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miércoles, 2 de abril de 2025

LA ESPIRITUALIDAD ES ACTIVA, NO COERCITIVA.(Parte tercera)

LA ESPIRITUALIDAD ES ACTIVA, NO COERCITIVA.
(Parte tercera)
En las últimas décadas hemos aprendido mucho sobre las leyes que rigen las energías y la materia y las hemos explotado para dominar el mundo material, para nuestro propio beneficio. Sin embargo, sabemos muy poco sobre la energía detrás de la energía, la luz dentro de la luz, que es la energía creadora espiritual. Como no hay suficientes pruebas, la mente racional no la puede alcanzar ni estudiar.

Para poder entender y vivir la espiritualidad activa, todos hemos sido invitados a desarrollar la intuición espiritual, que nos ayudará a redefinir gran parte de lo que el patrimonio espiritual ha producido. Sólo la intuición nos puede acercar respuestas sobre la espiritualidad activa. Sólo la intuición espiritual puede penetrar en lo que consideramos el más allá, o sea, el mundo de las cosas incognoscibles desde donde la invisible Divinidad dirige la sinfonía cósmica de toda la existencia.

La palabra espiritualidad tiene muchas interpretaciones y significados, cómo yá hemos comentado. Hay diferencias en su uso de cultura a cultura, de religión a religión, y aún de lengua a idioma. Su origen proviene de "soplar", o "respirar". Por lo tanto, la espiritualidad es algo intangible, como el aire que se respira. El espíritu está en nuestro ser, nos da el aliento de la vida, pero se le puede conocer solamente por su efecto. Podemos decir qué, en nuestro mundo, la espiritualidad representa todo lo intangible del más allá, algo que nuestros sentidos biológicos normales no pueden percibir. En éste sentido, la espiritualidad activa se expresa tanto en el mundo material como en el mundo espiritual.

Algunos de los antiguos relataron qué, el mundo no es mental ni material, sinó una sustancia neutral de la cual se hallan construidos tanto el espíritu como la materia.

El más allá (de donde proviene la realidad espiritual) puede estar o no relacionado con la creencia, pero todas las escrituras sagradas hablan sobre ésto. Todas las religiones con o sin reconocimiento de una divinidad lo relacionan con el más allá y no son creaciones de la conciencia humana. La conciencia humana está inspirada por la espiritualidad que la lleva a buscar: la liberación, la purificación, la salvación, la iluminación.

Entre algunos de los componentes y frutos de la espiritualidad humana se encuentran: los milagros que Allah otorga a quien Él quiere, la gracia divina, los santos, los guardianes invisibles, los Ángeles y otros espíritus de diferentes naturalezas, las apariciones, las entidades maléficas, la salvación, la iluminación, etc. y todas las religiones bien guiadas con sus escrituras sagradas.

Con ésta concepción de la naturaleza de la espiritualidad activa se puede pensar qué, con la energía espiritual del Ser Supremo empezó Su tarea creativa de precipitar el universo que iba a ser. Su origen está en la Eternidad y en el Absoluto, o en lo que muchos llaman Allah, la Divinidad, el Ser. Recordemos que el Nombre de Allah significa: AL=(Él).. LAH=(Es).. "Él" de Entidad y "Es" de Existente.

La espiritualidad se expresa a través de Su creatividad tanto en la materia como en su origen pre-material. Desde el despertar del universo la espiritualidad está inseparablemente unida al Creador por la creación, que es nuestro universo -desde los átomos hasta las inmensas galaxias y sus conjuntos. Por ser nosotros parte del universo, la espiritualidad activa está dentro de cada ser humano. Nuestra creatividad individual es como un precipitado de la creatividad espiritual, así como la radiación de la creatividad del Ente Único y Original, porque todo lo manifestado está movido por éste impulso de la espiritualidad activa, siempre presente y siempre creando.
Todas las actividades que en nuestra sociedad consideramos creativas son, en realidad, producto de la actividad espiritual. Son importantes para poder tener éxito en la vida profesional y en la sociedad. Tenemos abundante literatura y talleres para poder cultivarla. Muchos de ellos son buenos y útiles, yá que también contribuyen a la creación de la vida personal.

