EL PERDÓN PROFÉTICO: "El reflejo de la Misericordia Divina."
El Profeta, (PyB), [como hemos mencionado en otro artículo,] es el modelo a seguir por excelencia, o mejor dicho: el "bello modelo a seguir" (uswa hasana): "Realmente en el Mensajero tenéis un hermoso ejemplo para quien tenga esperanza en Allah y en el Último Día y recuerde mucho a Allah." (Sura 33 verso 21), siendo la noción de belleza inseparable de la de virtud (ihsan), siendo las dos palabras que comparten la misma raíz (hasuna: "ser bello"). El propósito de la misión profética, según un dicho bien conocido del propio Profeta (PyB), era enseñar a la gente cómo alcanzar la belleza del alma y la nobleza de carácter: "Sólo fui elevado [como profeta] para completar los rasgos de carácter más nobles". Ésta declaración puede verse como un comentario sobre el perdón en la práctica y la descripción del Profeta como misericordia para todos los universos..
"Y no te hemos enviado sino como misericordia para todos los mundos." (Sura 21 verso 107).
La suma de todas las virtudes esenciales es esa belleza del alma que refleja la 'misericordia' (rahma) de Allah; esa misericordia por la que se describe la Esencia misma de Allah: Allah ha inscrito a la misericordia sobre Su propio Ser: "Di: Paz con vosotros, vuestro Señor se ha prescrito a Sí mismo la misericordia."
(Sura 6 verso 54); esa misericordia, de la que nada en la existencia puede escapar.. pues es una misericordia que abarca todas las cosas. "Dijo: Aflijo con Mi castigo a quien quiero y Mi misericordia abarca todas las cosas y la escribiré para los que sean temerosos, para los que entregen el zakat (la purificación de sus bienes) y para los que crean en Nuestros signos." (Sura 7 verso 156).
Recordemos que ar-Rahman y ar-Rahim son los dos 'Nombres de Misericordia' que inauguran cada capítulo del Corán (excepto uno) y consagran cada acción del musulmán piadoso: Bismillah ar-Rahman ar-Rahim: En el Nombre de Allah, [Amorosamente] Compasivo, [Amorosamente] Misericordioso. Éstos dos Nombres Divinos evocan la pulsación del amor divino, una pulsación que es a la vez creativa y atractiva, manifestando y reintegrando. Según los teólogos y los místicos del Islam, Allah crea y revela como ar-Rahman, y salva y redime como ar-Rahim. Por lo tanto, Rahma es el alfa y omega de la existencia.
Por lo tanto, lo que se ve, en primer lugar y sobre todo, en la belleza del carácter profético es un reflejo del Ser Divino, cuya Esencia es la bondad absoluta, belleza, amor, misericordia y compasión, cualidades todas ellas evocadas por la noción de Rahma, una palabra relacionada con la palabra para el útero, rahim. "He derivado mi nombre, ar-Rahman, de la palabra rahim", declara Allah en un hadiz qudsi. Y el propio Profeta (PyB) nos ayuda a ver el amor maternal que implica Rahma. Cuando, en la caída de la Meca, una mujer perdió a su bebé y luego lo encontró, apretándolo contra su pecho con inmensa alegría y alivio, el Profeta (PyB) y sus compañeros que presenciaron la escena se conmovieron profundamente. El Profeta (PyB) luego impartió una evocación crucial del significado y la naturaleza de Rahma. Dijo que Allah tiene más Rahma para nosotros que ésta madre para su bebé.
Aquí se nos da una enseñanza maravillosa sobre la realidad interior y la raíz más profunda de la compasión, la misericordia y el perdón: éstas cualidades fluyen espontáneamente de un amor "maternal" protector y abarcador, que surge de lo que Allah es por naturaleza, y no de una decisión arbitraria por Su parte, algo que Él puede o no querer. A través de Su amor infinito por nosotros, Allah manifiesta misericordia, compasión y perdón; y, por gratitud hacia Él, por ser lo que es por naturaleza y esencia, no podemos dejar de manifestarle nuestro amor.
En la Sura 4 titulada "Las mujeres", el versículo inicial dice: ¡Hombres! Temed a vuestro Señor que os creó a partir de un solo ser, creando de él a su pareja y generando a partir de ambos muchos hombres y mujeres.
