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domingo, 19 de octubre de 2025

LAS REALIDADES NO NECESITAN LUPAS DE AUMENTO. Parte 2°

LAS REALIDADES NO NECESITAN LUPAS DE AUMENTO. 
Parte 2°
.. continuación:
La mente puede ser creativa al diseñar, fabricar, descubrir fuentes de riqueza y otras causas de felicidad material, pero carece de seguridad y estabilidad. Ésto ocurre cuando el pensamiento y la visión se ven perturbados, de modo que los medios se convierten en el fin, la ganancia material eclipsa todos los principios e ideales elevados, y el cuerpo y el estómago se hinchan a expensas del corazón y la conciencia. Cuando dominan el deseo de vivir y la codicia, el egoísmo se impone y el materialismo domina las almas y los corazones, las mentes se corrompen intelectualmente tanto como la corrupción causada por el alcohol y las drogas. De hecho, la corrupción intelectual puede ser más dañina y peligrosa para la humanidad. Tomamos como ejemplo los reactores nucleares diseminados y nos preguntamos sobre cuál es "su otro" propósito, el motivo principal de su construcción, las enormes sumas de dinero gastadas en ellos y los peligros que pueden estar acechando a la humanidad debido a su mal uso. Hay que controlar muy bien todo ese tema, pues cualquier fallo, será catastrófico para todos. 

¿Qué pensamos colectivamente como especie?
Las amenazas existenciales del colapso de los ecosistemas, el agotamiento de los recursos, la guerra nuclear, el cambio climático, el envenenamiento global, la hambruna, la superpoblación, la propagación de enfermedades pandémicas, la vigilancia global y las tecnologías incontrolables y sofisticadas que nos rodean pueden resolverse con el logro humano más significativo de los últimos miles de años: la integración e interconexión de mentes, valores, información y creencias, todo en un abrir y cerrar de ojos y en tiempo real, en todo el planeta.

Este es un desarrollo sin precedentes, no solo en la historia de la humanidad, sinó también entre todas las especies que han habitado la Tierra. Estamos creando un tipo de ser humano completamente diferente, sin tan siquiera darnos cuenta.

Durante el segundo trimestre del embarazo, ocurre algo extraordinario: las neuronas, los axones y las células gliales del cerebro fetal comienzan a conectarse, dando origen a la consciencia. La masa inanimada de células y microbios se convierte en un ser consciente, capaz de pensar, imaginar, recordar, sentir, soñar, usar la lógica y albergar creencias.

Hoy en día, los seres humanos nos comunicamos globalmente, en un abrir y cerrar de ojos, como las células de un cerebro embrionario. Estamos formando una mente global del tamaño de la Tierra, por así decirlo. Lo que un prehistoriador llamado de Chardin describió una vez como «la noosfera» -el reino del pensamiento o la inteligencia humana que rodea la Tierra- está tomando forma. Una comprensión superior, quizás una mente superior, está en desarrollo, capaz de interpretar y quizás resolver nuestros problemas a un nivel suprahumano al reunir a millones de mentes para trabajar simultáneamente en los asuntos, compartiendo libremente el conocimiento y generando una comprensión global más rápida y un acuerdo colectivo sobre qué hacer en el preciso momento de nuestra evolución social en que se considera que nuestros actuales gobiernos nacionales, empresas e instituciones no han logrado abordar los enormes desafíos a los que nos enfrentamos.

<A nuestro alrededor ha surgido una nueva forma de conexión humana y de autoconciencia que puede salvarnos de nosotros mismos.>

Hace miles de años, estábamos sentados alrededor de una fogata en la sabana, los primeros humanos aseguramos nuestra supervivencia formando una sociedad compleja capaz de identificar y superar las numerosas amenazas que nos rodeaban. Hace diez mil años, iniciamos el proceso de superar la amenaza del hambre mediante la agricultura, y ésta experiencia ha continuado y nos ha acompañado a lo largo de toda nuestra existencia, siendo la razón principal por la que somos quienes somos. Somos muy hábiles para identificar peligros y amenazas potenciales y para encontrar maneras colectivas de mitigarlos. Por eso construimos hospitales y escuelas, contamos con policías, soldados, bomberos e inspectores de alimentos; por eso purificamos nuestra agua, tratamos nuestros desechos, investigamos accidentes aéreos y obedecemos las señales del tráfico. Se podría decir, que evitar riesgos para sobrevivir, es nuestra mayor cualidad como especie humana.

