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jueves, 4 de diciembre de 2025

NOCIONES QUE TODO MUSULMÁN DEBERÍA DE SABER.(Didáctica Islámica)

NOCIONES QUE TODO MUSULMÁN DEBERÍA DE SABER.
(Didáctica Islámica)
"En verdad, la oración previene la inmoralidad y la maldad..."

Ésta obediencia implica usar las bendiciones de Allah de una manera que Le agrade, como se explica en el Sagrado Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Éste enfoque facilita un equilibrio en la salud mental y física, permitiendo a las personas apreciar de manera adecuada a las personas y las posesiones en sus vidas, a la vez que se preparan eficazmente para el Día del Juicio. En consecuencia, éste comportamiento contribuye a la paz interior en ésta vida y en el más allá.

Sura 17 Al-Isra, versículo 1):
Gloria a Aquel que llevó a Su siervo de noche desde la Mezquita Sagrada a la Mezquita más lejana, cuyos alrededores hemos bendecido, para mostrarle algunos de Nuestros signos..
Como indica éste versículo, una de las razones más importantes para la ascensión del Profeta Muhammad (la paz sea con él) al Paraíso fue el fortalecimiento de su fe al presenciar las señales de Allah Todopoderoso. Por lo tanto, es crucial esforzarse por tener certeza en la fe. Una fe firme es esencial para mantener el compromiso de obedecer a Allah Todopoderoso en todas las circunstancias, yá sea en tiempos de bonanza o de dificultad. Ésta fe profunda se cultiva mediante la comprensión y la aplicación de los claros versículos y enseñanzas del Sagrado Corán y los dichos del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Éstas enseñanzas demuestran que la verdadera obediencia a Allah Todopoderoso conduce a la paz en éste mundo y en el Más Allá. Por el contrario, quienes desconocen los principios islámicos tienden a tener una fe débil, lo que los hace más propensos a desviarse de la obediencia, especialmente cuando sus deseos personales entran en conflicto con la guía divina. Ésta ignorancia les impide comprender que renunciar a sus deseos en favor de seguir los mandatos de Allah Todopoderoso es el camino para alcanzar la verdadera paz en ambos mundos. Por lo tanto, es esencial que las personas fortalezcan su fe buscando y aplicando el conocimiento islámico, asegurando su obediencia a Allah Todopoderoso en todo momento. Ésto requiere aprovechar al máximo las bendiciones que Allah les ha otorgado, de acuerdo con las enseñanzas del Islam, lo que finalmente conduce a un estado psicológico y físico armonioso, y a establecer correctamente sus prioridades en todos los aspectos de su vida.

Durante generaciones, los eruditos han debatido sobre si el Profeta Muhammad (la paz sea con él) recibió una visión de Allah Todopoderoso o del Ángel Gabriel en su verdadera forma durante el Isra y el Mi'raj (Viaje Nocturno y Ascensión). Ambas partes han presentado pruebas que respaldan sus argumentos. Éste tema se aborda en la biografía del Profeta escrita por el Imam Ibn Kathir, Volumen 2, páginas 66-68.
Sin embargo, es esencial que los musulmanes eviten participar en disputas sobre éste y otros asuntos similares, para evitar que se genere animosidad entre ellos. Además, adoptar una u otra creencia no afectará su fe ni su obediencia a Allah Todopoderoso. Allah no los cuestionará sobre ésto en el Día del Juicio; de lo contrario, la comunidad musulmana lo sabría. Por lo tanto, dedicar incontables horas a debatir, argumentar y escribir libros sobre éste tema es ilógico. En cambio, los musulmanes deberían centrarse en asuntos que, una vez comprendidos, fortalecerán su sincera obediencia a Allah Todopoderoso, cumpliendo Sus mandatos, evitando Sus prohibiciones y afrontando el destino con paciencia, como nos enseñó el Profeta Muhammad (la paz sea con él). Deben priorizar los asuntos del Día del Juicio, como la defensa de los derechos de los demás. Desafortunadamente, participar en discusiones y debates sobre éstos temas ha distraído a los musulmanes de centrarse en asuntos más importantes, contribuyendo al declive general de la comunidad musulmana con el tiempo.

Ésto se relaciona con un Hadiz narrado por el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), que se encuentra en Yami' al-Tirmidhi, hadiz número 2518. Indica la obligación de evitar la duda y centrarse en las certezas. La mayoría de las personas conocen sus deberes religiosos y la mayoría de las prohibiciones, como el consumo de alcohol, etc. Éstos asuntos no generan dudas entre los musulmanes, por lo que deben actuar en consecuencia, cumpliendo con sus obligaciones religiosas y absteniéndose de lo prohibido.

Cualquier otro acto no obligatorio que genere dudas en la sociedad debe evitarse. En el Día del Juicio, Allah no preguntará por qué se abstuvo de realizar actos voluntarios, sinó por qué decidió realizarlos. Por lo tanto, abstenerse de actos voluntarios no tendrá consecuencias en el Más Allá, mientras que realizarlos puede conllevar castigo, recompensa o perdón. Es esencial que los musulmanes se adhieran a éste Hadiz conciso y vital, yá que puede resolver y prevenir muchos problemas y conflictos. De hecho, ésto se refleja en otro Hadiz del Profeta Muhammad (la paz sea con él), que se encuentra en Yami' al-Tirmidhi, n.º 1205. Éste Hadiz afirma que lo permisible y lo prohibido en el Islam está claramente definido para la humanidad, y que se deben evitar todos los demás asuntos que generen dudas. Ésta mentalidad salvaguardará la fe y la dignidad de la persona, aunque será un proceso que protegerá la fe y será algo dramático.

Como Allah Todopoderoso conoce las intenciones, palabras y acciones de Sus siervos, Él sabe quién se centra en lo importante y quién malgasta sus recursos en lo intrascendente, y pedirá cuentas a cada uno por ello. (Sura Al-Isra, versículo 1)
"En verdad, Él es Quien todo lo oye y Quien todo lo ve."

Después de mencionar las señales que le fueron concedidas al Profeta Muhammad, (la paz y las bendiciones sean con él), durante su viaje al cielo, Allah Todopoderoso mencionó las señales que le fueron concedidas al Profeta Moisés, (la paz sea con él), en la Sura Al-Isra, versículo 2.
“Y dimos a Moisés la Escritura y la convertimos en guía para los Hijos de Israel”.

Al igual que en el Corán, la Torá incluía tanto la ley como la sabiduría. La ley consiste en los principios rectores que las personas deben seguir para aprovechar al máximo las bendiciones que se les otorgan. Ésta adherencia conduce a la paz interior, al alcanzar un estado mental adecuado y un cuerpo equilibrados se logran al orientar todo y a todos en la vida de forma correcta y al defender los derechos de Allah Todopoderoso y los derechos de la humanidad. Por lo tanto, ésta ley promueve el establecimiento de la paz y la justicia en la sociedad. La sabiduría es esencial porque guía a las personas sobre cómo aplicar eficazmente su conocimiento, incluida la Shari'a, para su propio beneficio y el de los demás en ambos mundos. Para construir una sociedad justa y pacífica, tanto la Shari'a como la sabiduría son necesarias. (Sura Al-Isra, verso 2)
“Y dimos a Moisés la Escritura y la convertimos en guía para los Hijos de Israel”.

Sin sabiduría, la ley puede malinterpretarse, permitiendo que las personas la exploten para perjudicar a otros. Por el contrario, la sabiduría sin ley puede llevar a las personas a establecer sus propios estándares de derecho y justicia. Todas las normas de conducta establecidas por los seres humanos no logran brindar paz mental debido a limitaciones en el conocimiento, la experiencia, la comprensión y los prejuicios inherentes, intencionales o no. Por lo tanto, la ausencia de ley también obstaculizaría el logro de la paz mental e impediría la promoción de la paz y la justicia en la sociedad, yá que las personas ignorarían los derechos de los demás. Dado que un sistema legal perfecto y la sabiduría provienen solo de Allah, el Omnisciente, uno debe adherirse a las normas divinas de conducta que Él ha otorgado para garantizar la paz mental a nivel individual. Ésto se logra mediante el logro de un estado mental y físico equilibrado, la correcta gestión de todo y de todos en la vida, y la contribución a la difusión de la justicia y la paz en la comunidad. (Sura Al-Isra, versículo 2)
"...que no tomes a nadie más que a Mí como guardián."

Por muy avanzada que sea una sociedad y por mucho conocimiento que adquiera en diversos campos, incluyendo los aspectos mentales y físicos de la humanidad, es imposible establecer un código de conducta que se alinee perfectamente con la naturaleza humana y aborde todas las situaciones, circunstancias y escenarios que los individuos o las sociedades puedan enfrentar durante su vida en la Tierra. Ésta tarea es inherentemente imposible, yá que la humanidad aún está descubriendo nueva información sobre elementos específicos de la existencia humana, como las funciones de las diferentes regiones del cerebro, y mucho menos adquiriendo la comprensión suficiente para formular un código de conducta perfecto que promueva la paz y la justicia tanto a nivel personal como social. Solo Allah Todopoderoso es capaz de lograr ésto, pues Él es el Creador de todas las cosas y su conocimiento es ilimitado, abarcando el pasado, el presente y el futuro. Por lo tanto, solo Él está capacitado para proporcionar un código de conducta para la humanidad, un estándar que distinga claramente entre el bien y el mal, lo beneficioso y lo perjudicial, y que ayude a alcanzar la paz mental en una vida llena de estrés. (Sura Al-Isra, versículo 2)
“Y dimos a Moisés la Escritura y la convertimos en guía para los Hijos de Israel, [ordenándoles]: “No toméis como protector a otro que no sea Yo”.

Los registros históricos indican claramente que la aplicación de éstos principios divinos en la vida de las personas condujo al crecimiento de la tranquilidad, la justicia y la paz en la sociedad. Por consiguiente, las personas deben aceptar éstos principios divinos, considerándolos los más propicios para su bienestar, incluso si algunos aspectos entran en conflicto con sus deseos personales. Deben actuar como un paciente sabio que comprende y sigue el consejo de su médico, reconociendo qué, en última instancia, es por su propio bien, incluso si implica tratamientos incómodos y dietas estrictas. Ésta fue la conducta de todos los profetas, (la paz sea con ellos), incluido el profeta Noé, (la paz sea con él), el segundo padre de la humanidad. (Sura Al-Isra, versículo 3)
"¡Oh, descendientes de aquellos que llevamos con Noé! Ciertamente él fue un siervo agradecido."

Éste versículo también indica que quien acepta la servidumbre para Allah es quien abraza la gratitud, reconociendo que cada bendición que Él otorga es un regalo de Él.
"Por esa vida que Allah Todopoderoso le creó y le otorgó, Él merece su gratitud."

En general, quien atiende algún aspecto de las necesidades de otros, como su vivienda, merece reconocimiento. Por lo tanto, dado que Allah Todopoderoso ha otorgado a la humanidad todas las bendiciones del universo, es justo y correcto que las personas le expresen su gratitud. Mostrar gratitud con intención significa realizar acciones únicamente para complacer a Allah Todopoderoso. Quienes actúan por otros motivos no recibirán recompensa de Allah Todopoderoso. Ésta advertencia se menciona en un Hadiz encontrado en Jami' al-Tirmidhi, n.º 3154. Una clara indicación de buena intención es que una persona no busca ni espera ningún reconocimiento o recompensa de los demás. Expresar gratitud verbalmente implica hablar positivamente o elegir el silencio. Además, expresar gratitud a través de la acción significa usar las bendiciones que uno ha recibido de maneras que complacen a Allah Todopoderoso, como se explica en el Sagrado Corán y las enseñanzas del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Ésta práctica aumenta las bendiciones y brinda paz mental en ésta vida y en el más allá, logrando un estado mental y físico equilibrado y colocando todo y a todos en la vida en el lugar correcto. (Sura Ibrahim, versículo 7)
"Si sois agradecidos, de seguro os aumentaré [en favores]."

Además, cuando alguien posee algo, se considera su derecho y deber disponer de ello como mejor le parezca. Dado que Allah Todopoderoso creó todo en el universo, incluida la humanidad, y lo posee y lo administra, solo Él determina lo permisible y lo inadmisible en el universo. Por lo tanto, es justo que la humanidad siga los mandatos de Allah Todopoderoso, pues Él es el único dueño de todo el universo, incluyendo la humanidad.

De igual manera, cuando una persona presta sus bienes a otra, quien los recibe tiene derecho a usarlos según los deseos de su dueño. Allah Todopoderoso ha otorgado todas las bendiciones a la humanidad como un préstamo temporal, no como un regalo. Al igual que con los préstamos mundanos, éste préstamo debe ser devuelto. La única manera de devolverlo es usar éstas bendiciones de una manera que agrade a Allah Todopoderoso. En cuanto a las bendiciones del Paraíso, son libres de usarlas como uno desee. (Sura Al-A'raf, versículo 43)
...Y se les dirá: "Éste es el Paraíso que habéis heredado por lo que solíais hacer."

