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martes, 6 de agosto de 2024

LA INTEGRIDAD DE IBRAHIM. (Lecciones contextuales)

LA INTEGRIDAD DE IBRAHIM. (Lecciones contextuales)
El diálogo y la emigración, dos elementos esenciales en la Llamada (al-Da'wah).

El relato de Ibrahim es fructífero referente a las enseñanzas sobre la importancia del diálogo y la obediencia a los mandatos divinos, en la predicación de la palabra de Allah. En éste punto, la experiencia de Ibrahim se podría considerar como un ejemplo a seguir. De igual manera, se podrían sacar otras lecciones de las personas que habían estado a su lado y lo conocieron muy de cerca, especialmente su esposa y sus hijos. A medida que va avanzando el relato, aparecen de manera clara las características de una noble y bendecida familia, cuyos principios se basan en el desinterés mundano, la devoción y la firme creencia. Es el ejemplo de una escuela modélica para la educación islámica, de cuyas enseñanzas nunca se podría prescindir de ellas en ninguna instrucción islámica. Estando caracterizadas también por su diversidad geográfica y sus diferentes entornos, éstas experiencias ponen de relieve una brillante personalidad y un ejemplo a seguir para los musulmanes. En pocas palabras, el relato de Ibrahim refuerza tanto la conciencia colectiva de los musulmanes, como su experiencia en todos los ámbitos.

La prueba de que el Noble Corán proviene de Allah:
El relato de Ibrahim nos muestra con evidencia y sin ninguna duda que el Corán fue revelado por Allah, el Omnisciente y el Conocedor de todo.

Entre éstas pruebas se encuentran:
La existencia de un hilo conductor que conecta las escenas del relato que aparecen dispersas por las diferentes Suras, lo que asegura su coherencia, aunque fueran reveladas en distintos momentos: "¿Es que no han reparado en el Corán? Si procediera de otro que Allah, hallarían en él muchas contradicciones." an-Nisa' (Las mujeres): 82.

Existe una armonía referente al tema, al contexto y al estilo, entre las diferentes escenas del relato y la Sura donde se relatan.

La manera con la que se termina el relato de Ibrahim, sobre todo la parte que corresponde a la última etapa de su vida "Y llama a la gente a la Peregrinación, que vengan a ti a pie o sobre cualquier montura, que vengan desde cualquier remoto camino." al-Haŷŷ (La Peregrinación): 27, atrae la imaginación del receptor, después de que se haya terminado la historia y se haya bajado el telón, por su estilo que se caracteriza por su sutileza artística, por su fuerza y su tonalidad. Es una verdadera ilustración de la originalidad del Corán y una prueba fehaciente de que fue revelado por Allah. Asimismo, su contenido prueba también el origen divino del Noble Libro. ¿Quién pudo enviar la voz de Ibrahim a toda la humanidad, para que viniera corriendo de todas partes, en respuesta a éste milagroso llamamiento? Indudablemente, fue Allah, el Altísimo, quien se encargó de ello.

Sacar beneficio de las reglas y las leyes divinas y hacer uso de ellas El relato de Ibrahim pone de relieve ciertas leyes y reglas, que incluyen lo siguiente: Los Profetas siempre fueron acusados de mentir y tienen que pasar por diversas pruebas; Todo sacrificio hecho por la causa de Allah es recompensado en éste mundo y en el más allá; - La habilidad y la victoria en éste mundo son el fruto de las pruebas, los esfuerzos y los sufrimientos.

Éstos son los ocho puntos que ilustran la importancia del relato de Ibrahim. Dichos puntos, se mencionan a modo de ejemplo, y de ningún modo son exhaustivos. Es verdad que cada escena del relato coránico venía en el momento oportuno para responder a una situación precisa de la realidad, siempre con la intención de alcanzar varios objetivos.

