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sábado, 30 de agosto de 2025

¿DÓNDE ESTÁN LOS CONOCIMIENTOS REFUTADOS?

¿DÓNDE ESTÁN LOS CONOCIMIENTOS REFUTADOS?
Se lee en el Hadiz registrado en el as-Sawa iq al-muhriqa: «Quien conozca la verdad en el momento en que se propaga la fitna, ¡que la dé a conocer a los demás! Si no lo hace, ¡que caiga sobre él la maldición de Allah y de todos los seres humanos!». 
Reflexiona: El saber es como una simple gota de agua frente a la sabiduría divina. Entonces, cuando llegas a comprender la propia insignificancia frente al océano de conocimientos, constatando la superioridad de la comprensión de los eruditos de ahlu sunna wal Jamat en las ciencias religiosas y naturales de su época, así como su inteligencia, su asiduidad en los actos de adoración y en el temor a Allah. Y por otro lado, te entristece ver que las personas virtuosas -capaces de leer y comprender las obras de los eruditos de ahlu Sunnah- son cada vez más escasas, mientras que los ignorantes y los desviados se infiltran entre los sabios y trabajan escribiendo libros engañosos y perjudiciales, por lo que nos invade la angustia ante la amenaza del Hadiz. No podemos soportar más esa ceguera que quieren impulsar entre nuestros grupos y jóvenes hermanos y hermanas aquellos que no son nada menesterosos para servir y que solamente llegan para confundir a los demás y para ser servidos. Así qué estudiar lo bueno.. porqué leer, yá saben ustedes leer y depositar plena sinceridad y fidelidad en Allah, (Señor de los mundos), apelando al alma de Su Mensajero, (sallallahu alayhi wa sallam), así como a Sus virtuosos siervos, como medio de satisfacer nuestras invocaciones. ¡Que Allah ta'ala nos guíe a todos por el camino que a Él le complace! Amin. 

El gran erudito hanafí y profesor universitario de la universidad egipcia de al-Azhar, Muhammad Bajīt al-Mutii, escribe en su libro Tathir al-fu'ad min danis al-itiqad: Las almas más elevadas y más realizadas entre los seres humanos son las de los profetas PyB. Éstas últimas, están alejadas del error, la despreocupación, de la traición, del fanatismo, de la terquedad, de la obediencia a su nafs, de la ira y del odio, Los profetas, (alayhimussalam), solo comunican y exponen lo que les fue revelado por Allah ta'ala. Lo que revelaron en términos de conocimientos religiosos, mandamientos y prohibiciones son absolutamente correctos. Nada de todo ello es falso o corrupto. Después de los profetas, (alayhimussalam), los más elevados y más realizados son los compañeros de los profetas, pues fueron educados, maduraron y se purificaron en su compañía. Siempre informaron y explicaron lo que habían oído de los profetas y lo transmitieron fielmente. Todo lo que relataron es correcto. También están exentos de los males mencionados anteriormente. No se contradijeron por fanatismo o terquedad y no siguieron a su nafs. Su interpretación de los versos coránicos y Hadices, así como su iŷtihād al dar a conocer a los seres humanos la religión de Allah Ta'ala es una gran gracia de Allah para ésta Ummah y una misericordia para su amado Profeta Muhammad, (alayhissalām). El noble Corán nos informa de que los nobles compañeros son duros con los descreídos, pero están llenos de compasión unos por otros, que se aman mutuamente, realizan sus oraciones con asidiudad y esperan todo de Allah, incluido el Paraíso. Todo aquello en lo que tuvieron consenso en su iŷtihad es correcto. Todos ellos obtuvieron una recompensa por éste medio, pues la verdad es una sola.