Las bendiciones fugaces de éste mundo, que son solo un préstamo, no deben confundirse con las bendiciones eternas del Paraíso. Comprender bien ésta verdad fomenta la servidumbre a Allah y la gratitud hacia Él, como lo hicieron nuestros antepasados. (Sura Al-Isra, versículo 3)
"¡Oh, descendientes de aquellos que llevamos con Noé! Ciertamente él fue un siervo agradecido."

Luego, Allah Todopoderoso mencionó cómo ignorar la servidumbre a Él conduce a la arrogancia, lo que provoca que uno no cumpla con los derechos de Allah Todopoderoso y los derechos de Sus siervos, propagando así la corrupción y la injusticia en la sociedad. (Sura Al-Isra, versículo 4)
"Y ya hemos dicho a los Hijos de Israel en la Escritura: Ciertamente causaréis corrupción en la tierra dos veces, y ciertamente llegaréis a una gran altura."

Los Hijos de Israel eran arrogantes, creyéndose falsamente la raza superior gracias a las bendiciones de Allah sobre ellos, como la abundancia de profetas y escrituras reveladas. Incluso distorsionaron su fe para basarla en su falsa creencia en la superioridad, la cual, según afirmaban, era inherente a su linaje, al ser descendientes del profeta Jacob, también conocido como Israel. (Sura Al-Ma'idah, versículo 18)
"Los judíos y los cristianos dicen: 'Somos hijos de Dios y sus amados...'"

Lo que Allah les concedió no fue una prueba de su amor ni de su superioridad, sinó más bien la responsabilidad que les confió de obedecerlo correctamente según la guía divina y de representarlo fielmente ante el mundo. (Corán 2:40)
"Oh hijos de Israel, acordaos de mi favor que os he otorgado, y cumplid mi pacto con vosotros, y yo cumpliré vuestro pacto, y temedme sólo a mí."

Además, creyéndose erróneamente el pueblo elegido de Allah por lazos de sangre, le atribuyeron racismo, del cual Él es completamente inocente. Asumieron que su salvación estaba garantizada por éstos lazos de sangre, atribuyéndole así injusticia, afirmando que Él recompensa a los malvados con los virtuosos.

(Sura Al-Jathiyah, versículo 21).
"¿Acaso quienes cometen malas acciones piensan que los haremos como quienes creen y obran rectamente, iguales en la vida y en la muerte? ¡Qué mal juicio!"

Éstas falsas creencias que inventaron los incitaron a la arrogancia, creyéndose dueños de todos los demás. Como resultado, su arrogancia los impulsó a desobedecer a Allah oprimiendo a otros, creyendo falsamente que tenían derecho a hacerlo. (Sura Al-Isra, versículo 4)
"Y ya hemos dicho a los Hijos de Israel en la Escritura: Ciertamente causaréis corrupción en la tierra dos veces, y ciertamente llegaréis a una gran altura."

Ésta arrogancia se observa a menudo en los ricos y famosos, quienes, debido a su aparente superioridad sobre el resto de la sociedad, creen erróneamente que las leyes no se aplican para ellos. Como resultado, violan la ley con facilidad y oprimen a otros, creyéndose con derecho a hacerlo. Ésto se debe a su superioridad, al ser los dueños de la sociedad.

Es fundamental evitar el orgullo, como advirtió el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en un hadiz de Sahih Muslim (n.º 265): quien tenga un ápice de orgullo en su corazón no entrará al Paraíso. Explicó que el orgullo se manifiesta cuando una persona niega la verdad y menosprecia a los demás.

Solo unas pocas buenas obras pueden beneficiar al arrogante. Ésto se hace evidente al reflexionar sobre Satanás, cuyos largos años de adoración no lo salvaron de las consecuencias de su orgullo. De hecho, el siguiente versículo vincula claramente la arrogancia con la incredulidad; por lo tanto, el musulmán debe evitar ésta característica dañina a toda costa. (Sura Al-Baqarah, versículo 34)
“Y cuando dijimos a los ángeles: “Prosternaos ante Adán”, se prosternaron, excepto Iblis, que se negó, se ensoberbeció y se convirtió en uno de los incrédulos.”

La persona arrogante es quien rechaza la verdad cuando se le presenta simplemente porque no se originó en ella y porque contradice sus deseos y mentalidad. También se considera superior a los demás, aunque ignora su verdadera posición ante Allah Todopoderoso. Puede creerse importante por algunas buenas acciones y defectos falsos, mientras que en realidad, Allah Todopoderoso lo rechaza debido a sus numerosos pecados. Además, menospreciar a los demás es imprudente, yá que uno desconoce su propio destino y el de los demás. En otras palabras, quien desprecia puede morir como un musulmán sincero, mientras que él mismo puede morir como un incrédulo.

En verdad, no es prudente jactarse de nada, pues Allah Todopoderoso es el Creador y Proveedor de todo lo que la humanidad posee. Incluso las buenas obras que una persona realiza son solo por la gracia, el conocimiento y el poder de Allah Todopoderoso. Jactarse de lo que no se posee es una insensatez, y es como jactarse de un palacio que no se posee ni se habita. Por lo tanto, el orgullo se atribuye verdaderamente a Allah Todopoderoso, pues solo Él es el Creador y el verdadero Dueño de todas las cosas. Quien se atreva a confrontar a Allah Todopoderoso con orgullo irá al Infierno. Ésto se confirma en un hadiz narrado por Abu Dawud, número 4090.

Uno debe emular al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) y cultivar la humildad. Los humildes comprenden verdaderamente que todo lo bueno que poseen y todo el mal del que se protegen proviene únicamente de Allah Todopoderoso. Por lo tanto, la humildad es más apropiada para una persona que el orgullo. Uno no debe pensar que la humildad trae humillación, pues nadie es más grande que los humildes siervos de Allah. De hecho, el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) garantizó el alto estatus de aquellos que se humillan ante Allah Todopoderoso, como se menciona en un hadiz en Jami' al-Tirmidhi, no. 2029. La persona humilde acepta la verdad, independientemente de su fuente, sabiendo que el origen de la verdad no es otro que Allah Todopoderoso. En lugar de despreciar a los demás, los miran con misericordia y compasión, apoyando ésto con acciones sinceras, todo con la esperanza de que Allah Todopoderoso los mire con misericordia y compasión. Comprenden que Allah Todopoderoso los tratará como ellos tratan a los demás. Éste principio es evidente en un hadiz de Sahih al-Bujari, número 7376.. Porque Allah Todopoderoso no ama la arrogancia ni la corrupción que ésta conlleva, castiga a quienes persisten en ella, tal como los castigó en el pasado. (Sura Al-Isra, versículo 5)
"Y cuando se cumplió la promesa del primero de ellos, enviamos contra vosotros siervos Nuestros, con gran poder, que espiaron las casas. Y fue una promesa cumplida."

Muchos eruditos han debatido cuándo ocurrió ésto en la historia. Sin embargo, dado que Allah Todopoderoso no especificó el momento preciso, ésto es irrelevante y no ayuda a comprender las lecciones de éste evento. Por lo tanto, se debe evitar profundizar en éste y otros asuntos irrelevantes, yá que no aumentará la obediencia a Allah Todopoderoso. En general, se debe abstenerse de estudiar aspectos del conocimiento religioso que no promuevan la verdadera obediencia a Allah Todopoderoso. Ésta obediencia incluye usar las bendiciones recibidas de maneras que agraden a Allah, como se explica en las enseñanzas islámicas. Una forma útil de determinar la importancia de un tema de conocimiento religioso es considerar si Allah Todopoderoso lo cuestionará en el Día del Juicio. Si un tema en particular no se cuestiona en el Islam, como ciertos eventos en la historia islámica, entonces se considera irrelevante y debe evitarse. Por el contrario, si un tema será discutido en el Día del Juicio, como por ejemplo la importancia de cumplir los derechos del prójimo, entonces es esencial estudiarlo, comprenderlo y ponerlo en práctica lo mejor que se pueda.

Sura Al-Isra 17, versículo 5
"Y cuando se cumplió la promesa del primero de ellos, enviamos contra vosotros siervos Nuestros, con gran poder, que espiaron las casas. Y fue una promesa cumplida."

Es importante recordar que los Hijos de Israel fueron los musulmanes de su época y continúan sufriendo éste severo castigo. Su arrogancia los llevó a desobedecer a Allah, malversando sus bendiciones y oprimiendo a otros, propagando la corrupción y la injusticia en su sociedad. Sin embargo, dado que Allah da a las personas segundas oportunidades para reformarse, concedió a los Hijos de Israel bendiciones mundanas tras su arrepentimiento por sus malas acciones. (Sura Al-Isra, versículo 6)
"Luego os dimos la victoria sobre ellos, y fueron derrotados, y os aumentamos los bienes y los hijos y os hicimos más numerosos en hombres."

Pero también advirtieron contra el regreso a sus malos hábitos, porque eso sólo conduciría a un mal uso de las bendiciones que Allah Todopoderoso les había otorgado. (Sura Al-Isra, versículo 7) "Y él dijo: Si hacéis el bien, os hacéis el bien a vosotros mismos; y si hacéis el mal, es para vosotros mismos..."

A nivel individual, ésta mentalidad impide que una persona alcance el equilibrio en su salud mental y física, lo que la lleva a descuidar sus prioridades y relaciones. Como resultado, aspectos que deberían brindarle consuelo, como la familia, los amigos, el trabajo y la riqueza, se convierten en fuentes de estrés. Si persisten en desobedecer a Allah, comienzan a culpar a personas y circunstancias inadecuadas, acusando a seres queridos, como su cónyuge, de ser los responsables de su sufrimiento. Eliminar éstas influencias positivas de sus vidas solo profundiza en su sufrimiento, agravando trastornos psicológicos, depresión, drogadicción e incluso pensamientos suicidas. Ésta realidad es evidente en quienes insisten en malgastar las bendiciones que les han sido otorgadas, como los ricos y famosos, quienes, a pesar de su extravagancia, padecen problemas psicológicos. Dado que ésta actitud les impide prepararse para el Día del Juicio, su sufrimiento en el Más Allá será aún más severo. A nivel social, malgastar las bendiciones que les han sido otorgadas los llevará a oprimir a otros, lo que resultará en la propagación de la injusticia y la corrupción. (Sura Al-Isra, versículo 7) “…Cuando se cumpla la promesa final, oscurecerán vuestros rostros y entrarán en la mezquita como entraron la primera vez, y destruirán lo que han conquistado con una destrucción total.”

Como mencionamos antes, Allah Todopoderoso siempre da a las personas una segunda oportunidad en éste mundo. Si se arrepienten sinceramente y se mantienen firmes en su obediencia, aprovechando las bendiciones que Él les ha otorgado, alcanzarán la paz mental en éste mundo y en el más allá, alcanzando un estado psicológico y físico equilibrado, poniendo todo y a todos en su lugar, y difundirán la paz y la justicia en la sociedad, además de garantizar los derechos de las personas. (Sura Al-Isra, versículo 8) Entonces dijo Allah: «Quizás tu Señor tendrá misericordia de ti...»

El verdadero arrepentimiento requiere sentir remordimiento y buscar el perdón de Allah Todopoderoso y de todos los perjudicados, a menos que hacerlo cause más problemas. Es necesario comprometerse sinceramente a no repetir el mismo pecado ni nada similar, y a rectificar cualquier derecho violado contra Allah Todopoderoso o contra otros. También es necesario perseverar en la obediencia sincera a Allah Todopoderoso, haciendo buen uso de las bendiciones que Él ha otorgado, como se afirma en las enseñanzas islámicas. Sin embargo, Allah Todopoderoso advirtió a los Hijos de Israel, y en consecuencia a toda la humanidad, que si vuelven a desobedecerlo y a malversar sus bendiciones, sufrirán desequilibrios psicológicos y físicos, y maltratarán todo y a todos en sus vidas. Ésto generará tensión, problemas y dificultades en éste mundo. Así como su comportamiento perjudicará a otros, también conducirá a la propagación de la corrupción y la injusticia en la sociedad. (Sura Al-Isra, versículo 8) "Si regresas, regresaremos."
Dado que ésta conducta impide prepararse para el Día del Juicio, su castigo en el Más Allá será mucho más severo.

“Y hemos preparado el Infierno para los incrédulos”.
Es importante señalar que éste discurso se dirigió específicamente a los Hijos de Israel, los musulmanes de su época. Sin embargo, Allah menciona a los incrédulos en éste versículo, a pesar de que profesaban creer en Él. Por lo tanto, éste versículo advierte que quien no demuestre su fe en Allah mediante buenas obras, aprovechando bien sus bendiciones, puede partir de éste mundo sin fe. Es esencial comprender que la fe es como una planta; debe nutrirse con actos de obediencia para crecer y perdurar. Así como una planta privada de alimento -como la luz del sol- se marchita y finalmente muere, también puede perecer la fe de una persona si no se nutre con la obediencia. Ésta es la mayor pérdida.

