LAS REALIDADES NO NECESITAN LUPAS DE AUMENTO. 
Parte 1°
Oh hombre inteligente, te he mencionado al principio de la materia, que son éstos elementos de nuestra tierra, incluyendo la potasa y el azufre, que se encuentran entre los elementos de las plantas, los animales y los humanos, y que son cosas ardientes e inflamables, al igual que el oxígeno también es inflamable y es uno de los componentes más importantes de esos nacimientos. Y lo que éstas almas vegetales y animales han tratado con éstas naturalezas, transformándolas en algo más perfecto. Entonces ésta alma humana es más perfecta, y ésta materia ha jugado con ella, devolviéndola a su moral. El alma a veces se perfecciona porque proviene de un mundo superior, y a veces se rebaja porque ha descendido a éste mundo turbulento y ardiente. Luego te mencioné la moral de las almas humanas en palabras de Al-Farabi, y que la ciudad virtuosa es el resultado de la perfección de éstas almas, como la perfección del sistema en el cuerpo humano. Dije que eso no explicaba la educación con claridad, y a continuación incluí palabras antiguas, aunque las resumí en otro lugar porque se mencionó la educación y quedó claro. En Sus palabras se encuentran los principios sobre los qué, si Allah quiere, se puede construir lo que sucedió en nuestra nación islámica. Y lo que encierra de maravilloso el conocimiento narrado, y el equipo de afkal de disposición del conocimiento, éste es el tipo humano, y cómo los primeros ancestros son similares.El alma carece de castidad y modestia, y cuando se desata en el campo del libertinaje, la injusticia y la tiranía, debido al control del alma lujuriosa sobre el alma racional, es muy similar al alma de un borracho o de un loco. Si el número de esas almas aumenta en la ciudad, todo está potencialmente en peligro. 
"Ellos no esperaban tener que rendir cuentas y negaron rotundamente la veracidad de Nuestros signos." (Sura 78 [La Noticia] versos 27-28).
Ya Allah, Tú eres quien creó ésta materia y quien la hizo ardiente y turbulenta, y quien creó nuestras almas y las fuerzas minerales, vegetales y animales, e hiciste que éstas almas dominaran en ésta tierra, y elegiste de entre éstas almas humanas a las más gentiles de ellas, y les ordenaste que pensaran a veces con su propio esfuerzo y a veces con inspiración, así a los sabios con diligencia y pensamiento y a los profetas con inspiración, y enviaste un conocimiento a los corazones de los sabios en diferentes tiempos, y eran similares en sus orígenes, y entre su remanente estaba el heredero del conocimiento superior.
Comprendemos, que a partir de nuestra observación de su mundo y de lo que los invisibles nos han contado sobre cosas invisibles, qué, si bien existen grandes problemas en el mundo, la humanidad cuenta con la suficiente libertad como para oponerse a la interferencia. Ésto contrasta con la situación en muchos otros mundos, donde la libertad individual nunca se estableció. Debido a que éstos mundos se enfrentan a otras fuerzas en su interior y a la realidad de la Comunidad Mayor, donde hay pocas posibilidades de establecer la libertad y la independencia.
Así qué, tienes una gran fortaleza en que la libertad humana es conocida y apreciada en tu mundo por muchos, si no quizás por todos. Sabes que tienes algo que perder. Y valoras lo que yá tienes, por muy establecido que esté. No quieres ser gobernado por potencias extrañas. Ni siquiera quieres ser gobernado con dureza por autoridades humanas. Así qué, ésto es un comienzo.
En segundo lugar, dado que su mundo cuenta con una rica tradición espiritual que ha fomentado el conocimiento espiritual en el individuo y promovido la cooperación y la comprensión entre los seres humanos, la realidad del conocimiento espiritual yá se ha despertado y establecido. Repetimos, que en otros mundos, el conocimiento espiritual aún no se ha establecido, pues no hay esperanza de éxito en establecerlo en el momento de emerger a la Comunidad Mayor. El conocimiento espiritual es lo suficientemente fuerte en las almas de suficientes personas aquí como para que puedan conocer la realidad de la vida en la Comunidad Mayor y comprender lo que está sucediendo en su entorno en éste momento. Por ésta razón, tenemos esperanza, porque confiamos en la sabiduría humana. Confiamos en que las personas puedan superar el egoísmo, la autopreocupación y la autoprotección para ver la vida con mayor profundidad y sentir con mayor responsabilidad en el servicio a los de su especie.