Los motivos de la repartición de las escenas del relato de Ibrahim en más de una Sura. Las escenas del relato de Ibrahim -(que la paz sea con él)- se reparten entre un gran número de las Suras mecanas y las medinesas. Lejos de ser arbitrario, éste reparto puede explicarse por varias razones. Aquí tenemos tres de ellas, por ejemplo:
Cada escena del relato de Ibrahim podría constituir una historia en toda regla, de la que se sacaría una enseñanza específica. De ahí la elección de repartir las diferentes escenas, entre las Suras del Corán. En cambio, las escenas del relato de Yūsuf se agrupan en una sola sura, yá que son interdependientes y no pueden separarse las unas de las otras, para que el relato no corra el riesgo de perder su cohesión.
Cada escena del relato viene, por cierto, a encajar en un contexto muy específico. En las Suras medinesas, por ejemplo, las escenas están fuertemente ligadas a la evolución de la Llamada (al-Da'wah) y/a los avances en la difusión del islam. El diálogo de Ibrahim con su padre, (por citar sólo este ejemplo), pretendía demostrar la incongruencia del culto a los ídolos, los planetas y los astros, y viene a afirmar que todos los Profetas profesaban una autentica religión que pretendía infundir la unicidad. Dicho de otra manera, que la religión de Muhammad, es la misma que la de Ibrahim -(que la paz sea con él)-. Y ésta es la respuesta que se dio a los árabes de La Meca, que afirmaban creer en la misma religión que Ibrahim, mientras, aparte de Allah, adoraban a otras falsas deidades como los ídolos, los planetas y los astros. Peor aún, lo que hacían en aquel entonces, era combatir y luchar contra la religión de Muhammad.

Por otro lado, las escenas de las Suras medinesas están enraizadas en la nueva realidad, que se había caracterizado, entre otras cosas, por las luchas que hubo entre los monoteístas, para apropiarse del legado de Ibrahim, de su mérito por haber construido la Kaaba y de su llamada al peregrinaje. Éstas escenas, (por lo tanto), pretenden afirmar y demostrar que el legado es de naturaleza confesional, es decir, que se hereda mediante la fe, y no por
medio de la sangre y del parentesco. Ibrahim no dudó en denegar a la persona más cercana a él, que fue su padre Azar, después de que le aseguraran su incredulidad "Y la petición de perdón que Ibrahim hizo en favor de su padre fue sólo por una promesa que le había hecho. Pero cuando vio con claridad que era un enemigo de Allah, se apartó de él. Verdaderamente Ibrahim era suplicante y paciente." at-Tawbah (El Arrepentimiento): 114.

Por lo tanto, no había ningún vínculo que conectaba a Ibrahim -(que la paz sea con él)- con todos sus supuestos adeptos (judíos, cristianos, politeístas) "Ibrahim no era ni judío ni cristiano, sinó hanif y musulmán. Y no uno de los asociadores." Al-'Imran (La familia de Imrán): 67.

A lo largo de varias Suras, el reparto de las escenas del relato de Ibrahim muestra que él es, de hecho, una de las emblemáticas figuras de la creencia en la unicidad, un símbolo de la adoración única de Allah, así como una luz que ilumina el camino hacia la verdad. Por lo tanto, debe permanecer presente en la mente de las personas, como un símbolo resistente al olvido, y un ejemplo a seguir para el buen musulmán, tal y como lo atestigua éste versículo: "Y recuerda en el Libro a Ibrahim, él fue realmente sincero y profeta." Mariam: 4.

Ésto significa que el Noble Corán es la mejor referencia para comprender mejor la vida de Ibrahim -(que la paz sea con él)-. Asimismo, no podemos dudar que hay algunos hadices (los Auténticos) que hablan de los actos más brillantes del relato de Ibrahim. 

Aspectos:
Ibrahim ocupaba un lugar muy especial para la Gente del Libro, yá sean cristianos o judíos. También para todos aquellos que mantenían relaciones, de cualquier tipo con la Península Arábiga, tanto los que vivían allí y se dedicaban al comercio como los judíos, o como los grandes Estados vecinos que profesaban el cristianismo, como el Imperio Romano o el Abisinio. Mediante la elección de la personalidad de Ibrahim, surgió un parentesco cuyas raíces se extendieron hasta el corazón de la historia, entrelazándose entre sí a partir de éste primordial antepasado para fortalecer los lazos entre los árabes, también, entre los pueblos, especialmente la Gente del Libro, incluidos los árabes que se consideraban superiores a las demás comunidades.

