Assalamo aleikum.

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miércoles, 12 de noviembre de 2025

LA VIRTUD HUMANA y LA VERDAD ÚLTIMA.

LA VIRTUD HUMANA y LA VERDAD ÚLTIMA.
<Podemos entender, que un pacto, está dirigido -no solo a quienes desean gobernar según los principios de justicia-, sinó también para quienes, sin tener inicialmente intenciones corruptas, pueden terminar corrompidos -categoría qué, lastimosamente, incluye a la gran mayoría de la humanidad-.

Ésta reflexión es una cruda realidad que resuena desde el principio de cualquier pacto: se refiere al mal inherente de la humanidad cuando se la abandona a su suerte y se la priva de la misericordia divina. Éste realismo impregna el tono de la introducción. De ahí el énfasis en el cumplimiento de todos los parámetros con los deberes divinos, o las obligaciones religiosas que incumben a todo musulmán. El buen Shaykh y el Imam enfatiza en obedecer a Allah y priorizar la obediencia por encima de todo, y seguir lo que Allah ha ordenado en Su Libro: «Nadie encuentra la felicidad sinó mediante la obediencia, y nadie sufre sinó por su negación y negligencia». 
Ésta introducción es un preludio, pero no se trata simplemente de un deber que hay que cumplir. La obediencia al mandato divino se concibe no solo como una obligación legal, sinó también como una liberación espiritual. La obediencia desempeña un papel crucial en la liberación de la tiranía del ego, y se alude inmediatamente después del llamado a la obediencia del siervo, pues el ego, en efecto, se inclina hacia el mal.. Excepto en aquellos de quienes Allah tiene misericordia. Ésta afirmación es casi idéntica a las palabras del profeta José PyB en el Corán: 
"Y yo no digo que mi alma sea inocente pues es cierto que el alma ordena insistentemente el mal, excepto cuando mi Señor tiene misericordia. Es verdad que mi Señor es Perdonador y Compasivo." (Sura 12, [Yusuf] verso 53) y es de suma importancia para sentar las bases de los preceptos morales y la guía que todo creyente debe de seguir posteriormente. La relación fundamental que define la esencia espiritual del alma y su conducta moral es la que existe entre el alma humana y la misericordia divina. Sin ésta misericordia, el alma se inclina hacia el mal, pero es liberada de ésta inclinación inherente y guiada con la ayuda de Allah, retornando a su verdadera y eterna naturaleza, (a su disposición innata), a la que el Corán se refiere en el siguiente versículo: "Mantén tu rostro sin apartarlo de la Adoración primigenia, como hanif. La marca *original de Allah, con la que ha marcado a los hombres al crearlos. No se puede reemplazar la creación de Allah.
Esa es la forma de Adoración genuina, sin embargo la mayoría de los hombres no saben." (Sura 30 verso 29).
*[En árabe "fitra". Si bien "marca" no se traduce exactamente el término árabe, pero permite mantener la figura etimológica del texto entre las palabras "fitra" y "fatara", "marca" y "marcado". La etimología de fitra, expresa la primera hendidura, el inicio de algo. Su significado más preciso es la naturaleza innata del hombre, la particularidad con la que ha sido creado, su carácter genuino; gracias al cual reconoce a su Señor.]

El estado actual del alma caída, entonces, consiste en dar paso al estado ideal de la naturaleza humana *original, que es el origen y el fin de la condición humana, pero también la verdadera esencia de toda alma humana, y por lo tanto, en principio, siempre es accesible a todos, incluso si, -para la mayoría-, permanece oscurecida en la práctica por la naturaleza humana caída.

En la búsqueda por revivir ésta naturaleza eterna, se recurre a las funciones complementarias del intelecto humano y la revelación divina. 
Como yá mencionamos muchas veces, Allah envió a la humanidad «a Sus mensajeros y profetas para recordarles el pacto de Su naturaleza, para recordarles Sus bendiciones olvidadas, para dialogar con ellos mediante el mensaje y para despertar en ellos los tesoros ocultos del intelecto».
Podemos conectar éstos tesoros ocultos de la mente con el conocimiento original otorgado por Allah y propio de la naturaleza humana. Todas las virtudes fundamentales fluyen espontáneamente y sin impedimento de ésta naturaleza humana esencial, en perfecta armonía con la naturaleza divina. Que también los tesoros de las buenas obras sean vuestros más preciados galardones, pero primero Allah por encima de todo. 

La virtud, o benevolencia, es en efecto «el tesoro más preciado para quien revierte las inclinaciones naturales del alma egoísta y establece una orientación trascendente hacia lo más profundo de su propia naturaleza y, sobre esa misma base, hacia la verdad divina que proporciona los fundamentos ontológicos de toda forma de virtud auténtica. La verdad no solo es el fundamento más profundo de la virtud, sinó la verdadera esencia de toda cualidad positiva y, en esencia, de todo ser individual existente». 

(Por Su grandeza que lo llena todo.. Por Sus nombres que llenan los cimientos de todas las cosas.. Por Su conocimiento que lo abarca todo.. Por todas las cosas.. Por la luz que iluminó todas esas cosas.)

Desde ésta perspectiva, toda virtud puede ser vista como un reflejo humano de un atributo divino, un atributo que apunta a un "Nombre" divino. De ahí que en la tradición de la benevolencia se encuentre lo que se denomina: el tema fundamental que adopta un carácter divino.
La relación entre la virtud humana y la verdad divina es un aspecto esencial e indispensable desde ésta perspectiva. Por un lado, en términos subjetivos, la práctica de la virtud atrae el atributo divino distintivo y correspondiente. Por otro lado, en términos objetivos, el atributo divino distintivo se considera la fuente y la esencia misma de todas las virtudes humanas, de acuerdo con el verdadero monoteísmo. Ésto significa qué: todo atributo positivo y distintivo pertenece, tanto en sí mismo como en su manifestación, a Allah, el Único que no tiene socio, en términos teológicos, ni igual, en términos ontológicos. Ésta representación ascética del principio del monoteísmo se encuentra poderosamente encapsulada en los versículos coránicos: «Y no lanzasteis cuando lanzasteis, sino que fue Allah quien lanzó» (Pero no basta con que una persona se someta a Allah para ser virtuosa; también debe participar y empatizar con las cualidades que Allah desea que posea.) Su esfuerzo por hacerlo se fortalece con la medida en que comprende éstas cualidades divinas mediante la introspección y la comprensión existencial, en lugar de sólo mediante la razón y la teoría. También debe destacarse la conexión entre los procesos intelectuales y la humildad. La comprensión intelectual de las cualidades divinas produce humildad. Del mismo modo, que el desarrollo del alma desplaza el foco del ego a esa verdad suprema como fuente de todas las virtudes y verdades.

Conviene pues, que profundicemos un poco en el concepto del alma que ordena el mal, y en la historia coránica de José en la que surgió éste concepto, porque se debe de adquirir conocimiento de éste contexto que clasificó el pacto, y que claramente tiene que permanecer en la mente y más en el corazón de cualquier persona que siga éste pacto relacionado con la gestión y el control.
José describe ésta tendencia humana fundamental después de que su inocencia se demuestra ante el rey egipcio. Dice: «No me eximo de culpa. En verdad, el alma siempre se inclina al mal, salvo aquellos a quienes mi Señor tiene misericordia». Y, en efecto, cuando Zuleikha lo tentó dos veces, el Corán aclara que su éxito al resistir sus artimañas no se debió a sus propias virtudes morales, sinó a la misericordia de Allah. Aunque lo que debe de considerarse es la cuestión de la indefensión humana ante una gratificación atractiva pero inmoral.
El tema de la impotencia humana ante una gratificación seductora (pero inmoral) es lo que debe considerarse profundamente arraigado en la repetición, por parte del concepto coránico: «En verdad, el alma que incita al mal, salvo aquellos a quienes mi Señor tiene misericordia». Éstos son, pues, los dos polos de atracción para el alma común -es decir, el alma que aún no ha encontrado la paz- y su inclinación fundamental hacia las posibilidades negativas dentro del efímero mundo de los fenómenos, y la orientación superior hacia la misericordia de Allah, que la atrae de nuevo hacia la pura positividad de la verdad última. La intensidad del contraste contenido en ésta poderosa frase coránica revela que encapsula una conciencia absoluta e inquebrantable de la necesidad de Allah en toda circunstancia. Ésta es la manera más apropiada de comenzar un mensaje de guía e instrucción a alguien a quien se le ha confiado autoridad sobre una tierra vasta y rica, donde abundan las tentaciones. Resalta como un poderoso recordatorio de la susceptibilidad del alma a las tentaciones en todos los niveles, tanto sutiles como manifiestas, una susceptibilidad que puede ser neutralizada y luego vencida -no por el alma misma-, sinó solo por la misericordia de Allah. Volviendo a las palabras de José: «Ver la evidencia de Allah implica, en todo caso, un discernimiento eficaz y, como consecuencia moral, un estricto autocontrol». Así, el esfuerzo humano por evitar el pecado no es incompatible con la necesidad de la misericordia para alcanzar la virtud; más bien, expresa una misericordia yá concedida y que yá está presente en el alma fiel. La capacidad de la voluntad humana misma para esforzarse por la virtud se considera en sí misma una misericordia preexistente depositada en la constitución o naturaleza espiritual, pero es una misericordia que debe transformarse en algo presente, o realizado, mediante un esfuerzo sincero por beneficiarse de éste poder divinamente otorgado y usarlo en la propia lucha por la virtud.

El modo en que se invoca la misericordia en el alma para convertirse en un elemento determinante de la vida moral y espiritual, es el modo en que la misericordia se invoca sin el aspecto negativo del asunto egoísta, y requiere ahora de un análisis más profundo. 
La constante inclinación del gobernante a abusar de su poder y cometer injusticias y opresión exige más que una simple mención. Podría argumentarse que la cuestión de cómo abstenerse de la injusticia es un problema más complejo y ambiguo que su contraparte positiva: cómo actuar con justicia. El Islam estableció los preceptos positivos para la administración y el control de manera directa y explícita, pero lo que resulta menos explícito es la capacidad real, por parte de cualquier persona que ostente un cargo de mantenerse fiel a éstos preceptos ante las tentaciones que ofrece el poder. Se pueden promulgar leyes para castigar la corrupción, pero no podemos legislar sobre la voluntad o la capacidad de mantenerse íntegro frente a las maquinaciones del poder negativo. Ésto ayuda a explicar por qué las recomendaciones del pacto adquieren un carácter en su mandato de «liberarse de los deseos» y «controlar los deseos y abstenerse de lo que es ilícito». También se explica la necesidad de situar el mandato moral de justicia firmemente en el contexto de la espiritualidad vivida. De no ser así, y si no se siguen las instrucciones de la justicia, equidad y honestidad, carecerán de esa cualidad existencial que transforma tales mandatos de los supuestos abstractos en hechos innegables, y que transforman la obediencia formal a simples normas impuestas externamente en una conexión espiritual con la fuente de esas normas.

Para la tradición espiritual, a través de la cual fluye y se transmite la bendición mística del Profeta, (que Allah le bendiga siempre), es un contexto de instrucción. En cuanto a las diferencias en la forma externa de las tradiciones, éstas disuelven, según Emoli, en el fuego de la santidad la verdadera esencia y meta tanto del Tasawwuf como del Islam Sunnah wal Jamat. Pero esas expresiones exteriores, sin usar la acción interior, serán solamente como el polvo llevado por el viento.

La mención de la posibilidad de aflicción aquí nos recuerda la referencia de los sabios como aquellos que encuentran consuelo en lo que aterroriza a los ignorantes. Un posible significado de ésta cuestión categórica, es que una de las cosas en las que los sabios encuentran consuelo y de las que huyen los ignorantes es la oración, o más específicamente, la concentración pura en el Absoluto y la exclusión de todo otro pensamiento. También se trata de una muerte, donde el ego y todas sus preocupaciones se «sacrifican» ante la verdad divina, en la que la atención se centra únicamente en el Absoluto. Podemos entender el recuerdo de Allah, como el tema central de éste artículo, como algo inmerso en ésta concentración, que además constituye el camino que conduce a la cima del logro espiritual: la entrega del yo (ego) ante la verdad singular de Allah.

La práctica del recuerdo (Dhikr) de Allah es un tema de gran importancia central tanto en el Corán como en la Sunnah del Profeta, (s.a.w.s.). Sus dichos constituyen una interpretación de aquellos versículos coránicos que se refieren al recuerdo: si aceptamos la centralidad del recuerdo -dentro de la mejor disposición- el Libro de la Creencia que Allah SWT nos ha regalado es una revelación pura y sin tachaduras que busca la medicina efectiva para todos en la Espiritualidad Islámica más genuina invocando la dulzura de la misericordia del Señor del universo. ¿Acaso no es ésta una hermosa generosidad por parte de Allah Todopoderoso para todos ustedes?

Assalamo Aleikum.

martes, 11 de noviembre de 2025

DOS OBJECIONES con SU ACLARACIÓN BIBLIOGRÁFICA en DEFENSA del CREDO ISLÁMICO y la SHARI'A (contra las acusaciones de los modernos orientalistas).

