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sábado, 21 de diciembre de 2024

LOS PERÍODOS PRINCIPALES en la HISTORIA GENERAL del TASAWWUF-SUFISMO en el ISLAM. (Historia)

LOS PERÍODOS PRINCIPALES en la HISTORIA GENERAL del TASAWWUF-SUFISMO en el ISLAM. (Historia)
La primera:
Abarca los tres primeros siglos de la historia del Islam, desde el siglo VII al siglo IX d.C.), periodo que podemos denominar periodo de lucha por la supervivencia. Durante éste período, el sufismo buscaba su derecho a existir y superar algunos de los prejuicios que se le oponían, con el apoyo de las autoridades oficiales, dominadas por la aprensión y el escepticismo.

Segundo:
Se caracteriza por un intento de reconciliar el sufismo con sus oponentes, y su victoria se debe sobre todo a un hombre resaltado, el Imam Al-Ghazzali, en el siglo V d.H./siglo XI d.C.

Tercero:
Se caracteriza por la difusión de obras importantes sobre el sufismo (que comprende el período comprendido entre los siglos VI y IX d. H./siglos XII y XV d. C.). También se caracteriza por la entrada del sufismo en una era de decadencia a partir del Siglo X- AH/siglo XVI d.C.

El primer período es el período de investigación, yá que el elemento del ascetismo prevalecía entre los compañeros del Mensajero, (que la paz y las bendiciones sean con él.)
Ésto está representado por el ayuno frecuente, el aislamiento y la contemplación. 
En los siglos I y II d. H. y en los siglos VII y VIII d. C., el ascetismo se hizo más poderoso y diverso, pero los ascetas aún no se habían separado de la comunidad. Vivían entre ellos y cumplían la misión de predicadores o vigilantes de las condiciones de la sociedad. En Basora, en particular, floreció un grupo de predicadores conocidos como “Al-Qisas”. Hablaban con la gente dondequiera que estuvieran y les contaban historias en prosa rimada. Entre éstos ascetas que se dedicaban a la adoración, encontramos algunos recitadores del Corán que predicaban al pueblo y los instaban a arrepentirse, y éstos eran conocidos como los “llorones,” mientras los predicadores llevaban a cabo su misión con gran entusiasmo y se Profundizó en el recordatorio de la hora que se acercaba.
La figura más importante que apareció durante éste período es sin duda la figura de Al-Hasan Al-Basri, el padre del sufismo islámico, que murió en el año 110 d.H./728 d.C. Su doctrina del sufismo y el ascetismo se basaba en un sentimiento de desprecio por el mundo, y su base en la vida no sólo se inspiraba en la estricta evitación de todas las acciones que parecen cuestionables a los ojos de la Shari'a - lo que se conoce como "piedad" - pero también se inspiró -y sobre todo- en el ascetismo de que Todo es mortal y fugaz, y como se imaginaba bajo la mirada de Allah, instaba, además de la piedad, al temor de Allah y al cumplimiento total de Sus mandamientos y prohibiciones.
La influencia de Al-Hasan Al-Basri en el sufismo fue muy grande, y las órdenes islámicas sufíes lo consideran como su primer fundador. Sus discípulos vinieron y siguieron su camino, y esos discípulos alcanzaron cierto grado de unidad entre ellos con el surgimiento de la segunda generación, sin aparecer con costumbres religiosas distintas. Formaron un grupo de ermitaños que vivieron juntos en culto cerca de Basora en el siglo II d.H. y el siglo VIII d.C. A éste grupo pertenece una figura verdaderamente considerada la pionera del amor divino. Fue descrita como la santa más grande de la historia de los santos sunnitas, y el Occidente europeo supo de ella en la Edad Media a través del libro "La vida de San Luis" escrito por Joinville. Ese personaje es Rabi'a al-Adawiya (m.185 AH/801 AD). Ella era una esclava liberada, y antes tocaba la flauta y se mostraba reacia a casarse, y pasó su larga vida, de más de ochenta años, conectados con el amor Divino. En su pensamiento, Rabi’a se basó en el versículo: 
"¡Vosotros que creéis! Quien de vosotros reniegue de su Práctica de Adoración... Allah traerá a otros a los que amará y por los que será amado, humildes con los creyentes y altivos con los incrédulos.
Lucharán en el camino de Allah y no temerán la calumnia del maldiciente. Ese es el favor de Allah que Él da a quien quiere.
Y Allah es Espléndido, Conocedor." (Sura 5 [Al-Ma’idah] verso 54).

