GUARDAR LAS BENDICIONES.
Parte octava.
En un Hadiz encontrado en Sahih al-Bujari, N°. 6442, el Profeta Muhammad, (que Allah le bendiga y le conceda paz), recomendó que la verdadera riqueza de una persona es lo que envía al Más Allá, y lo que deja atrás es en realidad la riqueza del siervo.
Es importante que los musulmanes envíen al más allá la mayor cantidad posible de bendiciones, como sus riquezas, utilizándolas de maneras que agraden a Allah Todopoderoso. Ésto incluye gastar en sus propias necesidades y en las de sus dependientes, sin extravagancia ni derroche. Ésto se menciona en un Hadiz encontrado en Sahih al-Bujari, Nº 4006.
Pero si un musulmán no hace un uso adecuado de éstas bendiciones, se convertirán en una fuente de estrés y castigo para él en ambos mundos, por haber olvidado a Allah Todopoderoso. (Sura 20 Ta-Ha, verso 124)
Y quien se aparte de Mi recuerdo, ciertamente tendrá una vida oprimida, y lo reuniremos ciego el Día de la Resurrección.
Si lo atesoran y lo dejan a sus herederos, son responsables de obtenerlo, incluso si otros lo disfrutan después de su muerte. Así lo indica un Hadiz encontrado en Yami' al-Tirmidhi, Nº 2379.
Si sus herederos usan la bendición correctamente, recibirán la recompensa de Allah Todopoderoso, y quien la recibió quedará con las manos vacías en el Día del Juicio. Si sus herederos hacen mal uso de la bendición, será un gran arrepentimiento para quien la recibió, y en particular para su heredero, si no enseñaron a sus herederos, como a sus hijos, a usarla correctamente, como era su deber. Ésto lo confirma un Hadiz encontrado en Sunan Abi Dawud, Nº 2928.
El musulmán debe recordar que su familia y todas las bendiciones mundanas que ha acumulado los abandonarán en la tumba, y sólo quedarán con ellos sus obras. Hadiz de Sahih al-Bujari, Nº 6514, advierte contra ésto. Debe transformar sus bendiciones mundanas en buenas obras, utilizándolas de la forma en que agraden a Allah, para que esas bendiciones puedan llevárselas consigo a la tumba.
Assalamo Aleikum.