Allah Todopoderoso relata los acontecimientos históricos para que las personas aprendan lecciones de ellos. Por lo tanto, éstos versículos sirven como un poderoso recordatorio para que las personas eviten dejarse llevar por una mentalidad egoísta, centrándose únicamente en sus propias vidas y circunstancias. Ésta perspectiva puede llevarlas a pasar por alto valiosas lecciones de la historia, sus propias experiencias personales y el sufrimiento ajeno. Reflexionar sobre éstas lecciones es una de las maneras más efectivas de perfeccionar el carácter, evitar repetir errores del pasado y cultivar la paz interior. Por ejemplo, ver a los ricos y famosos malgastar las bendiciones que les fueron otorgadas -enfrentando ansiedad, problemas de salud mental, adicción a las drogas e incluso pensamientos suicidas, a pesar de los momentos de lujo y placer- ofrece una profunda advertencia. Enseña a las personas a no abusar de las bendiciones que han recibido y les recuerda que la verdadera paz no reside en la riqueza material ni en la búsqueda de todos los deseos. De igual manera, presenciar a alguien que sufre de mala salud debería inspirar gratitud por su bienestar y motivarlas a usarlo sabiamente antes de que se pierda. De ésta manera, el Islam llama constantemente a las personas a permanecer vigilantes y reflexivas, en lugar de estar tan absortas en asuntos personales que no logran percibir las lecciones más amplias que se desarrollan a su alrededor.

Para evitar éstas consecuencias negativas, es necesario aprender y aplicar las enseñanzas del Islam para permanecer firmes en la obediencia a Allah Todopoderoso, utilizando las bendiciones que Él nos ha otorgado y, así, cumpliendo con nuestros propios derechos y los de los demás. Ésto garantiza la paz mental en ésta vida y en la otra, mediante el equilibrio psicológico y físico, y la correcta distribución de todo y de todos en nuestra vida. También asegura la difusión de la justicia y la paz en la sociedad mediante el cumplimiento de los derechos de los demás. (Sura Al-Isra, versículo 9, Sura 17) "En verdad, este Corán guía hacia lo más recto..."

Por muy avanzada que sea una sociedad y por mucho conocimiento que adquiera en diversas disciplinas, incluyendo las relacionadas con las dimensiones mental y física de la humanidad, sigue siendo imposible para la humanidad establecer un código de conducta que se alinee perfectamente con la naturaleza humana y se aplique universalmente a toda circunstancia, situación y escenario que los individuos o las sociedades puedan encontrar a lo largo de su existencia en la Tierra. Éste esfuerzo es inherentemente inalcanzable, yá que la humanidad continúa descubriendo nuevos conocimientos incluso en los aspectos más simples de la vida, como las funciones de las diferentes regiones del cerebro humano. Por lo tanto, es irrazonable esperar que los humanos adquieran la comprensión suficiente para construir un marco integral capaz de garantizar la justicia y la tranquilidad tanto a nivel individual como colectivo. Solo Allah Todopoderoso posee la autoridad y la capacidad de establecer tal código, pues Él es el Creador de todas las cosas y Su conocimiento es ilimitado, abarcando el pasado, el presente y el futuro en su totalidad. Por lo tanto, solo Él es digno de establecer para la humanidad un código de conducta divino: un estándar que distingue el bien del mal, el beneficio del daño y sienta las bases de la verdadera paz mental.
En contraste con una vida consumida por la ansiedad y la agitación, la historia demuestra claramente que cuando ésta guía divina se aplica fielmente, la justicia, la armonía y la paz interior florecen ampliamente en la sociedad. Por lo tanto, se ordena a las personas adoptar el estilo de vida divinamente ordenado que Allah les ha otorgado, reconociéndolo como el camino más beneficioso para su bienestar, incluso si algunos aspectos parecen contrarios a sus inclinaciones personales. Deben actuar como el paciente sabio que comprende el conocimiento superior del médico, sometiéndose al tratamiento prescrito, aceptando incluso la medicina amarga y el régimen estricto, sabiendo que, en última instancia, beneficia su salud y bienestar. (Sura Al-Isra, versículo 9) "En verdad, éste Corán guía hacia lo más recto..."

En general, las expresiones del Sagrado Corán son incomparables, y sus significados son claros y precisos. Sus palabras y versículos encarnan el más alto grado de elocuencia, y ningún otro libro puede rivalizar con él en estilo o contenido. A diferencia de otros libros sagrados y enseñanzas religiosas, el Sagrado Corán está libre de contradicciones. Relata la historia de las naciones pasadas con detalle, a pesar de que el Profeta Muhammad (la paz sea con él) era analfabeto y no recibió educación histórica formal. El Sagrado Corán ordena todo lo bueno y prohíbe todo lo malo, yá sea en asuntos que atañen al individuo o a la sociedad en su conjunto, para que la justicia, la paz y la seguridad prevalezcan en cada hogar y comunidad. A diferencia de la poesía, los mitos y las historias inventadas, el Sagrado Corán está completamente libre de exageraciones, falsedades y absurdos. Sus versículos son beneficiosos para todos y de aplicación práctica en la vida diaria. Incluso cuando se repite la misma narrativa, ofrece nuevas dimensiones y lecciones únicas. Por ésta razón, el Sagrado Corán nunca se vuelve monótono; Más bien, su recitación y estudio renuevan constantemente la fe y la comprensión. Además, el Sagrado Corán presenta promesas y advertencias respaldadas por evidencia irrefutable. Al abordar temas aparentemente abstractos, como la paciencia, la gratitud y la humildad, siempre proporciona medios sencillos y prácticos para su aplicación. Llama a la humanidad a cumplir el propósito para el que fue creada: adorar a Allah con sinceridad, mediante el uso correcto de sus bendiciones. Al hacerlo, se puede asegurar la paz mental, el equilibrio del cuerpo y el alma, y ​​el éxito en ésta vida y en la otra, al alcanzar un estado mental y físico equilibrado.. Poniendo todo y a todos en su vida en el lugar correcto (Sura Al-Isra, versículo 9)

El Sagrado Corán es el camino recto, claro y convincente para quienes buscan sinceramente la paz y el verdadero éxito. Al hablar directamente a la naturaleza humana, sus enseñanzas son atemporales y relevantes para cada persona, lugar y generación. Es un remedio para los males psicológicos, sociales e incluso económicos cuando se comprende y aplica correctamente. El Sagrado Corán ofrece soluciones a todos los problemas que enfrentan las personas y las sociedades. La historia atestigua qué, siempre que su guía se ha aplicado fielmente, las naciones han prosperado en justicia, conocimiento y estabilidad. Además, han transcurrido siglos sin ninguna alteración en su texto, cumpliendo la promesa de Allah. Ningún otro libro en la historia puede igualar ésta preservación divina. El Sagrado Corán sigue siendo la palabra eterna e inalterable de Allah, una guía para la humanidad hasta el Día del Juicio. (Sura Al-Hijr, versículo 9)
"En verdad, hemos enviado el Recordatorio y, en verdad, seremos su Guardián."

Allah Todopoderoso ha identificado las causas profundas de los problemas que afligen a las personas y a las sociedades, y ha proporcionado soluciones prácticas para cada una de ellas. Al abordar éstas causas profundas, los numerosos problemas secundarios que surgen de ellas se resuelven automáticamente. Así, el Sagrado Corán aborda exhaustivamente todo lo necesario para el éxito del individuo y la sociedad en ésta vida y en el más allá. (Sura An-Nahl, versículo 89) "...Y os hemos revelado el Libro como explicación clara de todas las cosas..."

Sura Al-Isra, versículo 9:
Éste Corán guía hacia lo más recto y da buenas nuevas a los creyentes que realizan buenas obras de que tendrán una gran recompensa.

Éste es el milagro más grande y perdurable que Allah concedió a su último Mensajero, el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Sin embargo, su guía solo beneficia para quienes buscan sinceramente la verdad y la siguen. Quienes siguen sus deseos y eligen lo que les conviene, son perdedores en éste mundo y en el Más Allá. (Sura Al-Isra, versículo 82)
Y revelamos del Corán lo que es cura y misericordia para los creyentes, pero no aumenta a los injustos sino en pérdida.

Como mencionamos anteriormente, éstos versículos aclaran que la paz mental en ésta vida y en el más allá solo se alcanza sustentando la creencia en Allah Todopoderoso con obras. La ausencia de ésta es una de las principales razones del malestar de los musulmanes, quienes persisten en malgastar las bendiciones que Allah les ha concedido. En consecuencia, caen en un estado de desequilibrio psicológico y físico, descuidando sus prioridades y relaciones, y sin prepararse adecuadamente para el Día del Juicio. Como resultado, enfrentarán presiones, dificultades y adversidades en ésta vida y en el más allá, incluso si experimentan algunas comodidades mundanas temporales. Además, quienes no sustentan su creencia con obras y prácticamente descreen de Allah Todopoderoso y Su juicio, incluso si profesan su fe verbalmente, corren grave peligro de perderla. La fe florece solo mediante la obediencia y la sinceridad constantes. Así como una planta se marchita y muere si se le priva de alimento, también la fe se debilita y se marchita si se la descuida. Dejar que la fe muera por negligencia es una de las mayores pérdidas. (Sura Al-Isra, versículo 10)
"Y a quienes no creen en la Otra Vida, les hemos preparado un castigo doloroso."

Además, quien no demuestra su fe verbal en Allah Todopoderoso con acciones, utilizando las bendiciones que Él le ha otorgado, (como se describe en las enseñanzas islámicas), adopta una postura de súplica y solo desea asuntos mundanos.. Usa su fe como una tarjeta de crédito para adquirir bienes mundanos, como una visa, un cónyuge o hijos, e incluso le pide a Allah Todopoderoso cosas mundanas, a pesar de ignorar sus beneficios, debido a su limitado conocimiento y comprensión. (Sura Al-Isra, versículo 11) "El hombre ruega por el mal como ruega por el bien, y el hombre siempre está apresurado."

En general, una de las cosas más importantes que distingue al Islam de otras religiones y formas de vida es que no es una religión transaccional, lo que significa que la adoración a Allah no se basa únicamente en la búsqueda de recompensas materiales, como hijos o riquezas. En cambio, el Islam anima a las personas a reconocer su papel como criaturas y siervos de Allah y a perseguir su verdadero propósito. Si bien el Islam ofrece beneficios mundanos, como la paz mental mediante el uso sabio de las bendiciones de Allah según sus enseñanzas, éstos beneficios son secundarios y no su objetivo principal. Ésto explica por qué el Islam no busca atraer a la gente ofreciendo recompensas materiales, a diferencia de otras religiones. Más bien, el Islam demuestra su autenticidad con pruebas contundentes y llama a las personas a alcanzar su propósito en ésta vida, lo que conduce a una vida plena que fomenta la paz mental en éste mundo y en el más allá, logrando un estado mental y físico equilibrado y colocando todo y a todos en su lugar. Desafortunadamente, muchos musulmanes han adoptado una mentalidad equivocada y se han acercado al Islam de una manera transaccional. Por ejemplo, algunos musulmanes pueden realizar buenas obras por codicia de recompensas mundanas, como hijos o dinero. Consideran que el tesoro de Allah es un depósito de bienes terrenales que se pueden adquirir mediante buenas obras y prácticas espirituales. Es fundamental evitar ésta mentalidad, yá que las personas pueden no darse cuenta de lo que realmente les beneficia y, por lo tanto, pueden buscar ganancias mundanas que perjudiquen su bienestar. (Sura Al-Baqarah, versículo 216)
...Y puede ser que te disguste algo que te conviene y que te guste algo que te perjudica. Y Allah sabe, mientras que tú no sabes.

Sura Al-Isra, versículo 11
El hombre ruega por el mal como ruega por el bien, y el hombre siempre está apresurado.

Debido a su limitado conocimiento y entendimiento, deben confiar en las decisiones de Allah, pues Él sabe mejor lo que les conviene y se lo concederá en el momento oportuno. Deben pedir bienestar en ésta vida y en el Más Allá, para no pedir lo que les perjudica en ésta vida. (Sura Al-Baqarah, versículos 201-200)
"...Y entre la gente hay quienes dicen: 'Señor nuestro, danos el bien en este mundo', y no tendrán parte en el Más Allá. Y entre ellos hay quienes dicen: 'Señor nuestro, danos el bien en este mundo y el bien en el Más Allá, y líbranos del castigo del Fuego'."

