LOS MEJORES y LOS PEORES LUGARES. Parte cuarta.
En un Hadiz encontrado en Sahih Muslim, N° 1528, el Profeta Muhammad, (que Allah le bendiga y le conceda paz), recomendó que las tierras más amadas por Allah Todopoderoso son las mezquitas, y las tierras más odiadas por Allah son los mercados.
El Islam no prohíbe a los musulmanes ir a lugares distintos de las mezquitas, ni les ordena permanecer sujetos en ellas en todo momento. Sin embargo, lo importante es quienes prefieren asistir a las mezquitas para las oraciones en congregación y las reuniones religiosas antes que visitar los mercados y otros lugares de ocio innecesariamente.
Cuando sea necesario, no hay nada de malo en ir a otros lugares, como los centros comerciales. Sin embargo, los musulmanes deben evitar ir allí innecesariamente, yá que son lugares donde los pecados son muy comunes. Cuando vayan a otros lugares, deben asegurarse de no desobedecer a Allah Todopoderoso, incluyendo la opresión de otros. También deben de evitar la excesiva interacción social, yá que ésta es la causa de la mayoría de los pecados que ocurren en la sociedad.
Las mezquitas están destinadas a ser un santuario contra los pecados y un lugar cómodo para obedecer a Allah Todopoderoso. Ésto incluye cumplir sus mandatos, evitar sus prohibiciones y aceptar el destino con paciencia, siguiendo las palabras del Noble Mensajero, el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Así como los estudiantes se benefician de la biblioteca, por ser un entorno dedicado al estudio, los musulmanes también pueden beneficiarse de las Mezquitas, Musalas, Tariqas y Zawiyas, yá que su propósito principal es animarlos a adquirir conocimiento beneficioso y ponerlo en práctica para que puedan obedecer a Allah Todopoderoso correctamente.
Las mezquitas también son un excelente lugar para recordar a la gente su propósito, que es obedecer sinceramente a Allah Todopoderoso usando sus bendiciones de las maneras que le agraden. Las Mezquitas, Musalas, Tariqas y Zawiyas también animan a la gente a priorizar sus actividades adecuadamente, para que puedan cumplir con sus necesidades y responsabilidades, prepararse adecuadamente para la otra vida y disfrutar de los placeres lícitos con moderación. Quienes evitan las mezquitas a menudo malgastan su tiempo y los recursos en actividades inútiles, perdiendo así las ganancias en ambos mundos.
Un musulmán no solo debe priorizar las mezquitas sobre otros lugares, sinó que también debe animar a otros, como a sus hijos, para hacer lo mismo. De hecho, son lugares excelentes para que los jóvenes eviten los pecados, los delitos y las malas compañías, que solo conducen a problemas y arrepentimiento en éste mundo y en el venidero.
Assalamo Aleikum.