LA ESPIRITUALIDAD.. NO ES ESPIRITISMO.
(Conceptos claros)
La Espiritualidad está relacionada con el mundo del espíritu. En el lenguaje islámico, el término “espíritu” está relacionado con la palabra "ruh". En el Corán, "ruh" se menciona en muchas ocasiones y, para éste humilde servidor, el aspecto más importante del espíritu en el Sagrado Corán es el poco conocimiento que los seres humanos tienen sobre él. “Y te preguntan [oh Muhammad] acerca del espíritu. Di: “El espíritu procede de la orden de mi Señor y no se os ha dado sino un poco de conocimiento. (Sura 17:85).
Los musulmanes siempre han estado fascinados por el concepto de ruh. Muchos han escrito libros sobre el tema y se considera ampliamente que alcanzar el nivel del espíritu y del corazón es lo ideal para la humanidad. Es significativo que en muchos casos se considere al ruh como lo opuesto al cuerpo, pero: "si el cuerpo es la casa, ruh es el morador". Como dirían los místicos, si el cuerpo es una jaula, ruh es el pájaro que está en ella. Debido a ésta importancia del ruh en el misticismo islámico, el uso de la expresión “Espiritualidad” significa cualquier cosa que se relacione con el espíritu.. pero, nunca debemos de confundir la Espiritualidad con el espiritismo o con los parlanchines espiritistas. Por lo tanto, se puede definir a la Espiritualidad como los esfuerzos por liberarse de los apegos y las imperfecciones mundanas y alcanzar el nivel del espíritu. El nivel del espíritu no es una etapa, por lo que incluso acercarse a ese nivel es una gran ganancia para éste esfuerzo. Idealmente, éste nivel se manifiesta en seres humanos modelo conocidos por los místicos musulmanes como seres humanos perfectos. La definición de servidor sobre la Espiritualidad deriva del enfoque místico islámico del espíritu. El cuerpo es importante, pero es el espíritu el que constituye la esencia de los seres humanos. Además, la razón por la que prefiero el término "Espiritualidad" en lugar de "misticismo" o "sufismo" es que tiene una connotación más amplia y es más inclusiva. No se limita a un grupo específico de personas, sinó que es un asunto de todos. Además, diría que la Espiritualidad es más coránica que la palabra sufí. En realidad, a veces puedo escribir "sufismo" y "Espiritualidad" de forma indistinta, pero lo hago para romper con la monotonía de "Espiritualidad para ésto" y "Espiritualidad para aquello". Teológicamente hablando, es preferible la "Espiritualidad", yá que todo tiene una dimensión espiritual. En otras palabras, todo tiene dos dimensiones. Una es mulk, la dimensión corporal. La otra es malakut, la dimensión espiritual. Todo lo que existe en la dimensión corporal, desde una mosca hasta un elefante, desde un átomo hasta una montaña o un planeta, también existe en ésta dimensión espiritual.
A pesar de la prevalencia de la Espiritualidad dentro de la tradición islámica, no es muy conocida en el mundo Occidental, la Espiritualidad islámica se compone de una variedad de prácticas, algunas de las cuales, como la oración preformada, son muy visibles dentro de la comunidad (Ummah) islámica y es una de las tradiciones, mientras que otras, como la contemplación y la súplica, siguen siendo de carácter privado, e incluso muchos musulmanes no comprenden su significado completo. Se han publicado algunas obras en inglés sobre el tema de la Espiritualidad islámica, pero la mayoría de ellas se han relacionado con aspectos históricos de la Espiritualidad o con maestros sufíes específicos o con sus prácticas de instrucción. La contribución distintiva de éste artículo es su enfoque, tanto en las dimensiones teológicas de la Espiritualidad islámica como en sus aspectos prácticos. El objetivo es poder arrojar luz sobre éste aspecto poco comprendido del Islam. Se puede argumentar, que la vida diaria de un musulmán gira en torno a la Espiritualidad, aunque no la llamemos Espiritualidad per-se. Todas las obligaciones religiosas de los musulmanes, desde las cinco oraciones diarias prescritas hasta las oraciones rituales en varias ocasiones, como viajar, montar a caballo o conducir, comer, beber y dormir, y ayunar durante el mes de Ramadán, tienen algo que ver con la vida espiritual. Por ésta razón, (en el Islam), cada aspecto de la vida, incluso aquellos que en el mundo moderno se consideran mundanos (comer, beber, etc.), si se realizan con buena intención, pueden llegar a ser espiritualmente gratificantes.