DOS OBJECIONES con SU ACLARACIÓN BIBLIOGRÁFICA en DEFENSA del CREDO ISLÁMICO y la SHARI'A (contra las acusaciones de los modernos orientalistas).
Estimados lectores: quien posea sensibilidad expresiva, gusto por la retórica y el conocimiento, con el mantenimiento de la posición neutral -sin ideas preconcebidas contrarias-, con la mente abierta y el corazón muy atento, podrá distinguir entre el estilo del Corán, (palabra de Allah Todopoderoso), y el estilo del Hadiz, [palabra del Mensajero] (la paz y las bendiciones sean con él). Encontrarán una profunda diferencia que refleja la gran diferencia entre el poder del Creador y el poder de lo creado. El Corán y el Hadiz proclaman ésta profunda distinción, sobretodo, para quienes posean algún conocimiento de la lengua árabe, su retórica y sus estilos.

Si lo que afirman algunas personas de corte radical, tuviera algún fundamento aceptable o sólido, aquellos antiguos elocuentes árabes a quienes el Profeta confrontó con la milagrosa palabra de Allah, desafiándolos a producir tan siquiera un capítulo similar -un desafío que no lograron superar-habrían sido los primeros en aceptarlo. Ésto a pesar de que eran los más ansiosos por frustrar y silenciar al Profeta, pues él había expuesto la insensatez de sus creencias, refutado sus ídolos, invalidado su culto, condenado sus costumbres y transmitiendo un mensaje -que erradicaría- la religión de aquellos que la habían heredado de generación en generación. Sin embargo, gracias a su profundo conocimiento de su lengua y sus matices, y a su capacidad para distinguir entre la palabra de Allah y la del Profeta, y entre sus dichos y los suyos propios, ellos se abstuvieron de proferir ciertas flagrantes falsedades y se libraron de proclamar una vergonzosa calumnia. Nos estamos refiriendo a la revelación, que si hubiera provenido del propio Muhammad, PyB, se podría haber enorgullecido de atribuírsela y hasta habría podido reclamar cierta divinidad además de la profecía. Ciertamente, habría sido considerado más sagrado (como un dios) que como profeta, y no necesitaría buscar una santidad atribuyéndosela a sí mismo.
El profeta, no necesitaba buscar una falsa santidad atribuyéndose la revelación del Corán.. ¡Pobres ignorantes y engañosos son éstos que piensan lo contrario! ¡Ay de aquellos que no entienden ni una palabra!

Pruebas de que el Corán proviene de Allah.
Entre las pruebas irrefutables e indiscutibles de la revelación divina, y de que el Corán fue revelado por Allah en su redacción exacta, sin ninguna alteración por parte de Muhammad (la paz sea con él) ni de ningún otro ser creado.
Lo que les presento, estimados lectores, son ejemplos extraídos de su biografía, y debajo de ellos encontrarán párrafos que les mostrarán la clara evidencia de lo que decimos:
1- El Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) se encontraba a menudo con situaciones que requerían una resolución y una decisión, pero se detenía y no emitía un dictamen. Podía permanecer durante días esperando una revelación clara para resolver lo que no le resultaba evidente. Entre éstas situaciones y problemas, se encontraba la pregunta que los Quraysh, guiados por los judíos de Medina, le hicieron al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) sobre tres asuntos: acerca de unos jóvenes que habían fallecido en la antigüedad y qué había sido de ellos; y sobre un hombre que recorrió la tierra del Este al Oeste, ¿cuál fue su historia y cuál es la naturaleza del alma? Si él te lo cuenta, entonces es un profeta, así que síguelo.

Cuando le preguntaron al Mensajero de Allah, (que la paz y las bendiciones sean con él), acerca de las tres preguntas, él, (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), les respondió: «Mañana les responderé a lo que me preguntaron, si Allah quiere», y no dijo nada más.

El Mensajero de Allah, (que la paz y las bendiciones sean con él), esperó quince noches sin que Gabriel le trajera revelación, hasta que la gente de La Meca comenzó a difundir rumores, diciendo: «Muhammad nos prometió mañana, y hoy es la decimoquinta noche, y no nos ha dicho nada sobre lo que le preguntamos». El Mensajero de Allah, (que la paz y las bendiciones sean con él), se entristeció por la demora en la revelación y se angustió por lo que decía la gente de La Meca. Entonces Gabriel, (que la paz sea con él), le llegó de parte de Allah con la Sura Al-Kahf, en la cual Allah lo amonestó por su tristeza y le informó sobre lo que le habían preguntado acerca de los jóvenes, el hombre que viajaba y la naturaleza del alma. Si la revelación hubiera surgido de su ser puro, habría podido responder a esas preguntas rápidamente, y no habría esperado tanto tiempo, causándose tristeza y dando lugar a la difusión de rumores entre la gente de La Meca. Pero él, (que la paz y las bendiciones sean con él), no dijo nada, sinó que esperó pacientemente la revelación de Su Señor.
2- ¿Acaso no temblaron los hipócritas ante las calumnias contra su esposa A'isha? (que Allah esté complacido con ella). La revelación se retrasó, el asunto se prolongó y la gente se enfrascó en él hasta que el corazón les llegó a la garganta. Y él solo pudo decir con toda cautela y reserva: "Simplemente soy un advertidor."
<Es decir, como dice el Todopoderoso: «Quizás os consumáis de tristeza por sus pasos si no creen en éste mensaje», lo que significa: no os consumáis de tristeza y dolor porque no hayan sido guiados. Quien es guiado lo hace para su propio beneficio, y quien se extravía solo se extravía para su propio perjuicio.

«¿O acaso pensáis que los Compañeros de la Cueva y la Inscripción fueron algunos de Nuestros signos maravillosos?». Se trata de una cueva en la montaña, donde se refugiaron los jóvenes mencionados. Y la Inscripción es el nombre del valle. Sa'id ibn Jubayr dijo: La Inscripción es una tablilla de piedra en la que escribieron las historias de los Compañeros de la Cueva, y luego la colocaron a la entrada de la cueva.
«Y te preguntan acerca de Dhul-Qarnayn. Di: “Os recitaré una mención sobre él”», etc. En cuanto al espíritu, está en lo que dice Allah Todopoderoso en la Sura Al-Isra: «Y te preguntan acerca del espíritu. Di: “El espíritu es de mandato de mi Señor. Y a vosotros [la humanidad] no se os ha concedido más que un poco de conocimiento”».

En cuanto al tema de A'isha (que Allah la bendiga siempre).. «No sé nada malo de ella». Después de haber dedicado tiempo a investigar, preguntar y consultar con sus compañeros, y tras un mes entero en el que todos afirmaban: «No sabemos nada malo de ella», no añadió nada más que decirle al final: «Oh, A'isha, he oído ésto y aquello. Si eres inocente, Allah te absolverá; y si has pecado, pídele perdón a Allah». Ésta es su declaración, inspirada por su conciencia, y como pueden ver, es la declaración de un ser humano que desconoce lo oculto, y la de un amigo fiel que no se deja llevar por las conjeturas ni habla de lo que ignora. Sin embargo, permaneció en su lugar tras pronunciar éstas palabras hasta que se reveló el comienzo de la Sura An-Nur, que proclamaba su inocencia y constituía la fuente del veredicto definitivo sobre su honor y pureza. El Hadiz fue narrado por los dos Shaykhs y otros.

¿Qué le habría impedido, (si el asunto del Corán hubiera estado en sus manos), pronunciar éstas palabras decisivas antes, para proteger su honor y defender su hogar, atribuyéndolas a la revelación divina, para que las lenguas de los calumniadores fueran silenciadas? Pero no habría dejado de mentir a la gente, y habría mentido a Allah: (Y si hubiera inventado sobre Nosotros algunas palabras, lo habríamos agarrado por la mano derecha y le habríamos cortado la aorta. Y no hay ninguno de vosotros que nos lo hubiera impedido).

El tema de Hudaybiyyah: Contiene la evidencia concluyente, sin lugar a dudas, de que el Profeta, (la paz y las bendiciones sean con él), transmitía éste gran Corán de su Señor, con sus palabras y significados exactos, sin añadir nada por su cuenta. Éste es el punto establecido, probado por el Corán, la Sunnah y el relato ampliamente transmitido, que no deja lugar a dudas sobre la validez de ésta afirmación.

En el sexto año de la Hégira, el Mensajero de Allah, (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), se disponía a visitar la Casa Sagrada (la Kaaba) para realizar la Umrah. Lo acompañaban 1400 de sus compañeros, o según se dice, eran 1500. Portaban sus armas para defenderse en caso de que los Quraysh los obligaran a entrar en guerra o les declararan la guerra. Cuando los Quraysh se enteraron, reunieron sus fuerzas con la intención de impedir que el Mensajero y sus compañeros llegaran a La Meca.
Al entrar en La Meca, el Profeta y sus compañeros estaban completamente preparados para luchar contra cualquiera que les impidiera llegar a la Casa Sagrada (la Kaaba). Se dirigían a Hudaybiyyah cuando la camella del Profeta se arrodilló. Sus compañeros intentaron ahuyentarla hacia el santuario, pero no se movió. Dijeron: «Al-Qaswa' se ha vuelto obstinada», queriendo decir que la camella se había negado a avanzar. El Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo: «Al-Qaswa' no se ha vuelto obstinada, ni es su naturaleza. Más bien, Aquel que detuvo al elefante la ha detenido a ella». En ese momento, comprendió que Allah no les había permitido entrar en La Meca ese año como combatientes, ni iniciando ni contraatacando. Animó a la camella, y ésta se dirigió hacia otro lugar. Él y sus compañeros acamparon entonces en el extremo de Hudaybiyyah. Tras numerosas negociaciones con los Quraysh, el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) aceptó su oferta de paz: regresaría a Medina y no le permitirían entrar en La Meca hasta el año siguiente. Los Quraysh impusieron duras condiciones, entre ellas que él devolviera a todo aquel que viniera de La Meca convertido al Islam, y que ellos no devolverían a nadie que viniera a ellos desde La Meca.
"Todo aquel que venga de La Meca regresará como musulmán, y nadie será rechazado en Medina si llega a ella desde allí, ni nadie entrará en La Meca éste año." Éste tratado de paz tuvo un impacto negativo en los Compañeros, pues eran más fuertes que los Quraysh, yá que estaban agotados por las guerras, y se presentaba una oportunidad propicia para que el Profeta y sus Compañeros los pudieran combatir para que la verdad triunfara sobre la falsedad. Pero a pesar de todo, el Mensajero aceptó éste tratado de paz, porque sabía que era un mensajero del Señor de los Mundos y no podía hacer lo que no se le había ordenado. Quizás esperaba que éste tratado de paz tuviera buenos resultados: honrar a los musulmanes, humillar a los politeístas, el triunfo de la verdad y derrotar la falsedad. Pero cuando se les ocultó a los Compañeros la sabiduría que lo sustentaba, se sintieron profundamente entristecidos, hasta el punto de que los corazones de un grupo de ellos casi se desviaron. Entonces comenzaron a cuestionarse unos a otros y a cuestionar al Mensajero, diciendo: ¿Por qué hemos de aceptar la humillación en nuestra religión?
-Consideremos su respuesta- cuando Umar (que Allah esté complacido con él) le preguntó: «Soy el Mensajero de Allah, no le desobedezco y Él es mi Auxiliador». Es decir, soy un siervo al que se le dan órdenes, no tengo voz ni voto en el asunto. Y Allah reveló: «Él es Quien impidió que ellos te atacaran y que tú los atacaras en el valle de La Meca, después de haberte dado la victoria sobre ellos. Y Allah siempre observa lo que hacéis». (De igual modo, se reveló: «Ellos son los que se negaron a creer y os apartaron de la Mezquita Inviolable y de las ofrendas, impidiendo que llegaran al lugar de sacrificio.
Y de no haber sido porque había hombres y mujeres creyentes que no conocíais, habríais atacado y entonces, sin saberlo, habríais incurrido en delito a causa de ellos. Para que Allah incluyera en Su misericordia a quien quiso.
Pero si hubieran estado aparte de ellos, habríamos castigado a los que de ellos se negaron a creer con un doloroso castigo. 
[Es decir, Allah les hubiera permitido atacar dándoles poder para ello, pero Él lo evitó para que no mataran a musulmanes sin saberlo. Todo ello se refiere a que en Meca había musulmanes que ocultaban su fe y que no habían podido emigrar a Medina.]». (Sura Al-Fath: Verso 25).
"Cuando los que se negaban a creer pusieron la arrogancia en su corazón, la arrogancia de la ignorancia, y Allah hizo descender Su sosiego sobre Su mensajero y sobre los creyentes y les infundió la palabra del temor de Él de la que ellos eran más merecedores y más dignos. Allah conoce cada cosa."
(Sura Al-Fath: Verso 26)

«Se les restringió la Mezquita Sagrada y los animales del sacrificio, la cabeza afeitada, hasta que lleguen a su lugar, hasta que el Todopoderoso diga: «Allah ha cumplido la visión para Su Mensajero. Entraréis en la Mezquita Sagrada, (si Allah quiere), a salvo, con la cabeza afeitada y el cabello corto, sin temor a nadie». Así pues, Él sabe lo que no sabía.
(Entonces aprendieron, y Él les concedió una victoria cercana).