Vale recordar, que los árabes proclamaron su parentesco con Ibrahim, a través de su hijo Ismail, quien había participado, junto a su padre, en la construcción de la Kaaba, lugar de peregrinación para los árabes a lo largo de la historia. Los árabes siempre habían concedido una especial importancia a la genealogía, hasta el punto de llegar a rechazar a cualquier árabe que no tuviera parentesco. Igualmente, el Noble Corán se interesó vivamente por su gran antepasado Ibrahim -(que la paz sea con él)- con el objetivo de promover el concepto de la unicidad y el culto a Allah, sin asociarle nada a Él, y para preconizar el islam integral.

El relato de Ibrahim, tal y como viene en el Corán, es inédito. A éste respecto, ni el Antiguo Testamento ni las Escrituras del Evangelio (o Nuevo Testamento) pueden igualar el Libro del islam, con respecto a la precisión y/a la veracidad de sus exentas enseñanzas de toda alteración. Razón por la cual se concede aún más claridad y más profundidad a éste relato, dentro del notable discurso coránico porqué: "Lo falso no le llega [por ninguna parte], ni por delante ni por detrás: Ésta es una revelación de un sabio, digno de elogios".

Por eso Ibrahim ocupa un lugar destacado en el Corán. Allah dice de él: "Es cierto que Ibrahim reunía en sí todo lo bueno, era obediente a Allah y tenía una tendencia innata hacia la verdadera creencia sin haber sido nunca uno de los que asocian)" an-Nahl (Las abejas): 120.

"Es verdad que anteriormente le dimos a Ibrahim la dirección correcta para él; y tuvimos conocimiento suyo" al-Anbiya' (Los Profetas): 51.

"En Ibrahim y en los que con él estaban tenéis un hermoso ejemplo, cuando le dijeron a su gente..." al-Mumtahanah (la Probada): 4.

"Y cuando tu Señor puso a prueba a Ibrahim con palabras que éste cumplió, le dijo: Voy a hacer de ti un dirigente y un ejemplo para los hombres..." al-Ba- qarah (La vaca): 124.

"¿Y quién, sinó aquel que se rebaja a sí mismo, puede rechazar la religión de Ibrahim? Lo escogimos en ésta vida, y en la Última, estará entre los justos."
al-Baqarah (La Vaca): 130.

"Di: Allah ha dicho la verdad, seguid pues la religión de Ibrahim, que era hanif y no de los que asocian." Al Imrān (familia de Imrán): 95.

Ibrahim, el Amigo de Allah, antepasado de los Profetas y edificador de la noble Kaaba, se distingue por sus nobles características.

Las ocasiones donde se cita a Ibrahim -(que la paz sea con él)- en el Noble Corán:
La bibliografía de Ibrahim, donde aparece repetidas veces como Imam, Mensajero y Profeta es rica en insuperables enseñanzas y valores, que son otros tantos signos emblemáticos que apuntan hacia el camino recto y/a la verdadera religión para el Señor de los universos.