A pesar del verso coránico de la Sura 17.. los teólogos musulmanes han hecho esfuerzos por explicar el concepto en sus discursos teológicos. Un teólogo moderno describió el espíritu como “una ley consciente y un principio viviente que proviene del reino del mandato divino. El poder divino lo envuelve con una existencia externa”. Hasta cierto punto, es similar a la ley de la gravedad. Uno puede imaginar que si la ley de la gravedad tuviera una conciencia y ocupara un cuerpo sutil, esa ley sería el espíritu de ese cuerpo. Al-Jurjani (fallecido en 1078) define el espíritu humano como: "una sutileza cognitiva y discernidora en los seres humanos, construida sobre el espíritu que proviene del reino del mandato divino sobre cuya esencia la razón es incapaz de comprender. Éste espíritu humano puede ser libre y, a veces, puede estar envuelto por un cuerpo". Tal vez ésta idea del "ruh" como una entidad consciente se pueda ver mejor en la creación de Adán. El Corán dice: "Yo [Allah] lo he formado [a Adán] y he insuflado Mi espíritu en él" (Sura 15:29). En el Corán, ruh se utiliza ocasionalmente en relación con la palabra "sagrado" y también para describir al Espíritu Santo o Ruh al-Qudus, que en hebreo es el Ruach.
Vida, muerte y Espiritualidad.
La Espiritualidad, tanto teológica como práctica ha sido parte de la vida de los musulmanes desde la época del Profeta. La meditación del Profeta en la cueva de Hira, antes de su primera experiencia de revelación, fue de hecho una experiencia práctica en el aspecto de su vida espiritual. Se puede afirmar que ésta experiencia preparó al Profeta para la llegada de la revelación Divina. Siguiendo el camino del Profeta, algunos de los primeros musulmanes pasaron ciertos períodos de sus vidas refugiados en cuevas para meditar con más tranquilidad y contemplar la presencia de lo Divino. Pero a medida que los tiempos van cambiando, tal vez los caminos de la Espiritualidad también cambian. En nuestro mundo moderno, no tenemos mucha gente viviendo en cuevas para alcanzar la perfección espiritual. Sin embargo, es posible vivir en el mundo moderno y aún así ser espiritualmente fuertes; como tal, no existe ninguna contradicción intrínseca entre la vida espiritual y la vida moderna. En otras palabras, la Espiritualidad y la modernidad no están reñidos entre sí.
Sin embargo, ésto plantea las preguntas: ¿Necesitamos la Espiritualidad en el mundo moderno? ¿Necesita la humanidad la satisfacción espiritual en una era de tremendo desarrollo tecnológico? Espero que el estudiante de éste artículo llegue al mismo acuerdo que servidor en que la respuesta es sí. Sí, hoy tenemos nuevas tecnologías que nos permiten llevar vidas muy diferentes de una generación a la siguiente. Sin embargo, ciertos aspectos de la condición humana no han cambiado desde el comienzo de la vida en la Tierra.
Lo más notable es la realidad de la muerte. Existe una ansiedad humana innata ante la muerte. Quizás, todas nuestras tecnologías e innovaciones biomédicas hayan incluso aumentado nuestra ansiedad ante la muerte. Los seres humanos intentan escapar de ella, pero no hay forma de ignorarlo. En un día normal, mueren en el mundo más de ciento sesenta mil personas.
Como dijo un erudito islámico que se encontraba de pie junto a un gran cementerio: "éste cementerio es un mundo que ha enterrado a toda ésta ciudad una y otra vez, y tiene algunas preguntas que son importantes para los vivos”. Siempre se han planteado preguntas espirituales perennes: ¿Quién soy? ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿De dónde vengo y hacia dónde voy? La Espiritualidad islámica responde a éstas preguntas con elocuencia. Para superar la debilidad de los seres humanos con respecto a sus vidas mundanas, los místicos musulmanes siguen la tradición de recordar una vez al día a la muerte. Generalmente, meditan sobre la eventualidad de su muerte y cómo será hasta su entierro. Contemplan la muerte para no ser engañados por los placeres mundanos y por la engañosa imaginación humana que les dice que vivirán en la tierra para siempre. Ésta práctica de los místicos musulmanes proviene del famoso dicho del Profeta: “Recuerden con frecuencia al destructor de los placeres [la muerte]”.
