LAS PERSPECTIVAS TEOLÓGICAS ISLÁMICAS sobre la HUMILDAD INTELECTUAL.
Para que no se convirtieran como aquellos a quienes se les dio la Revelación en el pasado, ¿pues pasaron largos siglos y sus corazones se endurecieron? "Porqué muchos entre ellos son transgresores rebeldes".
[Pero nadie puede permanecer eternamente en ese estado.]
Ésto demuestra que la falta de conocimiento no es un estado deseable ni una condición previa para la humildad. La naturaleza misma de la "ignorancia erudita" presupone un proceso de aprendizaje que culmina con una comprensión que transforma el alma. Es una experiencia muy humillante, en verdad, cuando el educador por excelencia es una persona ignorante:
Quienes sigan al Mensajero, (PyB), el Profeta iletrado, a quien hallarán escrito en la Torá y en el Evangelio que tienen, ordenándoles lo recto y prohibiéndoles lo injusto. Les lícitará todo lo bueno y les prohibirá sólo lo impuro, y les quitará de encima sus cargas y sus cadenas. Quienes crean en él, le honren, se agrupen en torno a él y sigan la luz que ha descendido con él, ésos serán los triunfadores. Di: ¡Oh, gente! He sido enviado a todos vosotros como el Mensajero de Allah, a Quien pertenece el dominio de los cielos y de la tierra. No hay más dios que Él, que crea la vida y causa la muerte. Creed, pues, en Allah y en Su Mensajero, (PyB), el Profeta iletrado, que cree en Allah y en Sus palabras. Y Seguidlo, para que seáis guiados.
Por regla general, un educador sin educación plantea un desafío para el que tiene una buena educación. Otro significado coránico "ummi" es un miembro de las naciones. Ésto también es un desafío para quienes no son musulmanes y esperan a un Mesías de entre los hijos de Isaac, en lugar de un profeta de entre los hijos de Ismael, quién, según la Biblia, se convirtió en un paria y fue expulsado al desierto, después del nacimiento de su hermano Isaac. ¿Se está tratando a los árabes palestinos como a Ismael? ¿Se los está convirtiendo sistemáticamente en parias porque son hijos de Allah?
Recordemos que Agar era esclava, y, por lo tanto, no puede heredar con los hijos legítimos. ¿Hijos de Ibrahim? ¿Cómo podemos explicar que Ibrahim se comportara como un buen hombre y ciudadano? cuando pagó 400 siclos de plata por la cueva de Macphela para enterrar a su esposa Sara (Génesis 23:16), ¿si la Tierra Santa le fuera dada a él y/a su descendencia exclusivamente?..
Además, el hecho de que el Profeta Muhammad (s.a.w.s.) fuera pobre y muchos de sus seguidores fueran pobres planteó un desafío para mucha gente adinerada cuya arrogancia les impidió unirse a las filas de los desdichados. El Corán narra la historia de quienes rechazaron el llamado del Profeta Noé; citaron los antecedentes de sus seguidores entre sus razones para el rechazo: la ignorancia docta.
Los jefes de su pueblo, que no creyeron, dijeron: "Vemos que no sois más que un ser humano como nosotros, y no vemos que os siga nadie, salvo los más miserables de entre nosotros, sin reflexionar. Y no vemos en vosotros ningún mérito superior al nuestro, más bien os consideramos mentirosos".
La limitación del entendimiento humano no suele reflejarse en los títulos académicos; ser un erudito, un profesor o, de hecho, un 'Arif, en el sentido sufí, no refleja un estado de humildad. El problema es que si acuñamos un título para reflejar ese estado de humildad y se lo otorgamos a alguien, la persona honrada podría verse tentada a enorgullecerse del título recién otorgado.. osea, el ego le comenzaría a engordar.
(El Imam Al-Ghazzali criticó los títulos en sí y dijo que son "del diablo".)