Además, quien hace buenas obras sólo por ganancias mundanas no recibirá recompensa de Allah Todopoderoso, porque Él sólo recompensa a las personas por lo que Le agrada. Ésta advertencia fue mencionada en un hadiz en Jami' al-Tirmidhi, no. 3154

Además, quienes afirman estar involucrados en transacciones con Allah inevitablemente lo desobedecerán si no reciben la recompensa mundana que buscan por su adoración. Ésta actitud los llevará a malgastar las bendiciones que Allah les ha otorgado. En consecuencia, experimentarán un desequilibrio psicológico y físico, juzgarán mal todo y a todos en sus vidas y no se prepararán adecuadamente para el Día del Juicio. Ésto resultará en estrés, penurias y dificultades en ésta vida y en el Más Allá, incluso si disfrutan de cierta comodidad material. Tal persona no encontrará paz mental ni en éste mundo ni en el otro. Son los verdaderos perdedores, incluso si permanecen descuidados. (Sura Al-Hajj, versículo 11)
Y entre la gente hay quien adora a Allah con arrogancia. Si le sucede un bien, se conforma con ello, pero si le sucede una prueba, se vuelve de bruces. Ha perdido éste mundo y el Más Allá. Esa es la pérdida manifiesta.

Sura Al-Kahf, versículos 103-104
Di: "¿Queremos informaros de quienes serán los más perdedores en sus obras? Aquellos cuyos esfuerzos fueron en vano en esta vida, creyendo que hacían el bien".

Sura Al-Isra, versículo 10
"Y el hombre se apresuró."

En un Hadiz narrado por al-Tirmidhi, nº 2012, el Profeta, (la paz y las bendiciones sean con él), dijo que la paciencia es de Allah y la prisa es de Satanás.

Es crucial comprender y aplicar ésta enseñanza, yá que un musulmán que realiza muchas buenas obras puede anularlas por su impulsividad. Por ejemplo, podría pronunciar palabras hirientes en un momento de ira, lo que podría llevarlo al Infierno en el Día del Juicio. Ésta advertencia se encuentra en un hadiz en Yami' al-Tirmidhi, n.º 2314.

Si bien no se debe demorar en hacer el bien, se debe reflexionar cuidadosamente sobre las acciones antes de emprenderlas. Ésto es importante, yá que una buena acción puede no ser recompensada si no se observan sus condiciones y etiqueta debido a la prisa. Por lo tanto, no se debe proceder a nada sin una profunda reflexión.

Aquellos que adopten éste enfoque no sólo reducirán sus pecados y aumentarán su obediencia a Allah Todopoderoso, sinó que también experimentarán menos dificultades y desacuerdos en todas las áreas de sus vidas.

En la Sura Al-Isra, versículo 11
El hombre ruega por el mal como ruega por el bien, y el hombre siempre está apresurado.

Así como Allah Todopoderoso administra el universo entero a la perfección, Él es capaz de dar a la humanidad lo mejor para ella sin presionarla con exigencias mundanas específicas, incluso si carece de perspicacia y conocimiento. (Sura Al-Isra, versículo 12)
"E hicimos de la noche y del día dos signos. Luego borramos el signo de la noche e hicimos visible el signo del día, para que pidáis el favor de vuestro Señor..."
Además, la sincronización ideal del día y la noche, junto con su duración variable a lo largo del año, permite que las personas los aprovechen al máximo. Si los días fueran demasiado largos, las personas se sentirían fatigadas por la prolongación de las horas de luz. Por el contrario, si las noches fueran demasiado largas, las personas tendrían dificultades para ganarse la vida y dedicarse a otras actividades valiosas, como adquirir conocimiento. Si las noches fueran demasiado cortas, las personas carecerían del descanso suficiente para una salud óptima. Los cambios en la duración del día y la noche también afectarían negativamente a los cultivos, afectando así el sustento tanto de las personas como de los animales. El funcionamiento armonioso del día y la noche, y los demás sistemas equilibrados del universo, reflejan claramente la unidad de Allah, pues los deseos contrapuestos de múltiples deidades conducirían al caos en el cosmos. (Sura Al-Anbiya, versículo 22)
Si hubiera otros dioses además de Allah, tanto los cielos como la tierra habrían quedado destruidos.

La luna refleja la luz del sol, guiando a las personas durante la noche, especialmente cuando navegan por desiertos y océanos, y es un medio de transporte esencial.

Ellos saben el número de los años y el cómputo, y todo lo hemos explicado y detallado.

Dado que Allah Todopoderoso nos ha mostrado el camino correcto en la vida, que conduce a la paz mental en éste mundo y en el más allá, mediante el logro de un estado psicológico y físico equilibrado y la distribución adecuada de todo y de todos en nuestras vidas, y dado que también nos ha mostrado los caminos equivocados en la vida, que conducen a problemas y dificultades, nadie tiene excusa si elige voluntariamente el camino equivocado. Y como todo está en manos de Allah, no podrán evitar afrontar las consecuencias de sus decisiones en éste mundo y en el más allá. (Sura Al-Isra, versículo 13)
"Y hemos puesto el destino de cada alma alrededor de su cuello."

Quien elige un camino equivocado en la vida inevitablemente malgastará las bendiciones que Allah le ha otorgado. En ésta vida, pierde el equilibrio mental y físico, y sus prioridades y la vida de los demás se distorsionan. En consecuencia, lo que debería ser una fuente de consuelo -familia, amigos, trabajo y riqueza- se convierte en una fuente de estrés y ansiedad. Persistir en desobedecer a Allah los llevará a desviar la culpa y responsabilizar a otros -como a su cónyuge- de su tormento interior. Al romper vínculos con quienes realmente los aprecian, aumentan su aislamiento y profundizan sus conflictos, lo que finalmente los lleva a trastornos psicológicos, depresión, drogadicción e incluso pensamientos suicidas. Ésta realidad se observa claramente en quienes malgastan las bendiciones que les han sido otorgadas, especialmente en los ricos y famosos, quienes, a pesar de disfrutar de todo tipo de lujos, a menudo viven en la miseria. Éste comportamiento no solo corrompe su vida mundana, sinó que también les impide prepararse para el ajuste de cuentas ante Allah en el Día del Juicio, donde las consecuencias serán mucho más severas. (Sura Al-Isra, versículos 13-14)
Y el Día de la Resurrección le haremos aparecer un libro que encontrará abierto. [Se le dirá]: «Lee tu registro. Te basta hoy como contador contra ti».

Éste versículo se relaciona con el momento en que el cuerpo humano dará testimonio contra él en el Día de la Resurrección (Sura An-Nur, versículo 24).
"El día en que sus lenguas, sus manos y sus pies darán testimonio contra ellos de lo que solían hacer."

Puesto que el cuerpo humano será un testigo para él en el Día de la Resurrección, es necesario que su cuerpo y las bendiciones que le fueron otorgadas en éste mundo den testimonio de él.

En un hadiz de Sahih al-Bujari, número 103, el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) advirtió que quienquiera que Allah Todopoderoso considere responsable de sus actos en el Día de la Resurrección será castigado.

Las personas deben comprender que entregarse a los placeres mundanos permitidos, aunque no estén inherentemente prohibidos, a menudo conducen a acciones prohibidas. Por ejemplo, participar en conversaciones ociosas suele ser el primer paso hacia el lenguaje prohibido. Además, cuanto más se entregue uno a actividades permisibles innecesarias, más largo será su ajuste de cuentas en el Día del Juicio. Es importante recordar que el Día del Juicio será un día difícil. Por ejemplo, el sol se acercará dos millas a la creación, como se menciona en el hadiz de Yami' al-Tirmidhi, n.° 2421. Mientras esperan su ajuste de cuentas en el Día del Juicio, el Infierno estará justo frente a ellos. Por lo tanto, cuanto más largo sea el ajuste de cuentas, mayor será su ansiedad. Aunque un musulmán puede recibir el perdón y la salvación de Allah Todopoderoso, la duración de su ajuste de cuentas aumentará su angustia. Dado que el Día del Juicio durará cincuenta mil años, según el Sagrado Corán, es ilógico entregarse a unas pocas décadas de placeres permitidos si ello conlleva un difícil ajuste de cuentas en un día tan largo. (Sura Al-Ma'arij, versículo 4)
"...en un día cuya duración es de cincuenta mil años."

Vivir una vida sencilla es la mejor manera de aliviar el Día del Juicio. Por eso, el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) afirmó en un hadiz de la Sunan Ibn Majah, n.º 4118, que la sencillez es parte de la fe. Una vida sencilla permite a los pobres entrar al Paraíso quinientos años antes que a los ricos, yá que su castigo se reduce. Ésto se ve respaldado por un hadiz de la Sunan Ibn Majah, n.º 4122. Dado que la mayoría de las personas no viven más de ochenta años, ¿es prudente darse el lujo si ésto retrasa la entrada al Paraíso quinientos años? Ésto supone que uno entra al Paraíso directamente sin castigo previo en el Infierno.

Hay que recordar siempre que entregarse a los placeres mundanos permitidos aumenta las presiones de la vida, distrae de la preparación para el Más Allá y complica el ajuste de cuentas en el Día del Juicio. Por el contrario, quienes viven una vida sencilla, adquiriendo y gastando en bienes mundanos solo lo necesario para cubrir sus necesidades y responsabilidades, sin extravagancias ni derroches, encuentran paz mental y física al lograr un estado psicológico y físico equilibrado y al distribuir todo y a todos en sus vidas de forma apropiada. Estarán mejor preparados para el Día del Juicio, lo que les permitirá un ajuste de cuentas final más fácil y les aclarará cuál es el camino más apropiado. (Sura Al-Isra, aleya 14) "Lee tu expediente. Te basta hoy mismo como contador en tu contra."

Por lo tanto, cada persona debe adoptar y aplicar las enseñanzas islámicas de forma que beneficie sus intereses personales, incluso si entran en conflicto con sus deseos personales. Debe actuar como un paciente sensato que sigue los consejos de su médico, reconociendo que son por su propio bien, incluso si implican tomar medicamentos indeseables y seguir una dieta estricta. Así como éste paciente sensato goza de buena salud mental y física, también la disfruta quien acepta y sigue las enseñanzas islámicas. Ésto se debe a que solo Allah Todopoderoso posee el conocimiento necesario para ayudar a una persona a alcanzar un estado mental y físico equilibrado y a poner todo y a todos en su vida en el orden correcto. Comprender las condiciones psicológicas y físicas de la sociedad nunca será suficiente para lograr éste objetivo, a pesar de la extensa investigación, yá que no puede abordar todos los desafíos que una persona puede enfrentar en la vida. Su guía no puede prevenir todas las formas de estrés psicológico y físico, ni puede ayudar a organizar perfectamente todo y a todos en su vida, debido a las limitaciones del conocimiento, la experiencia, la perspicacia y los sesgos inherentes. Solo Allah Todopoderoso posee éste conocimiento, que ha otorgado a la humanidad a través del Sagrado Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Ésta verdad se hace evidente al observar quiénes usan las bendiciones que Él les ha otorgado según las enseñanzas islámicas y quiénes no. Si bien la mayoría de los pacientes pueden no comprender la ciencia que sustenta sus medicamentos recetados y, por lo tanto, confían ciegamente en sus médicos, Allah Todopoderoso anima a las personas a reflexionar sobre las enseñanzas del Islam para comprender su impacto positivo en sus vidas. Él no obliga a las personas a aceptar las enseñanzas del Islam sin crítica, sinó que desea que comprendan su verdad a través de sus pruebas claras. Sin embargo, ésto requiere acercarse a las enseñanzas del Islam con una mente abierta e imparcial. (Sura Yusuf, versículo 108)
Di: "Este es mi camino; invito a Allah con clara comprensión, yo y los que me siguen..." Además, dado que Allah Todopoderoso es el único gobernante de los corazones espirituales de las personas, la morada de la tranquilidad, solo Él determina quién la alcanza y quién no. (Sura An-Najm, versículo 43)
"Y es Él quien hace reír y llorar."

Es evidente que Allah Todopoderoso concede paz mental solo a quienes utilizan sus bendiciones conforme a las enseñanzas del Islam. (Sura Al-Isra, versículo 15) "Quien es guiado, sólo lo es para su propio beneficio; y quien se desvía, sólo se desvía para su propio detrimento..."

Además, hay que evitar las ilusiones que persisten en desobedecer a Allah Todopoderoso, creyendo falsamente que alguien más lo salvará de las consecuencias de sus acciones, como los justos.. (Sura Al-Isra, versículo 15).