La solución a los problemas de los recursos generados por nuestro sistema monetario reside en desmaterializar la riqueza mediante la construcción de una economía basada en los productos de la mente, no en bienes materiales. Ésto también puede lograrse empleando a personas en industrias creativas, en lugar de en campos obsoletos como la manufactura, la minería y la agricultura material, que a menudo se automatizarán. De ésta manera, el dinero no se utilizará para destruir bienes finitos de valor intrínseco, como el suelo, el agua, la biodiversidad y la atmósfera, como ocurre actualmente. El dinero, al ser inmaterial e ilimitado, puede utilizarse para crear productos y servicios igualmente inmateriales e ilimitados: los productos de la imaginación humana, que representan la verdadera riqueza de la sociedad del futuro.

La solución a la actual ola de extinciones y de la seguridad alimentaria reside en restaurar la vida silvestre en la mitad de nuestras áreas agrícolas actuales y desarrollar sistemas alimentarios limpios e intensivos en nuestras ciudades. Luego, debemos pagar a los agricultores y pueblos indígenas para que cuiden la vida silvestre, el carbono del suelo y la vegetación, el microciclo del agua, la diversidad genética y todos los demás servicios ecológicos de los que dependemos para nuestra supervivencia. Ellos deberían ser los guardianes de la Tierra, yá que son los más capacitados para hacerlo.

La solución tanto al cambio climático como al envenenamiento pandémico de todos los seres humanos y formas de vida en la Tierra es una sola. Podemos lograrlo eliminando el uso de petróleo, gas y carbón, y utilizando energías renovables y tecnología de algas para producir combustible, alimentos, fibras, productos químicos industriales, plásticos y medicamentos. Podemos limpiar el mundo entero juntos exigiendo productos seguros y saludables, y recompensando a las empresas y agricultores que los producen.

El obstáculo al que nos enfrentamos, es que pocos gobiernos en el mundo probablemente adoptarán un programa de éste tipo con entusiasmo, pues están inmersos en la materialidad de las cosas, en el barro del consumismo que destruye todos los recursos naturales hasta convertirlo todo en basura que tampoco saben reciclar. 

<La solución a la escasez de recursos es reciclar y saber reutilizar.>

Entonces, ¿cómo resolvemos éstos enormes desafíos?

En el año 2017, había 3.600 millones de usuarios de internet en la Tierra, y para la década del 2040, la mayoría de la gente estará conectada. (Hitek, 2013). Los jóvenes se conectan entre sí de maneras que trascienden las divisiones de raza, nacionalidad, etnia, creencias religiosas, idioma y prejuicios. Están aprendiendo que todos somos iguales y que compartimos muchas cosas, y que podemos "amarnos", ayudarnos, apoyarnos y depender unos de otros. También están aprendiendo lo mortales e inútiles que son los prejuicios, la ignorancia, los miedos y el odio que sus padres tienen hacia otros seres humanos. El antídoto contra la ignorancia, el miedo y el odio reside en el conocimiento, la comprensión y la familiaridad. A pesar de las deficiencias de internet, puede proporcionar todo ésto. La humanidad aún se encuentra en el segundo tercio de la formación de la mente universal, en la que la humanidad está interconectada y es capaz del pensamiento colectivo, intercambio de información y acción cooperativa decisiva. Los académicos suelen argumentar que las redes sociales están llenas de disparates, trivialidades, abusos y desinformación, y lo mismo ocurre con el cerebro humano promedio. La mayoría de nosotros, como individuos, nos abrimos camino en la vida separando lo sensato, lo útil y lo moral de lo absurdo, eligiendo lo noble y descartando lo vil, prefiriendo el altruismo al egoísmo, lo práctico a lo desafortunado. Si podemos hacer ésto en nuestras mentes, podemos hacerlo en una mente del tamaño de la Tierra, donde nuestros cerebros son sólo células individuales, interconectadas con miles de millones de otras células.

Nos encontramos en la cúspide de la era de la raza humana socializada. Es demasiado pronto para descartar tal desarrollo; algunos podrían verse tentados a hacerlo si desconocen el poder y la influencia de las redes sociales y la web. Ser algo escéptico, por supuesto, pero también esté abierto a todas las posibilidades.