La conciencia de la singularidad significa nada menos que unidad, y la experiencia de una persona en el camino hacia la madurez y el autoconocimiento, es una experiencia que no se puede transmitir sólo con palabras; porque cada individuo debe superar ésto por su cuenta. Por eso, a pesar suyo, se crea una distancia tras el aislamiento. Pueden crecer espinas que acentúen dicho aislamiento. Y pueden tener la desgracia de vivir bajo un gobierno tiránico y una sociedad o una opinión pública extremadamente opresiva, dejándolo sin otro refugio que su propia soledad. La tiranía suele resentir al solitario, porque su pensamiento espiritual es el refugio en donde busca refugio, y al que los tiranos no pueden acceder. Sin embargo, no puede permanecer en su cueva interior, por temor a exponerse a los mayores peligros. Se ve obligado a aparecer entre la gente y a conectar con ella a través de los lazos que le imponen el nacimiento, la crianza, la educación, la casualidad y la intrusión de otros. Pero la gente sospecha que revela algo más de lo que oculta y pone en duda su soledad. Echan las redes de sus sospechas y malentendidos sobre sus movimientos y su quietud, y se preguntan cómo interpretar su comportamiento, yá que sólo busca la verdad y la honestidad. Entonces, las nubes de la depresión oscurecen su frente y la amargura se acrecienta en su interior, convirtiéndolo en un volcán que amenaza con entrar en erupción. Ser visible es una necesidad que le impone la vida, pero la odia tanto como la muerte. Por eso, de vez en cuando, sale de ésta soledad autoimpuesta con una expresión aterradora, con palabras y acciones que explotan, y quizás incluso lo pueden llegar a destruir.
¿Se predijo el conflicto que entraría con la época y la civilización? o ¿han expresado la propia experiencia del destino personal que llevará a la destrucción? 
Describa por favor el estado del ser humano que se refugia en la caverna de su interior. -Podríamos imaginar que todo eso se adelantó al psicoanálisis al describir a los tipos introvertidos o retraídos. Sin embargo, la realidad siempre busca algo más. La soledad y la introspección son dos características que se aplican a quienes poseen un yo único o a quienes poseen un espíritu libre, porque son un signo latente de la liberación que llegaron a alcanzar con su trabajo y sufrimiento, y sobre los peligros que los amenazaban después de que vieron más de lo que otros vieron y supieron más de lo que otros supieron.
Pero ¿cómo se realiza éste ser único? ¿En qué forma única de existencia se manifiesta? ¿Cuándo se liberará el hombre del cautiverio de la naturaleza y sus necesidades? ¿Cuáles son los pasos que pueden guiarlo en el camino hacia la verdadera identidad y cuáles son los obstáculos que se interponen entre él y ella?
El hombre no es un fenómeno biológico y no puede comprenderse mediante categorías naturales y vitales. Es cierto que se reproduce constantemente, pero lo importante es que ésta reproducción asciende y continúa el proceso de individualización y autorrealización, aunque sea en los raros momentos de su prolongada continuidad. La naturaleza sólo se preocupa por el hombre, y en su afán por alcanzarlo, afirma su necesidad de él para liberarla de la maldición de la animalidad. La existencia en su conjunto convierte al hombre en un espejo en el que mirarse y comprender que la vida yá no carece de sentido, y que se manifiesta en su imagen humana con todo su significado estético y metafísico.
Pero, ¿dónde termina lo animal y dónde empieza el hombre? Vivimos la mayor parte de nuestras vidas sin que nuestra visión se extienda más allá del horizonte animal. Mientras busquemos la vida como buscamos la felicidad, nos distinguimos de ella solo por el hecho de que buscamos conscientemente lo que ella busca a través de sus motivos ciegos. Seguimos siendo individuos y pueblos, zarandeados en el torbellino de la vida, y ella nos zarandea sin trascender la animalidad. Más bien, nosotros mismos seguimos siendo animales sufriendo sin sentido. Llegan momentos en los que nos damos cuenta de que toda la naturaleza, y nosotros con ella, anhela al hombre como algo que se eleva por encima de ella y de nosotros. Las nubes se disipan y una luz brillante desciende. Miramos a nuestro alrededor y detrás de nosotros, y las bestias depredadoras aún vagan por todas partes. Los movimientos de los humanos en la tierra desolada -la construcción de ciudades y naciones o su colapso y aplastamiento, la guerra y la aglomeración, la reunión y la dispersión, la conspiración y la cooperación, los gritos de angustia o las ovaciones de victoria- siguen siendo una continuación de la animalidad. Como si el hombre hubiera dado marcha atrás y negado su naturaleza metafísica, o como si la naturaleza, que lo anhelaba y había trabajado durante siglos para conseguir su aparición, hubiera temblado de terror ante él y hubiera preferido volver a sus motivos inconscientes.