Tal vez sea para alentar la humildad que los eruditos musulmanes se llaman a sí mismos "Estudiantes del saber" (es decir, Talabat 'Ilm) en lugar de llamarse eruditos ('Ulemas). Se podría argumentar que, (en última instancia), lo que más importa son los asuntos del corazón, en cuyo caso la sinceridad es lo que hace que una acción sea aceptable para Allah. No hay inmunidad para la arrogancia cuando a uno se lo describe como un "estudiante del saber".
Por lo tanto, los verdaderos eruditos son cautelosos a la hora de dar por sentado que comprenden absolutamente todo lo que dice el Corán. Aunque el Corán se presenta como accesible a sus lectores, no obstante, contiene la siguiente descripción del estatus de los eruditos y de la forma en que se relacionan, hermenéuticamente hablando, con el Corán: "Él es Quien te ha revelado [a ti, Muhammad] el Libro, en el que hay versículos con significado exacto que son el fundamento del Libro y otros que son alegóricos."
Pero quienes tienen el corazón perverso recurren a las aleyas para intentar provocar disensión tergiversando su significado. Pero nadie conoce su interpretación absoluta excepto Allah. Y quienes están profundamente arraigados en el conocimiento dicen: Creemos en ello; todo proviene de nuestro Señor; pero sólo los de intelecto sano (puro) pueden comprenderlo.
Está bastante claro que no es posible para ningún ser humano abarcar todo el conocimiento disponible, y mucho menos el potencial conocimiento sobre el universo en el que vivimos. Debería ser una experiencia humilde darnos cuenta de nuestra incapacidad para saberlo todo y de que sólo podríamos alcanzar eso. Ser humilde aquí significa que uno no debe de inflar su imagen como alguien que sabe más de lo que sabe. Uno de los proverbios árabes populares refleja ésta necesidad de humildad: "Que Allah tenga misericordia de quien sabe estimarse a sí mismo correctamente."
Aunque uno debe ser especialmente humilde en la flor de la vida, cuando uno está en la cima de sus poderes intelectuales, el Corán aún nos recuerda el potente deterioro del intelecto de los ancianos: "Allah os crea y os hace morir. Entre vosotros hay quien es devuelto a la más abyecta etapa de la vida, de modo que no sabe nada después de haber obtenido el conocimiento. Allah es Omnisciente, Poderoso."
<Así, el ser humano pasa potencialmente del estado de fitrah a adquirir conocimiento, para luego perderlo en una edad muy avanzada. Allah es la causa primaria del conocimiento; Él exige que, a cambio del conocimiento, uno permanezca consciente de Él.>
Por su Amor y Compasión, Allah -"oculto" en cuanto a Su Esencia- se manifiesta en el cosmos, en los seres humanos y en el Libro revelado, lugares todos de Su manifestación, a través de los cuales se hace "manifiesto" a la humanidad. Sus Nombres, que Ibn al-‘Arabi considera como "relaciones" [nisab], permiten a la humanidad conocerlo a través de su semejanza y tener conocimiento de Su incomparabilidad, conciliando la inmanencia y la trascendencia a través de un camino intermedio que consiste en la unión de los opuestos.
Los Nombres más bellos son el medio a través del cual Allah revela las manifestaciones de Sus Nombres a lo largo del cosmos). Son el medio para llegar a Él y la respuesta a Su Mandato: "Y vuestro Señor ha dicho: Llamadme y os responderé. Pero es cierto que aquellos cuya soberbia les impida adorarme, entrarán en Yahannam humillados." (Sura 40 verso 60). Como resultado, la creencia en Allah no es suficiente en sí misma. Como explica Muhammad Nakbi:
"El hombre debe conocer los Atributos de Allah, porque es el conocimiento de los Atributos de Allah lo que le permite al hombre cultivar en sí mismo las cualidades humanas más nobles." El conocimiento de los Atributos de Allah purifican la mente y el alma del hombre, sus creencias y acciones, pero el mero conocimiento intelectual de los Atributos de Allah no es suficiente. Debemos tener una convicción inquebrantable, firmemente arraigada en nuestras mentes y corazones, para que podamos permanecer inmunes a la duda y las acciones inmorales. Si tenemos la convicción de que Allah es nuestro Señor, que Él supervisa todo, entonces no podemos cometer un pecado incluso en un lugar donde no hay nadie que nos controle.