Como la muerte no ha sido superada, los seres humanos necesitan una vida espiritual completa que se ocupe de ésta realidad y de lo que hay más allá. La concepción islámica de la vida espiritual no se limita a ésta existencia mundana. Es un camino que hace fructífera tanto ésta vida como la otra vida. Es un camino que puede convertir cinco minutos de vida en no cinco horas, sinó en eternidad. “Allah ha comprado a los creyentes sus seres y sus posesiones a cambio del regalo del Paraíso…” (Sura 9:111). Un comentario espiritual de éste versículo sugiere que el mundo es el mercado de la vida espiritual. Se anima a las personas a utilizar su razón, sus ojos, su lengua, etc., de acuerdo con la voluntad de su Creador. De ésta manera, el valor de estos órganos se multiplicará; la recompensa por ello es el Paraíso. Ejemplos de ésto son tan simples como la frase islámica Alhamdulillah o “Todas las alabanzas sean para Allah”. Ésta frase se repite veintiuna veces en el Corán como la oración del Profeta del Islam y de muchos profetas antes que él. Si se dice con sinceridad y fe, a cambio de decir ésta frase, se recibe un regalo en el Paraíso, o bien éste se convierte en un fruto del Paraíso en la otra vida. Sin embargo, ni siquiera ese regalo o fruto debe ser el objetivo de las acciones espirituales; el verdadero objetivo es agradar a Allah. Decir ésta frase y otras similares, así como los hermosos Nombres de Allah, es un medio para que los seres humanos se conecten con Allah y le recen.
Como el Corán es en parte un libro de oraciones, se puede afirmar que la oración constituye el aspecto más importante de la Espiritualidad islámica. Existen muchas formas de oraciones en el Corán, y muchos musulmanes toman sus oraciones de las narraciones coránicas. El siguiente es un poderoso ejemplo de la forma coránica para dirigirse a Allah:
"Los que recuerdan a Allah de pie, sentados y acostados y reflexionan sobre la creación de los cielos y la tierra: ¡Señor nuestro! No creaste todo esto en vano.
¡Gloria a Ti! Presérvanos del castigo del Fuego.
¡Señor nuestro! Es cierto que a quien pongas en el Fuego lo habrás degradado. Y no hay quien auxilie a los injustos.
¡Señor nuestro! Hemos oído a alguien que llamaba a creer: ¡Creed en vuestro Señor! Y hemos creído.
¡Señor nuestro! Perdónanos nuestras faltas, cubre nuestras malas acciones y llévanos, al morir, en compañía de los justos.
¡Señor nuestro! Es cierto que a quien pongas en el Fuego lo habrás degradado. Y no hay quien auxilie a los injustos.
¡Señor nuestro! Hemos oído a alguien que llamaba a creer: ¡Creed en vuestro Señor! Y hemos creído.
¡Señor nuestro! Perdónanos nuestras faltas, cubre nuestras malas acciones y llévanos, al morir, en compañía de los justos.
¡Señor nuestro! Danos lo que nos has prometido con Tus mensajeros y no nos desprecies el Día del Levantamiento; es cierto que Tú no faltas a lo prometido. (Sura 3:191-194)
Una cuarta parte del Corán trata de Allah y de sus Nombres divinos, y un dicho del Profeta sugiere que Allah tiene noventa y nueve nombres que se denominan al-Asma al-Husna o los Bellos Nombres de Allah. El Corán anima a la gente a dirigirse a Allah con éstos bellos Nombres divinos. El primer capítulo del Corán comienza con tres Nombres: Allah [el Dios], al-Rahman [el Misericordioso] y al-Rahim [el Compasivo]. Ésta realidad fáctica del Corán muestra dos cosas: la importancia de los Nombres divinos y que los creyentes deben recurrir a Allah en busca de ayuda. Muchos versículos coránicos piden a los creyentes que invoquen a Allah por sus bellos Nombres: "Allah tiene los Nombres más bellos, invocadle por ellos" (Sura 7:180). Otro versículo coránico habla específicamente de dos Nombres divinos -Allah y al-Rahman- y anima a los creyentes a llamar a Allah con uno de éstos Nombres como prefieran. El versículo dice: “Invoca a Allah o a al-Rahman por cualquier nombre que le invoques, Sus Nombres son los más bellos. No ores en voz muy alta ni en silencio, sinó que entre éstos extremos busca un término medio” (Sura 17:110). Al final de la Sura (capítulo) 59, hay un conjunto único de versículos que dan muchos Nombres Divinos seguidos. Éste pasaje enseña cómo uno debe dirigirse a Allah con Sus Nombres Divinos. Afirma que Allah es: el Conocedor de los mundos visibles e invisibles; el Más Misericordioso; el Más Compasivo; el Señor Soberano; el Santo; el Dador de la Paz; el Guardián de la Fe; el Guardián; el Poderoso; el Todopoderoso; el Altísimo; el Creador; el Originador; y el Modelador. El versículo termina con lo siguiente: “Sus Nombres son los más bellos. Todo lo que está en los cielos y en la tierra le da gloria. Él es el Poderoso y el Sabio” (Sura 59:22-24).