¡Decidme entonces!.. si la revelación hubiera provenido del profeta, ¿les habría explicado la sabiduría que había detrás de sus acciones y no los habría dejado sumidos en la tristeza? Tristemente, algunos siguieron regresando, incapaces de comprender la interpretación de lo que los había desconcertado, hasta que se reveló la Sura Al-Fath, que esclareció la brillante sabiduría y les dio la buena nueva de entrar en la Casa Sagrada a salvo y sin temor. Éste tratado entre el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) y los Quraysh fue una victoria manifiesta y una gran conquista, pues duró diez años. Durante éste tiempo, politeístas y creyentes convivieron, las gentes llegaron a confiar unos en otros y muchos comenzaron a comprender la verdadera naturaleza del Islam y a abrazar la fe. Luego, en el octavo año de la Hégira, Allah concedió la conquista de La Meca, y los Quraysh abrazaron el Islam, seguidos por el resto de los árabes, que entraron en la religión de Allah en multitudes.

<A veces, la orden le llegaba de forma general o ambigua, cuya interpretación ni él ni sus compañeros podían comprender hasta que Allah les revelaba su explicación. Díganme: ¿qué persona racional recibiría sugerencias que no entendiera, o se le ordenaría hacer algo cuya sabiduría no pudiera comprender? ¿Acaso no es ésto una clara evidencia de que era un transmisor, no un emisor, y que recibía órdenes, y no era un comandante? Entonces se reveló el versículo: «Ya sea que revelen lo que hay en sus corazones o lo oculten, Allah les pedirá cuentas de ello». Ésto perturbó profundamente a los Compañeros, y algo en él penetró en sus corazones como nada más lo había hecho, porque comprendieron que serían responsables de todo, incluso de los movimientos y pensamientos de sus corazones. Dijeron: «¡Oh Mensajero de Allah!, éste versículo nos ha sido revelado y no podemos soportarlo». El Profeta, (la paz y las bendiciones sean con él), les dijo: «¿Acaso quieren decir lo que dijeron las Gentes del Libro…?»
"El Mensajero cree en lo que se le ha hecho descender procedente de su Señor y los creyentes (con él).
Todos creen en Allah, en Sus ángeles, en Sus libros y en Sus mensajeros: "No aceptamos a unos mensajeros y negamos a otros".
Y dicen: Oímos y obedecemos, (danos) Tu perdón Señor nuestro, y hacia Ti es el retorno.
(Sura Al-Baqarah: Verso 284)..

Ante ti: ¿Oímos y desobedecimos? Di más bien: Oímos y obedecimos. Te pedimos perdón, Señor nuestro, y a ti es el retorno. Y así comenzaron a suplicar con éstas súplicas hasta que Allah reveló su explicación, diciendo: (Allah no impone a un alma una carga superior a su capacidad) hasta el final del capítulo mencionado.. y allí aprendieron que sólo son responsables de lo que son capaces de hacer en asuntos del corazón, es decir, de las intenciones adquiridas y las resoluciones establecidas, no de los pensamientos y deseos que recorren el alma sin elección.

El hadiz se encuentra en Muslim y otras fuentes, y Al-Bujari se refirió a él en su comentario brevemente.
-La prueba aquí radica en que si el Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda la paz), hubiera conocido su interpretación desde el principio, les habría explicado su error y disipado su confusión de inmediato, porque no les habría ocultado éste conocimiento cuando más lo necesitaban, ni los habría dejado entre ese pánico que casi les destrozaba el corazón, mientras que él era compasivo y misericordioso con ellos.

Narrado por Muslim, según la autoridad de Abu Hurairah (que Allah esté complacido con él), quien dijo: Cuando se reveló lo siguiente al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él): «Por Allah, no hay nada en los cielos ni nada en la tierra. Yá sea que revelen lo que hay en sus corazones o lo oculten, Allah les pedirá cuentas por ello».
Ésto afligió a los compañeros del Mensajero de Allah, (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Entonces se acercaron al Mensajero de Allah, (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), se arrodillaron y le dijeron: «¡Oh, Mensajero de Allah!, nos hemos visto sobrecargados con obras que podemos soportar: la oración, la lucha, el ayuno y la caridad; y éste versículo te ha sido revelado, y no podemos soportarlo». El Mensajero de Allah, (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), dijo: «¿Acaso queréis decir como la Gente del Libro que os precedió: “Hemos oído y desobedecido”? Decid más bien: “Hemos oído y obedecido. Te pedimos perdón, Señor nuestro, y a Ti es el retorno”». Así pues, cuando la gente lo recitó y sus lenguas se humillaron ante ello, Allah Todopoderoso reveló a continuación: «El Mensajero ha creído en lo que le fue revelado por su Señor, y [así] los creyentes. Todos ellos han creído en Allah, en Sus ángeles, en Sus libros y en Sus mensajeros, [diciendo]: “No hacemos distinción entre ninguno de Sus mensajeros”. Y dijeron: “Hemos escuchado y obedecido. Te pedimos perdón, Señor nuestro, y a Ti es el retorno”». Entonces, cuando hicieron ésto, Allah Todopoderoso lo anuló, y Allah Todopoderoso reveló: «Allah no impone a nadie más de lo que puede soportar. Recibirá lo que haya ganado y sufrirá lo que haya merecido. Señor nuestro, no nos castigues si olvidamos o cometemos un error». Él dijo: «Sí, Señor nuestro. Y no nos impongas una carga que no podamos soportar». Él dijo: “Sí. Y perdónanos, absuélvenos y ten misericordia de nosotros. Tú eres nuestro Maestro, así que concédenos la victoria sobre el pueblo incrédulo”. Él dijo: “Sí”.

(Al-Bujari narró, según Ibn Umar (que Allah esté complacido con él) dijo: «Yá sea que reveléis lo que hay en vuestros corazones o lo ocultéis, el Mensajero ha creído en lo que hay en vuestros corazones».
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La segunda objeción radica en lo que se basan algunos sobre el testimonio de una joven francesa. La respuesta a ésto es:
En cuanto a su argumento para promover ésta débil afirmación, que sostiene que la fuente de la revelación de Muhammad PyB fue él mismo, y que citan como evidencia a una joven francesa llamada Juana de Arco, del siglo XV d. C., una de las mujeres más bellas en cuanto a carácter, alejada de los asuntos políticos. Creía haber sido enviada por el Creador para salvar a su patria y repeler al enemigo, y comenzó a oír la voz de la revelación que la instaba a luchar. Con sinceridad, hizo un llamado al combate y, gracias a la sinceridad de su voluntad, alcanzó el liderazgo de un pequeño ejército, luchó contra el enemigo y triunfó sobre él. Sin embargo, la suerte cambió y cayó en manos de su enemigo, quienes la arrojaron viva al fuego. Su memoria perdurará en la historia, y hoy es una figura de reverencia y veneración para cierto pueblo, pues su renacimiento se vio facilitado por ella, y lograron grandes avances en la ciencia y el progreso.
Y la respuesta es:
1 - Si esta ridícula idea errónea no estuviera extendida entre algunos musulmanes.. Para quienes tenían conocimientos limitados, no hacía falta responder, pues la debilidad de éste argumento y las fallas en éste razonamiento resultan obvias para cualquiera con un mínimo de intelecto, por no hablar de conocimiento. ¿Cómo se puede comparar la profecía de Muhammad PyB y su reforma universal -esa profecía que salvó a cientos de millones del abismo de la incredulidad, de los mares del politeísmo y el extravío, y de costumbres reprobables, guiándolos hacia la luz del monoteísmo y el islam, las nobles costumbres y la moral, y el establecimiento de un estado religioso y político cuya religión es la justicia en sus decisiones- con una joven francesa incitada a luchar por la injusticia que presenció de los enemigos de su país y su voluntad?
"¡Pero no! Por el contrario amáis la vida fugaz y dejáis en abandono la Última." (Sura Al-Qiyamah: Versos 19-20)

-Algunos de ellos incluso se plantearon una pregunta al erudito Sayyid Rashid Rida (que Allah tenga misericordia de él) de cómo en la revelación de Muhammad, PyB.. él mencionó que se le plantearon dudas sobre la ocurrencia de la revelación, luego mencionó la historia de ésta chica y Sayyid Rashid les respondió con lo que mencionamos, el significado de la pregunta y la respuesta y algunos de los párrafos textualmente son los siguientes:
"La conquista de su patria y las divisiones internas que asolaban Francia, junto con las supersticiones imperantes en su época, la marcaron profundamente. Creía firmemente que una joven virgen resucitaría para liberar a Francia de su enemigo. Así, se llenó de fervor por su patria y su pueblo, lideró la batalla contra el enemigo y venció. Sin embargo, el enemigo la capturó y la asesinó."
¿Qué reforma dejó esa joven, qué ley trajo, y cuándo se pudo demostrar que escuchó una revelación del cielo, y se considera el fuego de su entusiasmo y su levantamiento en revolución por esas razones antes mencionadas como una revelación del cielo?
Así pues, a pesar de que sienta las bases para dividir a la nación islámica, fragmentar su unidad y socavar su existencia, cada grupo trató de atrincherarse tras ella para atacar a otros grupos, acusándolos de incredulidad y desviación del Islam, aunque el atrincheramiento difiriera de un grupo a otro.

(Son amplias las referencias) Ibn Tahir al-Baghdadi, La diferencia entre las sectas, pág. 4. Véase también: Abu al-Walid Muhammad ibn Ahmad ibn Rushd, Desvelando los métodos de prueba en las creencias de la comunidad o la Crítica de la ciencia del Kalam contra la demarcación ideológica del credo y en defensa de la ciencia y la libertad de elección en el pensamiento y la acción, con una introducción y prefacio analítico del supervisor del proyecto, Muhammad Abed al-Jabiri, Serie del patrimonio filosófico árabe, Las obras de Ibn Rushd 2, Beirut, Centro de Estudios de la Unidad Árabe, 1998), p. 99; Taqi al-Din Abu al-Abbas Ahmad ibn Ali al-Maqrizi, El libro de sermones y lecciones por mención de planos y monumentos, conocido como planos de al-Maqriziyya, 2 vols. (Beirut: Dar Sader, [1970]), vol. 2, pág. 345, y Fakhr al-Din Muhammad ibn Umar al-Razi, Creencias de las sectas de musulmanes y politeístas (Beirut: [n.p.], 1989), págs. 13-14.

Hemos consultado algunos libros de Hadices que trataban sobre los hadices fabricados y débiles, y el autor encontró una gran cantidad de hadices atribuidos al Profeta que contenían insultos, calumnias y difamaciones contra los seguidores del Tasawwuf, los Qadiria, los Murji'ah, etc. todas ellas escuelas teológicas. Es evidente que quienes fabricaron éstos hadices tenían un objetivo: socavar y desacreditar a éstos grupos. Ésto se enmarca dentro de la categoría de propaganda falsa y engañosa, (qué yá sabemos a quién pertenece), y que está destinada a debilitar al adversario. Entre éstos hadices se encuentran: «Dos grupos de mi nación no tienen parte en el Islam: los Qadiria y los Murji'ah», y «Cada nación tiene sus magos, y los magos de mi nación son estos Qadiria. Si enferman, no los visiten; si mueren, no asistan a sus funerales ni recen por ellos...», y así sucesivamente, junto con otros hadices falsos cuyas fallas y debilidades son evidentes y cuya falsedad se expone rápidamente. Para aquellos que deseen profundizar más, se recomiendan las siguientes fuentes de hadices: Abu al-Fada'il al-Hasan ibn Muhammad al-Saghani, al-Durr al-Multaqat fi Tabyin al-Ghalat al-Mawdu'at, editado por Abu al-Fida' Abdullah al-Qadi (Beirut: Dar al-Kutub al-'Ilmiyya, 1985), vol. 1, pág. 69; Abdul Aziz ibn al-Siddiq al-Ghumari, al-Jami' al-Musannaf mimma fi al-Mizan min Hadith al-Rawi al-Mudha'af (Marruecos: Mu'assasat al-Taghlif wa al-Tiba'a wa al-Nashr wa al-Tawzi' lil-Shamal, 1987), vol. 1, pág. 150; Muhammad ibn al-Sayyid Darwish al-Hut, Asna al-Matalib fi Ahadith Mukhtalifat al-Maratib, editado por Khalil al-Mays, 2ª ed. (Beirut: Dar al-Kitab al-'Arabi al-Maktab al-Islami, 1983), vol. 1, pág. 1014; Abdullah al-Husayn Ibrahim al-Jurqani, al-Abatil wa al-Manakir wa al-Sahihah wa al-Mashahir, editado y comentado por Abdul Rahman Abdul Jabbar al-Fariwai, 2 vols. (Nueva Delhi, Varanasi, India: al-Jami'a al-Salafiyya - Idarat al-Buhuth al-Islamiyya, 1983), vol. 1, pág. 34; Ali ibn Sultan Muhammad al-Qari al-Harawi, Al-Asrar al-Marfu’ah fi al-Akhbar al-Mawdu’ah, editado, anotado y explicado por Muhammad ibn Lutfi al-Sabbagh, 2.ª edición con un aumento de la investigación y el comentario (Beirut: Al-Maktab al-Islami 1986), vol. 1, pág. 139, y Jalal al-Din Abd al-Rahman ibn Abi Bakr al-Suyuti, Al-Ta’qibat ‘ala al-Mawdu’at, editado por Sayyid Muhammad Maqshu Qa’li, India: Al-Matba’ al-‘Alawi, [1885]), vol. 1, pág. 3. (Abu Muhammad Ali ibn Ahmad ibn Hazm al-Andalusi, Al-Fasl fi al-Milal wa al-Ahwa’ wa al-Nihal, con notas marginales sobre Al-Milal wa al-Nihal de Abu al-Fath Muhammad ibn Abd al-Karim al-Shahrastani, 5 vols. en 3 (Beirut: Dar al-Ma'rifah, 1983), vol. 3, págs. 247-248. (127) Muhammad Al-Ghazzali, en Defensa del Credo y la Shari'ah contra las acusaciones de los orientalistas, 2ª ed. (El Cairo: Dar al-Kutub).. etcétera.

