Realización.
La realización viene detrás de la sabiduría. A medida que acumulamos más conocimiento y sabiduría, comenzamos a ver que cada cosa que nuestro conocimiento y sabiduría nos trasmiten parecen interconectadas con todo lo que hay a nuestro alrededor. Hemos aprendido que tenemos un profundo efecto en el mundo a nuestro alrededor, porque ahora sabemos que las consecuencias de todo lo que ponemos en movimiento también tienen consecuencias y esas capas de consecuencias fluyen como ondas en un estanque al que se ha arrojado una pequeña piedra. La realización se produce cuando somos capaces de saber y entender las profundas consecuencias de nuestras acciones. Ésto lleva a una claridad y/a un entendimiento más grandes que el conocimiento que portamos y que afectan al mundo. Frecuentemente experimentamos la realización como una sensación de conocimiento.

Sabiduría.
Hemos dicho muchas veces que debéis convertir el conocimiento en sabiduría o debéis llegar a la realización de que algo es verdadero y alcanzable. La realización es cuando algo se vuelve
claro como el cristal en vuestra mente y sabéis que es vuestra verdad, y entonces debéis poner esa verdad en acción. Conocimiento y sabiduría cubiertos de amor y compasión e intención con la acción enfocadas crean el poder que sostiene las llaves del almacén universal del potencial no manifiesto.. potencial que está esperando a que lo moldeéis y creéis cualquier cosa que podáis visualizar. 
Los tres conocimientos, sabiduría y realización- son importantes en nuestras vidas. A medida que crecemos espiritualmente, el tiempo que necesitamos para progresar del conocimiento a la sabiduría y/a la realización se acorta notablemente. Ésto efectivamente acelera nuestro crecimiento espiritual en la medida en que solventamos el puzzle que tenemos por completar.

Pasos para el crecimiento espiritual.
Paso: Comienzas a sentir un deseo de introspección y/a buscar la fuente de tus emociones y dolor. Comienzas a sanar tus heridas emocionales y/a confiar en el Ser Superior.
Después de tu descontento inicial, comienzas a entender que hay más para la Humanidad de lo que podemos ver en la superficie. También vemos que colectivamente hemos causado el dolor que experimentamos en nuestras vidas. Así es como aprendemos a tomar las responsabilidades. Nos damos cuenta de que cada uno de nosotros, solo, es el único que puede curar su dolor. Ésto es así porque hemos causado el dolor, en primer lugar, desde nuestras ilusiones. En éste punto, aún es difícil ver cómo podemos sanar nuestro dolor y alcanzar nuestro pleno potencial, cualquiera que éste sea. Sin embargo, si estamos listos, podemos avanzar al siguiente paso.

El proceso de iluminación o de apertura se inicia cuando te haces consciente de que estás fuera de lo mundanal y prima la armonía con el Ser Divino, (lo cual lleva a un deseo puro de hacer cambios en tú vida). Así, se enciende dentro de ti a medida que buscas la Verdad Superior, y comienza con el deseo de transmutar y liberarte de las transgresiones, que también incluye el proceso de perdonar a todos los demás igual que a ti mismo.

Paso: Comienzas a liberarte de las viejas emociones de sabotaje, reemplazándolas por las emociones empoderadas. Te conectas (nexo) y guías a otros aprendiendo a sentir una chispa Divina dentro de ti. El éxito consiste en sanar algunas de las heridas emocionales que te da la esperanza de que tendrás éxito con ese esfuerzo, <de que de alguna forma,> serás lo suficientemente fuerte como para completar esa tarea. Tú perspectiva se vuelve más positiva y el mundo se vuelve más positivo como resultado de ese esfuerzo purificador.

El mundo físico refleja al mundo espiritual. Así como los planetas de ésta vía láctea giran alrededor del Sol, la energía espiritual gira alrededor de un núcleo Fuente llamado Allah. La obra de la naturaleza refleja las características del Creador. Que las personas sean seres espirituales (en un mundo físico) no quiere decir que el mundo físico esté separado del mundo espiritual. El exterior refleja lo interior. La naturaleza (macrocosmos) ofrece muchas pistas para descubrir las características del Creador.