Después de los nobles compañeros, los seres humanos más elevados eran aquellos que los habían visto y se habían formado en su compañía. A éstos se les llama «tabi'un» (sucesores de los compañeros). Adquirieron todo su conocimiento junto a los nobles compañeros. Después de los sucesores de los compañeros, los seres humanos más elevados son aquellos que los vieron y se formaron en su compañía. Se les llama «taba' at-tabiin» (sucesores de los sucesores de los compañeros). En los siglos siguientes, hasta el último día, entre todos los seres humanos, los mejores y más elevados son los que los siguen, aprenden lo que enseñaron y se hallan en su camino. 
Una persona inteligente, dotada de razón y que no transgreda los límites del islam, entre los eruditos posteriores a los Shaykhs piadosos, cuyas palabras y obras estén de acuerdo con lo que el Mensajero de Allah y los piadosos predecesores dieron a conocer, y que no se desvíe lo más mínimo. Tal persona no abandona el camino correcto al seguirlos su camino en la fe y en los actos, no teme ser denigrada ni le presta atención a las palabras de los ignorantes. No se desvía de las cuatro escuelas jurídicas de los imames muytahid al seguir su razón. Los musulmanes deberían encontrar a tal sabio, preguntarle en lo que no saben y realizar todos sus actos en consonancia con sus palabras. Tal sabio, en efecto, conoce los remedios espirituales que Allah ta'ala creó para preservar a Sus siervos del error y asegurarse de que hacen todo correctamente, ésto es, poseer el conocimiento de la curación del alma y lo comunica a los seres humanos. El cura a los enfermos del alma y a los que no comprenden. Cada palabra, cada acción y cada creencia de tal sabio está de acuerdo con el islam. Él comprende todo correctamente y responde a todas las preguntas correctamente. Allah ta'ala está complacido con todas sus acciones. Allah ta'ala indica a aquellos que desean obtener Su aprobación los caminos que conducen a Su aprobación. Allah taʻala preserva a los creyentes y a quienes se ajustan a las exigencias de la fe de la oscuridad de los pecados y de la aflicción. Él les permite alcanzar la luz, la paz y la felicidad. Éstos últimos estarán en paz y tranquilidad en todas las circunstancias y en todas sus acciones. En el día del Juicio Final, se encontrarán junto a los profetas, los fieles, los mártires y los musulmanes virtuosos.

Si un sabio, (independientemente del siglo en que viva), no sigue las comunicaciones del Profeta y de sus compañeros, si sus palabras, sus acciones y creencias no se ajustan a lo que éstos anunciaron, si sigue su nafs y sus pensamientos y de éste modo va más allá del islam, si se opone a las sutilezas del islam siguiendo su caprichosa razón, y si se sitúa fuera de las cuatro escuelas jurídicas en un conocimiento que no comprende, se reconoce que es un sabio malicioso. Allah ta'ala selló su corazón. Sus ojos yá no ven el verdadero camino. Sus oídos yá no perciben la verdad. Sufrirá un gran castigo el día del Juicio Final. Allah ta'ala no lo ama. Aquellos como él son los enemigos de los profetas. Se imaginan que están en el buen camino y se complacen en lo que hacen. Sin embargo, están en el camino de Satán. Pocos de ellos consiguen recomponerse y volver a la verdad. Todas sus palabras parecen dulces, brillantes y útiles. Sin embargo, sus pensamientos y aquello que les gusta son siempre negativas oscuridades y es tiránica su forma de pago. Engañan a los insensatos, los desvían y los precipitan hacia la perdición. Sus palabras parecen luminosas e inmaculadas como la nieve, más ante el sol de la verdad, se evaporan. Allah ta'ala selló y ennegreció sus corazones, se les llama "dad", los que se derriten y desaparecen. A éstos maliciosos seudosabios, <ahl al-bid'a» («desviados»), es decir, «seudosabios sin madhab». Son aquellos cuyas creencias y prácticas son contrarias al noble Corán, a los preciosos Hadices y al consenso de los sabios. Se desvían del buen camino y conducen a los musulmanes a la perdición. Quienes los sigan irán al Infierno. En la época de los piadosos predecesores y entre los sabios ulteriores, había muchas personas corruptas de éste tipo. Su presencia entre los musulmanes es como la gangrena [o el cáncer] en una parte del cuerpo humano. Hasta que no se extirpe ésta herida, las partes sanas tampoco podrán preservarse de los daños. Son como enfermos portadores de agentes patógenos. Cualquiera que se acerque a ellos sufre las consecuencias. Para evitar sufrir perjuicios por su parte, es necesario no acercarse a ellos.

Uno de éstos sabios desviados y muy nocivos es Ibn Taymiyya. En su libro al-Wasita y otras obras, se separó del consenso de los musulmanes (iŷmā al-muslimīn) y dejó de seguir lo que se transmite de forma evidente en el noble Corán y los preciosos Hadices, y, por tanto, el camino de los piadosos predecesores. Apoyándose en su limitada razón y en sus pensamientos corruptos, se desvió hacia el camino de la innovación. Poseía un gran saber. Allah ta'ala hizo de su saber la causa de su desviación y su perdición. Siguió los deseos de su nafs. Intentó hacer pasar sus opiniones corruptas y nocivas por verdades con rectitud.