La intercesión del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones sean con él) está respaldada por numerosos textos islámicos, incluyendo el Hadiz n.º 4308 de la Sunan Ibn Mayah. Sin embargo, se establece que algunos musulmanes se enfrentarán al Infierno a pesar de su intercesión, incluso por un breve e insoportable instante, lo que destaca la necesidad de evitar las ilusiones. Confiar únicamente en las ilusiones es una burla a la intercesión del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones sean con él) y, en última instancia, puede llevar a que pierdan dicha intercesión. Peor aún, ésta actitud podría llevar a que el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones sean con él) testifique en su contra en el Día del Juicio Final. (Sura Al-Furqan, versículo 30) “Y el Mensajero dijo: “¡Oh, mi Señor! En verdad, mi pueblo ha tratado este Corán como algo que debe abandonarse”.
Éste versículo se refiere a los musulmanes, la única nación que ha aceptado el Sagrado Corán, a diferencia de los no musulmanes, quienes no lo han abrazado y, por lo tanto, no pueden abandonarlo. El destino del musulmán al que se dirigió el Profeta Muhammad (la paz sea con él) en el Día del Juicio es claro.

Por lo tanto, es esencial abstenerse de hacer ilusiones y, en cambio, cultivar una esperanza genuina en la misericordia de Allah a través de la obediencia a Él y haciendo un buen uso de Sus bendiciones. Ésto concuerda con las enseñanzas del Islam, pues nada más los salvará de las consecuencias de sus actos. (Sura Al-Isra, versículo 15)
"...y ningún alma llevará la carga de otra..."

Éste versículo también disipa la ingenua creencia de que uno puede evitar las consecuencias de sus acciones culpando a otros, como a Satanás. Atribuir las propias acciones negativas a otros es inaceptable para Allah, tanto en ésta vida como en el Más Allá. Además, como confirma el versículo siguiente, Allah no reconocerá los intentos de las personas de culpar a Satanás por sus pecados, aunque éste intente constantemente engañarlas. (Sura Ibrahim, versículo 22)
Y Satanás dirá cuando el asunto esté concluido: «Ciertamente, Allah os prometió algo verdadero, y yo os lo prometí, pero os traicioné. Y no tenía autoridad sobre vosotros, salvo que os invité». Así que me respondiste, así que no me culpes a mí, cúlpate a ti mismo..."

Aunque Satanás afrontará las consecuencias de sus actos, nadie puede culparlo por sus pecados, pues no tenía poder para obligar a nadie a cometer un delito. Simplemente los invitó a pecar, y quienquiera que decida responder a su invitación solo se culpa a sí mismo. (Sura Al-Isra, versículo 15)

Puesto que Allah Todopoderoso siempre nos ha guiado hacia la verdad, nadie puede alegar falta de la capacidad o el conocimiento necesarios para obedecerle, aprovechando al máximo las bendiciones que Él le ha concedido. (Sura Al-Isra, versículo 15) "Y no castigamos hasta que enviamos un Mensajero."

Pero como Allah no obliga a las personas a seguir la guía, pues eso invalidaría la prueba de ésta vida mundana, quienes rechazan o ignoran las enseñanzas divinas afrontarán las consecuencias de sus acciones. Generalmente, su comportamiento los llevará a malgastar las bendiciones que Allah les ha otorgado. Como resultado, experimentarán discordia interna, juzgarán erróneamente el verdadero valor de las personas y las posesiones en sus vidas y descuidarán la preparación adecuada para el ajuste de cuentas final en el Día del Juicio. Ésto inevitablemente conduce a dificultades, ansiedad y agitación tanto en éste mundo como en el más allá, incluso si se entregan temporalmente a algunos placeres mundanos. Debido a que su comportamiento les impide cumplir con sus obligaciones hacia los demás, propagarán la corrupción y la injusticia en su sociedad, que entonces se volverá merecedora de destrucción. (Sura Al-Isra, versículo 16) “Y cuando queremos destruir una ciudad, ordenamos a sus ricos [que nos obedezcan], pero ellos desobedecen desafiantemente en ella; entonces la palabra se cumple en ella, y la destruimos con [completa] destrucción.”

En realidad, quienes ignoran los códigos de conducta islámicos en favor de otras normas creadas por el hombre lo hacen para satisfacer sus deseos mundanos, yá que todos los códigos alternativos se basan en caprichos humanos. Ésta tendencia suele estar más arraigada en los ricos e influyentes, quienes entienden que aceptar la verdad del Islam implica adherirse a un código moral específico que limita la búsqueda de deseos equivocados. En consecuencia, promueven ésta mentalidad entre los demás, temiendo la posible pérdida de su poder e influencia. Por eso, históricamente, fueron los primeros en rechazar y oponerse a los profetas, (la paz sea con ellos). Éste comportamiento no se trata de la corrección o incorrección del Islam según evidencias claras; se trata simplemente de satisfacer los propios deseos. Dado que las clases altas de la sociedad moldean las opiniones predominantes, es crucial evitar seguir ciegamente la opinión mayoritaria, yá que el comportamiento de la mayoría a menudo conduce a la desobediencia a Allah Todopoderoso. Cuando vemos que la mayoría de la gente ignora los principios islámicos, podríamos asumir que las acciones de la mayoría están justificadas y seguirlas sin pensarlo dos veces. Sin embargo, la opinión mayoritaria no es infalible. La historia ha demostrado que las creencias populares pueden ser refutadas por nuevas perspectivas y descubrimientos, como la falsa creencia de que la Tierra es plana. Es fundamental evitar el comportamiento de ovejas que siguen ciegamente la opinión mayoritaria, yá que ésto puede llevar a decisiones erróneas tanto en asuntos mundanos como religiosos. (Sura Al-An'am, aleya 116)
Y si obedecéis a la mayoría de los que están en la tierra, os desviarán del camino de Allah. No siguen más que conjeturas, y no hacen más que conjeturas.

En cambio, las personas deberían usar su intelecto y razonamiento para evaluar cada situación con base en el conocimiento y la evidencia, lo que les permitirá tomar decisiones informadas, incluso si éstas difieren de la opinión mayoritaria. De hecho, el Islam condena enérgicamente el seguimiento ciego de otros en asuntos religiosos por ésta misma razón, y por ello insta a los musulmanes a aprender y aplicar las enseñanzas islámicas con comprensión. (Sura Yusuf, versículo 108, Sura 12) Di: "Este es mi camino; invito a Allah con clara comprensión, yo y los que me siguen..."

Pero quienes descuidan su guía y siguen a los poderosos y a la élite de su sociedad como si fueran ganado, inevitablemente los seguirán, desperdiciando las bendiciones de Allah sobre ellos, y su destino será como el de ellos. (Sura 17 Al-Isra, versículo 17)
¿Y cuántas generaciones hemos destruido después de Noé? Y vuestro Señor es suficiente, conocedor y observador de los pecados de Sus siervos.

Éste versículo anterior sirve como un profundo recordatorio contra el egocentrismo, donde uno se preocupa únicamente por sus propias circunstancias e ignora las realidades más amplias de la vida. Ésta mentalidad impide ver la sabiduría inherente a la historia, las propias experiencias y las dificultades que enfrentan los demás. Reflexionar sobre éstas lecciones es una de las maneras más efectivas de cultivar un carácter sólido, superar los errores recurrentes y alcanzar la verdadera paz interior. Por ejemplo, presenciar a los ricos y famosos malgastar sus bendiciones, experimentar ansiedad, enfermedades mentales, drogadicción e incluso tendencias suicidas a pesar de su riqueza, sirve como una dura advertencia. Demuestra que la paz no reside en las posesiones materiales ni en la búsqueda excesiva de deseos. De igual manera, ver a alguien sufrir problemas de salud debería inspirar gratitud por su bienestar y animarle a aprovecharlo al máximo antes de que se desvanezca. Por ello, el Islam insta constantemente a los creyentes a cultivar la conciencia y la reflexión, a mirar más allá de sus asuntos personales inmediatos y a extraer sabiduría del mundo que les rodea. Al hacerlo, se protegen del abandono y cultivan una perspectiva que conduce al equilibrio, la gratitud y la paz duradera al lograr un estado mental y físico equilibrado y al colocar todo y a todos en sus vidas en el lugar correcto.

Assalamo Aleikum.

miércoles, 3 de diciembre de 2025

ATENDIENDO

ATENDIENDO.
"Haz uso de tu conocimiento e inteligencia; de lo contrario, no recibirás la recompensa y ayuda que mejorará tu situación, elevará tu estatus espiritual y te convertirá en un hombre sensato". El que está complacido con ésta máxima, dijo: "No cabe duda -de que el mal- saca provecho de la desgracia más pequeña y se convierte en una enfermedad que corre por la sociedad cómo la pólvora para quemar los pensamientos nobles. Después, será difícil volver al camino recto".

Te he expuesto la verdad para que tengas cuidado. Saber, que las mentiras, fueron la causa de una grave enfermedad en esa sociedad, pero damos gracias a Allah por los signos presentes de recuperación que van apareciendo. Estoy seguro de que vuestro amor por Allah es incomparable, y que la mirada os alcanzará en poco tiempo, a pesar de todas las miradas vigilantes, las críticas y las envidias. Allah Todopoderoso concede el éxito a los sinceros y humilla a los hipócritas, aunque eso lleve un tiempo.. Él es el Dueño del tiempo. Dijo: "No me preocupan esos asuntos. A quienquiera que me muestre amor, lo amaré hasta que vea con mis propios ojos o escuche con mis propios oídos". "Piensan que me están engañando, pero los engañados son ellos".
La gente simplemente no puede imaginarse hasta qué punto se ha acelerado su ritmo: ésto supera la comprensión humana. El ritmo normal ha continuado desde la creación del mundo, y la obra nunca ha cesado. El mundo entero cambia día a día, y la gente también cambia constantemente. Todo ésto forma parte de la obra divina, y todo forma parte del plan y pertenece al diseño creacional. Ningún ser humano sabe ni entiende éstas cosas. Y cuando Allah les habla a través de los mensajeros, sólo conocen lo mínimo indispensable; nadie tiene la menor idea del plan de la providencia. Éste es Su gran poder; de hecho, éstas son también Sus obras maravillosas. Son cosas que nadie humano puede cambiar. Por lo tanto, lo que decimos hoy es verdad, y no se puede alterar fácilmente. Las concepciones humanas no contienen el más mínimo conocimiento de Allah; solamente están en la pura palabrería. ¡Piensan que yá están saciados y satisfechos! Les aseguro que aún les queda mucho por alcanzar. Solo conocen una pequeña parte de toda la providencia completa, así que deben escuchar lo que les digo. Actúen ustedes conforme a Su voluntad en todo, y sin duda recibirán Sus bendiciones; y quien crea -puede recibir-, mientras qué -quien no crea- recibirá la "nada" que imaginaban realizar en ellas. Ésta es Su justicia, y más que eso, es Su Majestad, Su ira y la reprensión. Allah Azzawayal no permite que nadie se salga con la suya con la sola idea de un solo acto negativo.
Al escuchar éstas palabras, muchas personas tiemblan de miedo, con el rostro marcado por la ansiedad. ¿De verdad que he hecho daño?  ¡Incluso fingen ser justos! ¿Crees que Allah no puede verte? ¿Crees que no puede distinguir entre las personas? Allah Azzawayal es Él que sondea las profundidades de los corazones de las personas, y ésto es lo que les digo a mis alumnos y compañeros, y lo que les digo también a ustedes, hijos de la sangre del dragón Rojo. Observo todo con claridad, y procuro no cometer muchos errores. ¿Cómo podría entonces no saber lo que hago? ¡Somos transparentes y claros como el día en lo que hacemos! Porqué Allah mismo, el Creador del universo y de todo, examina las profundidades de los corazones de las personas. Él conoce perfectamente la posición de cada persona. ¿Crees que no sabe qué hacer? Cuídate de no sufrir pérdidas con los malos pensamientos. Sus decretos administrativos, en cuanto a ley, son poco indulgentes.. ¿Entienden? 
Las transgresiones, recibirán un castigo por no haberlo comprendido en el pasado.

Ahora, permítanme anunciarles que existe una ventana desde el día de Su anuncio, asignando diferentes reprimendas a diferentes personas:
No os comportéis de forma vergonzosa, sino sed ejemplo para mi pueblo. No seáis inmorales, ni siquiera por un instante: debéis presentaros siempre ante todos llevando la identidad de caminar con la frente en alto pero sin altanería ni soberbia. Glorificar el Nombre de Allah, no lo deshonréis. Cada uno tiene su función y una responsabilidad que os he dado.. no debéis de eludirla. Debéis dedicaros de todo corazón, con toda vuestra mente y con todas vuestras fuerzas por cumplir con el recuerdo (Dhikr) para Allah Azzawayal que os he confiado.
Es vuestro deber el cuidarse entre ustedes con todo el corazón y mente por cumplirlo. Guardar distancia con cualquiera que os mire con desdén, con aquellos que sólo se preocupan por "su" comida, "su" ropa y "su" sueño, los que sólo se preocupan por su apariencia exterior, que ignoran y descuidan los deberes de lo que significa la hermandad. Ésto va dirigido a todos los que tengan oídos para oír.