El relato de Ibrahim -(que la paz sea con él)- en la Sura "La vaca" Aparece en tres lugares:
-Primero, en los versículos 124-141 donde se informa sobre su condición como un ejemplo a seguir, como Imam para la gente, al igual que sus virtuosos descendientes, sobre su santuario que está cerca de la Kaaba, y que se transformó en un lugar para la oración a raíz de la invocación que habían hecho Ibrahim e Ismail, cuando construyeron la Kaaba, sobre la sumisión total de Ibrahim a Allah, y sobre el consejo que dio a sus hijos, de abrazar el islam y morir como musulmanes.
Éstos versículos desmienten las alegaciones de los judíos y los cristianos cuando afirman ser adeptos de Ibrahim. También muestran que Ibrahim, así como todos los Mensajeros que lo sucedieron, fueron seguidores del mensaje divino que preconizaba la unicidad, y que no eran ni cristianos ni judíos, sinó musulmanes.
-Segundo, en el versículo 258 de la misma Sura, se habla del enfrentamiento que hubo entre Ibrahim -(que la paz sea con él)- y el despótico rey que había pretendido ser un dios y que podía dar la vida y la muerte a quien quisiera. Sin embargo, se había quedado desconcertado ante el desafío que le había planteado Ibrahim al pedirle cambiar la trayectoria del sol y hacerlo salir por donde se ponía.
-Tercero, en el versículo 260, cuando Ibrahim había pedido a su Señor que le mostrara cómo Él resucitaba a los muertos. Ibrahim no tenía ninguna duda sobre la capacidad de Allah, ¡ni mucho menos! Pero, sólo quería que su corazón se tranquilizara. Entonces, por recomendación divina, Ibrahim cogió a cuatro pájaros, y dispersó sus restos sobre unas montañas separadas, después los llamó y las aves vinieron a él, vivos e intactos.

Ibrahim en la Sura La Familia de Al Imran.
En ésta Sura no se menciona ninguna secuencia de la vida de Ibrahim. Solo hace hincapié en su verdadero linaje y en la religión que profesaba. Ésta Sura aborda la polémica que los judíos, los cristianos y los idólatras árabes les gustaba divulgar sobre los supuestos lazos de parentesco que les unían a Ibrahim, cuando en realidad no era así.
En Al -'Imran se indica que:
-Allah favoreció a la familia de Ibrahim y la de Imrán, en comparación con las demás familias;
-No existen lazos de parentesco entre Ibrahim, los judíos y los cristianos; - Ibrahim abrazó el islam, una religión imbuida de unicidad y sumisión a Allah, y no era judío, ni cristiano, ni idólatra

-Los verdaderos adeptos de Ibrahim son aquellos, de entre la gente de su propio pueblo, que creyeron en él, y luego en Muhammad, y su comunidad.

-Se dio la orden a los judíos y/a los cristianos de unirse a la religión de Ibrahim y convertirse al islam

-Se informa sobre la construcción de la Kaaba por Ibrahim, como primer lugar que había existido en la tierra dedicado al culto a Allah.

-Se habla del santuario de Ibrahim que se encuentra junto a la Casa Sagrada, así como se da la orden a los musulmanes para realizar la peregrinación.

Ibrahim -(que la paz sea con él)- en la sura al An'am.
Los versículos 74-86 hablan de lo siguiente:
-Del diálogo que hubo entre Ibrahim y su padre, donde le reprochaba su culto por las deidades aparte de Allah.
-La discusión que hubo entre Ibrahim y su pueblo, donde les había enseñado, con pruebas que los planetas no eran dioses, y les declaró su creencia en Allah y su inocencia.

-Los Profetas proceden de sus descendientes, por tanto, él es su antepasado.

-La verdadera religión de Ibrahim es la que se basa en la creencia, en la unicidad y en la sumisión a Allah.

Ibrahim en Sura Hüd (Hud).
Allí, se le menciona en los versículos 69-76, donde se habla de lo siguiente:
-La llegada de los emisarios de Allah, eran ángeles en forma humana. Ibrahim no los conocía, y se asustó cuando no quisieron comer por su naturaleza angelical, el becerro que les había ofrecido; - La buena noticia que anunciaron a Ibrahim y/a su esposa Sara sobre el inminente nacimiento de Isaac y su respuesta ante el asombro de Sara; - El cometido del que fueron encargados: acabar con el perverso pueblo de Lot:

-La clave de la personalidad de Ibrahim, que aparece en cada secuencia de su relato: "Es cierto, Ibrahim es indulgente, movido por la compasión y siempre se volvía (a Allah)." (verso 75).

Ibrahim en Sura de Ibrahim.
Ésta Sura retoma una parte de su relato (versículos 35-41). Se focaliza en la parte donde Ibrahim abandona a su hijo y/a su esposa en un árido valle del Hiŷāz. También, en la invocación que hizo Ibrahim a su Señor para que les proporcionara buena compañía y una buena alimentación en ese desierto lugar, y preservarlo a él y/a sus hijos de la idolatría, así como sobre el sentimiento de gratitud que Ibrahim sentía hacia su Señor por las bendiciones que le había dado, en particular el nacimiento de Ismail e Isaac-(que la paz sea con ambos)-.

