LOS MALOS HÁBITOS y OTROS VICIOS PASANTES.
(Jurisprudencia)
Es particularmente perjudicial para los empleados que trabajan en entornos con niños y jóvenes exhibir malos hábitos como fumar delante de ellos, beber, apostar y comportamientos similares a plena vista. Desde una perspectiva personal, los malos hábitos afectan al individuo. Sin embargo, cuando éstos hábitos trascienden al individuo y se extienden a los espacios públicos o sociales, suponen un riesgo. Dado que el consumo de alcohol y cigarrillos, en particular, son comportamientos que se originan por una imitación, los agentes y el personal encargado de hacer cumplir la ley deben ser muy meticulosos en su comportamiento. (Aydin, 2001: 67). El personal encargado de garantizar la seguridad pública y el orden público también debe dar ejemplo a la sociedad. El personal encargado de hacer cumplir la ley, especialmente cuando viste el uniforme, no debe exhibir malos hábitos como beber, fumar y apostar a plena vista del público. Si bien éstos malos comportamientos son personales, si se realizan públicamente, estarán dañando la imagen de la institución en cuestión. El público observa de cerca todas las acciones y el comportamiento del personal encargado de hacer cumplir la ley y espera de él un comportamiento ejemplar. (Ethics, 2001: 44-45). En el desempeño de sus funciones, los agentes del orden público deben recordar que tienen unas responsabilidades consigo mismos, con sus colegas y con el público en general respecto a los malos hábitos, y que hábitos como el tabaco, el alcohol, etc., no serán tolerados por el público. Los agentes del orden público deben fomentar un estilo de vida saludable y activo, evitando los malos hábitos.
Desde la perspectiva de la ley islámica, los malos hábitos se consideran desde dos perspectivas: las formas de ganar dinero y las formas de entretenimiento. En primer lugar, los medios de ganar dinero que la ley islámica acepta y protege son legítimos. Sin embargo, la legitimidad de ganar dinero solo es posible si se obtiene por medios lícitos. La ley islámica declara la extorsión, el robo, el fraude, el soborno, el engaño y el interés, que otros sistemas legales consideran teóricamente ilegítimos. El Corán afirma que tales actos merecen castigo tanto mundano como extramundano. Por lo tanto, la primera característica de la propiedad legítima en la ley islámica es que es halal, es decir, que se ajusta a los principios morales y legales extramundanos establecidos por el Corán y la Sunnah.
Adquirir riqueza mediante el comercio está permitido; adquirirla mediante medios ilícitos como el interés, el soborno, la mentira, el engaño, la estafa y el robo está totalmente prohibido. El interés y el comercio no son lo mismo. Adquirir riqueza mediante el soborno a funcionarios y jueces, el robo y la extorsión está prohibido. Está prohibido consumir injustamente los bienes de los huérfanos. La adquisición de bienes por medios prohibidos por el Corán es ilegal y está prohibida por la religión Islámica.
Los malos hábitos alimenticios generalmente se relacionan con el consumo de sustancias nocivas como cigarrillos, alcohol y drogas. Los objetivos fundamentales de la ley islámica se enumeran bajo el encabezado de necesidad. Se ha establecido que hay cinco principios fundamentales, naturales y necesarios: Hifz-ı din (protección de la religión), Hifz-ı aql (protección de la mente), Hifz-ı nesl (protección del linaje), Hifz-ı mal (protección de la propiedad) y Hifz-ı nafs (protección de uno mismo/individuo). La ley islámica ha establecido varios principios para proteger éstos cinco elementos fundamentales. El adulterio está prohibido para proteger el linaje; los narcóticos, intoxicantes y las sustancias adictivas están prohibidos para proteger la mente. En resumen, la ley islámica generalmente prohíbe cualquier cosa que ponga en peligro la salud e integridad de una persona.