<Soñemos juntos un sueño donde la humanidad comience a pensar como una especie entera.>

Para nosotros, criaturas acostumbradas a considerarnos individuos, la idea de formar parte de un organismo mayor puede parecer extraña, incluso amenazante. Sin embargo, los biólogos saben desde hace tiempo que los "individuos" somos en realidad agregados de células, ADN y microbios separados que se unen durante un tiempo para formar una persona, un animal o una planta. Existen los genes virales antiguos que se entrelazan con nuestros genomas (Wildshot 2016) y las colonias bacterianas de nuestro intestino, que nos mantienen sanos; así como con los diferentes tipos de células de nuestro cuerpo. Cada «individuo» es, en efecto, un ecosistema o una empresa biológica (Clark, 2012). Por lo tanto, no debería ser demasiado difícil considerarnos parte de un organismo mayor cuya supervivencia depende de la cooperación mutua y la sabiduría compartida.

Tal como están las cosas, aún estamos en la etapa inicial de aprender el arte del pensamiento compartido y desarrollar una lógica global capaz de comprender y resolver los desafíos comunes.

Si la mayoría de la humanidad pudiera llegar a un acuerdo colectivo sobre cualquiera de las principales amenazas existenciales que enfrentamos, sería realmente un hecho sin precedentes en la historia. Ningún gobierno, empresa, institución o sociedad podría ignorar un acuerdo colectivo de éste tipo. Sería más poderoso que los países o los gobiernos porque no tendrían poder sobre él.

La influencia de éste convenio colectivo superaría a la de las principales religiones o movimientos políticos, y sería económicamente más poderoso que las mayores corporaciones multinacionales.

Como yá lo demuestran cuestiones como la esclavitud industrial, el comercio justo y el consumismo ético (Organización Mundial de Comercio Justo, 2016), las opiniones y los valores de millones de consumidores preocupados pueden cambiar el comportamiento de una industria, los productos y servicios que produce, y las normas por las que opera. Pueden convertir prácticas poco éticas, sucias, crueles, insostenibles y dañinas en malas decisiones comerciales para quienes las practican. Ésto aprovechará las fuerzas del mercado de maneras sin precedentes para limpiar nuestro sistema energético, nuestro suministro de alimentos y nuestro planeta tóxico. También obligaría a las empresas a recompensar a sus ejecutivos según su desempeño de maneras consensuadas por un público más amplio, en lugar de agotar los recursos del planeta y de su propia empresa para obtener beneficios a corto plazo.

Las fuerzas del mercado lograrían ésto ejerciendo una fuerza de presión que muchos desprecian.

Los conservadores, incluyendo los académicos y estudiosos, han enfatizado sobre el poder de la moda. La moda no se trata solamente de ropa elegante y accesorios de moda; se trata de las ideas y valores expresados ​​en las elecciones de consumo, las vidas que elegimos vivir, las tecnologías que preferimos y las opiniones políticas que tenemos. Capta la atención de las masas porque sirve como una ola pionera de cambio, innovación, creatividad y nueva opinión pública. La moda puede representar cambios serios e importantes, así como frívolos y vulgares. Si tener menos hijos, buscar alimentos más limpios, productos más seguros y éticos, y rechazar los combustibles fósiles se convierten en tendencias globales entre los jóvenes, seguidas por miles de millones de personas involucradas en la construcción de un futuro más seguro, ésto cambiará la organización de la sociedad global y el funcionamiento de la economía, el consenso global y las señales que envía tanto a corporaciones como a gobiernos de todo el mundo. Un acuerdo colectivo de éste tipo tendría un mayor impacto en el destino humano que cualquier autoridad o emirato hasta la fecha. Éste discurso revitalizará el lado cooperativo, en lugar del competitivo, de nuestra naturaleza.

¿Podemos lograr ésto? La respuesta sencilla es qué, si no lo hacemos, probablemente menos de mil millones de personas vivirán en las ruinas de nuestro planeta, devastadas por la hambruna, las enfermedades y el cambio climático en pocos años.

"Pero cada cosa la registramos en un libro.
Así pues, gustad. Sólo habrá aumento en el castigo.
Los temerosos tendrán un lugar de triunfo: Jardines y viñedos..."
(Sura 78 [La Noticia] versos 29-32). Y Allah Todopoderoso sabe el proceso de todas las cosas. 

Assalamo Aleikum.