El gran erudito Ibn Hayar al-Makkī, (rahmatullahi ta'ālā alayh), escribe en su libro al-Fatāwā al-hadīziyya: «Allah ta'ala desvió a Ibn Taymiyya y le hizo caer en la perdición. Hizo que sus ojos quedaran ciegos y sus oídos sordos. Numerosos sabios revelaron que sus acciones eran corruptas y sus palabras eran mentiras, y lo demostraron con pruebas. Quien lea los libros de los grandes sabios del islam Abul-Hasan as-Subkī, su hijo Tayuddīn as-Subkī y el Imam al-Izz ibn Yama'a, y analice detenidamente las declaraciones y los escritos de los sabios shafiíes, malikíes y hanafies de su época contra él, comprenderá muy bien la veraci-dad de nuestras palabras.>

Ibn Taymiyya también despreció a los sabios del tasawwuf y atacó a pilares fundamentales del islam, tales como los nobles Umar y los calumnió. Pero no se detuvo ahí, y ni siquiera dudó en atacar a Ali. Sus palabras sobrepasaron toda medida y toda decencia, llegando a atacar a las grandes figuras intocables, Tildaba a los sabios del buen camino de innovadores, desviados e ignorantes.

Dijo: "Las ideas de los filósofos griegos, que no corresponden al islam fueron introducidas en los libros de los grandes sabios del tasawwuf", -y él trata de demostrarlo con sus opiniones nefastas y corruptas. Los jóvenes que no conocen la verdad pueden ser engañados por sus ardientes y dorados escritos y, de éste modo, desviarse del buen camino. Ibn Taymiyya dice, por ejemplo: «Los seguidores del tasawwuf aseguran ver la tabla bien preservada (al-lawh al-mahfüz). Los Filósofos como Ibn Sīnā llaman a ésto «an-nafs al-falakiyya». Dicen: «Cuando las almas de los seres humanos alcanzan la perfección, se unen al nafs falakiyya o al aql fa'al (intelecto activo) en estado de vigilia o de sueño. Todo lo que sucede en éste mundo es causado por estos dos. Cuando el alma del ser humano se une a éstos dos, percibe lo que hay allí." Ésto no es algo que comunicaran los filósofos griegos. Únicamente Ibn Sina y otros lo comunicaron. El Imam Abu Hamid Al-Gazzali y Muhyiddin ibn al-Arabī, y el filósofo andalusí Qutbuddin Muhammad ibn Sab'in también afirmaron cosas similares. Son solamente palabras de filósofos y no hay nada semejante en el islam. Con éstas palabras, abandonaron el buen camino. Se convirtieron en mulhid como los chiíes, los ismailíes, los cármatas y los batiníes. Se separaron de la ahlu sunna y del buen camino de los sabios del hadiz y de los sabios sunníes del tasawwuf como Fudayl ibn Iyād. Por un lado, éstos últimos se sumergieron en la filosofía y, por otro, lucharon contra las sectas como la mutazila y la kurāmiyya. Los adeptos del tasawwuf se reparten en tres grupos: el primero es el de la gente del Hadiz y de la Sunnah. El segundo grupo es el de los desviados, como los kurāmiyya. El tercer grupo es el de aquellos que siguen los escritos del «Ijwān as-safā>> y las palabras de Abū Hayyān. Ibn al-Arabī, Ibn Sab'in y otros semejantes que retomaron las declaraciones de los filósofos y las presentaron como palabras de discípulos del tasawwuf. En el libro de Ibn Sina Ājir al-ishārāt alā maqam al-arifin, tales declaraciones son numerosas. El Imam Al-Gazzali también escribió cosas semejantes en algunas de sus obras, en particular en al-Kitāb al-madnūn y en el Mishkat al-anwar. Su amigo Abu Bakr ibn al-Arabī llegó incluso a señalarle que estaba inmerso en la filosofía y trató de apartarlo de ella, pero sin éxito. Por otra parte, sin embargo, el Imam Al-Gazzali calificaba a los filósofos de descreídos. Al final de su vida, leyó el Sahih al-Bujārī. Por ello, habría tomado sus distancias con respecto a sus escritos anteriores, según algunos. Otros dijeron que éstas palabras fueron escritas como una calumnia contra el Imam Al-Gazzali. A éste respecto, circulan numerosos rumores acerca del Imam. El sabio malikí Muhammad al-Māzarī, formado en Sicilia, el sabio andalusí Turtüshi, Ibn al-Yawzi, Ibn Uqayl y otros hablaron mucho de ello.>