Assalamo Aleikum.

LA COMPILACIÓN DEL CONOCIMIENTO NO SIGNIFICA CARGARSE CON LIBROS PESADOS.

LA COMPILACIÓN DEL CONOCIMIENTO NO SIGNIFICA CARGARSE CON LIBROS PESADOS. 
Queremos abordar un poco, una parte de la ciencia del Tasawwuf, cuyo objeto de estudio son las esencias espirituales, es decir, las almas de los estudiantes. Mostraremos que todos sus efectos sobre los estudiantes son espirituales, y explicaremos la naturaleza de las ciencias, mencionando su diversidad y tipos. Describiremos también cómo poner en práctica el poder de las almas proveniente de las ciencias, que es el propósito último de las enseñanzas: para reformar las esencias corruptas de las almas, refinar su moral y perfeccionarlas para que permanezcan en la otra vida, que es la verdadera vida, si tan solo lo supieran. Y quienes anhelan la inmortalidad en éste mundo son quienes ignoran la vida después de la muerte.

Sepan qué, dado que el ser humano es un compuesto de cuerpo físico y alma espiritual -dos sustancias distintas en sus atributos, opuestas en sus estados, pero que comparten acciones y cualidades adicionales-, el ser humano, por el bien de su cuerpo físico, desea permanecer en éste mundo y anhela la inmortalidad en él, y por el bien de su alma espiritual, busca la vida después de la muerte y anhela alcanzarla. Así, la mayoría de los asuntos y circunstancias del ser humano son de ésta pareja naturaleza.

Cosas contradictorias como la vida y la muerte, el sueño y la vigilia, el conocimiento y la ignorancia, la memoria y la negligencia, la razón y la necedad, enfermedad, salud, libertinaje, castidad, avaricia, generosidad, cobardía, valentía, dolor y placer; oscila entre la amistad y la enemistad, la pobreza y la riqueza, la juventud y la vejez, el miedo y la esperanza, la verdad y la mentira, lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal, la fealdad y la belleza, y otras contradicciones morales, acciones y dichos similares que emanan del hombre, compuesto de un cuerpo físico y un alma espiritual. Sepan que éstas cualidades que hemos enumerado no se atribuyen sólo al cuerpo, ni solo al alma, sinó al hombre, que es la suma de ambos, cuya combinación es viviente, hablante y mortal. Su vida y su palabra provienen de su alma, y ​​su muerte de su cuerpo. Asimismo, su sueño proviene de una parte de su cuerpo, y su vigilia de su alma. Y, por ésta razón, todos sus demás asuntos y condiciones contradictorios son de dos tipos: algunos provienen del alma y otros del cuerpo. Ejemplos de ello son su intelecto, conocimiento, reflexión, paciencia, generosidad, valentía, castidad, justicia, sabiduría, veracidad, rectitud, bondad y otras cualidades similares dignas de alabanza. Es como si emanara de su propio ser y de la pureza de su esencia, y sus opuestos de la mezcla de su cuerpo y la constitución de sus humores.

Es importante saber que los atributos propios del cuerpo se deben a que éste es una sustancia física y natural con gusto, color, olor, movimiento, quietud, aspereza, suavidad, flexibilidad y firmeza. Está compuesto por los humores: sangre, flema y bilis, que se generan a partir de los alimentos provenientes de los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra. Posee los cuatro temperamentos: calor, frío, sequedad y humedad. El cuerpo es corruptible, es decir, cambiante y se descompone, y regresa a éstos cuatro elementos después de la muerte, que representa la separación del alma del cuerpo y el cese de su uso. En cuanto a los atributos propios del alma, se trata de una sustancia espiritual.. un ser celestial y luminoso en sí mismo, un signo por potencial, receptivo a las enseñanzas, eficaz en los cuerpos, utilizándolos y perfeccionando los cuerpos animales y vegetales hasta un tiempo determinado. Luego abandona éstos cuerpos, se separa de ellos y regresa a su elemento, sustancia y origen, tal como era inicialmente, yá sea con ganancia y alegría o con pesar, tristeza y pérdida, etc.

Y cuando quedó claro que la mayoría de los asuntos y circunstancias de una persona son parejas y contradictorios, porque es un compuesto de dos sustancias distintas -un cuerpo físico y un alma espiritual- sus posesiones también se volvieron de dos tipos: físicas, como el dinero y los bienes mundanos, y espirituales, como el conocimiento avanzado y la religión.

El conocimiento avanzado es una adquisición para el alma, así como la riqueza lo es para el cuerpo. Y así como la riqueza permite disfrutar de los placeres de la comida y la bebida en ésta vida terrenal, así también, mediante el conocimiento, se alcanza el camino hacia la otra vida, y mediante la religión se llega a ella. A través del conocimiento, el alma se ilumina, se llena de luz y se fortalece, así como la comida y la bebida nutren el cuerpo, lo hacen crecer y lo nutren.

Dado que ésto era así, las reuniones también se convirtieron en dos: la reunión para comer, beber, divertirse y disfrutar de los placeres físicos de la carne animal y las plantas de la tierra para el bienestar de éste cuerpo corrupto, fugaz y perecedero; y la reunión para el conocimiento, la sabiduría y la escucha espiritual, un deleite para el alma cuya esencia no perecerá ni su gozo cesará en la otra vida, como Allah Todopoderoso mencionó cuando dijo: «Y allí está todo lo que las almas desean y todo lo que los ojos conciben, y allí moraréis eternamente». Puesto que las reuniones eran dos, los buscadores también se convirtieron en dos: uno pide por una necesidad mundana para el bienestar de éste cuerpo, para beneficiarlo y protegerlo del daño; La otra persona pide conocimiento, por el bienestar del alma y su salvación de la oscuridad de la ignorancia, o por comprender más la religión, buscando el camino hacia el Más Allá, esforzándose por alcanzarlo, huyendo del fuego del Infierno, escapando del mundo de la existencia y la corrupción, y logrando el triunfo de alcanzar y ascender al mundo de las esferas celestiales, a la inmensidad de los cielos y a la vastedad de la tierra y ascender a los niveles más altos del Paraíso y respirar ese espíritu y fragancia mencionados en el Sagrado Corán.

Las nueve preguntas.
Quienes buscan conocimiento y la verdad deben comprender primero qué es el conocimiento, qué se sabe, cuántas maneras hay de formular una pregunta y cuál es la respuesta para cada una, para así saber porqué preguntan y cómo responder. Porque quien pregunta sin saber de qué pregunta se trata, al recibir la respuesta, no sabrá qué es lo que se está respondiendo.

Entiende bien, Murid, que el conocimiento es la imagen de lo conocido en la mente del conocedor, y su opuesto es la ignorancia, que es la ausencia de esa imagen en la mente. Entiende que las almas de los eruditos son signos reales, y las almas de los aprendices son signos potenciales. Enseñar y aprender no son sinó llevar lo potencial -es decir, la posibilidad a la realidad- es decir, a la existencia. Cuando ésto se atribuye al conocimiento, se llama enseñanza; cuando se atribuye al aprendiz, se llama aprendizaje. Entiende que las preguntas son de nueve clases, como nueve unidades: la primera es "¿Es?", la segunda "¿Qué es?", la tercera "¿Cuánto cuesta?", la cuarta "¿Cómo es?", la quinta "¿Qué es?", la sexta "¿Dónde está?", la séptima "¿Cuándo es?", la octava "¿Por qué es?", y la novena "¿Quién es?".
Su interpretación -¿es una pregunta que busca la existencia o la no existencia de algo, cuya respuesta es sí o no?- yá hemos explicado el significado de existencia y no existencia en algún artículo del blog sobre la razón y la inteligibilidad manifiesta del hombre. Pero..¿Cuál es la pregunta que busca la verdadera naturaleza de algo existente? La verdadera naturaleza de algo se conoce mediante definición o su descripción. Todas las cosas son de dos clases: compuestas y simples. Lo compuesto es como un cuerpo, y lo simple es como la materia y la forma, de las cuales se compone un cuerpo. Hemos explicado también su significado en el artículo que trata sobre la materia. La verdadera naturaleza de las cosas compuestas se conoce si se conocen las cosas que las componen. Por ejemplo, si alguien pregunta cuál es la verdadera naturaleza de esas personas, la respuesta podría ser que están mezcladas con polvo y agua, etcétera.
Si se pregunta: "¿Cuál es la verdadera naturaleza del oxymel?", la respuesta es: "Es vinagre y miel mezclados". De igual modo, para todo lo compuesto, si se nos pregunta sobre él, debemos mencionar de qué lo compone y con qué características se describe. Los filósofos lo llaman "definición" a tal descripción. Por ésta razón, al definir un cuerpo, dijeron que es algo largo, ancho y profundo. Su expresión "algo" se refiere a la materia, y "largo, ancho y profundo" a la forma, porque la verdadera naturaleza de un cuerpo no es otra que la que se menciona en su definición. Asimismo, cuando al definir un ser humano dicen que es racional y está muerto, "racional" se refiere al alma, y ​​"muerto" al cuerpo, porque un ser humano es una combinación de ambos: un cuerpo físico y un alma espiritual. De ésta manera, se conoce la verdadera naturaleza de las cosas compuestas. En cuanto a las cosas que no están compuestas de dos elementos, sinó que son creadas y formadas según la voluntad del Creador, su verdadera naturaleza se conoce a partir de sus atributos específicos. Por ejemplo, si se pregunta: "¿Cuál es la verdadera naturaleza de la materia?", la respuesta es: "Es una sustancia simple capaz de adoptar forma, sin cualidad alguna". Y si se pregunta: "¿Qué es la forma?", la respuesta es: "Es aquello por lo cual una cosa es lo que es". Los filósofos llaman a ésta descripción una "descripción". La diferencia entre una definición y una descripción radica en que una definición se toma de las cosas que la definen y se compone de lo que hemos explicado, y el dibujo se basa en los atributos específicos de la cosa que se define. Existen otras dos diferencias: la definición describe la esencia de la cosa que se define y la distingue de las demás, mientras que el dibujo distingue la cosa que se define de las demás en función de dicha esencia. Por lo tanto, si se le pregunta sobre la realidad de algo, no debe apresurarse a responder y se debe considerar si la cosa en cuestión es compuesta o simple para poder responder adecuadamente.

En cuanto a «cuánto», se trata de una pregunta que busca determinar la cantidad de algo. Las cosas con cantidad son de dos tipos: continuas y discretas. El tipo continuo tiene cinco aspectos: línea, superficie, cuerpo, espacio y tiempo. El tipo discreto tiene dos aspectos: número y movimiento. A todas éstas cosas se les llama «cuánto».

El número está en el Tratado de Aritmética, la naturaleza del movimiento, el tiempo, el espacio y el cuerpo en el Tratado de la Materia, y la naturaleza de la línea y la superficie en el Tratado de la Geometría.

En cuanto a cómo es, esa es una pregunta que busca comprender los atributos de una cosa, y los atributos son de muchas clases, como hemos explicado también en un artículo del blog que explica los conceptos inteligibles, cada uno de los cuales es un género de géneros.

En cuanto a "¿cuál es?", ésta pregunta busca identificar un elemento de la oración o una parte del todo. Por ejemplo, si se dice: "El planeta se elevó", la pregunta sería: "¿Cuál planeta es?", porque hay muchos planetas.
Por ejemplo, si se dice que un planeta ha salido, uno podría preguntar cuál es, porque hay muchos planetas. Pero si se dice que el sol ha salido, uno no preguntaría cuál sol, puesto que no hay muchos soles de su misma especie. Lo mismo ocurre con la luna.

