LA HERRAMIENTA ESPECIAL.
Parte décima.
En un Hadiz divino encontrado en Sunan al-Nasa'i, N°. 2219, el Profeta Muhammad, (la paz y las bendiciones sean con él), recomendó que toda buena acción que la gente haga -sea para sí misma, excepto el ayuno, que es para Allah Todopoderoso, y Él debe recompensarlo directamente.
Éste Hadiz demuestra la singularidad del ayuno. Una de las razones para describirlo así es que otras buenas obras son visibles para la gente, como la oración, o se comparten entre sí, como la caridad secreta. El ayuno, sin embargo, es una buena obra única, yá que los demás no pueden saber si una persona está ayunando excepto a través de su ayuno.
El ayuno también es un acto de rectitud que cierra todos los aspectos del alma. Es decir, quien ayuna correctamente se abstiene de cometer pecados verbales y físicos, como mirar o escuchar cosas prohibidas. Ésto también se logra mediante la oración, pero ésta se realiza solo por un corto período y es visible para los demás, mientras que el ayuno ocurre durante todo el día y es invisible. (Sura Al-Ankabut, verso 45)
"...La oración prohíbe la inmoralidad y la maldad..."
Del siguiente verso se desprende claramente que quien no completa el ayuno obligatorio sin una razón válida no es un verdadero creyente, yá que ambos asuntos están directamente relacionados. (Sura Al-Baqarah, verso 183)
“¡Oh vosotros que habéis creído! Se os ha decretado el ayuno, como se les decretó a quienes os precedieron, para que alcancéis la justicia”.
De hecho, el Noble Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) advirtió en un Hadiz encontrado en Jami' al-Tirmidhi, N° 723, que si un musulmán no completa un solo ayuno obligatorio sin una excusa, no puede recuperarlo y perderá la recompensa y las bendiciones, incluso si ayunó todos los días de toda su vida.
El verso anterior también indica que el ayuno adecuado conduce a la piedad. Es decir, el simple hambre durante el día no conduce a la piedad, pero concentrarse en abstenerse de los pecados y realizar buenas obras durante el ayuno sí lo hace. Por ésta razón, un Hadiz en Yami' al-Tirmidhi N° 707) advierte que el ayuno no se considerará un gran acto si uno no se abstiene de palabras y acciones falsas. Un hadiy similar en Sunan Ibn Mayah N° 1690) advierte que algunas personas que ayunan solo sufren de hambre. A medida que una persona se vuelve más consciente y ansiosa por obedecer a Allah mientras ayuna, éste hábito eventualmente le pasará factura, haciendo que se comporte de la misma manera incluso cuando no ayuna. Ésto es, de hecho, la verdadera piedad.
La rectitud mencionada en el verso anterior está relacionada con el ayuno, yá que éste reduce los deseos y caprichos. Previene la arrogancia y fomenta el repudio del pecado. Quien controla sus deseos mediante el ayuno encontrará más fácil controlar los deseos más débiles. Ésto conduce a la verdadera rectitud.
Como hemos mencionado brevemente y en otros artículos del blog, existen diferentes niveles de ayuno. El primero, y el más bajo, consiste en abstenerse de todo aquello que lo interrumpe, como la comida. El siguiente nivel consiste en abstenerse de los pecados que anulan el ayuno y reducen su recompensa, como mentir. Ésto se indica en un Hadiz de la Sunan al-Nasa'i, Nº 2235. El siguiente nivel es el ayuno que abarca todas las partes del cuerpo. Ésto significa que cada parte del cuerpo ayuna de los pecados; por ejemplo, los ojos se abstienen de mirar lo prohibido, los oídos se abstienen de escuchar lo prohibido, etc. El siguiente nivel es cuando uno se comporta de ésta manera incluso sin ayunar. Finalmente, el nivel más alto de ayuno consiste en abstenerse de todo lo que no tenga nada que ver con Allah Todopoderoso, es decir, evitar usar las bendiciones que se nos han otorgado, como el tiempo, para pecar o mentir.
El musulmán debe ayunar tanto internamente como externamente, absteniéndose de pensamientos erróneos o falsos. Debe ayunar de perseguir sus propios planes y deseos, y concentrarse por cumplir con sus deberes y responsabilidades. También debe ayunar de desafiar interiormente el decreto de Allah Todopoderoso, y en lugar de la predestinación y sus consecuencias, sabiendo que Allah Todopoderoso elige solo lo mejor para Sus siervos, incluso si no comprenden la sabiduría que subyace a éstas decisiones. (Sura Al-Baqarah, verso 216)
.....Y quizás odies algo y te sea bueno, o quizás te guste algo y te sea malo. Y Allah sabe, mientras que tú no sabes.
Finalmente, un musulmán debe esforzarse por alcanzar la mayor recompensa manteniendo su ayuno en secreto y no ir por ahí contándoselo a los demás si es posible, porque contárselo a los demás innecesariamente conduce a una pérdida de recompensa, yá que es una forma de hipocresía.
Assalamo Aleikum.