Las palabras de Ibn Taymiyya mencionadas anteriormente muestran claramente sus malos pensamientos contra los eruditos de ahlu sunna. Incluso aquellos de los grandes y los nobles compañeros no se salvan de sus injurias. Califica de desviados a numerosos eruditos de la ahlu sunna. En particular, habla muy mal del gran amigo de Allah y polo de los conocedores de Allah, Abul-Hasan ash-Shādhilī, basándose en sus libros al-Hizb al-kabīr y Hizb al-bahr, y menosprecia con infames palabras a grandes sabios del tasawwuf como Muhyiddin ibn al-Arabī, Umar ibn al-Farid, Ibn Sabin, Hallāy Husayn ibn Mansür. Por ello, los sabios de su época hicieron saber unánimemente que era un pecador (fāsiq) y un desviado. Hubo incluso quienes emitieron la fatwa de que había caído en el descreimiento. [El profundo erudito islámico Abdul-ganī an-Nablusī cita en su libro al-Hadīqa an-nadiyya, en las pá-ginas 363 y 373, los nombres de éstos grandes sabios del tasawwuf e informa de que cada uno de ellos es amigo de Allah y que quienes los desdeñan son ignorantes y despreocupados.] En una carta dirigida a Ibn Taymiyya en 705 AH (1305 d.C.), se puede leer: <<¡Mi hermano de fe, que se considera como un gran sabio e Imam de su tiempo! Te había amado por la aprobación de Allah y encontré desagrado en los sabios que se posicionaron en tu contra. Pero cuando oí tus palabras, incompatibles con mi amor por ti, me sorprendí. ¿Acaso era razonable duda de que la noche comienza cuando se pone el sol? Habías anunciado que estabas en el buen camino, que ordenabas el bien y prohibías el mal. Allah ta'ala es el único que conoce tu intención y tu objetivo, pero la sinceridad (ijlās) es reconocible por las obras del ser humano. Tus acciones desgarran el velo de tus palabras. No te contentaste con despreciar a tus contemporáneos siguiendo a aquellos que siguen su nafs y cuyas palabras están corrompidas, no, también tachaste de descreídos a los difuntos. Como si no bastara con atacar a los sucesores de los piadosos predecesores, también despreciaste a los nobles compañeros, e incluso a los más eminentes de entre ellos. ¿Acaso no reflexionas en la situación en que te encontrarás el día del Juicio Final, cuando éstos grandes personajes reclamen sus derechos? En la ciudad de Salihiyya, en el púlpito de Yami' al-yabal, afirmaste que el noble Umar, (radiyallahu anh), hizo declaraciones falsas y sembró el mal. ¿Cuál es éste mal? ¿Qué mal oíste decir a los piadosos predecesores? Afirmas que el noble Ali, (radiyallahu anh), tuvo más de 300 errores. Si tal fue la situación del noble Ali, ¿puedes tener una sola afirmación correcta? Ahora actúo contra ti e intentaré proteger a los musulmanes de tu maldad, pues tu transgresión superó los límites. Tu plaga alcanzó a todos los vivos y a todos los muertos. Los creyentes deben guardarse de tu mal.>

