LA CLAVE DE UNA EXPERIENCIA MÍSTICA INICIÁTICA ES ACALLAR EL EGO.
Tanto la experiencia iniciática ritual, como la experiencia mística, tienen como principal orientación y beneficio el conocimiento vivencial de la muerte, un atisbo de la eternidad-- que sacude al individuo hasta la médula-- y confiere de alguna manera, el significado de la muerte, yá sea como un simulacro luminoso en el que se conduce a la conciencia a través del gran umbral de la existencia humana y (en sus visiones o en la didáctica del teatro extático) se revela el misterio de la muerte. De igual manera, éste conocimiento del supramundo a través del símbolo, es una experiencia de transformación. Ésta transformación, creemos, que debe ocurrir por la belleza y la profundidad de lo que se vive, (y entonces se entiende); dice Pindaro en su escrito: "bendito es aquel que ha visto éstas cosas/antes de irse de la tierra: porque entiende el final de la vida mortal/y el comienzo de una nueva vida, dada en la divinidad".
En diversas tradiciones, aquel que entiende o que ha sido iniciado, es considerado alguien especial y porta la marca del místico. No es del todo difícil comprender, que entender la muerte sin morir antes confiere un carisma y también un gran conocimiento sobre la vida misma, quizás porque ante el conocimiento de la inmortalidad se pierde el miedo y la ansiedad que caracteriza a los mortales, justamente por pensarse mortales. Hay un cierto carisma o luminosidad para quien se ha atrevido a saltar en descubierto sobre una cama de plumas con espinas. Tener presente la muerte es el fundamento de cierta ética, yá que la vida encuentra su significado en la muerte o al menos la posibilidad de su trascendencia. Éste estado acerca al estado de pureza contemplando el bien y obrando conforme a las nociones más altas que provienen de la idea del Bien; así la muerte, llama a una conducta de compasión y conocimiento, erradicando el deseo y el apego a lo material acallando al ego para purificar el alma. El cuerpo es el soporte temporal de las prácticas espirituales que actualizarán las contemplaciones. Recuerda humano, que el cuerpo es perecedero y que el verdadero valor está oculto en su interior.
<"La marca de los corazones en la búsqueda de los Misterios (ghuyûb) mediante el secreto regalado, es vuestra humildad (dhill)."> [Ibn Al Arabí.]
También Shaykh Al Arabî Ibn 'Abdallâh, dijo: "Si aumentas en el mundo sensible (de los sentidos humanos) disminuyes en el mundo espiritual, y viceversa". Es algo muy evidente, y si frecuentas a las gentes mucho tiempo, no percibirás el perfume espiritual en ellos, lo que percibirás será solamente su sudor.
Assalamo Aleikum.