En el versículo: «Gastad en el camino de Allah y no os arruinéis con vuestras propias manos. Y haced lo que hacéis con rectitud; Allah ama a los que hacen el bien» (Sura 2 [Al-Baqarah], verso 194), se ordena a las personas evitar las cosas peligrosas. Según éste versículo, es necesario evitar hábitos nocivos como el juego y las apuestas, que ponen en peligro el futuro de la propiedad, y las sustancias nocivas como el alcohol y las drogas, que ponen en peligro la salud. De hecho, en otro versículo, Allah Todopoderoso ha prohibido estrictamente hábitos dañinos como la adivinación. Según el versículo: "¡Oh, creyentes! El vino, los juegos de azar, los ídolos y las flechas de la adivinación son inmundicia de Satanás. Apártense de ellos para que tengan éxito" (Sura 5 [Al-Maidah] verso 92), beber alcohol, los juegos de azar, la adivinación y que otros la adivinen son haram.
<Considerando el daño que causan éstos vicios tanto al individuo como a quienes lo rodean, así como también al medio ambiente, y la alta probabilidad de que ésto pueda conducir al desperdicio y a la violación de derechos, debería, todo vicio insalubre ser considerado "repugnante, similar al haram" por la religión. Sin embargo, si el daño físico que causa es científica y médicamente claro y cierto, si causa un desperdicio flagrante y afecta a las obligaciones alimenticias de una persona, lo que conlleva a una reducción en el apoyo a familiares y dependientes, y si la obliga a sacrificar incluso gastos esenciales y necesidades básicas, entonces pueden ser considerados "haram" por la religión. Hábitos como la cachimba y el rapé también pueden considerarse dentro de éste marco nocivo -cuando un profesional de la salud- lo pueda verificar y realice el dictamen de la gravedad de continuar con tal vicio por riesgo evidente para la salud de esa persona que se está matando con ello.>
La Intimidación psicológica. (Mobbing)
Según su significado en el diccionario, el acoso se define como "intimidar; disuadir, ahuyentar; cansar, aburrir". El acoso psicológico es la presión sistemática y prolongada que una persona o grupo con poder ejerce sobre otros a través de medios psicológicos. Se realiza intencionalmente para excluir a la persona de la vida laboral. Comienza cuando la persona se convierte en el blanco de un comportamiento irrespetuoso y dañino. Al crear un entorno agresivo (que busca minar la reputación social de la otra persona) mediante insinuaciones y burlas, se obliga a la persona a abandonar el trabajo. Éstos ataques emocionales pueden ocurrir entre personas del mismo nivel, así como entre subordinados y superiores.. (citado en Aydin, 2011). Según la ley islámica, el acoso psicológico es una mala conducta que viola los derechos humanos. Para la víctima, el acoso psicológico significa crueldad, violencia y opresión. El Islam prohíbe toda forma de opresión, acoso, violencia e injusticia, yá sea material o espiritual. El Hadiz «Cuidado con la opresión. Porque la opresión será oscuridad en el Día del Juicio» (Bujari, Tirmidhi, Birr) prohíbe toda forma de opresión, tanto material como espiritual.
El acoso psicológico, en todas sus formas, constituye una violación de los derechos humanos. Violar los derechos de otros está prohibido por la ley islámica. El profeta Muhammad, (la paz sea con él) afirmó en un Hadiz que las oraciones de los oprimidos deben evitarse porque no hay barrera entre ellos y Allah. (Bujari). El acoso psicológico es una conducta poco ética que puede provenir de las manos o la lengua de otros. Considerando el Hadiz: «Un musulmán es aquel de cuyas manos y lengua otros musulmanes están a salvo» (Bujari, Muslim, Abu Dawud, Tirmidhi, Qiyamah, Imán), se puede concluir que el acoso psicológico no sería cometido por una persona o agente de la ley sensible y respetuoso con los valores religiosos.
El Profeta Muhammad, (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo que oprimir a otros en ésta vida terrenal conduciría a la ruina en el Más Allá. Abu Hurairah (que Allah esté complacido con él), uno de los compañeros principales, narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) un día preguntó: "¿Saben quién está en bancarrota?". Los compañeros (presentes) respondieron: "Entre nosotros, hay una persona en bancarrota que no tiene dinero ni riquezas". Continuó diciendo: «El arruinado de mi Ummah es quien llega el Día del Juicio con la recompensa de la oración, el ayuno y el zakat (y con ésto escrito en su libro de obras) por haber maldecido a ésta persona, haberla calumniado por adulterio, haber consumido sus bienes, haber derramado su sangre y haberla golpeado. La recompensa por sus buenas obras será para ésta y para aquella. Si la recompensa por sus actos de adoración y buenas obras se agota antes de que se pague la deuda, los pecados de los acreedores le serán quitados y cargados sobre él. Entonces (junto con sus pecados) será arrojado al Infierno». (Muslim, Birr, Ahmad b. Hanbal).