Ibrahim en Sura Al-hijr (el Nombre de la montaña).
Se le menciona en los versículos 51-61. Allí se relata la escena de la visita de los ángeles, mostrándose en forma humana, además de la buena noticia que Ibrahim recibe de sus visitantes, a saber, el inminente nacimiento de sus dos hijos. También le revelaron la naturaleza de su misión: acabar con el pueblo de Lot.

Ibrahim en Sura Maryam (Maríam).
Su nombre aparece en los versículos 41-51, donde se trata de predicar la palabra de Allah a su padre para hacerle renunciar a la incredulidad y seguir la religión de Allah. Se habla también de la negativa del padre para seguir la (Da'wah) Llamada de su hijo, del rechazo que expresó Ibrahim hacia su pueblo y del regalo que recibió de Allah: el nacimiento de Isaac y luego de Jacob -(que la paz sea con ambos)-.

Ibrahim en Sura Al-Anbiyā' (Los Profetas).
Aprendemos en los versículos 51-73 que Ibrahim había condenado el culto que tenía su padre y su pueblo aparte de Allah a los falsos dioses, que se esforzaba por exhortarlos a abrazar la fe, que destruyó sus ídolos, que fue objeto de un juicio público, que logró refutar sus descabellados argumentos, que por falta de argumentos en su contra decidieron quemarlo vivo, que Allah lo salvó del fuego, que emigró junto a Lot a la bienaventurada tierra de Palestina, y que Allah le concedió un regalo precioso, Isaac y luego Jacob -(que la paz sea con ambos)-.

Ibrahim en Sura Al-Hajj (La Peregrinación).
Los versículos 26-29 están dedicados a Ibrahim. Allí se relata una escena que encaja con el tema central de la Sura La Peregrinación, sus ritos, las ofrendas, la Kaaba y el sacrificio. También se menciona la construcción
de la Kaaba, su purificación y su adecuación para los fieles y para los que quieren realizar las circunvalaciones, la llamada en voz viva de Ibrahim a la peregrinación y/a la veneración de los nobles lugares de Allah.

El último verso de la sura recuerda a los musulmanes su deber e insiste sobre su relación con su antepasado Ibrahim, quien fue el primero en llamarlos por éste nombre.

Ibrahim en Sura al-Shu'ara' (los poetas).
Los versículos 69-89 relatan ciertas secuencias de la historia de Ibrahim, como su condena a la incredulidad de su padre y de su pueblo, sus intentos de convencerlos a seguir la religión de Allah, su rechazo a su culto de los ídolos, aparte de Allah, su invocación a su Señor, determinar el más allá como meta, y su deseo de estar entre los que serán salvados el Día del juicio final.

Ibrahim en Sura al-Ankabūt (La Araña).
Los versículos 16-27 destacan la predicación de Ibrahim a su pueblo para adorar a Allah sin asociarlo con nada, su condena su incredulidad, su intento de presentarles ciertos atributos y acciones de Allah, la respuesta desproporcionada que recibió de sus congéneres, quienes amenazaron con matarlo o quemarlo vivo, su emigración junto a Lot a Palestina y el regalo (Isaac y Jacob) que recibió de Allah.

Ibrahim en Sura as-Säffat (Las Filas).
Se le menciona allí en los versículos 83-113. En éstos versos se habla de su buen corazón, su repulsa a la idolatría de su pueblo, la destrucción de sus ídolos, el intento de su pueblo de quemarlo vivo, su salvación por Allah. Habla también, del nacimiento de Ismail, el sueño que tuvo sacrificando a su hijo, su sumisión y la de su hijo a la voluntad de su Señor, la buena nueva que recibe sobre la profecía de su último hijo, Isaac, y la bendición acordada por Allah a los justos benefactores entre los hijos de Isaac, exceptuando a los injustos de entre ellos.