En cuanto a la pregunta "¿dónde está?", ésta busca determinar la ubicación, posición o rango de algo. La diferencia radica en que la ubicación es un atributo de ciertos cuerpos, no de Allah. Por ejemplo, si se pregunta "¿Dónde está Zayd?", la respuesta podría ser: "Está en casa", "Está en el mercado", "Está en la mezquita" o "Está en algún otro lugar". La posición, en cambio, es un atributo de un accidente. Los accidentes son de dos tipos: físicos y espirituales. Los accidentes físicos residen en los cuerpos. Por ejemplo, si se pregunta "¿Dónde está el corazón?", la respuesta podría ser: "Reside en un cuerpo". De manera similar, todos los colores, sabores y olores residen en cuerpos que poseen gusto, color y olor. Ésta es la regla para todos los accidentes físicos. Los accidentes espirituales, sin embargo, residen en sustancias espirituales. Por ejemplo, si se pregunta "¿Dónde está el conocimiento?", la respuesta podría ser: "Reside en el alma del conocedor". Asimismo, la generosidad, la valentía, la justicia y cualidades similares residen en el alma. Sus opuestos también se rigen por ésta misma regla. Muchas personas, incluso aquellas con conocimiento pero sin experiencia del alma y su esencia, han creído erróneamente que éstas cualidades residen en el cuerpo, cada una en un lugar específico. Por ejemplo, han dicho que el conocimiento reside en el corazón, el deseo en el hígado, el intelecto en el cerebro, la valentía en la vesícula biliar y la cobardía en el bazo. Y así sucesivamente. Los síntomas, y yá hemos explicado que éstos órganos son instrumentos.. y las herramientas del alma aparecen a través de ella y desde ella en el cuerpo; éstas acciones y valores morales se nos transmiten en la composición del cuerpo. En cuanto al rango, es uno de los atributos de las sustancias espirituales. Por ejemplo, si se pregunta: "¿Dónde está el alma?", se responde: "Por debajo del intelecto y por encima de la naturaleza". Asimismo, si se pregunta: "¿Dónde está el número cinco numeral?", se responde: "entre el cuatro y el seis". Y sobre ésta base se fundamenta la regla de las sustancias espirituales, que no se describen por un lugar o ubicación, sinó por rango, como explicamos en el artículo sobre los principios racionales.

En cuanto a la cuestión del cuándo, se busca determinar el momento de la existencia de algo. Hay tres tipos de tiempo: pasado, como ayer; futuro, como mañana; y presente, como hoy. Lo mismo se aplica a los años, los meses y las horas. Hemos explicado la naturaleza del tiempo y las diferentes opiniones de los estudiosos al respecto sobre la materia.

En cuanto a la pregunta "¿por qué sucede ésto?", se trata de una pregunta que busca la causa del efecto. Todo efecto artificial tiene cuatro causas: una potencial, una formal, una eficiente y una final. Ejemplos de ésto son la silla, la puerta y la cama. La causa potencial en todos ellos es la madera; la eficiente, el carpintero; la formal, la forma cuadrada; y la final: sentarse en la silla, dormir en la cama y cerrarse sobre la casa o el hogar. Por lo tanto, todo efecto debe tener éstas cuatro causas. Así pues, si te preguntan por la causa de algo, ten en cuenta que la pregunta se formula con el fin de que la respuesta se ajuste a esa finalidad.

En cuanto a «quién es», esa es una pregunta que requiere una definición. Algunos gramáticos afirman que ésta pregunta se dirige únicamente a quienes poseen intelecto, mientras que otros sostienen que se dirige a quienes poseen conocimiento y discernimiento. La respuesta radica en definir la pregunta de una de éstas tres maneras: atribuyéndola a su país, su origen o su linaje.

Por ejemplo, si alguien pregunta quién es Zayd, podría decir al-Basri, atribuyéndolo así a su ciudad natal, o al-Hashimi. Así pues, se le atribuía su origen, o al carpintero su oficio. Éste es un breve resumen de la cantidad de preguntas y sus respuestas, y de los temas de ciencia y el examen de las realidades de las cosas, a modo de introducción y premisas para acercar la comprensión de los estudiantes al estudio de la lógica, de modo que puedan comprenderla antes de examinar lo que es la introducción a la lógica.

Categorías de conocimiento y tipos de esas categorías.
Tras haber concluido el análisis de la naturaleza de las ciencias, los tipos de preguntas y las respuestas que requiere cada una, deseamos ahora mencionar las categorías científicas y los tipos que existen dentro de ellas. Ésto servirá de guía para quienes buscan el conocimiento, guiándolos hacia sus objetivos y conduciéndolos a los resultados deseados, pues el anhelo del alma por las diversas ciencias y artes cómo la literatura es como el anhelo del cuerpo por los alimentos de diferentes sabores, colores y aromas.

Sé que las ciencias practicadas por los humanos son de tres tipos: matemáticas, derecho positivo y filosofía. Las matemáticas, en el ámbito de la literatura, desarrollada en su mayoría para ganarse la vida y mejorarla, se dividen en nueve ramas. La primera es la ciencia de la escritura y la lectura, seguida por la ciencia del lenguaje y la gramática, luego la ciencia de la aritmética y las transacciones, después la ciencia de la poesía y la prosodia, y así sucesivamente.. incluyendo la ciencia de las artesanías y los oficios, incluyendo la ciencia de la compra, la venta, el comercio, la agricultura y la procreación, y la ciencia de la historia y las noticias.

Al mencionar los tipos de ciencias islámicas establecidas para el beneficio del alma y la otra vida, se distinguen seis: la primera es la ciencia de la revelación; la segunda, la ciencia de la interpretación; la tercera, la ciencia de las narraciones y los relatos; la cuarta, la ciencia de la jurisprudencia, las tradiciones y las normas; la quinta, la ciencia de la memoria, la exhortación, el ascetismo y el Tasawwuf; y la sexta, la ciencia de los sueños. Los eruditos de la revelación son quienes recitan y memorizan el Corán; los eruditos de la interpretación son los de la ciencia de las narraciones, que se centran en la selección de hadices y en los eruditos de las normas y los relatos, que son los juristas y estudiosos de la memoria; son los fieles, ascetas, místicos y semejantes; y los estudiosos de la interpretación son los intérpretes.

Las ciencias se dividen en cuatro tipos: matemáticas, lógica, ciencias naturales y metafísica. Las matemáticas tienen cuatro ramas, la primera de las cuales es la aritmética, que estudia la naturaleza de los números, la cantidad de sus tipos, las propiedades de dichos tipos, cómo surgen del uno que precede a dos y los significados que aparecen cuando se suman algunos de ellos. La segunda es la segunda es la geometría, que estudia la naturaleza de las magnitudes dimensionales, la cantidad de sus tipos, las propiedades de esos tipos, los significados que surgen de ellos al sumarse unos a otros y cómo se originan a partir del punto, que es el origen de la línea. Éste punto es a la geometría lo que la unidad es a la aritmética. La tercera es la astronomía, que es la ciencia de las estrellas. Es el conocimiento de la cantidad de esferas celestes, planetas y constelaciones, la cantidad de sus dimensiones, la magnitud de sus cuerpos, cómo están estructurados, la velocidad de sus movimientos, cómo rotan, la naturaleza de sus características y cómo indican la existencia de los seres antes de su existencia. La cuarta es la ciencia de la composición sónica. Se trata del conocimiento de la naturaleza de las proporciones y de cómo componer diferentes cosas -sustancias distintas, formas contrastantes, fuerzas opuestas y naturalezas conflictivas-, cómo combinarlas y armonizarlas para que no choquen, sinó que se unan y se conviertan en una sola cosa, realizando una o varias acciones. Se ha escrito sobre ésto un artículo de éstas artes, a modo de introducción y preliminares. Las ciencias lógicas son de cinco tipos: la primera es la fonética, que es el conocimiento del arte de la poesía; la segunda es la tecología, que es el conocimiento del arte de la elocuencia; la tercera es la retórica, que es el conocimiento del arte de la oratoria; y la cuarta es la analítica. Ésta incluye el conocimiento del arte de la prueba, la quinta es la sofística y el quinto es el conocimiento del arte en el debate y la argumentación. Sabios antiguos y modernos han hablado sobre éstas artes y ciencias y han escrito libros sobre ellas, que están a disposición del público. 

La Demostración.
Es la escala mediante la cual los sabios distinguen la verdad de la falsedad, lo correcto de lo incorrecto, la verdad de la mentira y el bien del mal. Así como el público en general utiliza balanzas, medidas y codos para estimar cantidades cuando hay discrepancias, los eruditos versados ​​en el arte de la demostración conocen la verdadera naturaleza de las cosas cuando éstas discrepan debido a los caprichos de la razón y las conjeturas de la opinión. De igual modo, los poetas expertos en prosodia conocen la corrección y la permisibilidad de las rimas cuando discrepan sobre ellas mediante el arte de la prosodia, que es la escala de la poesía.

Hemos mencionado sobre cada una de éstas disciplinas en diferentes artículos y en ellos están los puntos esenciales necesarios evitando las explicaciones extensas. Pero queremos recordar aquí el propósito de cada uno para que quien lo lea conozca éstas disciplinas antes de estudiarlas a fondo. El objetivo es el de comprender los significados de los seis términos más utilizados en los discursos: persona, especie, género, diferencia, propiedad y accidente; la esencia de cada uno, cómo comparten características comunes, la naturaleza de sus rasgos distintivos y cómo indican los significados en la mente de las personas.

El propósito de lo que se encuentra en las Categorías es conocer los significados de los diez términos, cada uno de los cuales se llama género de géneros, y que uno de ellos es una sustancia y nueve son accidentes, y la esencia de cada uno. Ésto incluye la cantidad y variedad de cada tipo, las características distintivas de cada tipo que los diferencian entre sí, y cómo indican todos los significados en la mente de las personas.

El propósito de lo que se encuentra en las Parnemias es comprender la composición de esas diez palabras en la categoría del Yas y qué significados transmiten cuando se combinan, convirtiéndose en palabras y proposiciones, de las cuales surgen la verdad y la falsedad.

El objetivo de la retórica básica es comprender cómo reagrupar esos términos para formar premisas, el número y los tipos de premisas, y cómo utilizarlas para formar una cosmología, es decir, la conexión de las proposiciones y sus conclusiones. El objetivo es aprender a utilizar el silogismo verdadero y la prueba correcta, libre de errores y lapsus.

Las ciencias naturales son de siete tipos, el primero de los cuales es la ciencia de los principios físicos, que es el conocimiento de cinco cosas: materia, forma, tiempo, espacio y movimiento, y los significados que se producen en ellas cuando algunos se suman a otros.

La segunda es la ciencia de los cielos y del mundo, que es el conocimiento de la naturaleza de los cuerpos celestes y los planetas, su cantidad, cómo están compuestos, la razón de su rotación, si aceptan la creación y la destrucción como los cuatro elementos debajo de la esfera de la luna, o no, cuál es la razón de los movimientos de los planetas y su diferencia en velocidad y lentitud, cuál es la razón por la que la Tierra permanece en el centro de la esfera, si existen otros cuerpos fuera del mundo o no, si existe un lugar vacío en el mundo donde no hay nada, y temas similares.

La tercera es la ciencia de la generación y la corrupción, que consiste en el conocimiento de la naturaleza de las cuatro sustancias, a saber, fuego, aire, agua y tierra, y cómo algunas de ellas se transforman en otras por la influencia de poderes superiores, y de ellas surgen eventos y seres como minerales, plantas y animales.. del cómo y cuando se produce la corrupción, que resulta imposible volver de ello.

La cuarta es la ciencia de los fenómenos atmosféricos, que consiste en el conocimiento de cómo cambia el aire debido a la influencia de los planetas, sus movimientos y la posición de sus rayos sobre éstos elementos, y sus reacciones a ellos, especialmente el aire, que es muy variable y cambia enormemente con la luz y la oscuridad, el calor y el frío, y los cambios en los vientos y la niebla.
Todo es muy colorido y cambiante, con luz y oscuridad, calor y frío, vientos, niebla, nubes, lluvia, nieve, granizo, relámpagos, truenos, meteoros, rayos, cometas, arcoíris, ciclones, aguaceros y cambios y eventos similares que ocurren sobre nuestras cabezas.

La quinta es la ciencia de los minerales, que consiste en el conocimiento de las sustancias minerales que se forman a partir de los vapores atrapados en el interior de la tierra y los fluidos imposibles presentes en el aire, cuevas, cavernas y el fondo de los mares, a partir de las sustancias de las gemas y otras como la barita, el mercurio, el alumbre, las sales, el cloruro de amonio, el oro, la plata, el cobre, el hierro, el plomo, el coral, el azufre, el arsénico, el cristal, el rubí, el zafiro y sustancias similares, y el conocimiento de sus propiedades, beneficios y perjuicios.

