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domingo, 10 de noviembre de 2024

HABLANDO CLARO. (Parte lX)

HABLANDO CLARO.
(Parte lX)
LA GENEALOGÍA de la CADENA INICIÁTICA (SÍLSILA)

La Comunidad y familia son dos palabras que están muy de moda en éstos días. La idea de una "Sílsila" comparte ciertas características con las nociones de familia y comunidad, pero, además, el primer concepto también difiere con otros aspectos importantes de éstos últimos términos.

En su mejor sentido, una comunidad no es simplemente un conjunto de personas que residen en un espacio físico determinado, sinó que implica un conjunto de valores, principios, prácticas y objetivos que unen a las personas que la integran. El propósito de una colectividad de éste tipo es el de mejorar el bienestar físico, emocional, educativo y espiritual de sus miembros.

De manera similar, una familia (al menos, el ideal de familia) consiste en un conjunto de relaciones que van más allá de las conexiones biológicas y que comprenden cualidades de amor, cuidado, apoyo y asistencia. Éstas cualidades tienen como objetivo acoger de manera constructiva a los miembros de la familia para que puedan esforzarse por alcanzar su máximo potencial, tanto a nivel individual como colectivamente.

Al igual que las comunidades verdaderas y las familias constructivas, una Sílsila existe para mejorar el bienestar de sus diversos integrantes y está unida a través de ciertas aspiraciones, creencias, normas y entendimientos compartidos. Sin embargo, aunque una Sílsila no es ajena a las necesidades materiales de sus miembros, su énfasis principal está en brindarles el mayor sustento espiritual.

Por supuesto, que hay muchas comunidades y familias que también se preocupan por las cuestiones de espiritualidad y, como resultado, buscan hacer que todas las demás consideraciones sean una función de la dimensión subyacente de la fe. No obstante, si bien, tanto las comunidades como las familias tienen tradiciones e historias, de un tipo u otro, la tradición y la historia de una Sílsila son bastante únicas, diríamos que exclusivas. Por un lado, una Sílsila está vinculada de maneras particulares a la Esencia de la tradición profética, que es considerada como un todo, y por otro lado, una Sílsila da la expresión a las historias personales de lucha espiritual y sacrificio que han caracterizado en la transmisión de la luz de la gnosis de un Shaykh al siguiente a través del linaje espiritual de una Sílsila.

Las comunidades y las familias pueden, (de alguna manera), ser dinámicas de manera constructiva, prosperar y seguir existiendo incluso si no hay nadie dentro de la comunidad o la familia que posea la comprensión que llega a través de la gnosis, o la autorrealización (interior) esotérica. Además, las familias y las comunidades de calidad sustancial han existido sin estar necesariamente vinculadas con la esencia de la tradición profética o no tienen ninguna relación directa con ella. Sin embargo, una Sílsila no puede ser dinámica de manera constructiva en un sentido místico, ni prosperar ni continuar existiendo con ningún tipo de vitalidad espiritual si no hay nadie dentro de su manifestación actual capaz de dar expresión a la presencia de la gnosis. Además, y para expresar la otra cara de la misma "moneda de la gnosis", una Sílsila que no posee un vínculo directo con la esencia de la tradición profética, no puede legítimamente decirse que es una Sílsila, por más bonitos nombres que se pongan (cómo etiquetas) o por los adornos llamativos que utilicen.. pues no es un moneda de oro puro todo lo que es reluciente.  

Todo Shaykh, guía o maestro espiritual del camino sufí ha sido designado como tal por el Profeta Muhammad (la paz sea con él), que es la esencia de la tradición profética. Además, a cada individuo (que ha sido designado como tal) se le proporcionan los recursos espirituales necesarios para cumplir, si Allah quiere, con cualquier deber que pueda surgir dentro del contexto de la esfera de la influencia particular de la Sílsila.

Sin ese nombramiento y el potencial espiritual que ésto conlleva, entonces faltaría la dimensión de una Sílsila.. qué, con el permiso de Allah, ayuda para hacer posible la transformación espiritual. Por mucho que la filosofía del "individualismo rudo" quisiera sostener qué, entre otras cosas, la realización mística se logra a través de la realización personal, el hecho es que uno no puede elevarse espiritualmente sin recibir ayuda a través del apoyo, la nutrición, la protección, la guía, el amor y la generosidad que llegan a través de la serie de lugares de manifestación de la gnosis legítimamente autorizados que se conocen como poseedores de la Sílsila. Cuanto más depurada y original es la Sílsila, más beneficios podrá otorgar.

Creer que se puede alcanzar la realización mística y la Unidad con la Divinidad sólo mediante los esfuerzos individuales es cometer el mismo error que cometieron Iblis o Satanás cuando se negaron a inclinarse, cuando Allah se lo ordenó, ante el lugar de manifestación y/a través del cual se soplaba el Aliento Divino, es decir, el ser humano autorrealizado, una realización que era en sí misma una expresión del Aliento Divino. El camino hacia Allah siempre ha llegado a través de una puerta, una puerta que ha sido construida especialmente con el propósito de guiar a las personas a través del proceso de abrirse al potencial espiritual que Allah ha amasado en nuestro ser como tantos tesoros y joyas ocultas.