Tāyuddīn as-Subkī enumera como sigue los puntos en los que Ibn Taymiyya se opuso a los piadosos predecesores:
1. Dice: «El divorcio no surte efecto. La expiación debe reali-zarse para un juramento.> Ningún sabio musulmán anterior a él afirmó que debía realizarse la expiación.
2. Afirma que la declaración de divorcio hecha a una mujer menstruante no es válida.
3. Dice que las oraciones voluntariamente (intencionadamente) omitidas no deben recuperarse.
4. Dice que es mubāh que una menstruante haga el tawaf de la Kaaba. Por consiguiente, no tiene que realizar ninguna expiación.
5. Dice que una declaración de divorcio pronunciada tres veces sucesivas únicamente cuenta como un solo divorcio. Ahora bien, antes de declarar ésto, él mismo dijo durante años que el consenso de los musulmanes al respecto no era así.
6. Dice que los impuestos que no están en consonancia con el islam son halal para quienes los reclaman.
7. Cuando éstos impuestos se cobran a los comerciantes, ello debe considerarse como un zakat, aunque los comerciantes no tengan ésta misma intención.
8. Si un animal, como un ratón, muere en el agua, el agua no se vuelve impura.
9. Dice que una persona en estado de impureza mayor puede realizar oraciones supererogatorias antes de realizar sus abluciones mayores por la noche.
10. No deben tenerse en cuenta las condiciones impuestas por el fundador de una organización benéfica (donante).
11. Quien no se ajuste al consenso de la umma no es un descreído ni un pecador.
12. Dice que Allah ta'ala es mahall al-hawadiz (es decir, que los acontecimientos contingentes pueden manifestarse en Él) y que está constituido por partículas.
13. Dice que el noble Corán fue creado en la esencia de Allah Todopoderoso.
14. Todo el cosmos, es decir, todas las criaturas, serían eternas por naturaleza.
15. Allah estaría obligado a crear el bien.
16. Allah taʻala tendría un cuerpo, una dirección, e incluso, cambiaría de lugar.
17. El Infierno no sería eterno, sinó que terminaría extinguiéndose.
18. Niega que los profetas estén libres de pecado.
19. Asegura que el Mensajero de Allah, (sallallahu alayhi wa-sallam), no es diferente de los demás seres humanos y que no está permitido hacer invocaciones utilizándolo como intermediario.
20. Es un pecado acudir a Medina con la intención de visitar al Mensajero de Allah, (sallallahu alayhi wa sallam.)
21. Acudir allí con la intención de obtener la intercesión también es haram.
22. Dice: «No son las palabras de la Torá ni del Evangelio las que fueron alteradas, sinó sus significados.>

Si bien algunos eruditos afirmaron que la mayor parte de lo mencionado anteriormente no eran palabras de Ibn Taymiyya, no hay nadie que rechace la idea de que él era de la opinión de que Allah ta'ala poseía una dirección y estaba constituido por un ensamblaje de partículas. Pero, al mismo tiempo, se informó de que su conocimiento, su grandeza y su religiosidad eran fuertes. Las personas dotadas de una profunda comprensión, saber, justicia y clarividencia deben examinar un asunto en profundidad antes de emitir un juicio con prudencia. En particular, cuando se trata de juzgar el descreimiento, la apostasía, la desviación y la actividad de una persona, es necesario llevar a cabo una investigación exhaustiva y actuar con reflexión. El extracto del libro al-Fatāwā al-hadīziyya de Ibn Hayar al-Makkī, (rahmatullāhi ta'ālā alayh), concluye aquí.

Hoy en día, se ha convertido en una moda seguir ciegamente a Ibn Taymiyya. Defienden sus escritos nocivos e imprimen sus libros, en particular su libro al-Wasita. Éste libro está lleno desde el principio hasta el fin de sus pensamientos que contradicen el noble Corán, los preciosos Hadices y el consenso de los sabios. Genera una gran fitna y una división entre los lectores y conduce a una hostilidad entre hermanos y hermanas. Los wahabíes de la India y los seudoeruditos ignorantes en otros países musulmanes que cayeron en sus trampas convirtieron a Ibn Taymiyya en su mascarón de proa y le asignaron nombres como «gran muytahid» y «sheikh al-islam». Consideran sus falsas enseñanzas y sus escritos corruptos como una religión y una fe, y se aferran a ellos. Para detener ésta corriente sectarista devastadora, que divide a los musulmanes y destruye el islam desde dentro, hay que leer los preciosos libros de los eruditos de ahlu sunna que la refutan con pruebas contundentes. Uno de éstos preciosos libros es el libro Shifā' as-siqām fi ziyārat jayr al-anām del gran Imam y profundo erudito Taqiyyuddīn as-Subki, (rahmatullāhi ta'ālā alayh). Éste libro refuta de arriba abajo las opiniones corruptas de Ibn Taymiyya, pone fin a su corrupción y demuestra claramente su obstinación impidiendo que se propaguen sus malas intenciones y sus pensamientos corruptos.

Quiera Allah ta'ala ayudarnos a todos para seguir adelante por el camino correcto y preservarnos de los engaños del susurrador. Amin.

Assalamo Aleikum.