Ibrahim en Sura adh-Dhāryāt (Los vientos que arrastran).
Ésta Sura tiene que ver con el relato de Ibrahim en estos versículos 24-34. Nos informan sobre la llegada de los ángeles a su casa como invitados, la buena noticia del nacimiento de su hijo Isaac que le anunciaron a él y/a su esposa, la reacción de los ángeles ante el asombro de la esposa de Ibrahim y el anuncio de la misión que se proponían llevar a cabo para acabar con el pueblo de Lot.


Ibrahim en Sura al-Mumtahina (La Aprobada).
Ciertas partes del relato de Ibrahim están en los versículos 4-6. Allí se valora mucho la intransigente actitud confesional del Amigo de Allah y de sus adeptos, al renegar definitivamente de sus incrédulos congéneres y de declarar hacia ellos una abierta hostilidad, hasta que crean sólo en Allah. Al mismo tiempo, se hace un llamamiento a los creyentes para seguir los pasos de Ibrahim y de sus discípulos, adoptando la misma postura ante los incrédulos. También se destaca la actitud de Ibrahim hacia su padre.

Se puede decir que el relato de Ibrahim aparece continuamente en varias partes del Corán, para que sus hechos y las actitudes de sus acciones sirvan de lección para todos los creyentes, comenzando por la Sura de La Vaca, hasta La Examinada, pasando por La familia de Imrán, El Rebaño, Hud, Ibrahim, El Nombre de la Montaña, Mariam, Los Poetas, La Araña, Las Filas, Los Vientos que arrastran, entre otras.

Ibrahim en otras Suras.
El relato de Ibrahim está repartido entre otras Suras, en forma de pequeñas indicaciones y referencias, particularmente en:
Sura Las Mujeres (versículo 125): se destacan aquellas personas que han seguido una autentica religión donde se reclama la unicidad de Allah.

También dice que Allah había escogido a Ibrahim como un amigo muy cercano.

-Sura El Arrepentimiento (versículo 114): se presenta el verdadero contexto en el que Ibrahim pidió perdón a su padre, así como el rechazo que manifestó Ibrahim hacia su padre, después de saber con certeza que seguía persistiendo en su incredulidad y en su hostilidad hacia Allah.

Sura Las abejas (verso 120): allí, se afirma que Ibrahim no era idólatra, sinó que era por sí solo toda una comunidad devota a una autentica y pura religión que proclamaba la unicidad de Allah. El versículo 123 ordena unirse a la religión de Ibrahim.

La Sura El Adorno (versículo 26): allí, se anuncia claramente el rechazo de Ibrahim a su pueblo.

Sura El Hierro (verso 26): nos informa que Ibrahim y Nuh fueron enviados como Profetas, y que la profecía fue concedida por Allah a sus descendientes.

Algunas Suras se conforman con citar el nombre de Ibrahim, en los contextos en donde se enumera a los diferentes Profetas y Mensajeros, o cuando se elogia algunas de sus obras (Yūsuf, Los Confederados, Sad, La Consulta, La Estrella, El Altísimo ...);

El Corán cita a Ibrahim 99 veces, 25 veces en las Suras y 63 veces en los versículos.

El Noble Corán no cita el lugar y la fecha de nacimiento del Amigo de Allah, ni su infancia ni tampoco su juventud.

Como se ha dicho anteriormente, el lugar de su nacimiento divide a los historiadores. Para al-Nnasafi, hay un intervalo de tiempo de 2640 años entre Nuh e Ibrahim. Al-Tţalabī afirma que nació 1263 años después del diluvio y 3337 años después del nacimiento de Adán.

Parece que las fechas que aparecen en la Torá, y que fueron transmitidas por los antiguos, no son del todo precisas, incluso son contradictorias. Para 'Abbās Mahmūd al-'Aqqād, es probable que Ibrahim viviera entre los siglos veinte y diecisiete a. de C. Los restos arqueológicos y las obras de la historia antigua avalan ésta tesis.

Assalamo Aleikum.