A medida que avancen en el trabajo espiritual.. a partir de los procedimientos mencionados, podrán ver el ritmo y también la etapa en la que se encuentran. Ésto les servirá de confirmación. La obra de Allah Azzawayal avanza sin contratiempos, paso a paso, y Su Voluntad se cumple sin impedimentos en toda la tierra. Satanás yá está derrotado y puede ser profundamente humillado y completamente destruido, pero ésto, entra dentro de la Voluntad de Allah.   
Todas las bendiciones pronto se harán realidad. Porque Allah Azzawayal atiende las plegarias con súplicas sinceras. ¡Pero no se aferren a sus ideas humanas preconcebidas! Allah Azzawayal no está sujeto a reglas humanas.. es del Todo libre, incomprensible y está completamente liberado de cualquier influencia. Sus decretos administrativos nunca cambiarán una vez anunciados. 

Cada día hay nueva luz, nuevas revelaciones, y éste es un plan celestial. Cada día Su luz se revelará en ti y Su voz resonará en el mundo. ¿Entiendes? Éste es tu deber: la responsabilidad que te ha sido confiada por generaciones. No debes descuidarla ni un instante. Guarda los atributos.

Éste es Su poder absoluto.
No es fácil hacer todo según los parámetros e intenciones, y no se trata de obligarte a fingir, sinó que depende de Allah el dotarte de un nivel de habilidades puras y curativas. ¿Acaso no pudo Allah crear el mundo?
Éstas cosas se hacen según vuestra voluntad confiada en el poder indiscutible de Allah Azzawayal; no son cosas que todos los humanos las puedan hacer. 

Quizás algunos quieran fingir, ¡pero será en vano! ¿Crees que Allah no conoce vuestra verdadera naturaleza?  No es bueno fingir de buena conducta en Su presencia. Claro que no. Todo ésto, yá tiene una promesa y está designado yá. ¿Crees que no sé lo que haces a mis espaldas? ¡Arrepentimiento! Para los que son indisciplinados, y para todos aquellos que no pueden comprender Sus intenciones, y para cada uno de vosotros, después del fin.

Allah Azzawayal Es agradecido para los sumisos a Su servicio. Así qué, ¡dejen de fingir éstas personas que van de charlatanes para llenarse el estómago en Su Nombre! Esos que son los descendientes del dragón Rojo que corre por sus venas desesperado. No podrán rozar ni
desbaratar Sus planes. Aquellos que se especializan en el engaño con el objetivo de sabotear a los verdaderos creyentes Espirituales.
Cuando vean ustedes a éste tipo de personas engañosas, aléjense rápidamente de esas personas para no caer en sus trampas; ¡te dañarán la vida en todos los aspectos! Son despreciables, más que cualquier otra cosa, éstas son las personas que hablan sin cuidado y actúan sin pensar y solamente saben bromear, reír y charlar sin sentido. ¡Son Falsos! 
Todas éstas personas son de la familia del diablo y van provocando la ira sin ningún motivo. ¿Qué son éstas criaturas? Qué dicen disparates y siembran la corrupción en la Tierra. ¿Acaso no sienten nada? ¿Por simple vergüenza? Éste tipo de persona es, en realidad, la menos valiosa. Y llevamos un tiempo dándo cuenta de ello. "Caminamos por éste mundo entre santos y diablos". 

Todo lo que enfrentas hoy, bueno o malo, ha sido dispuesto por Allah Azzawayal; y todo está bajo Su control. Ésto ciertamente no es algo que los humanos puedan entender fácilmente. Algunos aún dudan por la preocupación, ¡pero en realidad no tienen por qué preocuparse! Lo que deben hacer es no descuidar su tarea esencial y alimentar el Espíritu, y crecer en vida; ¡Pues no esperan en vano! Tienen que tener entusiasmo por cumplir Su Voluntad. ¿Qué es lo que te preocupa hermano?  
La persona que blasfema, cree que el problema aún no ha llegado a un punto crítico, no tiene límites, aunque yá ha cometido éste pecado. ¡Éste individuo confundido es verdaderamente ciego, ignorante y carece de entendimiento espiritual! Ésta blasfemia es la tentación del diablo. Yá hemos tratado con ésta clase de personas hace mucho tiempo.. indolentes, ignorantes y con exceso de pedantería y engreimiento. Les domina el narcisismo egoísta más depravado y muchos detestan aquello que amas. De hecho, (pueden ir vistiendo la misma ropa que usted utiliza), pero todo ésto es inútil, y si persiguen ser santurrones, sólo se perderán a sí mismos. Ésto se debe, -a que quienes buscan la imitación externamente para engañar-, son siervos de Satanás, y éste tipo de esfuerzo es una estratagema de Satanás, que sólo refleja la ambición de Satanás. Se esfuerzan mucho por ser exactamente como ustedes, pero, ¿serán dignos de ello? 
<Allah Azzawayal es el mejor Juez y el más Justo. La balanza clama por empezar con la Justicia divina.>

Assalamo Aleikum.

domingo, 30 de noviembre de 2025

LA PUERTA PRINCIPAL (1)

LA PUERTA PRINCIPAL (1)

Ésta es una declaración de los niveles del alma humana y cómo tratar con cada nivel.

Entre las cosas de las que hablaron los hermanos seguidores del Tasawwuf se encuentra el alma humana, y que pasa por siete etapas:
La primera etapa es el alma que incita al mal, la segunda es el alma que se reprocha a sí misma, que culpa a su dueño por cometer pecado o por no alcanzar la perfección, la tercera es el alma inspirada, la cuarta es el alma contenta, la quinta es el alma agradable, la sexta es el alma tranquila y la séptima es el alma perfecta.
Ellos dijeron: Éste camino entre el adorador y Allah Todopoderoso, que conduce a Allah al final, tiene setenta mil velos, y en cada alma hay diez mil velos. Cada alma que pasa por esas etapas a la siguiente, se mueve mencionando uno de los nombres de Allah Todopoderoso, hasta que alcanza el cultivo de su alma y la eliminación de sus velos. Entonces alcanza otro nivel el alma. Cada una de éstas almas tiene sus atributos, y tiene un nombre específico de los Nombres de Allah por el cual lo recuerda, y tiene sus características, y tiene sus signos, por los cuales el buscador puede pasar de un nivel a otro. Luego pasa de un recuerdo a otro. Entonces, después del final de éstas almas y alcanzando el alma perfecta, entra en la adoración de Allah para siempre; por lo que la adoración no cesa.

También nos advirtieron en el camino de Allah contra las creencias corruptas, contra la afirmación de que las obligaciones religiosas se eliminan, (como hemos oído alguna vez), contra la afirmación de que Allah se ha hecho uno con el adorador, contra la afirmación de que vio al Ángel en su verdadera forma y lo escuchó, y advirtieron contra la afirmación de que entró en el Paraíso y comió.

Entre ellos, advirtieron contra decir que éste universo es Allah, porque todo eso son falsedades, corrupción y está prohibido, etc.
Advirtieron sobre algunas cosas en el camino, ordenaron, aclararon y explicaron. Ésto es lo que abordaremos poco a poco. Luego, tras terminar con la etiqueta del camino, nos adentraremos en la etiqueta del Shaykh, y después en la etiqueta del discípulo. Así, se completan para nosotros los pilares del camino hacia la Verdad, exaltada sea Su gloria: el Shaykh, el discípulo y el camino por el cual el discípulo se acerca a Allah. Todos éstos parámetros, están recogidos en sendos artículos del blog. 

Hemos hablado del camino de Allah, y que en éste camino el viajero pretende ir hacia Allah, pues Allah Todopoderoso es la meta de todo, y que el buscador, mientras camina por el camino de Allah, no debe desviarse ni a la derecha ni a la izquierda durante éste viaje, para no obsesionarse con Allah. Dijimos: Éste giro es significante para que una persona se encuentre impresionada consigo misma, o con su adoración, o con su recuerdo, o con lo que Allah revela a través de ella y a ella sobre el desvelamiento de los secretos, o la saciedad de las luces. Hemos hablado del reino visible y del reino oculto (el Conocedor de lo invisible y de lo presenciado). Y Allah, (que Su gloria sea exaltada), es el Señor del reino y del reino; así que lo presenciado es el reino, y lo invisible también es el reino.

Hablamos de secretos y luces, y de que a medida que una persona recorre el camino de Allah, adorándolo mediante la oración, el recuerdo, la recitación, la sinceridad, abandonando todo lo desagradable y adornándose con todo lo correcto, se le revelan algunos secretos del mundo y algunos secretos de lo oculto, y su corazón se llena de algunas luces del mundo y de lo oculto. Pero no debe prestar atención en exclusiva a todo eso, sinó que debe recordar siempre la grandeza de su Maestro, y siempre volver a su Señor, y siempre volver a Allah, y hacer de Allah su meta principal, para no sufrir por un placer pasado en su corazón ni regocijarse por un placer venidero. 

(Di: ¿Invocaremos fuera de Allah, a lo que no nos beneficia ni perjudica y volveremos sobre nuestros pasos después de que Allah nos ha guiado, siendo como aquel al que se llevan los demonios por los abismos de la tierra y está desorientado? Tiene compañeros que lo llaman a la buena dirección: ¡Venid a nosotros! Di: La guía de Allah es la Guía, y se nos ha ordenado someternos al Señor de los mundos, establecer el salat y temerle. Él es Aquel para Quien seréis reunidos.
Y Él es Quien ha creado los cielos y la tierra con la verdad, el día en que dice: Sé, es.)
(Sura Al-An’am, versículos: 71-73).

Más bien, Allah hace eso, no para obtener el placer de la adoración. No para obtener la iluminación, ni para revelar secretos, ni para provocar que ocurran milagros.
Hablamos de todo eso y dijimos: Allah Todopoderoso es el fin último de todo, y dijimos: Si dirigimos nuestra atención, no llega… entonces ¿qué debe hacer una persona en éste camino?
Gabriel vino a enseñar a la gente sobre su religión, y nuestro maestro Umar ibn al-Jattab dijo de él: «Mientras estábamos con el Mensajero de Allah, (que Allah le bendiga y le conceda paz), un día se nos apareció un hombre, de cabello muy blanco y muy negro, sin rastro de haber viajado, y ninguno de nosotros lo reconoció hasta que se sentó junto al Profeta, (que Allah le bendiga y le conceda paz), y apoyó las rodillas contra las rodillas y las manos sobre los muslos -es decir, como quien respeta a nuestro maestro, el Mensajero de Allah-, y le preguntó: «Oh Mensajero de Allah, ¿qué es el Islam?». Así que le respondió: «Has dicho la verdad». Nos sorprendió que le preguntara y luego confirmara su respuesta. Ésto se debe a que quien pregunta debe preguntar para aprender, pero Gabriel acudió a él para preguntar para enseñar. La esencia de lo que dijo es que el Islam es el establecimiento de los dos testimonios de fe: el testimonio de que no hay más dios que Allah y de que Muhammad es el Mensajero de Allah, el establecimiento de la oración, la entrega del zakat (caridad obligatoria), el ayuno de Ramadán y la realización del Hajj (peregrinación a La Meca). Éstas son las características que debemos adquirir, el instrumento que debemos adquirir, para que Allah pueda depositar su luz en nosotros y revelar sus secretos a través de nosotros. Sin ésto, no podemos alcanzar la luz divina ni se nos pueden revelar los secretos eternos. Por lo tanto, es necesario. Ésta ley pura se realiza y se respeta, exterior e interiormente.

Estas cosas que Allah nos ha prescrito son las que nos conducen a Él; son el fundamento, nunca se desmoronan, nunca terminan. Alcanzar a Allah no significa abandonar ni romper la vasija; más bien, el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) pasaba la noche en oración cada vez que su Señor aumentaba su honor y estatura.
Se le hinchaban los pies y dice: “¿No debería ser un siervo agradecido?”

Así pues, en el camino, el buscador debe primero completar su fe. Por eso, a menudo, acudimos a los Shaykhs para aprender el camino, y el Shaykh traza una leve sonrisa y dice: «Primero tienes que completar tu Islam».
Entonces, ¿cómo completamos nuestro Islam? El Islam se completa realizando las acciones obligatorias y absteniéndonos de las acciones prohibidas. Si completamos el Islam y éste se completa, entonces comenzamos a tener una fe completa. Si completamos la fe y ésta se completa, entonces entramos en el camino hacia Allah. No entres en el camino sin las herramientas, y éstas herramientas son necesarias porque es un camino largo. Y como el camino hacia Allah es un largo camino de vida, desde la cuna hasta la sepultura, y por lo tanto debemos invertir en éste medio que nos lleva a Allah, lo usamos para suplicarle, para alcanzarlo y para vaciar el corazón de todo lo malo, como la envidia, la malicia, la ignorancia, el apego al mundo y la asociación de copartícipes con Allah, incluso si es oculta.