<El conocimiento de Allah es el conocimiento de los Nombres divinos. El conocimiento de los Nombres divinos es el conocimiento de uno mismo y de la naturaleza divina que yace latente en todos los seres humanos.>
Según un conocido hadiz (tradición) del profeta Muhammad, (s.a.w.s.) "Allah creó a Adam a Su propia imagen".. (inna Allaha khalaqa Adama 'ala suratihi). Según el pensamiento islámico, ésta tradición indica que la naturaleza primordial (fitrah) del ser humano es el epítome o síntesis universal de la Esencia Divina en sus manifestaciones terrenales y espirituales. Como explica Al-Ghazzali en el Mishkat al-anwar: Allah, por Su Gracia y Misericordia, dio a Adam una "imagen" o "forma" resumida, que abarcaba todos los géneros y especies del mundo entero, de modo que era como si Adam fuera todo lo que había en el mundo, o una copia resumida del mundo. Y la forma de Adam -ésta "imagen" resumida- estaba inscrita en la escritura de Allah, de modo que "Adam" es una la Palabra Divina.
Adam, como arquetipo del hombre, encarna la Presencia Divina y los Nombres divinos con los Atributos. Como dice el Corán: "Y enseñó (Allah) a Adam todos los nombres (de los seres creados) y mostró éstos a los ángeles diciéndoles: ¡Decidme sus nombres si sois veraces!"
(Sura 2 verso 31).
En el Islam, en general, el objetivo del creyente es conformarse al carácter del Profeta Muhammad, (s.a.w.s.) que es el mayor modelo de al-tahalluq bi asma' Allah o asumir los atributos de Allah, en el que las cualidades de los Nombres divinos se manifiestan en armonía. Como dice Ibn al-'Arabi: "Nadie ha alcanzado ésta posición [de servidumbre] a su perfección como el Mensajero de Allah". En el pensamiento del Tasawwuf, cada paso que daba el Profeta (PyB) durante su ascensión al cielo representaba uno de los nombres divinos que había adquirido. Además del Mensajero de Allah, (s.a.w.s.) existen algunos amigos de Allah que también tienen ese privilegio que Allah ta'ala les otorga.
La persona perfecta en el Corán y la Sunnah. Según un famoso hadiz qudsi o dicho sagrado, Allah Todopoderoso dice: "Yo era un tesoro escondido [kanz makhfi] y deseaba ser conocido. Entonces creé a la humanidad, luego me revelé a ellos y ellos me reconocieron". En algunas versiones de éste dicho, Allah no solo revela la razón de la creación, sinó también el papel de lo creado, diciendo: "Yo era un Tesoro Oculto que deseaba ser conocido. Por eso manifesté toda la creación para revelar la esencia del secreto profundo: el conocimiento de Mí mismo. Aquel a quien creé para revelar el tesoro lleva dentro de sí éste tesoro, pero debe hacer estallar la montaña de su existencia para descubrir el tesoro que está escondido en ella."
Como dice Allah ta'ala en el Sagrado Corán: "Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que Me adoren." (Sura 51:56).
Según el compañero del Profeta, (PyB) Ibn 'Abbas, el verbo "adoren" en éste contexto debe entenderse en el sentido de "conocer" (Murata 26; Ibn al-'Arabi, 131). El propósito de la creación es inseparable del concepto del amor divino. Sin embargo, dado que los seres humanos no pueden conocer ni amar a su Creador como un ser de Esencia trascendente inconcebible, Allah reveló Sus Nombres más bellos para que pueda ser invocado y recordado con ellos. En palabras de Ibn al-'Arabi, "Él trajo el mundo a la existencia para manifestar la autoridad de los Nombres."
<Los Nombres más bellos son los medios o las llaves a través de los cuales Allah revela Sus manifestaciones a todos los que lo buscan a Él y Su Misericordia a través del recuerdo (dhikr).>
Assalamo Aleikum.