En la tradición mística del Islam, los Nombres divinos se repiten con frecuencia. Y se cree que repetir y recitar los Nombres divinos fortalece la vida espiritual de los creyentes. Históricamente, los musulmanes utilizaban éste conteo y recitación de los Nombres divinos como una forma de medir el tiempo. Los primeros musulmanes, como parte de su deber espiritual, utilizaban un haz de cuentas para llevar la cuenta y recitar los noventa y nueve Nombres de Allah. Los musulmanes de hoy en día pueden usar un takbir (rosario), pero también se pueden utilizar las aplicaciones de los teléfonos móviles para contar. El cambio es solo tecnológico, mientras que el espíritu es el mismo. Si bien, algunos podrían pensar que el uso de la tecnología en la oración es inapropiado, de hecho la tecnología da más precisión si se utiliza de una manera correcta. Por lo tanto, se puede decir que la tecnología es favorable y que tiene que servir al espíritu humano. Un erudito islámico moderno llamó con razón al teléfono "la radio", yá que a través del cual se puede escuchar el Corán recitado millones de veces. El que no sea un Hafiz, como recitador del Corán de memoria, no disminuye la importancia del ser humano.. sinó que la mejora ayudando con la memorización.
La fe en Allah es fácil, pero también difícil. Es fácil porque son sólo unas pocas palabras, pero es difícil cuando se consideran los diferentes niveles de la fe; como vemos, la luz de la fe de uno puede ser la de una luciérnaga o la del sol.
El segundo pilar es la oración, que consiste en rezar cinco veces al día. Los horarios de éstas oraciones son la mañana, el mediodía, la tarde, el atardecer y la noche. Como éstos horarios están relacionados con el movimiento del cosmos, cambian según las estaciones, y se hacen más largos o más cortos cada día. La tecnología ha hecho que el cálculo de los horarios de oración sea más fácil y accesible. El propósito de la oración es dejar de lado los asuntos de la vida diaria y establecer conexiones con lo Divino. Los detalles de éstas oraciones se pueden encontrar en muchas fuentes de jurisprudencia islámica. Uno podría preguntarse cuánto tiempo pueden tardar en cumplirse éstas cinco oraciones. Esto depende de la elección de cada persona. Si una persona desea recitar más versículos del Corán, tardará más tiempo, y tardará menos si se recitan menos versículos. Por lo general cada oración dura entre 10 y 15 minutos. La oración es tan importante que todo musulmán después de la pubertad debe realizar la oración. Antes de la pubertad, se recomienda la oración, pero no es obligatoria. Los viajeros también pueden combinar, según el horario que les convenga, las oraciones del mediodía y de la tarde, así como las del atardecer y de la noche.
El tercer pilar es la caridad, el zakat. Es un deber obligatorio para cualquier musulmán con suficiente riqueza dar el 2,5 por ciento de su riqueza a los necesitados. También existe la sadaqa, que es una caridad que uno puede dar voluntariamente: Éste tipo de generosidad es muy elogiado, pero no es obligatorio. El zakat es en realidad una parte de la sadaqa. La sadaqa es un elemento más amplio de la caridad. Éste es quizás uno de los aspectos más atractivos de la tradición islámica, muy admirado por otros, especialmente por la Gente del Libro, es decir, cristianos y judíos, yá que se da a causas valiosas para el mejoramiento de la sociedad. Originalmente, el zakat lo recaudaba el gobierno, pero durante siglos se ha hecho de forma individual como un aspecto personal de la adoración a Allah. En el idioma turco hay una frase que se traduce aproximadamente como: "Servir a la gente es servir a Allah".
El cuarto pilar es el sawm, que es el ayuno en el mes de Ramadán.
El ayuno es obligatorio para cualquier musulmán que haya alcanzado la edad de la pubertad.
Durante todo el mes, cada día desde el amanecer hasta el atardecer, todos los musulmanes están obligados a ayunar.. aunque hay salvedades para determinadas personas. La duración de éste mes está determinada por el calendario lunar, por lo que a veces éste ayuno puede durar más tiempo. El Corán habla del ayuno como una tradición que estaba inscrito en las sociedades antes del Islam, indicando a la Gente del Libro. El proceso del ayuno en el Islam incluye abstenerse de comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales. Incluso chismear, enojarse y otras cosas negativas. Todos éstos comportamientos deben evitarse porque el Ramadán es un mes de piedad, recitar el Corán, la misericordia hacia los demás y la caridad. La cena del Ramadán se llama Iftar. Muchas personas se reúnen a menudo para una comida comunitaria en éste momento. Las cenas Iftar también se han convertido en una ocasión de cooperación y comunión interreligiosa.
Ciertamente necesitamos de la purificación con todo y para con todo. Para éste humilde servidor, el ayuno es un cambio de ciclo.. dejar descansar al organismo durante todo el día y hacer que trabaje por la noche. Su rutina del día a día cambia con el mes de Ramadán y así descansa y se beneficia del efecto purificador que desintoxica la materia.
Assalamo Aleikum.