El cuerpo físico, a menudo es retratado como un vehículo pesado con severas limitaciones y desventajas, no tiene que constituir una barrera para la conexión de las personas con el espíritu. Los sentidos pueden crear la ilusión de que solamente el mundo exterior es real. El estado humano de la totalidad equilibra y conecta el espíritu con la materia. Las personas perciben el mundo exterior, tangible a través de los cinco sentidos cuando reciben las diferentes vibraciones de energía. En una época pasada, muchos creían que a menos que algo pudiera ser visto y medido, no era existente. Ahora bien, aunque algunos siguen limitando la realidad a la sola atención y los sentidos, la mayoría de las personas saben que una incomprensible extensión de energía está vibrando más allá de nuestros cinco sentidos. En el nivel sub-atómico, el cuerpo humano es parte de todo eso. El cuerpo físico, en lugar de actuar como una barrera para el espíritu, puede transmitirlo mediante la percepción consciente de la información energética a través del interior, o de lo que puede llamarse la intuición. Lean: Cuando quiero conectar con mi ser espiritual abro las puertas de proyección mediante los ejercicios espirituales. No necesito del movimiento para el cuerpo o del respirar de alguna forma específica. Los ejercicios conscientes yá proporcionan el auténtico medio para acceder al estado virtual. Una recitación vibrante invita al nexo. Despejar la mente nos ayuda al transporte hasta el reino espiritual. Aumentando esa energía, aumenta el estado energético interno y entonces comienzas a percibir. Lo que está sucediendo, es el proceso de la sintonización de nuestras propias frecuencias con las de nuestros basales internos. A veces captamos una intuición profunda para responder. En ese escaneo, nuestro consciente busca los signos que provienen de nuestro interior, nuestra voz interior tiene que pasar por alto el ego con sus agendas, juicios y límites. Entonces despejamos el camino hacia la comprensión y la conexión. El (ruh) espíritu nos conducirá a una parte más efectiva de lo que podría haber venido por medio de la habilidad o la experiencia. Pero los mensajes deben ser filtrados para determinar el mensaje real. De repente, te darás cuenta de la desconexión entre tú cabeza y la lógica con el corazón y sus sentimientos. Cuando ésto se señala, y los pensamientos conflictivos no interfieren, el sistema para la contemplación se pone en alerta. A través de la seguida aceptación de los sentimientos, (y no rechazarlos o frenar), es cómo se abren los canales al corazón para visualizar sus verdades. El ego no puede interferir en éstos ejercicios espirituales.. pues te harán fallar en los intentos para ver la claridad. 

Hay que construir la conexión espiritual, las personas suelen ignorar o despreciar el medio perceptivo. Los antiguos sabios reconocían el aliento espiritual correspondiente de la vida. Utilizaban la respiración y la vibración para abrir los canales de las Latifas (Lataif) y generar más energía aumentando la conciencia. Al respirar sosegadamente y de forma profunda hay que relajar los músculos, las personas pueden liberar el estrés y la resistencia para abrir el cuerpo a la energía espiritual. Una vez que el proceso está libre de juicios basados en la apariencia y otros criterios externos, podremos sintonizar. Tomar conciencia de tales ejercicios y comportamiento nos ayuda a la conexión espiritual y así ustedes pueden escuchar a su interior. 

Tenemos que ser cómo un espejo para ayudar a los demás.. para que observen lo que se está produciendo detrás de lo que se está expresando externamente. Actuaremos como testigos compasivos, sin especular sobre lo que podría ser, alentando a los demás para que busquen a su guía interior y lograr una mayor coherencia interior-exterior.
Debido a que lo exterior es un reflejo de lo interior, el cuerpo físico se ve afectado por lo que percibe. El cuerpo percibe miles de mensajes del mundo externo que lo bombardean en todo momento. No es posible considerar conscientemente toda la información entrante, por lo que el organismo tiene que elegir en qué enfocarse y qué tiene que filtrar. Las personas suelen filtrar inconscientemente influidas por el hábito. Con consciencia y práctica ellos podrán elegir qué percibir sin juicio. El cuerpo perceptivo afecta al cuerpo físico de manera positiva para lograr la congruencia y un estado de alta energía conectado con el espíritu. Percibir lo positivo y lo bueno de los mensajes entrantes tiene un efecto positivo para el cuerpo físico.

Lo mental, emocional y físico trabajan juntos para crear las experiencias humanas al nivel microcosmos. El espíritu participa en un macro nivel de interacción en el cual los cuerpos físico-emocional- mental se vuelven un todo. Los sanadores espirituales son conscientes de los niveles micro y macro, y ayudan a los otros a superar todos los niveles. Damos igual peso a los aspectos internos y externos de cada uno de los cuerpos. El conectar coherentemente en todas las direcciones crea la esfera espiritual. Si observamos algún desequilibrio, ayudaremos para equilibrar e integrar los niveles en una sola unidad. Si exploramos las emociones y las reacciones, podremos integrar la experiencia y guiar sin dejar algunas partes fuera. Llegar al estado de la consciencia proporciona la apertura y se aprovecha todo el conocimiento interno para poder eliminar los bloqueos que se han creado con las diferentes orientaciones hacia el exterior y la negación de los sentimientos. Hay que romper los muros que rodean al corazón.

La práctica de los ejercicios proporcionan un suelo fértil para que crezca el espíritu. Dicha práctica puede incluir la reflexión, meditación, la oración, la contemplación, el trabajo enfocado a las Lataif, y cualquier otra acción que genere una energía de alto nivel. La práctica emocional implica amar, actuar y hablar congruentemente con amor intencional. Las semillas que las personas plantan con amor dan frutos espirituales. La práctica mental (que os hemos señalado en el blog) hace crecer el espíritu a través de la elección de pensamientos, especialmente en tiempos dificiles, cambiando los pensamientos de negativos a positivos. Creando un poder personal. Con la apreciación de cómo son las cosas, las personas ganan equilibrio y perspectiva. Eliminar los patrones del pensamiento negativo ayuda a las personas a conectarse y crecer con espíritu. Las personas a menudo se embarcan en acciones bien intencionadas para mejorarse a sí mismas y al mundo. Sin amor por lo que están haciendo, tienden a perder toda la energía con sus esfuerzos. De la misma manera, sin la práctica personal de nutrir y renovar, a algunos les puede resultar dificil mantener el amor y la apreciación. El amor y el aprecio por la práctica espiritual genera energía y gana congruencia con el lenguaje y las acciones auténticas. Cuán importante es el (nexo) de la oración, que es el precepto más importante dentro del Islam.

Assalamo Aleikum.