La sexta disciplina es la botánica, que comprende el conocimiento de todas las plantas que se siembran, cultivan o crecen en la superficie terrestre, en las cumbres de las montañas, en el fondo del agua o en las riberas de los ríos, incluyendo árboles, cultivos, leguminosas, gramíneas, hierbas, forraje y vegetación silvestre. Ésto incluye conocer la cantidad de cada tipo, sus características, los lugares donde crecen, cómo se extienden sus raíces en la tierra, cómo se elevan sus ramas o se extienden por el suelo, cómo se propagan en todas direcciones, la forma de sus ramas en cuanto a longitud, delgadez, grosor, rectitud y curvatura, la forma de sus hojas en cuanto a tamaño, estrechez, suavidad y aspereza, los colores de sus flores y los pigmentos de sus capullos, y las formas, sabores, olores, propiedades, beneficios y perjuicios de cada uno de sus frutos, granos, semillas, gomas y demás sustancias. 

La séptima disciplina es la zoología, que comprende el conocimiento de todas las especies que se originan, crecen y se desplazan, incluyendo las que caminan. Pero tranquilos, que no os mandaremos a las montañas para que informen de cómo hacen las abejas la regurgitación de la valiosa miel.

Yá sea sobre la faz de la tierra, volando por el aire, nadando en el agua, arrastrándose por el suelo o moviéndose dentro de otro cuerpo, como el de un animal o la pulpa de las plantas, frutas, granos y similares, y conociendo la cantidad de sus especies, los tipos de esas especies, las propiedades de esos tipos, y conociendo cómo se forman en el útero, en los huevos o en la materia en descomposición, y conociendo la composición de sus órganos, la estructura de sus cuerpos, las diferencias en sus formas, la compatibilidad de sus especies, el arte de sus sonidos, la disonancia de sus naturalezas, la variación en su carácter, la similitud de sus acciones, conociendo los momentos de su agitación, su apareamiento, la construcción de sus nidos, su delicadeza al criar a sus crías, su afecto por su descendencia, el conocimiento de sus beneficios y perjuicios, sus tierras de origen, sus dueños, sus enemigos, su conocimiento, y todo lo que sea similar a todo ésto, y el estudio e investigación de todo ésto se atribuye a las ciencias naturales. Asimismo, la ciencia de la medicina y la medicina veterinaria, el manejo de animales, bestias y aves, la agricultura, el lavado y todas las ciencias de los oficios se incluyen en las ciencias naturales.

Las ciencias de lo divino son de cinco tipos, el primero de los cuales es el conocimiento del Creador, (exaltada sea su gloria), y la descripción de su unicidad, y cómo Él es la causa de las existencias y el opuesto de las criaturas, el que sostiene la existencia y da existencia, la fuente de las virtudes y la bondad, el preservador del orden y el mantenedor de la permanencia, el que administra, y Allah conoce lo invisible, y Él es el principio de todo y el fin de todo, y Él se manifiesta sobre todo en poder y está oculto en todo en conocimiento, y Él es el que todo lo oye, el que todo lo sabe, el Sutil, el Omnisciente, el Compasivo con los siervos.

La segunda es la ciencia de la espiritualidad, que consiste en el conocimiento de las esencias intelectuales simples, el signo efectivo que son los Ángeles de Allah y los puros servidores de Allah. Son las formas abstractas de la materia utilizadas para los cuerpos que las manifiestan, y de ellas provienen sus acciones, así como el conocimiento de cómo se conectan entre sí y cómo influyen unas en otras. Son esferas espirituales que rodean las esferas físicas.

La tercera es la psicología evolutiva, que es el conocimiento de las almas y los espíritus que residen en los cuerpos naturales, desde la esfera celeste circundante hasta el centro de la Tierra, y el conocimiento de cómo gestiona las esferas celestes, mueve los planetas, nutre a los animales y las plantas, se disuelve en los cadáveres de animales, cómo será resucitar después de la muerte en aquel Día y cómo se gestiona.

La cuarta rama es la ciencia del método, que comprende cinco tipos: método profético, método monárquico, método popular, método privado y método personal. El método profético implica comprender cómo establecer leyes -es decir, leyes sólidas y prácticas virtuosas- mediante la elocuencia, y cómo sanar las almas afligidas por las religiones corruptas, opiniones erróneas, costumbres reprobables y acciones injustas. También implica comprender cómo erradicar éstas creencias de la mente de las personas resaltando sus defectos, difundiendo su desarrollo moral y espiritual, y curándolas de los males de éstas creencias y los dolores de éstas costumbres, desalentando su amarre. Además, implica sanarlas con opiniones sólidas, buenas costumbres, obras virtuosas y una moral encomiable, alabándolas y alentándolas con la promesa de una abundante recompensa en el Día del Juicio. Finalmente, implica también comprender cómo guiar a las almas malvadas hacia el camino de la rectitud, apartándolas de los senderos traicioneros del error y la transgresión mediante la exhortación.

El camino de la guía, su conducta y su dificultad, se distinguen de los caminos del error y la transgresión. Éste camino está fortificado con la reprensión, la advertencia, el reproche y la paciencia suspicaz, para que las personas puedan regresar al camino de la salvación. Implica el atractivo de una abundante recompensa y el conocimiento de cómo despertar a las almas negligentes y a los espíritus inquietos de su prolongado letargo y olvido de la otra vida y del pacto del Día del Juramento, para que no digan: «No nos llegó ningún mensajero ni libro». Ésta estrategia corresponde al ámbito de los profetas y mensajeros.

En cuanto al método real, consiste en saber cómo preservar la Shari'a para la nación y revivir la Sunnah en la fe, promoviendo el bien y prohibiendo el mal, estableciendo lo prescrito e implementando las normas establecidas por el Legislador, remediando las injusticias, reprimiendo a los enemigos, refrenando a los malhechores y apoyando a los justos. Éste método corresponde al ámbito de los profetas elegidos y los imanes bien cualificados, quienes están con la verdad y, mediante ella, actúan con justicia.

En cuanto al método general, que consiste en el liderazgo sobre grupos, como el liderazgo de los príncipes sobre países y ciudades, el liderazgo de los aldeanos sobre los habitantes de las aldeas, el liderazgo de los comandantes del ejército sobre los soldados, y similares, se trata del conocimiento de las clases de aquellos que están bajo la propia autoridad, sus circunstancias, linajes, profesiones, creencias y moral, la organización de sus rangos, la gestión de sus asuntos, la investigación de sus necesidades, la unificación de sus rangos, la equidad entre ellos, la reunión de sus grupos dispersos y su empleo en aquellos asuntos que les sean adecuados, y su utilización.
{Entre ellos, reuniendo a sus grupos dispersos y empleándolos en asuntos que les sean adecuados, y empleándolos en oficios y trabajos apropiados para cada uno de ellos.}

En cuanto al método privado, se trata del conocimiento que tiene cada persona de cómo administrar su hogar y su sustento, y de cómo cuidar de sus trabajadores, hijos, parientes y clan con sus vecinos, compañeros, padres y hermanos, cumpliendo sus derechos, atendiendo a sus necesidades y considerando sus intereses en los asuntos de éste mundo y del más Allá.

En cuanto al autoconocimiento que maneja cada persona y que tiene de sí misma y de su moral, examinando sus acciones y palabras en momentos de deseo, ira y satisfacción, y considerando todos sus asuntos.

En cuanto a la ciencia de cómo será la resurrección, se trata del conocimiento de la naturaleza del más allá, de cómo las almas resucitarán de la oscuridad de los cuerpos, de cómo los espíritus despiertan de su largo sueño, de cómo son reunidos para el Día de la Resurrección, de cómo se mantienen en el camino recto, de cómo son reunidos para ese juicio en el Día del Juicio, y del conocimiento de cómo los justos son recompensados ​​y los malvados castigados.

En cada capítulo de éstas ciencias mencionadas, se expone parte de su significado, a modo de recordatorio para los desprevenidos, guía para los buscadores, aliento para los estudiantes y camino para los fuqaras. Así pues, hermanos, alégrense con ello y profundizar en el estudio del Islam, Corán, Hadices, biografía profética, Jurisprudencia, los blogs, animándoles a buscar el conocimiento, guiándolos en éste mundo y mostrándoles el camino hacia la otra vida. Pues al hacerlo, alcanzarán la cercanía con Allah, obtendrán Su complacencia, alcanzarán la felicidad de la otra vida y llegarán al rango más elevado.

Sabed que éste es el camino que siguieron los profetas, y los sabios y eruditos virtuosos los que siguieron en él; así pues, esforzaos para que podáis uniros a ellos. Sabed que el principio de toda ciencia humana reside en el conocimiento del hombre mismo, como se ha dicho: «Quien se conoce a sí mismo conoce a su Señor».  

Sepan que el autoconocimiento es de cuatro tipos. El primero consiste en saber que el ser humano es un todo unificado compuesto de dos sustancias distintas. Una es el cuerpo físico, largo, ancho y profundo, percibido por los cinco sentidos, compuesto de carne, huesos, sangre, venas, nervios y los atributos físicos que posee, como el gusto, el olfato, la dureza, la aspereza, etc., como explicamos sobre la composición del cuerpo. La otra es el alma, una esencia simple, espiritual, inteligible, celestial, luminosa y perceptiva, y los atributos espirituales que posee, como el conocimiento, el poder, la generosidad, el valor, la tristeza, la alegría, etc., como explicamos sobre el intelecto y el conocimiento inteligible y sobre la ética. El segundo tipo de conocimiento consiste en que el ser humano sepa cómo el alma se relaciona con el cuerpo en ésta vida terrenal y por qué está ligada a él, como explicamos también sobre la ley de la muerte, la composición del cuerpo y los cinco sentidos y lo perceptible. El tercer objetivo es conocer cómo era el alma individual antes de su unión con los cuerpos humanos, tal y como explicamos sobre el origen del punto y el descenso de las almas individuales. El cuarto objetivo es conocer su estado después de separarse de los cuerpos, tal como explicamos sobre el Barzaq, la resurrección de las almas, etc. TODO está ESCRITO.
Y Allah Todopoderoso siempre sabe más. 

Assalamo Aleikum.
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LAS LUCIÉRNAGAS DEL DESIERTO. (Relato)

LAS LUCIÉRNAGAS DEL DESIERTO. (Relato)
<El poder de las almas proveniente de las ciencias espirituales, que es el propósito último de las enseñanzas: para reformar las esencias corruptas de las almas, refinar su moral y perfeccionarlas para que permanezcan en la otra vida, que es la verdadera vida.>

Dentro del espacio expansivo, apareció una luz que irradiaba amor y compasión. Se acercó suavemente el muchacho y lo saludó, como si fuera de toda su confianza, pues emitía una profunda sensación de paz y plenitud, a pesar de su aspecto exterior.
Ahmad se fue sumergiendo en una luz espiritual. ¡Despierta! el Shaykh ha comenzado a hacer el dua con su voz serena y reverente, era como si sus palabras ascendieran a los cielos, armonizando con las estrellas y las melodías celestiales que las rodeaban. La oración-petición del Shaykh era como música celestial: «Ya Allah, te pido que fortalezcas nuestra resolución y nos llenes confianza, que eleves nuestra posición de entre Tu creación en Tus cielos y Tu tierra. Oh, Conocedor de lo invisible y lo visible, el Grande, el Exaltado. Oh, Allah, renunciamos a la propia fuerza y ​​poder y buscamos refugio en Tu fuerza y ​​poder. Tú eres el Auxiliador; por Ti nos movemos y por Ti prevalecemos. Oh, Allah, concédenos la luz de Tu Gran Nombre, para que todo tirano arrogante entre Tus criaturas se vea disminuido ante nuestros ojos. Eleva nuestra posición en el trabajo y entre la familia y amigos, y haznos ser un ejemplo de rectitud. Tú que nos sostienes con un espíritu que proviene de Ti, oh, Tú que eres el Altísimo, el Grande, el Exaltado». Aaaamiiinn.

Entonces el narrador alzó la cabeza y su rostro fue mostrando signos de reverencia, y comenzó su oración con una profunda espiritualidad que tocaba los mundos invisibles:
El portador de la vela prosiguió su camino con paso firme, recitando los hermosos nombres de Allah con una voz melodiosa que se fundía con los susurros de la noche. Ahmad lo siguió con entusiasmo, como si la voz del portador de la vela lo impregnara por completo, fluyendo por sus venas y cargando cada paso con mayor esperanza. Ambos se dirigieron hacia la colina que era testigo de aquellos encuentros espirituales. La luz de la vela, que tintineaba dentro de una lámpara de cristales de colores, iluminaba un punto específico bajo un árbol reseco, como si abriera una puerta secreta a otro mundo.
Al acercarse al punto de luz, el Shaykh, sosteniendo la lámpara, se mantuvo firme y comenzó a recitar los nombres de Allah con una voz que resonaba con la luz de las estrellas del firmamento mezclada con relámpagos, y el murmullo de la alabanza del trueno hacía un eco de las palabras como perlas luminosas danzando en el cielo nocturno. «El Grande, el Exaltado», repitió sesenta y nueve veces, como si cada nota se disolviera en el ritmo sagrado del universo. Con cada repetición, el cielo parecía susurrar bajo su manto azul profundo, haciéndose eco de sus palabras y llenando el espacio con una presencia sutil.