La hipocresía también es una forma de politeísmo. Si alguien reza por el bien de los demás, esperando ganar su favor, ha corrompido su adoración. Ésta es la esencia del politeísmo. La hipocresía también es una forma de politeísmo, y temer a otros que no sean Allah también es una forma de politeísmo oculto. Sí, soy un musulmán que reza, ayuna y adora, pero mi corazón sigue apegado a éste mundo.. Mientras el corazón esté apegado a éste mundo, no puede ver luces ni secretos, no puede disfrutar de su adoración y no puede progresar en el camino de Allah. Por lo tanto, es necesario vaciar el corazón de toda mala cualidad y debemos elevarnos para arrepentirnos de éste mundo.

(Fue narrado por Al-Bujari en su Sahih: (2375/5) del hadiz de Al-Mughirah bin Shu’bah, y del hadiz de A'isha, y fue narrado por Muslim en su Sahih: (2171/4) asimismo, y fue narrado por Al-Diya’ Al-Maqdisi en Al-Mukhtarah (101/7) del hadiz de Anas, y fue narrado por Ibn Khuzaymah en su Sahih (201/2) del hadiz de Abu Huraira.)

Como hemos mencionado muchas veces, el verdadero arrepentimiento tiene grados: arrepentimiento por el pecado, arrepentimiento por alejarse de Allah y arrepentimiento por el mundo y el universo. Imaginen el corazón del creyente, vacío de todo excepto de Allah, vacío del mundo y sin apego a él. ¿Qué significa que no está apegado a él? Significa que no se regocija en lo presente y no se lamenta por lo perdido. Es decir, ha alcanzado un estado completo de confianza en Allah y ha alcanzado el contentamiento y la sumisión. Si el corazón alcanza éste grado de contentamiento, sumisión, confianza en Allah y desapego al mundo, entonces no se regocija en lo presente ni se lamenta por lo perdido, y siente la dulzura del recuerdo y la dulzura de la fe. Y si la dulzura de la fe entra en un corazón, nunca lo abandona. El Todopoderoso, (exaltada sea Su gloria), dijo: «Los beduinos dicen: “Hemos creído”. Di: “Todavía no habéis creído; pero decid: “Nos hemos sometido”, pues la fe aún no ha entrado en vuestros corazones”. Así qué, al decir Él Todopoderoso: “pues la fe aún no ha entrado en vuestros corazones”, se refiere a la existencia de la debilidad, como si dijera: Aún no se os ha caracterizado por la fe. Porque creen con la mente que existe Allah y que el Profeta ﷺ es un Mensajero, pero la dulzura de la fe no ha entrado en sus corazones, y el Mensajero de Allah ﷺ dice: «Hay tres cosas que, si se encuentran en una persona, le harán encontrar la dulzura de la fe: que Allah y Su Mensajero son más amados que cualquier otra cosa, que ama a una persona solo por Allah, y que odia volver a la incredulidad tanto como odia ser arrojado al fuego».
Una persona alcanza éste estado cuando su corazón está unido a Allah. Éste es el estado en el que vive el creyente, un estado que le permite progresar poco a poco en el camino de Allah.

(Dicen los beduinos: Creemos. Di: No creéis. Decid más bien: Nos hemos *sometido pero aún no ha entrado en vuestros corazones la creencia. Pero si obedecéis a Allah y a Su Mensajero, no menoscabará nada de vuestras acciones; es cierto que Allah es Perdonador, Compasivo.
*[Es decir, nos hemos islamizado o hemos aceptado Islam]
(Sura Al-Hujurat, verso 14)

(Narrado por Al-Bujari en su Sahih (14/1) y Muslim en su Sahih (66/1). El Imam An-Nawawi dijo en su comentario sobre Sahih Muslim (13/2): «El significado de la dulzura de la fe es: el afán de obedecer y soportar las dificultades para complacer a Allah y a Su Mensajero, prefiriéndolo a los placeres fugaces de éste mundo, y el amor del siervo por su Señor. ¡Gloria a Él!». Y Él es exaltado -por obedecerle, y abstenerse de desobedecerle, y asimismo por amar al Mensajero de Allah).

Cuando le preguntaron: "¿Qué es Ihsan (excelencia en la adoración)?", respondió: "Es adorar a Allah como si lo vieras". Observen la precisión de la frase "como si lo vieras", que significa que es natural verlo. Él "como" aquí se llama "como de comparación". Ésta no es una visión literal, sinó metafórica. Es como si lo vieras. Ésto se asemeja a ver, pero no es ver, porque Allah no se ve en éste mundo con los ojos físicos. Más bien, los corazones se vuelven hacia Él.
Los corazones de quienes saben tienen ojos que ven lo que otros no pueden.
Los ojos no son los que tienen globo ocular, rabillo y pupila, sinó que están en la introspección, y son superiores a la vista. Los corazones de los conocedores tienen ojos, es decir, introspección, percepción y mirada con la luz de Allah, de modo que ven lo que los humanos, acostumbrados a la visión sensorial, no ven con éstos ojos suyos, porque Allah Todopoderoso no se percibe mediante la visión, pero Él percibe la visión, y Él es el Sutil, el Conocedor. Allah no está limitado por ningún límite, y ningún ojo físico puede verlo.

Y Moisés, el que habló con Allah, Allah dijo de él: “Y cuando Moisés llegó a nuestro tiempo señalado y su Señor le habló, dijo: ‘Señor mío, muéstrate a mí para que pueda mirarte’. Dijo: ‘No me verás, pero mira la montaña; si permanece en su lugar, entonces me verás’. Pero cuando su Señor se manifestó a la montaña, la hizo desmoronarse, y Moisés cayó inconsciente”. 

Ésto está más allá de la capacidad humana y del universo, y no se puede ver a simple vista. Por eso, al describir el estado de los creyentes en el Más Allá, dijo: «Ese Día, algunos rostros estarán radiantes al contemplar a su Señor» Pero Mencionó el rostro, no el ojo.
(Sura Al-An’am, verso 103)
(Sura Al-A’raf, verso 143)
(Sura Al-Qiyamah, versos 22-23)

Adorar a Allah como si lo vieras significa observarse a uno mismo de forma constante y completa, al igual que nuestro maestro Umar ibn al-Jattab solía observarse con su respiración, de modo que no inhalaba ni una sola vez sin contemplar, reflexionar y ser consciente de la grandeza de Allah, ni esperaba exhalar. Es decir, siempre esperaba la muerte, constantemente, y no exhalaba ni una sola vez con la esperanza de inhalar. Entonces, ¿cometería tal persona un pecado? ¿Acaso tal atención consciente conduce a la negligencia? ¿Acaso tal estado conduce a la injusticia? Siempre estaría con Allah, con éste pensamiento constante. Dice: (Adora a Allah como si lo vieras), y con ésto se refiere al estado de atención consciente.
Luego viene otra etapa: si no lo ves, Él te ve. Éste es un nivel inferior al primer lugar, no puedes recordarlo constantemente en éste alto nivel que Umar y los santos justos de Allah, (que Allah Todopoderoso esté complacido con todos ellos), han alcanzado. Recuerda que Él, (Gloria a Él), te ve y conoce tus secretos y tus susurros, así que ten temor y sé consciente.

Algunas de las personas eruditas lo leen de otra manera, y el significado de: (Adora a Allah como si lo vieras, que nunca lo olvides, y deja que eso continúe contigo durante todo tu día hasta que alcances el nivel de aniquilación (y si no lo haces), entonces si eres aniquilado de ti mismo, y sabes que tu existencia lo necesita a Él y Él no te necesita a ti, y encuentras que la verdadera existencia es solo Su existencia y nuestra existencia es solo una existencia accidental, incidental y aniquiladora, y tiene un final que ves), entonces llegas a la etapa de ver, por lo que Él te ve, y el favor es solo de Allah, antes y después.

Aquí, el pueblo de Allah llegó a algo en el credo que está establecido entre todos los musulmanes, que Allah es el Viviente, el Autosustentable, el Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto, y que Él es capaz de todas las cosas.

Los hermosos nombres de Allah en el Corán son ciento cincuenta y ocho.
Los nombres más bellos de Allah mencionados en el Hadiz del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) narrado por Abu Huraira son noventa y nueve nombres.

El viajero en el camino hacia Allah es como el viajero en el camino físico. El alma humana tiene estados, y el alma estaba con Allah, así que Él la colocó en el cuerpo humano, y así lo veló. Anhela a su Señor, y en su anhelo por su Señor, estaba velada de Él por muchos velos. El pueblo de Allah observó y descubrió que hay alrededor de setenta mil velos, y dividieron el alma en tres secciones, y algunos la dividieron en siete, y descubrieron que entre cada etapa hay velos que velan a la persona de su Señor, quien es la meta de todo. El camino también estaba dividido en etapas, y la primera de éstas almas es el alma que ordena el mal.

<En su camino hacia Allah, el hombre descubre que hay cuatro razones que obstaculizan su viaje hacia su Señor, la primera de las cuales es él mismo, la segunda es Satanás, la tercera es el deseo y la cuarta es el mundo.>

Éstos enemigos son enemigos de la humanidad porque intentan apartar a la gente del camino de Allah, atraerla hacia sí misma y desviarla del camino recto, el camino correcto, que es el camino más corto por el cual el adorador llega a su Señor. Éstas cuatro cosas perturban la concentración de la persona en Allah. En realidad, el más peligroso de éstos enemigos es el yo, porque los deseos mundanos pueden existir o no.

(El hadiz que afirma que Allah Todopoderoso tiene noventa y nueve nombres, en términos generales, fue narrado por al-Bujari en su Sahih (2/981) y por Muslim en su Sahih (4/2063). El relato detallado de éstos nobles nombres, mencionándolos en su totalidad, fue narrado por al-Tirmidhi en su Sunan (5/531) y por Ibn Mayah en su Sunan (2/1269). El erudito Abu Nu'aym dedicó una sección a las cadenas de narración de éste Hadiz. Existe una extensa investigación sobre éste tema realizada por Ibn Hajar en Fath al-Bari (11/218-230).

El diablo va y viene, y los deseos van y vienen, pero es el alma la que acompaña a una persona desde la conciencia hasta la muerte, y podemos distinguir su esfuerzo, su velo y su lujuria del resto de éstos enemigos al regresar y repetir, y éste es el significado de su dicho, y también es una regla: (Tu alma es tu enemigo más hostil).
Entonces, ¿cómo distinguimos los susurros de Satanás del llamado del alma? Dijeron: «Los susurros de Satanás no perduran, ni regresan ni se repiten. Intenta susurrar en los corazones de las personas, pero si una persona no responde a éstos susurros, se resiste a ellos y se distrae de ellos, Satanás no volverá a ellos una segunda vez. En cambio, le susurrará algo diferente». Si una persona siente en su interior el impulso de ser perezosa en la oración o en el recuerdo de Allah, o el impulso de hacer algo desagradable o prohibido, y luego no encuentra tal impulso, entonces ésto proviene de los susurros de Satanás: «Del mal del susurrador que se retira, que susurra en los corazones de las personas». Éste es el daño de Satanás, y él es débil y no tiene poder sobre nosotros. Allah lo ha debilitado por completo, lo ha dejado, pero lo ha abandonado. Podemos protegernos del mal de Satanás de la manera más rápida y sencilla. La llamada a la oración aleja a Satanás, el recuerdo de Allah aleja a Satanás, y recitamos los versículos finales de la Sura Al-Baqarah, que ahuyentan a Satanás y fortifican el lugar. Recitamos el Ayat al-Kursi, y gracias a él nos protegemos de Satanás. También recitamos los recuerdos matutinos y vespertinos. Así nos fortalecemos contra Satanás, pues Satanás se repele de la manera más rápida y sencilla. Una vida con el recuerdo de Allah, el Corán, la adoración, la pureza, la llamada a la oración, la oración y el ayuno hace que Satanás huya y se aleje. Dice Allah Todopoderoso en el Corán:
[Del mal del susurro que se esconde*.]
* (Muchos comentaristas explican que lo que está expresado como el acto de susurrar, se refiere a Shaytán, sujeto de ese acto, pudiendo traducirse en consecuencia como "susurrador".)
* (En árabe " al-jannas", uno de los nombres de Shaytán. En la raíz de la palabra está el significado de retroceder, puesto que Shaytán retrocede cuando el hombre recuerda a Allah, volviendo a susurrarle cuando éste lo olvida.)
[Ese que susurra en los pechos de los hombres y existe entre los genios y entre los hombres.]
(Sura An-Nas, versos 4-6)

Pero el problema base es un problema del alma, porque el alma necesita ser nutrida, y el alma necesita ser alimentada y el maligno está siempre instando repetidamente a la persona a fallar, a hacer lo prohibido y a hacer lo que no le gusta. Si te resistes la primera vez, volverá e insistirá la segunda. Ésta es el alma dominante, y por eso se usa la forma superlativa. Su mandato se basa en el patrón de "fa`ala", y la forma superlativa en ella es repetición, retorno, exageración y mucha acción. El alma no ordena una vez y luego se detiene, sinó que insiste una y otra vez.