Las comunidades y las familias están inmersas en las relaciones sociales de un tipo u otro y se vuelven disfuncionales cuando, por cualquier motivo, existen razones, disrupciones en el tejido social del que surgen esas relaciones construidas. Una Sílsila no trata de relaciones sociales, aunque, a veces, la gente se confunde con ésto y trata a una Sílsila como si fuera un evento social o una entidad que existía con el propósito de mantener ciertos tipos de relaciones sociales.

De hecho, en ocasiones, hay personas que provienen de entornos que sufren de disfunción familiar y/o comunitaria y están buscando algo para reemplazar esa historia problemática. Por ello, se acercan a la Sílsila con el deseo de que ésta llene ese vacío comunitario o familiar en su vida y, con bastante frecuencia, éstas personas se desilusionan cuando comienzan a descubrir que el propósito de la Sílsila se encuentra en una dirección completamente distinta, aunque, sin duda, la mejora de la propia condición espiritual puede ayudar a uno, si Allah quiere, para establecer unas relaciones más sanas con otras personas, yá sea dentro o fuera de la Sílsila.

Una Sílsila tiene que ver con las relaciones espirituales. Ésto implica, en primer lugar y sobre todo, la relación que uno tiene con el individuo que ha sido debidamente autorizado para servir como puerta de entrada a la realización espiritual, es decir, el Shaykh, guía, pir, maestro o cualquier término que se utilice para designar tal papel o función. Además, a través de ésta puerta uno es introducido al espíritu de la Realidad de Muhammad (s.a.w.s.) tanto a través del lugar de manifestación de la presencia del maestro como a través del lugar que yace dentro de nuestro ser esencial y que nos permite realizar nuestra relación íntima y única con la Divinidad.

Una Sílsila encarna las luchas espirituales colectivas de una serie de individuos qué, eslabón por eslabón, pueden rastrearse hasta la casa del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Persona por persona, a través de ésta serie de individuos, hay un vínculo espiritual directo con el Profeta Muhammad (la paz sea con él) a través del proceso de autorización espiritual, (ilm), y persona por persona, ha habido una activación del potencial espiritual y la gnosis (ma'rifa) qué, si Allah quiere, permite a esos individuos hacer el trabajo espiritual de la Sílsila de manera correcta y eficiente.

Hoy en día, muchas personas, incluso aquellas que no han seguido el camino del Tasawwuf, han oído hablar de Maulana Rumi, el gran poeta místico de Konya, en Turquía. Sin embargo, se dice que un amigo de Allah dijo una vez:
"Ha habido tantos Rumies que lamentablemente nunca han pronunciado ni una palabra."

<El pronunciamiento anterior no fue una crítica a Rumi, sinó más bien una alusión a una realidad que es más amplia.>
Más concretamente, hay muy pocos maestros del camino sufí que hayan sido seleccionados por Allah para ser conocidos en el mundo. La mayoría de los Shaykhs sufíes existen, o han existido, dentro del anonimato.

"Buscaron a Allah en el anonimato. 
Lucharon en el anonimato. Sufrieron en el anonimato. 
Se sacrificaron en el anonimato. 
A medio se realizaron en el anonimato. 
Realizaron la obra de su Sílsila en el anonimato.
El anonimato les influyó para dejar la enseñanza de ser caritativos.
Entonces esos.. no estaban demasiado realizados."

Pocas personas, con excepción de sus guías, y algunos otros maestros espirituales y, más tarde, tal vez, algunos de sus murides o estudiantes más cercanos, conocían o tenían la menor idea de la grandeza espiritual de esas luminarias que estaban ocultas. Sin embargo, gracias a sus esfuerzos, la antorcha de la Sílsila siguió, por la Gracia de Allah, encendiéndose de una generación a la siguiente en perspectivas diferentes.

El buscador qué, por la Gracia de Allah, encuentra su camino hacia una puerta autorizada de la espiritualidad disfruta de una tremenda oportunidad, una oportunidad que no puede alcanzar de ninguna otra manera. A ese buscador se le ha proporcionado todo lo necesario para embarcarse en la búsqueda mística, siempre y cuando, por supuesto, posea la intención espiritual y la sinceridad adecuadas, ambas arraigadas en el deseo de Allah y sólo por Voluntad de Allah.

Una Sílsila es más que una comunidad o una familia. Es el camino iluminado de la guía amorosa que viene de la Divinidad y conduce de regreso, si Allah quiere, a la Divinidad.

<El místico llega a la Verdad a través de la experiencia, no retirándose del mundo exterior. Y, al meditar sobre un ideal, el místico se convierte, por así decirlo, en el objeto mismo de la contemplación.>

Assalamo Aleikum.