IBN ARABI en FUSHUS AL-HIKAM.
Ibn al-Arabi, como es bien sabido, es uno de los grandes sufíes, si no el más grande de la historia del sufismo. De hecho, se le conoce como el Shaykh Al-Akbar (Magister Magnus, Gran Maestro). A pesar de ésto, también se le conoce por la faceta de ser un sufí heterodoxo (que tiene actitudes, puntos de vista y prácticas que no están en línea con el sufismo dominante). Por no hablar de los seguidores del literalismo o del fundamentalismo, en que el propio sufismo tampoco está libre de calumnias. Se le lanzaron diversas acusaciones sobre Ibn al-Arabi de herejía (e incluso) de llegar al politeísmo. Entre sus puntos de vista más controvertidos se encuentra su doctrina divina, más comúnmente conocida como la unidad de la existencia (wahdah al-wujûd). Ésta es su visión a menudo asociada con el panteísmo occidental o el (manung kawula gusti) en el misticismo javanés. Según éste punto de vista, se considera que Ibn al-Arabi equipara a los humanos con Allah. Por supuesto que ésta visión es errónea. En el Wahdah al-wujûd, Ibn 'Arabi se conoce más precisamente, según el término original, como tawhid wujûdi (unidad trascendente de existencia). Sin embargo, una discusión de éste asunto está más allá del alcance de éste artículo (para aquellos interesados en leer más sobre Ibn al-Arabi, existen más artículos en los blogs.)
Pues bien, entre otras acusaciones contra éste gran sufí está la de que Ibn al-Arabi equiparaba a todas las religiones. Es decir, enfatizaba la religión central que comparten todas las religiones y, por lo tanto, subestimaba aspectos de la Shari'a. Ésta visión, aunque correcta en términos del énfasis del Shaykh en la universalidad de las enseñanzas fundamentales de las religiones, en realidad está muy lejos de la realidad. Para éste asunto, (incluyendo los extractos de la propia opinión del Shaykh, por favor hagan lectura del libro de Ibn al-Arabi que ha incluido en su obra maestra, Futûhât Al-Makkiyyah, varios capítulos especiales que discuten los pilares del Islam desde el punto de vista de la jurisprudencia; de hecho, sigue exactamente la sistemática y formas de discutir el fiqh, tal como las utilizan los expertos en fiqh.) Como ilustración, Ibn al-Arabi también dedica otros capítulos en el mismo libro a una discusión muy detallada no sólo de los conceptos teóricos y filosóficos de la Shari'a, sinó también de los principios técnicos de su aplicación y los métodos de su formulación jurídico-práctica. Ibn al-Arabi tenía un concepto claro de las teorías jurídicas islámicas, como la posición del Hadiz, el concepto de qiyas (analogía), ijtihad, etc. Según un experto en la obra de Ibn al-Arabi, en sus escritos en el Journal of the Muhyiddin Ibn Arabi Society, No. XIII, 1993 - si se tradujeran los capítulos del Futûhât que tratan cuestiones de la Shari'a (fiqh) podrían alcanzar no menos de 2.000 páginas. Tanto es así que Faqihsutan HRP, en su libro titulado Achieving Essence Through Sharia. Estudio del pensamiento de Shaykh Al-Akbar Ibn Arabi (Mizan, Bandung, 2005, p. 26), afirma que: "..Ibn al-Arabi, a pesar de que fue uno de los sufíes más controvertidos y ampliamente incomprendidos, de hecho, que prestó gran atención a la Shari'a del Islam y desea que sus doctrinas y pensamientos no distancien a las personas de comprender y reconocer adecuadamente el carácter y los valores prácticos de la Shari'a..." Ésta es también la opinión de Osman Yahya, quien junto con Henry Corbin, también está considerado de entre los expertos más destacados sobre el pensamiento de ésta figura, en su libro titulado Histoire et Classification, p. 108, citado por Nurasiah.)
Ibn al-Arabi sobre la oración.
(Ibn Arabi habla sobre la oración, en Fushush Al-Hikam, a través del famoso Hadiz del Profeta (s.a.w.s.) de la siguiente manera: "Hay tres cosas que refrescan mis ojos: las mujeres, el perfume y la oración. Pero lo que más amo de los tres son las oraciones." La oración fue el amor más grande del Profeta (s.a.w.s.), porqué es un vehículo para la experiencia directa de Allah, el testimonio (musyahadah) de Allah y la conversación (munajat) privada entre el hombre y Él. En relación con el último asunto mencionado, Allah dijo en un Hadiz qudsi sobre Al-Fâtihah lo siguiente:
"Divido la oración entre Mi siervo y Yo en dos partes. Una parte para Mí y otra parte para Mi siervo. Y para Mi siervo, todo lo que pida. Cuando Mi siervo dice (al leer Al-Fatihah): 'En el nombre de Allah, el Más Misericordioso y Compasivo' Allah dice: Mi siervo Me alaba.' Cuando Mi siervo dijo: 'Alabado sea Allah, Señor del universo, Allah dijo: 'Mi siervo Me ha adorado.' Cuando el siervo dijo: "El Misericordioso y Misericordioso, Allah dijo: 'Mi siervo Me ha halagado.' Cuando el siervo dijo: Gobernante del Día del Juicio, Allah dijo: 'Mi siervo Me ha alabado y me ha dado poder absoluto. La primera mitad de Al-Fâtihah es suya. El quinto verso, que dice "A Ti te sirvo y a Ti pido ayuda", es una especie de transición entre la parte (Al-Fâtihah) que es para Allah y la parte que es para los humanos. Ahora bien, los versos sexto y séptimo son la parte humana: "Cuando el siervo dijo: 'Muéstrame el camino recto. El camino de aquellos a quienes Tú concedes favores, no (el camino de aquellos) con quienes estás enojado y los que están perdidos, Allah dijo: 'Entonces éstos versos son para el siervo: Yo y Mi siervo podemos conseguir lo que quiera."
En la cima de éste encuentro entre Allah y el siervo, un ser humano que tiene visión interior (dhû bashar) puede "ver a Allah". Para personas como ésta, la oración significa testimonio (musyahadah) y visión (ruyah) de Allah. Las personas que practican ésta oración son llamadas por el versículo coránico: "... que cierran los oídos y dan testimonio". Éstas son las personas que oran con fe y bondad "viendo" a Allah. Alhamdulillah.
Assalamo Aleikum.