De una vez por todas, llega el momento de la "gran experiencia", el conocimiento definitivo, el momento en que la naturaleza reconoce al hombre como su meta, y el hombre reconoce la necesidad de tener una identidad despierta y realizarse. En otros momentos únicos, se da cuenta de que todo lo que hacemos y dejamos atrás en nuestras vidas -todo nuestro afán de posición, ganancia y socialización, de hecho, todo nuestro afán por el conocimiento mismo- no son más que formas de evasión de nuestra misión original, miedo a encontrarnos con nuestro verdadero yo, una huida a cada instante de lo que cada instante de nuestra vida nos quiere susurrar, un escondite detrás de máscaras de burla diaria por temor a que uno de los cien ojos de la conciencia nos vea, y luego el terror de permanecer en nosotros mismos, por temor a flotar sobre la ola y despertar de la pesadilla. Así, el fenómeno del miedo es a encontrarnos con nosotros mismos y eso nos abruma, arrastrándonos de nuevo al estado inconsciente que caracteriza la motivación animal. Entonces, de repente, una espina perturba nuestro sueño, alertándonos sobre la necesidad de elevarnos por encima de nosotros mismos, hacia nuestra verdadera autorrealización.
¿Podemos ascender por nosotros mismos o hay alguien que nos ayuda a elevarnos y ascender? 
La inspiración intuitiva es un tipo de conocimiento místico cuyos secretos y rituales se mencionan a menudo desde la procesión de los antiguos, que celebraban con el éxtasis de la contemplación la creación regenerativa. Ésto, nos está invitando o sugiere, la necesidad de ingresar en las escuelas de formación espiritual para llegar al Destete de todo lo material y poder conocer el potencial espiritual que está latente en nosotros. ¿Sin duda? Lo importante es que ese llamado es por la necesidad de asumir nuestra propia existencia y superar las olas cotidianas del ego que nos ahogan mañana y noche. También nos está alertando sobre quienes pueden llevarnos al fanatismo.. y lo que agrava el problema es qué, cuando un fanático busca imponerse destruyendo a otros, no está imponiendo sus propias opiniones o posturas a expensas de ellos. Más bien, está imponiendo la opinión del grupo al que pertenece tras haberse unido a él. El fanático borra su personalidad e individualidad, y disuelve su mente y conciencia en su grupo, de modo que solo se percibe como parte de él. Si se hubiera impuesto como un individuo con su propia personalidad distintiva, no se le habría considerado fanático. Con cuánta frecuencia los fanáticos han asesinado a desconocidos simplemente por adoptar una ideología o pertenecer a un grupo diferente al suyo. La expresión «matar por identidad» es la más precisa para describir ésta situación. Todo fanático por la identidad de su grupo mata a otro, en cuerpo o mente, por su afiliación a la identidad de otro grupo. De ello se deduce que el fanático no reflexiona sobre su fanatismo, sinó que simplemente lo acepta tal como es. El fanatismo niega el libre pensamiento y la capacidad de cuestionar y criticar, y fomenta los valores de sumisión, obediencia e integración, valores que pueden aplicarse en cualquier ámbito que no sea el del pensamiento.
¿Y sobre el pensamiento científico? Ésto nos lleva a otra característica del fanatismo: no es una postura que se elige, sinó una postura en la que uno se encuentra. En otras palabras, el fanatismo se le impone a la persona; es como una atmósfera sofocante que solo podemos respirar. Por lo tanto, el fanatismo mata a otros a través de esa aplicación, o es asesinado por dicha aplicación. El fanático es simplemente un instrumento que el fanatismo utiliza para lograr su siniestro objetivo. Cuando alguien cae en sus garras, se convierten en nada y no buscan nada más que responder a su llamado.
Maestro, al hilo de ésto.. ¿por qué la intolerancia está tan extendida y sigue presente incluso en el siglo XXI? La respuesta es que la intolerancia genera en algunas personas la necesidad de una opinión que les proteja y les dé cobijo. Es parecido al fanatismo, que satisface la necesidad de algunas personas de tener una opinión que las proteja, y bajo su sombra se protegen de la molestia de preocuparse por pensar, analizar situaciones y tomar decisiones. De hecho, la protección es recíproca. Aquella opinión que nos apasiona nos protege porque nos brinda calma y estabilidad psicológica. Al mismo tiempo, el fanatismo encuentra a quienes atacan violentamente a sus oponentes y buscan eliminarlos. Por lo tanto, cada fanatismo y su creencia protegen al otro, y es una protección como el alcohol o las drogas, yá que se centra principalmente en anestesiar e invalidar el pensamiento.