Entonces el Shaykh comenzó a repetir «Él es el Único, el Vencedor» setenta y siete veces. Ahmad repitió tras él, pero ésta vez sintió algo más profundo que lo impregnaba, como si sus células mismas estuvieran en sintonía con ese ritmo divino. De repente, Ahmad sintió que las barreras entre él y el mundo comenzaban a disolverse. Todo lo que había sido sólido y familiar en su vida empezó a desvanecerse, como si el universo abriera sus brazos para abrazarlo en un espacio de luz.

El Shaykh nunca está ausente de su corazón, y su presencia en él es más profunda que cualquier despedida o encuentro.

Ahmad regresó a casa cuando la noche envolvía la aldea con una atmósfera de tranquilidad. Caminando por el sendero oscuro, recitaba los Nombres Bellos de Allah como un himno vibrante. Cada nombre resonaba en su interior como un latido, emanando una luz interior que lo llenaba de paz. Éstos nombres, que había aprendido del Shaykh, eran como una melodía celestial sin fin, cantada por su alma, que le hacía sentir una profunda conexión con el Creador. Sentía que todo a su alrededor palpitaba con vida: los árboles, la tierra, el cielo; todo se unía en éste himno espiritual, como si el universo entero se hiciera eco de los nombres de Allah en sutil armonía.

Ahmad entró en casa, dónde el mundo yá no era el mismo. Todo a su alrededor parecía envuelto en un halo de luz oculta, como si aquellos momentos bajo la luz de la lámpara hubieran dejado su huella en cada rincón. Se dejó caer en el sofá, pero sentía que su corazón se elevaba hacia otra parte, donde el aire transportaba voces invisibles que susurraban secretos aún por revelar.
En sus ojos cansados, resurgieron las imágenes de su encuentro con el mendigo; cada latido de su corazón resonaba con uno de los nombres de Allah, cada pulso añadía un nuevo impulso de vida en su interior. Ahmad presentía que aquella noche su sueño no sería nada ordinario; más bien, anticipaba que el día siguiente le traería nuevas revelaciones, secretos ancestrales que se le mostrarían, conocimiento divino que abriría algunas puertas hasta entonces ocultas.

Mientras el sueño se cernía lentamente sobre sus ojos, sintió como si se ahogara en un mar de luz, nadando en profundidades de sabiduría ancestral y conocimiento oculto. Dormía, pero su alma permanecía despierta, suspendida en un horizonte infinito, vislumbrando destellos de luz celestial y aguardando el amanecer con la ilusión de aquel niño que sabe que un tesoro escondido le está esperando sentado en la piedra blanca al borde del camino.

Mientras los sueños se formaban a su alrededor como pinturas de luz, su mente viajaba a mundos desconocidos, donde los misterios aparecían como invitaciones tácitas, esperando ser desveladas. Ahmad sentía que cada instante de aquella noche guardaba la clave de un nuevo secreto, y que cada rayo de luz podía ser el comienzo de otro viaje repleto de maravillas.

¿Qué nuevos secretos le depararía el mañana? ¿Qué maravillas le traería? Éstas preguntas le rondaban la cabeza mientras esperaba con ansias el día siguiente, impulsado por una curiosidad insaciable por descubrir los tesoros del conocimiento que le aguardaban. Ahmad sabía que lo que había vivido aquella noche y otras noches era sólo el comienzo de una aventura espiritual que le abriría nuevas puertas, le desvelaría secretos inconfesables e iluminaría su camino hacia el futuro con los signos de una profunda espiritualidad. 

Assalamo Aleikum.

domingo, 9 de noviembre de 2025

LA CLAVE DE UNA EXPERIENCIA MÍSTICA INICIÁTICA SON LAS ESCALAS A LAS ESTACIONES.

LA CLAVE DE UNA EXPERIENCIA MÍSTICA INICIÁTICA SON LAS ESCALAS A LAS ESTACIONES. 
El cuarto patrón.
Éste es la morada del otro mundo, y es el patrón intermedio mencionado en algunos artículos anteriores del blog que corresponde al tiempo de residencia en ésta morada terrenal, pues constituye un punto intermedio entre las almas espirituales y dicha morada. El cuerpo humano se compone de las cuatro naturalezas y los cuatro elementos, y ésto solo se manifiesta en el patrón intermedio, que es el mundo terrenal, expresado como el mundo de la sabiduría y del aprendizaje.

Allah Todopoderoso dijo: “Esto te lo contamos como parte de los signos y del Recuerdo Sabio. Verdaderamente Isa, ante Allah, es como Adam. Lo creó de tierra y luego le dijo: ¡Sé! Y fue."
(Sura 3, [Al Imran] versos 57-58)

Ésta es la parte terrenal. Entonces Allah Todopoderoso dijo, (relatando lo que el maldito Iblis dijo acerca de Adam): «¿Qué te impide postrarte habiéndotelo ordenado? Contestó: Yo soy mejor que él; a mí me creaste de fuego, mientras que a él lo has creado de barro». [Al-A'raf: 11]. Y el barro solo se mezcla con agua, y ésta es la parte acuosa.

Entonces Allah Todopoderoso dijo: «Creó al hombre de barro seco cual cerámica y creó a los genios de puro fuego». [Ar-Rahman: 12-13]. La arcilla sonora solo es posible mediante la combinación de tierra, agua, aire y fuego. Así, el hombre fue creado y formado como la totalidad suprema, y ​​todos los universos fueron contenidos en él.

Y después de que Allah Todopoderoso pobló la ciudad del hombre y lo vació (de ella), es decir, de la ciudad de la humanidad, (lo empobreció), es decir, lo despojó de ella y lo apartó de ella, porque es su velo que lo separa de la estación del testigo, y es una de las mayores restricciones para él, y porque es una ciudad inferior, siendo una de las entidades cósmicas, y el hombre perfecto en el conocimiento divino es despojado de su ser humano de todos los lazos y restricciones cósmicas, y permanece con su Señor y para su Señor, no con su ser humano.

(Y lo enriqueció) es decir: Allah Todopoderoso enriqueció al ser humano perfecto (mediante el estudio) es decir: mediante la lectura y el conocimiento (de los secretos) ocultos al mundo del (Reino que existe en el reino humano y la ciudad física) (y mediante ello) es decir: mediante éste estudio mencionado (Lo empobreció) es decir: Allah empobreció al ser humano perfecto en conocimiento divino mediante el estudio de los secretos del Reino, y su pobreza es su necesidad de presenciar la belleza del rostro de la Esencia Divina en todas las entidades cósmicas.

El místico gnóstico perfecto depende en gran medida de las entidades cósmicas, pero su dependencia no reside en las entidades mismas, sinó en los signos que se manifiestan en ellas a través de los Nombres divinos. Pues las entidades son un reflejo de la Esencia Divina, los Nombres y los Atributos. Así, el místico gnóstico ve en cada átomo del cosmos, y en cada átomo, la realidad del Nombre «El Más Misericordioso» y todos los Nombres divinos que se manifiestan en los reinos de la posibilidad. Sin embargo, el Todopoderoso creó la creación en diversos caminos, rangos, escuelas de pensamiento, estaciones, grados, ascensos y niveles, y Él manifestó las bebidas (estructuras) que se determinan según cada bebedor, y los rangos se revelan según los requisitos de las bebidas, las doctrinas se revelan según cada buscador, las estaciones se revelan según lo alto, lo medio y lo bajo, los grados se revelan según la rectitud, los ascensos y se revelan según cada ascendedor y las profundidades se revelan según las condiciones de los negligentes.

El conocedor asciende del mundo de la humanidad sensible (de los sentidos) al mundo de la divinidad inteligible, que es el mundo del Reino; del Reino al mundo de los nombres; del mundo de los nombres al mundo de los atributos; y del mundo de los atributos al mundo de la Esencia. Si su fundamento se establece y la Presencia de la Esencia le concede la vida eterna después de la muerte y lo reviste con las vestiduras de la perfección, lo devuelve a la Presencia de los Atributos, otorgándole las ventajas y perfecciones. Los Atributos, a su vez, lo devuelven a la Presencia de los Nombres, otorgándole los Nombres, el conocimiento de ellos y el conocimiento de lo nombrado. Finalmente, los Nombres lo devuelven al mundo de la divinidad, al Reino y al mundo de los sentidos, que se expresan mediante la humanidad.
Si pertenece a la estirpe de los profetas y mensajeros (la paz sea con ellos) o a la de sus herederos en ésta condición, entonces lo comprenderá plenamente. Pero si pertenece a otra categoría, lo ignorará y se sentirá confundido, sin conocer la realidad de lo que allí se encuentra. La primera condición es su necesidad, en el sentido de la necesidad de la rama por su raíz, y esa necesidad es una riqueza, no carencia. Y no cabe duda de que la categoría intermedia es inferior a la primera y a la segunda. La primera corresponde a las entidades físicas, y la segunda a los espíritus y significados.

La razón de la carencia: El patrón intermedio es físico, y el patrón que le sigue desde arriba, el segundo patrón, es espiritual. Éste segundo patrón espiritual carece de la emanación más sagrada y del alma misericordiosa. La emanación más sagrada se obtiene de la manifestación del Ser sobre las esencias de las posibilidades, y mediante ésta automanifestación, las esencias se preparan para la existencia.

El Alma Divina: Son los nombres y atributos los que manifiestan las entidades cósmicas que existen externamente, según su propia receptividad y disposición. Los Nombres divinos son los que les confieren su existencia real; por lo tanto, lo que se les otorga es aniquilación y necesidad.

El conocedor tiene dos lados:
-Cara al componente.
-Y un rostro para los universos.
Desde la perspectiva del Creador, Él posee una riqueza inherente y le es imposible tener necesidades, y desde la perspectiva de los universos, Él tiene todos los derechos. 

Explicación de los planes divinos para reformar el reino humano. Le será imposible ser rico, pues siempre tiene necesidad. El ojo cósmico necesita lo que se le dirige desde los Nombres divinos para existir en ésta presencia externa, y los Nombres divinos necesitan a las entidades cósmicas, quienes necesitan la aceptación del Dador de los Nombres divinos, su apariencia, la distinción entre sí y su definición a partir de la presencia esencial; yá que ésto solo ocurre en sus efectos cósmicos.. (Y Él lo permitió), es decir, Allah Todopoderoso le permitió, es decir, a éste ser humano perfecto en conocimiento divino, actuar absolutamente como deseaba por la voluntad divina en los universos creados, los superiores e inferiores, espirituales y físicos, es decir, por la materia que, es decir, actuando en ellos, y ellos son los universos qué, es decir, de los universos (Él le prohibió actuar en ellos, así que le permitió actuar en los universos pero le prohibió actuar en ellos). Por lo tanto, quienes han alcanzado la perfección no actúan en ellos en absoluto. Incluso si se les ofrece un control general, no actúan en ellos salvo por mandato y obligación absolutos. Ésto se debe a qué, (para un siervo) actuar sobre la propiedad de su amo es una falta de respeto, incluso con su permiso, por elección y permisibilidad, no por obligación. Si así fuera, se vería obligado, no libre, y actuaría en consecuencia, renunciando a su libre albedrío. Allah le reveló a David: «Oh David, abandona tus deseos, pues nadie disputa mi dominio excepto tus propios deseos». Y Allah Todopoderoso dijo: «Oh David, en verdad te hemos constituido sucesor en la tierra; juzga, pues, entre los pueblos con justicia y no sigas tus deseos».

Se sabe que un fideicomisario en la Tierra debe tener autoridad sobre todos los ámbitos espirituales y físicos del universo. Si bien a David, el fideicomisario, se le ordenó tener plena autoridad, pero se le prohibió actuar salvo por revelación e inspiración. Allah Todopoderoso dijo: «Realmente ésto es un recuerdo; quien quiera, que tome un camino hacia su Señor». [Al-Muzzammil: 17], es decir: Aquel que administra todos los asuntos en su favor, pues Él, glorificado sea, sabe mejor sobre Su camino o caminos para llegar hasta Su Majestad. 

En fuerzas físicas.
Allah Todopoderoso dijo, dirigiéndose a las potestades espirituales: «¿Acaso no soy Yo vuestro Señor? Contestaron: Sí, lo atestiguamos. Para que el Día del Levantamiento no pudiérais decir: Nadie nos había advertido de esto». [Al-A'raf: 172] Así, cada uno de ellos reconoció la Majestad y Señorío de Allah Todopoderoso. Y después de obtener el pacto de las potestades espirituales, lo hizo testigo. Es decir, hizo testigo ante Allah a Adam, junto con los Ángeles (la paz sea con ellos), respecto a ese puñado original, y lo que contenía de sus potestades espirituales, y lo que incluía de las almas de la descendencia. De hecho, todas las potestades espirituales y los sentidos físicos dan testimonio de sí mismos y reconocen el Señorío de Allah Todopoderoso.

(Y) después de que Allah Todopoderoso le hizo testigo de ese entendimiento (Él lo determinó), es decir: Allah Todopoderoso le pidió que reconociera el antiguo pacto que incluye la sumisión a las decisiones del Señorío, de modo que la prueba concluyente fuera para Allah y para Adam y toda la descendencia incluida en él en esa morada de otro mundo en el momento de la resurrección y la reunión, y la manifestación del poder divino.