Si me veo obligado a hacer algo feo -que sé que es feo-, y que sé que contiene defectos, pecados y transgresiones, entonces debo saber que ésto proviene de mí mismo y que debo disciplinarme.

El alma que incita al mal es el origen de las almas; la mayoría de las personas se inclinan hacia el mal por sus almas. Si ascendemos al siguiente nivel, el alma que se auto-reprocha, encontramos un conflicto entre la persona y su propia alma; a veces ésta le ordena hacer el mal y trata de no obedecer, y a veces responde, luego se arrepiente y regresa, y entra en una disputa, y en un ir y venir con él, hasta que se establece en el alma inspirada, que es el tercer nivel del alma.

Algunos dijeron: «Éste es el comienzo de la aniquilación, y que hay tres tipos de almas: la que manda, la que reprocha y la que inspira». Otros dijeron: «No nos conformamos con el comienzo de la perfección, sinó que debemos elevarnos por encima de ella hasta alcanzar la satisfacción, la complacencia, la tranquilidad y la perfección».

En cualquier caso, éstas etapas comienzan en todas las personas, musulmanas y no musulmanas por igual, comenzando con el alma que incita al mal. Sin embargo, ésta alma que incita al mal tiene el potencial de transformarse en un alma que se reprocha a sí misma, y ​​ésta alma que se reprocha a sí misma tiene el potencial de transformarse en un alma inspirada. El potencial existe, pero la comprensión común es que el alma humana proviene del alma que incita al mal.

Assalamo Aleikum.

LA PUERTA PRINCIPAL (2)

LA PUERTA PRINCIPAL (2)

En los velos que separan el alma de Allah Todopoderoso, el pensamiento y el recuerdo son los medios de salvación de esos velos.

El alma que ordena el mal está oculta a la luz de Allah por setenta mil velos. Cuando logramos soltar, deshacernos o retirar un velo de los velos -esos velos que se representan en las características del alma-, obtenemos algunas de las luces y se nos revelan algunos de los secretos del reino y del dominio.

Ahora estamos en nuestro viaje hacia Allah, y en ésta etapa, el camino hacia Allah consta de setenta mil pasos, o setenta mil etapas, o setenta mil partes, y cada parte representa un velo. Siempre que paso a través de un velo, tengo que pasar a través de otro velo. ¡Y lo asombroso es que algunos de los buscadores pueden pasar a través de los setenta mil velos en un día! ¡Y algunos de los buscadores pasan a través de diez mil en cuarenta años! Y así sucesivamente, según la apertura de Allah para él. Por lo tanto, vemos a los Shaykhs dando preferencia a algunos de los modernos entre sus seguidores sobre los antiguos; porque éste antiguo no ha pasado por el viaje hacia Allah tanto como lo ha hecho ese moderno. Entonces, el asunto es que es el favor de Allah que Él da a quien Él quiere, y no de ningún poder o fuerza.

El buscador no debe detenerse ni pensar en cuánto ha recorrido ni en cuánto le queda, pues esa es la esencia de la sinceridad, y en sí misma le ayuda a avanzar aún más. Siempre que observa su posición actual, se obsesiona con ella y olvida a su Señor, como si mirara a su alrededor y fijara su mirada en el camino de Allah.

Incluso quien se da la vuelta para ver cuánto ha recorrido y cuánto le queda, no llegará a su destino. Sí, sabrá cuánto ha recorrido y cuánto le queda, pero éste sentimiento en sí mismo le traerá frustración si ha hecho mucho y ha viajado poco, o le traerá arrogancia si ha hecho poco y ha viajado mucho, y ambas -la frustración y la arrogancia- obstaculizan al viajero en su camino hacia Allah.

¿Cuáles son, entonces, éstos velos que tengo ante mí, de los cuales debo deshacerme y transformar el estado del alma dominante al estado del alma reprochadora?

Ningún miembro del pueblo de Allah escribió sobre ésto en detalle, ni nos trajo una lista de los setenta mil velos con ese detalle. Más bien, escriben en términos generales y nos lo aclaran, y nos acercan algunos significados espirituales que quizá no tengan equivalente en el idioma de la gente, ni en el de los árabes ni en el de los no árabes. Más bien, comparan una cosa con otra.
Ellos compararon la conducta, el camino, las etapas, los velos, etc., con lo que nosotros conocemos de los significados de éstas palabras, pero el estado espiritual no tiene ésto en los sentidos, sinó que es semejante a ello y no es lo mismo, sinó que es semejante a ello aproximadamente en la mente.

Los pensamientos fugaces del corazón representan esos velos. Por ejemplo, tengo un corazón preocupado por éste mundo, aferrado a él, lamentándose por lo perdido, regocijándose por lo presente, olvidando la muerte, creyéndose inmortal en la tierra, buscando sus propios intereses y siendo egoísta, reacio a favorecer a otros o compartir lo que posee, caracterizado por todo rasgo negativo, desconectado de todo lo bueno, con el corazón lleno de deseos mundanos y oscuridad. Ésta es la persona ante la cual se yerguen setenta mil velos. Entonces, ¿cómo podemos deshacernos de esos velos, que son los pensamientos fugaces que cruzan el corazón de una persona? Surge un pensamiento peligroso que le hace dudar de la utilidad de lo que hace, o de su confianza en lo que Allah tiene, o que le confirma que tiene poder y fuerza en Allah.

El hombre vive con éstas cosas siempre y para siempre, y si se deshace de ellas e intenta equilibrarse, los susurros le llegan de sí mismo, o de Satanás, hasta que lo desestabilizan y perturban el equilibrio psicológico que poseen los creyentes. Todas éstas cosas son velos que separan al hombre de su Señor y perturban su camino. Entonces, ¿cómo desaparecen esos velos?

Se establecieron métodos para ello, incluyendo la reflexión sobre la creación de los cielos y la tierra. Cuando una persona reflexiona sobre la creación de los cielos y la tierra, adquiere certeza de la unidad de Allah, de Su Existencia, Grandeza y Majestad. Y en todo hay una señal que apunta hacia Él, que apunta a que Él es Uno.

Hubo una persona qué, cuanto más reflexionaba, más se menospreciaba, y descubrió que la creación de los cielos y la tierra era mayor que la creación de las personas. Cuanto más contemplaba las realidades del mundo, más sabía que era un acontecimiento, que existía y no existía antes, y sabía que es fugaz, que está destinado a perecer, y que el hombre morirá.

Cuanto más contempla la muerte, más comprende la verdadera naturaleza de éste mundo: su insignificancia y fugacidad, su campo de vida para el Más Allá y su creación como prueba y trabajo. Cuanto más reflexiona sobre ésto, menos importante le resulta éste mundo.

Por lo tanto, pensar, contemplar y observar la creación de Allah en los cielos y la tierra, reflexionar y razonar: todo ésto nos ha ordenado Allah en el Libro Sagrado. Y el Mensajero de Allah, (la paz y las bendiciones sean con él), nos informó que hay demonios que impiden a la gente mirar el cielo. De hecho, en la creación de los cielos y la tierra y la alternancia de la noche y el día son señales para quienes tienen entendimiento y recuerdan a Allah. Aquí surge la cuestión del recuerdo, por lo que son dos cuestiones: la primera es el pensamiento y la segunda es el recuerdo.

El pueblo de Allah ha propuesto ideas que una persona puede mencionar para deshacerse de muchos de los velos, y han propuesto una serie de Nombres de Allah Todopoderoso delante de cada etapa de las etapas, de modo que se determine Uno de Sus hermosos Nombres, y si el buscador se involucra con él, Allah hace que las etapas del camino sean fáciles para él, y Allah quita los velos que están allí.
Entre esos nombres está el nombre de Majestad: (Allah), y entre ellos está la palabra del monoteísmo: (No hay más dios que Allah), y entre ellos está el pronombre que se refiere a Allah ﷺ: (Él).

Se elaboró un plan para que el buscador lo siguiera y establecieron una palabra y un número para cada velo. Por ejemplo, dicen: «Recuerda el nombre de Allah setenta mil veces». Pero descubrieron que la condición de los buscadores no alcanzaba las setenta mil, así que establecieron setenta mil en algunas etapas, treinta mil en otras más avanzadas, cincuenta mil en otras, y posteriormente, la práctica se estableció en cien mil de entre los últimos. Todo ésto se deriva de lo que es claro para quienes poseen mayor perspicacia, verdad y conocimiento de Allah Todopoderoso: de los efectos de adherirse a ciertos nombres, con ciertos números, en el alma del buscador de Allah, y en qué medida ésto contribuye a refinar su alma, obligándola a recordar el significado de ese nombre divino y a acostumbrarse a adoptarlo o apegarse a él. Ésta disposición también tiene como único fin limpiar los corazones de esos velos y ayudar al buscador en el camino a trabajar su mente y conectarla con la acción que es el recuerdo (dhikr.

(Sura Al Imran, versos 190-191)

Comenzamos con: «No hay más dios que Allah», la palabra del monoteísmo que contiene la negación del yo, y en ella reside el vaciamiento del corazón y su dulzura. Lo repite cien mil veces. El buscador comienza con éste recuerdo e intenta liberarse de los velos. ¿Cómo se libera de ellos? Si lo menciona con certeza y presencia, con plena intención, y lee lo que puede soportar cada día. Algunos pueden soportar cinco mil en un día, otros solo mil, y otros llegan a quinientos. Así, quien pueda soportar cinco mil, terminará en veinte días, y quien pueda soportar mil, en cien días.

Una persona debe hacer ésto como un acto de adoración a Allah. Adoración significa que debe realizarse con total humildad y contemplación. Por lo tanto, no es una adoración mencionar miles en media hora. Ésto no es adoración, sino más bien cumplir con el deber, y es una forma de demostrar el estado de haberlo terminado y cumplido, mientras que el asunto no es así. La cuestión es que debemos mencionar con contemplación, reflexión, deliberación, presencia de ánimo, humildad y certeza, incluso si sólo mencionamos cien en un día, pues la intención es la presencia del corazón, la intención es tratar ese corazón, la intención es servir a ese corazón, y la intención, en última instancia, es Allah.

Por lo tanto, debemos proceder con deliberación, paciencia y remembranza, sin preocuparnos ni siquiera por contar. Por lo tanto, cuando los Shaykhs instruyeron a la gente a no preocuparse por contar al realizar sus oraciones, se suponía que debían establecer límites en éstos números. Por ésta razón, recuperaron el rosario (takbir) conocido entre la gente, y su diseño evolucionó, comenzando con noventa y nueve cuentas, y luego añadiendo una más para completar cien. Después, se añadieron marcas para aclarar los números y contadores que permiten a quien recuerda a Allah recitar un millón de veces sin error y sin que su corazón se distraiga. Todas éstas mejoras tenían como objetivo liberar el corazón del creyente para el recuerdo de Allah. Y ahora hay rosarios (takbir electrónicos) que pueden contar un millón de repeticiones, y eso es como colocar dos fichas: diez cuentas sobre el minarete y diez cuentas a un lado. Si contamos la centena, contamos desde la ficha de arriba. Al terminar de contar desde la otra ficha, la de arriba vale mil y la de abajo vale mil. Al terminar, hemos mencionado diez mil. Luego repiten el proceso moviendo la ficha de cuenta en cuenta, y así sucesivamente. Ésto sucede sin que él esté confundido, y sin preocuparse por cuántos contó.
¿Cometí un error? ¿Hice ésto.. etc.?

Hablamos, entonces, del camino hacia Allah, y de que el propósito de éste camino hacia Allah es solo Allah, y quien lo recorre no debe volverse hacia nada que no sea éste noble propósito. Dijimos: ese volverse puede ser hacia el reino o hacia el reino.. y puede ser hacia los secretos o hacia las luces, y todo eso es distinto de Allah, y lo que es distinto de Allah, yá sea que lo hayamos visto o esté oculto para nosotros, no debe apartarnos de Allah. Así, quien recorre su camino hacia Allah puede comprender algunos de los secretos del reino, o puede ser capaz de ver las luces del reino o las luces del reino, pero no debe hacer de eso su propósito principal, sinó que el propósito es Allah Todopoderoso.
Éste es un principio noble, que es qué: (El que está distraído no alcanzará [a Allah], y otro principio noble, que es que Allah es la meta de todo. El significado de que Allah es la meta de todo es que no importa cuán diferentes sean los caminos y los medios, siempre que estén dentro del alcance de la noble Shari'a, que conducen a Allah. Por lo tanto, uno no debe objetar el camino de un Shaykh acreditado sobre el camino de otro Shaykh que está acreditado, ni el camino de un método supervisado sobre el camino de otro método supervisado, porque el camino de Allah es en realidad uno, pero la disputa es de aquellos discípulos ignorantes.

Assalamo Aleikum.