Assalamo aleikum.

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lunes, 3 de noviembre de 2025

EL SILENCIO DENTRO DEL SILENCIO. Estudio reflexivo Sociales)

EL SILENCIO DENTRO DEL SILENCIO. (Estudio reflexivo)
(Sociales)
La mística y la ascesis van de la mano. La ascesis es el esfuerzo que ponemos de nuestra parte y la mística es nuestra docilidad a la Voluntad de Allah. Ambas son necesarias para caminar hacia el reencuentro con Allah, yá que sin esforzarnos no podemos ser dóciles a Allah, y sin Él, no llegaremos muy lejos espiritualmente.

La madrasa del Silencio la podemos encuadrar claramente dentro de la espiritualidad mística, pues habla de cómo silenciar todo aquello que nos impide escuchar y seguir la Voluntad de Allah.

La mística más elevada, es dejar de lado todo lo sensible y lo inteligible para caminar hacia la unión afectiva con Allah desde lo más profundo de nuestro corazón.

El silencio es la pura pasividad ante la acción de Allah. Es dejarse llevar dócilmente por Él hacia un encuentro de Amor. En el silencio puro, solo Allah actúa: es pura mística.

La madrasa del Silencio tiene también una fuerte base ascética. Pensemos en lo que cuesta sosegar nuestra naturaleza, nuestros instintos y pulsiones, para poder seguir así el camino del silencio. Pero de éste tipo de ascesis, los sabios actuales hablan росо. Sin embargo, hay que esforzarse en no distraerse. Y cuando nos distraemos debemos hacer el esfuerzo para volver al silencio. También en algunos artículos del blog, se habla de cómo adquirir la postura «justa» para ésto.

Se dice generalmente, que la cumbre de la evolución humana consiste en la consciencia de sí. El poder de la reflexión transforma al hombre en el ser superior que cree ser. El lugar de la divinidad, en éste caso, no puede ser simplemente un super-hombre o un pasaje fundamental del mundo: tiene que ser un Ser Superior. Un lugar meta-ontológico», por tanto.

El hombre está orgulloso de sus capacidades de abstracción. La divinidad en éste caso, no sólo está más allá del mundo físico, sinó también fuera de cualquier reino natural, incluido el humano; está fuera del intelecto, de los deseos y de la voluntad. La divinidad está entonces totalmente por encima y más allá de la naturaleza, incluida la naturaleza humana y lo material. La trascendencia o alteridad de la divinidad es, en éste caso, tan absoluta que se trasciende a sí misma, hasta el punto de no poder yá ser definida como trascendencia. La divinidad, en consecuencia, está más allá del ser. Pero tampoco es un no existente: ni es un absoluto apofatismo. No somos partidarios del apofatismo.. aunque comencemos por "La" illaha il Allah... no hacemos una retórica negativa que nos apartaría de todo el conocimiento positivo de la Esencia de Allah. Ésta retórica negativa, (muy popular entre los bizantinos), es una desviación en los aconteceres de la experiencia religiosa revelada, que sólo puede conducir a la ignorancia imperfecta. En tal efecto, que todos los conocimientos vienen por revelación divina, mientras que Allah está más allá de todo lo que existe.. ¡entonces!, ¿Porqué negar todo lo que proviene de Él? También se podría negar nuestra existencia y todo lo inferior al ser. Allah ta'ala no necesita que el hombre se encuentre aprisionado en el cuerpo "caído" porque su alma espiritual se encuentre prisionera en la materia del cuerpo y no quiera conocer a Allah ta'ala que es Espiritual. 
Ni lo podemos imaginar ni tampoco es expresable. El silencio es la única actitud adecuada frente a ésto; no porque no seamos capaces de hablar del término, sinó porque el silencio es lo que más sintoniza y menos demoniza. 

Se trata, pues, del silencio que no esconde y no revela, de un silencio que no dice nada porque no hay nada que decir. Los nombres de una divinidad así pueden ser sonidos del <No-Ser>. La divinidad es, pues, una realidad meta-ontológica.. y vista desde abajo, por así decirlo, tal pertenece a lo impensable; vista, en cambio, desde el interior, pertenece a lo impensado. Yá que pensarlo, por lo demás, sería idolatría.

Nos encontramos aquí también, con el problema de la "nada" de la divinidad, y con el sectarismo materialista radical desarrollado en muchas y nuevas corrientes.. que creen que Allah ta'ala tiene órganos y sistemas exteriores para el contacto. Pensar en esos conceptos, es materializar algo que es Espiritual.. entonces, ¿vemos ahora la ráfaga de la idolatría?
El rasgo predominante es, para nos, (en éste caso), la inmanencia y la trascendencia, que son dos características coexistentes. La divinidad también es la "inmanencia" y la "trascendencia" ínsitas en el corazón de todo ser. Cómo siempre hemos dicho: "Estar pero no estar".

ODAS REFLEXIVAS.
Mantente identificado unicamente con la Luz que eres, que vive en tí y que es la Luz Creacional. La que permanece en el silencio interior.

La paz proviene de tú constante entrega a la Voluntad, a la donación, que es dinámica y se reconfirma, perfecciona y se desarrolla. Debes repeler con determinación todo lo que pueda perturbarla.

Las soluciones surgen de manera simple cuando te alejas de las ilusiones que has creado. No fantasear.

Las antiguas civilizaciones partieron, y se ha llegado al momento actual, a la transición del planeta de su estado fisico a otro más sutil.

Assalamo aleikum.

Shaykh Ahmad Salah As Sufi.