Si entonces el siervo dice: “Señor mío, ¿por qué no me has castigado ni recompensado, siendo Tú quien no creó la fe en mí, sinó la incredulidad y la desobediencia? Si hubieras querido, me habrías guiado y no me habrías extraviado”.. entonces la Verdad le dice: Porque después de haber creído en Mí, no creíste en Mí. ¿Acaso no tomé un pacto contigo después de que reconociste Mi Señorío y te hice testigo de ello, e hice que Mis Ángeles fueran testigos de ti?
El siervo responde: Sí, mi Señor. De éste modo, el argumento del siervo queda invalidado y el del Señor se confirma, y ​​Allah tiene el argumento concluyente, claro e irrefutable.

Y Él (Allah) ha establecido (Su reino), que es el universo, (un puente) extendido sobre el Infierno, y toda persona pasará por encima de él, pero nadie lo cruzará excepto la gente de fe, porque Él (Allah) lo ha hecho para cruzar, y la gente de fe lo cruzará según sus clases y su apego al equilibrio.

El tuba es un árbol muy conocido en el Paraíso que da diversos frutos según los deseos de cada persona. Es el árbol del límite supremo, el lugar del fin. Simbolizando, es el árbol de la benevolencia, y su fruto es el conocimiento divino junto con el manto del placer divino. También simboliza la Esencia Divina, y sus ramas son los Nombres y Atributos. Ésto es para quienes lo cruzan, es decir, quienes atraviesan el puente de la existencia mediante el desapego, incluso en la dicha del Paraíso. Quien recorre el camino de la obediencia y renuncia a todo lo existente asciende por las escaleras de los Nombres y Atributos, y los velos se levantan para él, permitiéndole contemplar la belleza de la Esencia Divina y Ver la dicha eterna en diversas formas y colores.

En algunos relatos se la denomina el Primer Intelecto, y es la Perla Blanca, manifestación de la verdad divina con el atributo de la belleza. Aquella luz blanca la iluminó y su luz se tornó blanca; éste es el fin del camino de los justos.

En cuanto a los perfectos, los cercanos a Allah, no se detuvieron en ésta etapa ni se contentaron con este alimento. Permanecen en constante búsqueda, aguardando la palabra del Señor Todopoderoso. Ésta etapa es la última de la obligación, es decir, soportar las dificultades de las normas de la Shari'a islámica. Lo que está por encima de ella es noble y representativo, y consiste en entrar en la presencia de la Verdad Divina. Pues la luz de la Shari'a es blanca porque ilumina la tierra de las posibilidades, como la luz del sol ilumina el mundo terrenal, revelando así todo lo oculto. Y por encima de ella está la luz negra, que es la obliteración de la ceguera, un nivel donde no hay forma ni color, como el resplandor de la noche oscura sobre los seres, sin distinguir una cosa de otra, sinó que todo es uniforme con un solo color. Allah Todopoderoso dijo: «Luz sobre luz» [Sura 24, An-Nur: Verso 35], es decir, la luz oscura del Señorío sobre la luz blanca de la Shari'a, elevándose por encima de ella en la dirección de lo invisible. Allah guía hacia Su luz a quien Él quiere [An-Nur: Verso 35], es decir, se la da a conocer según su disposición. Así que lo entiendan bien.

Otra estación a la que desciende el alma en el mundo de la presencia y la consciencia se llama la de la paz interior, que consiste en la plenitud con Allah Todopoderoso en todo lo que Él decreta para ella y la conduce a Él. Recibe éste nombre en ésta estación porque, al entrar en el mundo de la divinidad, navegó por el océano de los misterios divinos y se asentó en las profundidades del secreto de los secretos, quedando así despojada de las acciones y atributos que poseía en la estación de la tranquilidad interior. De éste modo, contempla la belleza de su Creador y se contenta con Él, el Todopoderoso y Majestuoso. Y se disuelve (el siervo) en Allah Todopoderoso al presenciar Sus manifestaciones absolutas en términos de Su Esencia y Sus manifestaciones limitadas en los términos de Sus Nombres y Atributos, pero ésta disolución se acompaña de una perdurable conciencia de su propia existencia debido a su reciente llegada a la estación de la tranquilidad interior, que se encuentra en presencia de la Shari'a.
Y se sentirá pleno en ese estado, ajeno al mundo entero y entregada a su Señor, y una luz verde emanaba de la Presencia Divina. Conforme madura, su camino se centrará en Allah, su mundo en la teología, su morada en la verdad, su estado en la aniquilación; carece de poder al estar presente con su Señor, ajeno a sus sentidos. Su luz es verde, no posee obras ni derechos, pues está en manos de Allah, quien lo guiará según Su voluntad.

Exaltado es quien actúa conforme a ésto, no el acto en sí. Su luz es verde porque se compone de tres colores: la negrura del dominio divino, la blancura de la ley islámica y la pureza de la verdad de la fe. Éstas tres luces convergieron en el estado al que descendió el alma serena, y sus rayos se fundieron, convirtiéndose en una luz verde. Éste es el estado más perfecto de todos, pues combina la presencia de la ley y la verdad, otorgando a cada una su lugar, de modo que no descuida la condición de siervo ni olvida el testimonio de la soberanía. Éste es el camino islámico que recorrieron los profetas y mensajeros, (que la paz y las bendiciones sean con todos ellos), y quienes heredaron éste camino de ellos.

El nivel al que desciende el alma en el mundo de la existencia absoluta se denomina el complaciente, aquel con quien su Señor Todopoderoso se complace y que se complace con Él. Recibe éste nombre porque se aparta del estado de la unidad, que consiste en atestiguar la Verdad, exaltado sea, sin creación, y entra en el estado de la unidad de las unidades, que consiste en atestiguar la creación establecida por la Verdad, expresada como testimonio absoluto. A ésto aludió Allah Todopoderoso: «De Allah es cuanto hay en los cielos y en la tierra; tanto si manifestáis lo que hay en vosotros mismos como si lo ocultáis, Allah os pedirá cuentas de ello. Y perdonará a quien quiera y castigará a quien quiera. Allah es Poderoso sobre todas las cosas». (Sura 2, [Al-Baqarah] verso 283]. Así, se asienta en la disolución de la oscuridad oculta, que es lo invisible de lo invisible para la percepción de los justos, y el testimonio del testimonio para la percepción de los cercanos a Allah. Allah Todopoderoso se complació con ella por su retorno a Él y por Su manifestación a través de ella. Pues es precisamente en ésta etapa, que es la realidad de Su conocimiento, como dijo el Shaykh Muhyiddin el Grande, (que Allah santifique su secreto): Allah Todopoderoso se conocía a sí mismo y, por tanto, conocía el mundo. Su etapa es la vejez, su viaje proviene de Allah, su mundo es el testimonio absoluto, su lugar más recóndito es su estado de aniquilación en Allah, y su origen es la Shari'a, debido a su retorno a Allah Todopoderoso en la estación de la separación. Para completar y guiar a la creación, su luz es oscura; toma de la Shari'a de Ahmad ﷺ y actúa con ella con discernimiento divino, porque es establecida por Allah en el despertar de la existencia, conociendo Sus decretos para borrar lo perdido, que son Su conocimiento, el Altísimo, en presencia de los testigos, y a ella se refiere el dicho del Todopoderoso: «Di: Este mi camino. Llamo a (la adoración) de Allah basado en una clara visión, tanto yo como los que me siguen. Y ¡Gloria a Allah! Yo no soy de los que asocian». [Yusuf: Verso 108].. Pero su luz era negra en éste contexto porque era receptiva a la presencia divina del Todopoderoso, y es la negrura del rostro en ambos mundos, y es la mayor negrura que no acepta color ni cambio, y es la presencia de lo invisible, que trasciende la razón, el alma y los sentidos. Por eso llevaba el turbante negro, símbolo de lo absolutamente invisible, que está por encima de él en su poder y más allá en su presencia omnipresente y suprema compañía.

La estación a la que desciende el alma en el reino de la postración y el poder se llama la estación perfecta, y es la estación suprema del alma, pues más allá de ella sólo existe la verdadera existencia, que no puede describirse mediante una estación ni mencionarse con palabras. Recibe éste nombre porque es pura, postrada ante Allah, por Allah, en Allah, en una postración eterna. Nadie puede atravesar ésta estación excepto quien pertenece a la escuela Muhammadiana, al camino divino, y posee la unidad de la unidad, pues emana de su Señor, el Exaltado, sin ningún intermediario. Su etapa es la suprema, su viaje es a través de Allah, su mundo es la unidad de la unidad, su morada es un secreto de unicidad, su estado es la permanencia eterna y su fuente es el todo; es decir, todo lo que emana de Allah, el Exaltado, de la creación. Pues no ve nada excepto a Allah, el Exaltado, delante de sí, después de sí, a través de sí y con sí. Su luz es indescriptible. Recibe su conocimiento y sus costumbres de Allah, el Altísimo, y realiza buenas obras a través de Él, según su capacidad, de acuerdo con lo que Él le concede y con lo que le honra. Es más, Él, el Altísimo, actúa a través de ella según lo que sabe para ella en Su conocimiento eterno, el cual decretó para ella desde la eternidad. Resplandece con la creación de Allah Todopoderoso, con las buenas obras que le corresponden, y el conocimiento de esa creación en su interior no le resulta gravoso porque proviene de su Señor, el Hacedor de su voluntad. Es la esencia misma del mandato de Allah Todopoderoso, que porta Su decreto y destino en su forma estimada, y por lo tanto está sujeta a ese decreto y destino que desciende del cielo de lo invisible a la tierra de las formas animales de los elementos, según la voluntad de Allah Todopoderoso. Más bien, su luz es indescriptible porque proviene de la luz de Allah Todopoderoso, sin intermediarios. La luz de Allah Todopoderoso no admite coloración, pues es una luz existencial e intrínseca, absoluta y libre de toda restricción, a diferencia de las luces creadas. No se la conoce por su forma o modo, aunque posee todas las formas y modos. Es la verdadera luz que iluminó los cielos, la tierra y a quienes los habitan, y mediante la cual se enderezaron los asuntos de éste mundo y del venidero. Por lo tanto, su luz es indescriptible; comprendan, y Allah es quien mejor lo sabe, y Él es el más sabio.

Si ésto se establece y su significado se comprende, oh buscador, entonces debes saber que usamos la preposición en nuestra afirmación: "su viaje de retorno hacia Allah" en el alma que manda y el alma que reprocha, porque están lejos de Allah después de la muerte, no después de la distancia, deben esforzarse completamente hasta llegar a Allah Todopoderoso, como Él, el Altísimo, dijo: “Así pues refugiaos en Allah.." [Adh-Dhariyat: Verso 50].

También usamos la preposición, que es nuestra expresión: «Su viaje es hacia Allah en el alma inspirada», porque se ha elevado por encima de los demás en su confianza en Allah al aumentar su fe, como dijo Allah Todopoderoso: «Y en Allah confiamos», y dijo: «Y en Allah confiáis, si sois creyentes» [Al-Ma'idah: Verso 23], y Allah Todopoderoso dijo: «Y vosotros sois los superiores» [Al Imran: Verso 139]. Es una superioridad real, no una superioridad formal.
Más bien, lo expresamos como “con Allah”, que es nuestro dicho: “Su viaje es con Allah en el alma tranquila”, porque se basa en sí misma, pero atestiguó a su Señor, el Altísimo, con ella, y Él es su realidad y esencia, y actúa por Él, el Altísimo, no por sí misma, y ​​desde entonces procedía según la regla de la voluntad.

Éstos niveles representan el descenso de la ley islámica al mundo de las mentes, al reino de la alteridad. Su inicio es el alma dominante y su fin, el alma serena.
Más bien, lo expresamos con la preposición que exige su consideración, que es nuestro decir: su peregrinación en Allah, en el alma contenta, pues ha sido aniquilada en Allah y ha desaparecido de todos sus atributos previos, entrando en la presencia de la divinidad, de modo que la Esencia Exaltada la rodeaba, como dijo Allah Todopoderoso: «Y Allah está detrás de ellos, rodeándolos» [Al-Buruj: Verso 20]. Así, se mueve en Allah Todopoderoso, porque Él Todopoderoso es su oído con el que oye, su vista con la que ve, su lengua con la que habla, su mano con la que golpea y su pie con el que camina, y, en efecto, todas sus facultades, como lo exige el Hadiz de quien se acerca mediante los actos supererogatorios.

También utilizamos otra preposición, con la cual afirmamos que proviene de Allah en el alma complaciente, porque ha transgredido de la presencia de la existencia mediante su primera determinación por el Nombre del Uno. Es la manifestación de la Unidad, que sólo se percibe a través de ella, y es el primer Nombre que surge de la presencia de la Esencia. Y también utilizamos la preposición que implica la creación, como en nuestro dicho: su curso es por Allah en el alma perfecta, es decir, por Allah Todopoderoso creándola en el mundo de los nombres y los efectos, porque su existencia es por Allah Todopoderoso y no por ninguna otra cosa, como se afirma en la interpretación de la Basmala: Por Mí fue lo que fue, y por Mí será lo que será.

Assalamo Aleikum.