Según éste Hadiz, toda forma de injusticia conduce a la ruina en el más allá. Es evidente que el acoso psicológico es un medio de injusticia y violencia, y es uno de esos actos. Las fuerzas del orden responsables de garantizar el orden público y la seguridad deben evitar especialmente éste tipo de comportamiento. Ésta es una responsabilidad legal, ética y espiritual.
Explotación:
La explotación puede definirse en cómo «obtener beneficios en especie o monetarios de una persona o recurso, legal o indebidamente; utilizar el trabajo y los recursos de individuos, grupos sociales o sociedades, o de individuos, grupos sociales o sociedades relativamente más débiles, para su propio beneficio», mientras que la explotación puede definirse como «obtener beneficios injustos y continuos de alguien o algo; abusando de la buena voluntad de alguien». El término «explotación» ha sido recientemente revivido en el sentido de explotación y beneficio, especialmente en contraste con explotar. La explotación es el uso injusto de personas u objetos con el fin de obtener ciertas ganancias. La explotación caracteriza el uso de otras personas como medios para fines propios y el uso injusto de recursos. Existen varios tipos de explotación.
1) El explotador puede forzar o engañar a la persona explotada. 2) La persona explotada puede consentir voluntariamente las acciones realizadas.
3) El propósito del explotador es obtener ganancias, (a) en detrimento de la persona explotada, (b) ni en detrimento suyo ni en beneficio suyo, (c) puede beneficiarse de las acciones, pero éste beneficio es menor que el beneficio del explotador.
4) Generalmente, el individuo explotado es aquel que es tratado injustamente. (citado en Aydin).
Los agentes del orden público, en particular, deben evitar tales comportamientos y guiar a sus subordinados para que también los eviten. (Aydin). La negativa de un agente del orden público a aceptar el pago de una comida consumida por el dueño de un restaurante es un ejemplo de ésto. Es posible que el dueño de un restaurante no quiera aceptar el pago de consumición de un agente del orden público, pero éste está éticamente obligado a rechazar dicha oferta gratuita. (Aydin, 131). Los agentes del orden público pueden recibir ofertas similares por parte de miembros del público mientras están de servicio. Estas ofertas pueden estar motivadas por el miedo, la expectativa o el deseo de endeudar al agente. En el futuro, el público puede explotar ésta situación para esperar un trato preferencial de los agentes del orden público. Cuando los agentes del orden público se encuentran con tales ofertas, deben evaluar cuidadosamente las intenciones del público, yá que el público puede estar haciéndolas con buenas intenciones. (Elgin, 2006).
Una Ola de recreación.
Literalmente, la congraciación se define como tratar de complacer a alguien y ganar su favor a través de un comportamiento determinado; tratar de complacer a alguien o ganar su favor a través de un determinado comportamiento insincero. (Ayverdi, 2008. 2018). Por otro lado, una persona aduladora, es aquella que busca complacer mostrando un respeto y admiración excesivos a aquellos que los beneficiarán. En otras palabras, alguien que adula a otros para su propio beneficio. Aunque es socialmente inaceptable, el adular y el servilismo a los superiores a menudo se considera un precio a pagar por el éxito. Los esfuerzos de los empleados por congraciarse con los superiores allanan el camino para un entorno negativo. Si el superior, (que está siendo adulado), no tiene una perspectiva saludable, deberá reforzar su comportamiento y esperar el mismo comportamiento de todos los empleados.. pero de hecho, al hacerlo, los superiores dañan su reputación dentro de la organización, empresa, etc. (En éste contexto), la responsabilidad de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y de garantizar que el personal encargado de hacer cumplir la ley se comporte de acuerdo con los principios éticos es recordar siempre al personal que solo su competencia, mérito y habilidades se tomarán como criterios para la evaluación discrecional del personal.
(LyOSh.)