Y temed a Allah, por Quien os pedís unos a *otros, y respetad los lazos de sangre. Realmente Allah os está observando."
* [Es decir, en nombre de Quien os pedís, o podéis pediros, unos a otros.] (Sura 4 verso 1).
* [Es decir, en nombre de Quien os pedís, o podéis pediros, unos a otros.] (Sura 4 verso 1).
Resulta curioso que el Corán utilice la idea de la piedad taqwa, (el temor reverencial), el recogimiento en la presencia de Allah, el deber hacia Allah, no sólo en relación con Allah- sinó también en relación con los úteros *procreativos. Uno de los significados aquí -un significado exotérico o legal- es honrar los lazos del parentesco; pero un significado más profundo se relaciona con el simbolismo espiritual del útero y con lo que se ha dicho anteriormente. Uno comprende fácilmente por qué el Profeta (PyB) se refirió a Allah como ar-Rahman cuando dijo: "El corazón del creyente es el trono de ar-Rahman." Cuanto más nos acercamos a la realidad del corazón humano, más nos acercamos a la pulsación de la compasión y la misericordia amorosa de Allah, creadora y redentora. Así pues, aunque es cierto que el concepto de unidad, tawhid, domina el contenido del pensamiento islámico, es la misericordia, Rahma, la que gobierna el corazón de la fe islámica. La misericordia es a la unidad lo que los rayos son al sol: la unicidad de Allah revela su naturaleza más fundamental a través de los rayos del amor, la misericordia, la compasión y el perdón, por los cuales todo el universo es iluminado y penetrado, abarcado y consumado.
*[Procreativos, procreadoras: ayudantes para la expansión de la creación.]
Los daños que causan a la espiritualidad y al intelecto, la astrología y otros derivados. "Las ciencias (de la filosofía, la astrología y la alquimia) se dan en la civilización. Se cultivan mucho en las ciudades. El daño que (pueden) hacer a la religión es grande. Por lo tanto, es necesario que aclaremos de qué se trata y que revelemos cuál debe ser la actitud correcta al respecto de ellas". El argumento de Ibn Jaldún contra esos tipos de conocimientos se coloca de acuerdo con tres niveles diferentes: el espiritual, el cognitivo, el epistemológico y el social. La palabra "religión" o "el-din" que utilizó se refiere principalmente a la fe y la espiritualidad. En el caso de la refutación filosófica, su primer pretexto es la corrupción que causa a las creencias religiosas. Ibn Jaldún llevó su crítica incluso a los niveles más altos, como se muestra en su descalificación de la filosofía para lograr su objetivo supremo declarado, es decir, el logro de la felicidad. Afirmó: "Es necesario saber que la opinión de los filósofos es errónea en todos sus aspectos. Ellos atribuyen toda la existencia al primer intelecto y se conforman con ella en su avance hacia el Uno Necesario (la Deidad). Esto significa que ignoran todos los grados de la creación divina que están más allá del primer intelecto. La existencia, sin embargo, es demasiado amplia para ser explicada con una visión tan estrecha."
Lo anterior demuestra que Ibn Jaldún adoptó un camino similar al de Al-Ghazzali, a través del cual pudo subrayar la importancia de la espiritualidad en el aprendizaje. Las experiencias de ambos en el campo de la espiritualidad parecen ser claramente diferentes, sin embargo, comparten una comprensión común con respecto a la naturaleza y las necesidades humanas. Ibn Jaldún abordó la espiritualidad en diferentes niveles de la experiencia humana: emocional, cognitivo, conductual y social. Sus novedosas disciplinas de 'umran (asociación humana) también le proporcionaron otra ventana sobre la importante posición del aprendizaje espiritual desde diferentes ángulos. Su principal contribución se manifiesta a través del uso del pensamiento crítico en el dominio de la teoría del conocimiento para establecer argumentos sólidos sobre la importancia de la espiritualidad en el proceso de aprendizaje. Vió la conciencia y los estados innatos del yo como preconstituyentes del aprendizaje. El aprendizaje exitoso necesita satisfacer las necesidades profundas de los seres humanos y mostrarles el camino hacia la felicidad eterna.
Assalamo Aleikum.