SOCIALIZACIÓN EDUCATIVA O APEGO PATERNALISTA.
(Sociales)
Estamos intentando, en la medida de lo posible, aclarar un extraño enigma que convirtió la vida de un encantador de Oriente en plataformas y plazas de ejercicios, donde las pautas se deciden mediante visiones e interpretaciones coránicas; sobre un asunto que ha abierto varios caminos para todos, menos para los que la libertad humana significa muy poco y se regocijan intentando quitarle los derechos que el Creador tiene sin limitaciones.
Quieren aumentar la felicidad de sus hijos.. pero lograrlo, requiere -al igual que todas las relaciones igualitarias a las que aspira el mundo moderno- un grado de gentileza, cortesía y respeto hacia los demás, cualidades que la violencia de la vida cotidiana no fomenta en absoluto. Examinemos primero la felicidad parental desde una perspectiva biológica y luego consideremos cómo se manifiesta en aquellos padres influenciados por el impulso que hemos identificado como fundamental para un mundo basado en la supuesta igualdad.
El placer que experimentan los padres se fundamenta en dos aspectos. El primero es la sensación de extensión física y, por ende, la prolongación de la vida tras la muerte del cuerpo. Ésto puede llegar a conducir a la inmortalidad del sexo con las próximas generaciones.
El segundo factor es la combinación del poder con el afecto. La nueva criatura no tiene quien la ayude, y el padre se ve impulsado a satisfacer sus deseos. Éste impulso no solo satisface la ternura del padre, sinó también su afán de control.
Mientras un niño necesite ayuda, el afecto que recibe es desinteresado, con el fin de proteger una parte vulnerable de nosotros mismos. Sin embargo, pronto surge un conflicto entre el deseo del padre de controlar y su anhelo de velar por el bienestar de su hijo. Si bien es natural que un padre tenga cierto control sobre su hijo, es preferible que el niño desarrolle óptimamente un espíritu de independencia en sus diversas formas, pero ésto entra en conflicto con el afán del control del padre. Algunos padres tal vez no reconozcan éste problema e incluso se vuelvan tiránicos, dejando a sus hijos sin más opción que rebelarse. Otros padres son conscientes del problema y se ven abrumados por emociones contradictorias, perdiendo así la alegría de la paternidad. Tras colmar a sus hijos de afecto y cuidados, se asombran al ver que sus hijos crecen y se convierten en algo distinto a lo que ellos imaginaban. Un padre podría desear que su hijo se convirtiera en soldado, solo para descubrir que es un pacifista, o en un doctor jurídico, para ver cómo se une con los carrilanos de las ordas negras y dejar los sueños de ser pacifista para llegar a ser un usurpador dilecto en las mentiras. Pero la dificultad no reside en éstos desenlaces, que pueden ocurrir mucho más tarde. Si alimentas a un niño que es capaz de alimentarse por sí mismo, estás priorizando el deseo de control sobre el bienestar del niño, a pesar de tu aparente reticencia por sobrecargarlo.
Si se logra ésto, la relación entre padre e hijo se basará en la armonía de principio a fin, y no generará ningún sentimiento de rebeldía por parte del hijo ni ansiedad por parte del padre. Sin embargo, ésto exige que el padre respete la personalidad de su hijo desde el primer instante, y no solo en los principios, yá sean morales o intelectuales, sinó desde un sentimiento profundo, una creencia casi sagrada, tan arraigada que resulta prácticamente imposible cultivar la posesividad. Éste enfoque no debe limitarse solo a los hijos; es esencial en las relaciones matrimoniales y de amistad. Lograrlo en las amistades es menos difícil.
Un padre tolerante disfruta de una mayor felicidad que uno autoritario, incluso en el apogeo de su control paternal. El amor templado con ternura, libre de las manchas de la violencia, ofrece un placer más profundo y un éxtasis superior a cualquier otra emoción que se pueda encontrar en la lucha por valerse por uno mismo en éste mundo tan complejo.
Si una madre tiene un talento especial para la crianza de los hijos y posee los conocimientos necesarios para supervisarlos adecuadamente, debería utilizar esas habilidades de la forma más amplia e incluso podría dedicarse profesionalmente a la supervisión.
.. Y se extendió la esencia hasta los horizontes, confinada por la llamada divina, sus ojos eran dos espigas verdes de maíz en el campo de luz, fundiéndose en las alas de los manantiales de la pureza, nuestras vidas, brillan sin ser los mártires del cielo.
Nuestros amados.. El invierno ha regresado, fertilizado por el otoño que ha pasado. Sus ojos, conmovidos por la mirada del maestro, no dejaron de ver los horizontes bajo una nueva luz, de ver los árboles abrazando las flores y las rosas.
Ver cómo se rompen las cadenas de los esclavos y desbordarse en un río de heroísmo que jamás perecerá, es lo que representa a quienes han encontrado el camino a la eternidad. El otoño ha pasado y la oscuridad se ha disipado, yá no hay hierro ni cadenas para el ser humano. 
Cuiden de sus hijos y más a los padres. Cuídense mucho. 
Assalamo Aleikum.
 