Quizás, el mayor peligro que el fanatismo representa para la ciencia, es que convierte una sola verdad en subjetiva, múltiple e incluso contradictoria. Cada fanático cree en su propia versión de la verdad y afirma que los demás están equivocados. La humanidad ha vivido mucho más tiempo a la sombra del fanatismo -sobre verdades subjetivas- que a la sombra -de las verdades objetivas-, que se debaten con argumentos y pruebas. Además, el número de personas en nuestro mundo contemporáneo que se convencen de sus opiniones y posturas fanáticas sin crítica ni análisis supera con creces a quienes aceptan las opiniones solo después de haberlas contrastado con la razón. Por lo tanto, la larga batalla continúa para establecer el principio de la tolerancia en el pensamiento y la creencia. El fanatismo aún acecha en el alma de las personas, incluso en entornos donde parece haber sido desarraigado. Cualquier agitación nacional o social violenta basta para despertarlo de su letargo y renovar su poder abrumador. Quizás, lo ocurrido durante la época nazi, sea el mejor ejemplo de ello. Decenas de millones de alemanes civilizados se convirtieron en juguetes en manos de la mentira de la superioridad racial alemana. No se recuperaron de ésta ilusión hasta que le costaron al mundo más de veinte millones de vidas. Todavía hay alemanes y otros que son prisioneros de ésta mentira hasta el día de hoy.
El fanatismo es un obstáculo multifacético que destruye por completo todas las posibilidades del pensamiento científico si se le da la oportunidad de difundirse y dominar, yá que reúne en sí mismo todos los obstáculos al pensamiento científico que se puedan presentar.
El fanatismo implica:
-Sumisión total y completa a la autoridad del principio al que se han adherido.
-Pensamiento nulo: el sujeto del fanatismo se convierte en una nulidad, su carácter desaparece y es sustituido por un sello falso, gelatinoso y fabricado.
-El fanatismo cuestiona la capacidad del pensamiento racional y fomenta el pensamiento irracional porque es su único apoyo.
Por puesto, en resumen, el fanatismo es un obstáculo complejo para el pensamiento científico. Por lo tanto, la batalla que éste pensamiento debe librar contra él debe ser decisiva, yá que la mente humana no encontrará un punto medio entre los dos extremos: el pensamiento científico y el fanatismo. Uno debe ser eliminado para que el otro sobreviva.
¿Qué me puede decir sobre los medios engañosos?
Los medios de comunicación son la transmisión o difusión de información. Se diferencian de la educación en que ésta última adopta una forma sistemática y se dirige a los jóvenes, a quienes la sociedad prepara para afrontar la vida y les inculca sus valores morales y conocimientos científicos. La distinción entre medios de comunicación y la educación se ha intensificado con la aparición de medios de comunicación independientes de los sistemas educativos y sus aparatos.
Durante miles de años, la transmisión oral directa de persona a persona fue el único medio de comunicación, yá fuera a través de conversaciones en el mercado, la oratoria en lugares de culto o plazas públicas, o la recitación para la audiencia con fines de orientación. Éste tipo de medios directos cumplía una doble función en la antigüedad, cuando prevalecía el preservar la razón en la protección del consumidor. El verdadero bienestar del público consumidor depende del pensamiento sano y de la salud mental para distinguir entre lo beneficioso y lo dañino, lo bueno y lo malo, lo justo y lo corrupto en todo lo que uno hace y deja de hacer.
La mente no es un órgano específico del cuerpo humano, sinó la facultad pensante que reside en él, la luz espiritual mediante la cual el alma percibe las ciencias necesarias y teóricas, y el instinto que prepara al hombre para comprender el discurso, de modo que su avance y retroceso se ajusten a lo que exige la consideración de las consecuencias, no al imperio del deseo inmediato. Cualquier ataque a ésta facultad pensante tiene un efecto que repercute en toda la comunidad, en la cual, igual en grado y en extensión a esa agresión, se desbaratan los medios y se confunden los fines. La realidad demuestra que el consumidor de cualquier sociedad se ve influenciado por la competencia mental y las capacidades intelectuales de sus miembros.
Éstas capacidades contribuyen al descubrimiento de recursos de riqueza, la prosperidad de la industria y la agricultura, la abundancia de medios y fábricas, y el avance de las máquinas que ahorran tiempo y esfuerzo y aumentan la producción para satisfacer las necesidades reales del público consumidor. Éstas capacidades, junto con la creencia correcta, son responsables del logro del verdadero bienestar, que se refleja en la solidez de los objetivos y metas, y en el bien, cuando utilizamos medios y herramientas, amando la justicia y la igualdad, evitando el egoísmo y la esclavitud del dinero.
<La realidad también demuestra que una mente desordenada puede destruir en un instante lo que se ha construido durante años, e incluso puede destruir una nación y acabar con una civilización que generaciones han trabajado para construir.>
CONTINÚA EN PARTE 2°
 