Muchas veces sentimos que no somos suficientemente creativos. La vida, en ciertas oportunidades, está reducida a rutinas atrapadas en cerradas convicciones personales, que son como velos pesados que no nos dejan vivir con intensidad. En las rutinas no hay retos, salvo que la rutina misma se transforme en un reto que rompa el velo de las repeticiones y de las cerradas convicciones para abrir la vida de nuevo a la creatividad.

Muchas veces olvidamos que desde el nacimiento estamos creando una obra vital, válida, auténtica, original y única: es nuestra propia vida. Sí, aprendiendo en la Escuela de la vida estamos creando una obra maestra: la vida. Las mujeres también son parte de esa pro-creación, ayudando en la creación.

(Un recuerdo de la niñez me ayudó para ver lo profundo y puro de la vida y la fuente de la inagotable espiritualidad.)
De camino al colegio, siempre parábamos en un lugar muy especial, al lado del puente de la chopera con la piedra blanca. En el fondo, corría un pequeño canal de agua cristalina, fría y limpia que provenía del interior de la tierra y se hacía paso rodeada por el barro con la negrura carbonífera. Aunque lo ambiental era lo de menos, lo que allí nos esperaba, era cómo el néctar de las palabras espirituales.
Años más tarde, durante un encuentro cultural, el recuerdo de la niñez afloró con gran intensidad, la percepción fue: pasar a limpio todos los borradores manuscritos que tenía guardados y darles luz para que todos puedan beber (simbólicamente) de ese manantial de espiritualidad activa que todos llevamos dentro de nuestro ser. Así se publicaron 7 libros que quedan aquí (en ésta tierra) para aquellos que los necesiten.

(La piedra blanca de la experiencia fue algo personal, aunque guardando la distancia de las limitaciones, pues nunca se dejaba ver el rostro.) 

La espiritualidad activa pura es brillante, inagotable, está rezumando amor incesantemente para cada ser humano. Solamente tenemos que quitar las impurezas que limitan a la espiritualidad y cuanto más purificación, mayor será el aporte de energía luminosa. 

Ésta experiencia de la niñez, también fue una invitación para explorar con mayor profundidad todas las conexiones con la Espiritualidad desde la mística Islámica y saborear otras fuentes acreditadas de gran calidad y valor. Libremente, la conciencia se expande y nos abrimos paso a través de las estructuras y los viajes a otros países y sistemas para seguir aprendiendo en ellos. En ésto consiste la alimentación para el crecimiento espiritual.

(Cómo decía: la espiritualidad es, entonces, la relación única y amorosa con la piedra blanca y nuestro impulso apremiante para reunirnos con nuestra espiritualidad más profunda, y también, es la manera en cómo llegamos a desarrollar esa relación y los medios por los cuales regresamos al Destino.)

Somos impulsados por la continua formación y la reformación de sistemas, de métodos y creencias, y cada vez, estamos más ligeros y libres, cada vez hay menos limitaciones, abriéndonos paso a través de ellos conforme nuestra conciencia se expande.
Pero ¿La conciencia de qué?
La conciencia de nuestro poder personal para transformar nuestra realidad, aprendiendo a facilitar esa transformación mediante el cambio interior que está consciente en nosotros mismos. El crecimiento personal también abre el camino para el crecimiento espiritual. El ser humano se convierte en un ser espiritual.
Cuando llegamos a conocernos de esa manera, a nosotros mismos, asumiendo la responsabilidad por lo que descubrimos, y luego cambiando por dentro, es como se transforma nuestra realidad; es como conscientemente abrimos nuestra realidad. Cuando sabemos hacer ésto, entonces podemos enfocar y entrar en cualquier modalidad, y somos libres de modificarlos en cualquier momento. Algunas personas caminan por un sendero muy difícil de seguir -con demasiadas piedras y problemas- porque tienen la creencia equivocada. Todo es una elección personal. Todos los que se aman con espíritu de hermandad y fraternidad nunca dicen no. ¿Podremos tener miseria, dolor y degradación? Sí. Pero ellos nos apoyan con entusiasmo cuando lo que buscamos es por nuestro bien espiritual más elevado y sin hacer daño a los demás. Yá tenemos suficiente con la negatividad de nos rodea en nuestras vidas. Cómo me decía Sidi Ali Al-Hassani de Meknes: don't worry and be happy.

Assalamo Aleikum.