Y así lo expresó en sus famosos versos:
"Te amo dos veces; Amor de pasión..
En cuanto a lo que es el amor de pasión..
En cuanto a lo que eres digno de..
Y ama porque eres digno de eso..
Tan ocupado recordándote a ti mismo de aquellos que te conocieron..
Así que revela el velo para que pueda verte..
No hay elogios en ésto o aquello para mí..
Pero alabado seas en ésto y en aquello.

La Escuela de Kufa fue contemporánea de la Escuela de Basora, yá que también encontró una guarnición árabe en Kufa. A diferencia de la Escuela de Basora, que tenía tendencias realistas y críticas, la Escuela de Kufa tenía un ambiente ideal y tradicional. Los sufíes de ésta escuela se trasladaron en grupos hasta Bagdad. Eran un grupo que incluía a muchos estudiantes a principios del siglo III d. C. y el siglo IX d. C., y durante éste período surgieron lugares de culto alrededor de esa ciudad.
Al-Harith bin Asad Al-Muhasibi (m. 243 d. H. / 857 d. C.) fue uno de los hombres más famosos de ésta escuela de Bagdad, y su título “Al-Muhasibi” surgió del hecho de que era muy responsable ante sí mismo. Su método se caracteriza por un gran respeto por lo que se transmite y una búsqueda constante de la autoperfección. Se distingue también por su atención a ciertas definiciones filosóficas precisas, y lo principal en su opinión era corregir la intención y tener en cuenta los derechos de Allah que son obligatorios para el hombre en los tipos de acciones individuales o sociales. En su libro, "El cuidado y los derechos de Allah," describe la regla de vida que se debe seguir y muestra cómo hacerse responsable elimina los peligros a los que una persona puede estar expuesta en sus actos de adoración. Lo primero que debe saber un siervo es saber que es siervo de Allah Todopoderoso, y debe estar siempre preparado para afrontar la muerte, y aprender a despreciar éste mundo y resistir la tentación de Satanás, y buscar en su obra el rostro del Todopoderoso y no pretender satisfacer su propia voluntad, sinó dirigirse a Allah en todas sus acciones. Debe prestar atención a los resultados de sus acciones si afectan a otros, y tener cuidado de protegerse de la arrogancia y la soberbia, y no entristecerse si siente que la gente lo desprecia. En resumen, una persona debe relacionarse con Allah Todopoderoso día y noche. En algunos de sus libros, Al-Muhasibi afirma que Allah ama a todo aquel que cree en Él.
La influencia de Al-Muhasibi sobre la gente en términos de responsabilizarse fue profunda, y ésta influencia continuó durante mucho tiempo a pesar del ataque al que fue sometido por parte de quienes se adhirieron a la transmisión.

En cuanto a Al-Junaid (m. 298 d. H. / 911 d. C.), que fue uno de los miembros más equilibrados de la Escuela de Bagdad y también profesor de Al-Hallaj, estuvo influenciado por las opiniones de Al-Muhasibi y Ash. Los oradores 'ari también lo elogiaron alegando que era el sucesor de la reforma que pedían. Así, Bagdad se convirtió gradualmente en un centro para muchos seguidores del método del *salaf original y escritores que simpatizaban con el sufismo. En sus reuniones se desarrolló la primera colección de diversos relatos y textos que giran en torno a las virtudes del sufismo. *(No tienen nada que ver con los que actualmente se denominan salafis.)

Al-Hallaj era uno de los estudiantes de Al-Junaid y era de origen persa. Fue rechazado por la escuela de Bagdad debido a sus opiniones extremistas. Ésto se debe a su concepción de la unión con Allah -donde el alma se perfecciona, se santifica y se vuelve divina como si fuera un libre albedrío en manos de Allah-, así como a sus ideas sobre el mensaje que se debe aplicar, en su opinión, a todo ser humano, además de los milagros que desplegó y su conexión ante los ojos de sus alumnos con los profetas.

Basándose en la autoridad de Anas, (que Allah esté complacido con él), el Profeta, (que la paz y las oraciones de Allah sean con él), dijo: Todo hijo de Adán comete un error, y los mejores entre los que cometen errores son los que se arrepienten. (Narrado por Al-Tirmidhi e Ibn Majah.)

Assalamo Aleikum.