¿QUÉ es la PAZ INTERIOR?
Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha buscado la serenidad, ese sentimiento misterioso que llena el alma de seguridad y el corazón de sosiego.
No es sólo una necesidad pasajera, es una parte esencial de nuestra naturaleza como seres humanos. Somos criaturas que llevamos dentro múltiples contradicciones; Buscamos la felicidad y tememos la tristeza. Nos esforzamos por alcanzar la perfección y reconocemos nuestras debilidades. Soñamos con una vida llena de logros y, sin embargo, anhelamos momentos de comodidad y tranquilidad.
Cuando observamos la historia de la humanidad, descubrimos que ésta búsqueda de tranquilidad no ha cambiado. Los medios y los métodos han cambiado, pero el objetivo sigue siendo el mismo: comprendernos a nosotros mismos, aceptar nuestras circunstancias y encontrar la paz en un mundo lleno de conflictos y desafíos. La naturaleza siempre busca la tranquilidad, y éste anhelo se evidencia en todo lo que hacemos, desde los más pequeños detalles de nuestra vida diaria hasta nuestros mayores logros. La humanidad lleva dentro de sí éste anhelo.
Pero, ¿por qué buscamos la paz? ¿Es simplemente una respuesta normal al estrés y la ansiedad? ¿O es una necesidad más profunda que está vinculada a la esencia de nuestra existencia? Para responder a ésta pregunta debemos considerar la naturaleza del hombre mismo. El ser humano no es sólo un cuerpo que se mueve por éste mundo, sinó una entidad compleja compuesta de mente, alma y cuerpo, y cada uno de estos aspectos necesita estar en armonía con los demás para lograr la tranquilidad. La mente necesita comprensión, el alma necesita fe y el cuerpo necesita descanso. La búsqueda comienza, pero cuando llega la paz, éstos equilibrios se alteran.
En el Islam, encontramos que el concepto de tranquilidad tiene sus raíces en sus enseñanzas. El Sagrado Corán y la Sunnah del Profeta (PyB) hablan de la tranquilidad como un estado que se puede alcanzar a través de la fe en Allah y las buenas obras. La oración, el recuerdo, la súplica y la contemplación no son simplemente actos de adoración, sinó más bien medios para alcanzar la tranquilidad espiritual. Cuando una persona se presenta ante Allah en oración, siente que es sabiduría, parte del orden y de la justicia. Se trata de un sistema más amplio que alberga en su interior momentos de conexión espiritual que aportan a la persona la serenidad que necesita para afrontar los retos de la vida.
También encontramos otros conceptos similares, pero presentados desde un ángulo totalmente diferente.. por ejemplo, el llamado a centrarse en el momento presente, a dejar de pensar en el pasado o tener preocupación por el futuro. En momentos de profunda contemplación, uno puede encontrar la paz interior. Al aprender éstos valiosos ejercicios espirituales, nos enseñan que la tranquilidad no es algo que busquemos externamente, sinó que es un estado interior que podemos descubrir si aprendemos a controlar nuestros pensamientos y sentimientos. Pero la serenidad no es sólo un concepto cultural o religioso, sinó una necesidad humana común. También es un estado en el que se requiere trabajo para alcanzarlo. No se puede encontrar la paz sin afrontar los desafíos de la vida. Los desafíos no son enemigos de la serenidad, son parte del camino. Al superar éstos desafíos, aprendemos muchas lecciones que nos hacen más fuertes y más en sintonía con nosotros mismos.
Pero, ¿es la serenidad el final del viaje? ¿O simplemente es una parada en el camino hacia una vida más profunda? Si reflexionamos sobre nuestras experiencias diarias, descubrimos que la serenidad va y viene. Podemos sentirlo por unos momentos, luego el estrés y la ansiedad toman el control. Ésto no significa que no logremos alcanzar la tranquilidad, sinó que estamos en el camino correcto.
<El camino de muchos no es fijo, y ese viaje es continuo, por lo que requiere de mucha paciencia y mayor perseverancia.>
La naturaleza humana está llena de contradicciones, y por eso la serenidad es aún más importante. Vivimos en un mundo lleno de desafíos y oportunidades, y cada desafío es una nueva oportunidad para descubrir más sobre nosotros mismos. Cuando afrontamos éstos desafíos con un espíritu lleno de fe y paciencia, nos acercamos más a alcanzar la tranquilidad. En última instancia, la serenidad no es algo que se nos da, sinó algo que es el resultado de un viaje de aprendizaje que andamos nosotros mismos para el crecimiento. Al explorar los conceptos de tranquilidad en el Islam, podemos encontrar muchas herramientas que nos ayuden a transformar éste viaje en una experiencia rica y fructífera. Continuemos ésta exploración juntos, aprendiendo cómo la serenidad puede ser más que un sueño, haciéndola una parte integral de nuestra vida diaria con los ejercicios espirituales precisos para ello. Por supuesto, son gratuitos.
Assalamo Aleikum.