Assalamo aleikum.

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miércoles, 2 de abril de 2025

NO TODO ES LO QUE PARECE.

NO TODO ES LO QUE PARECE.
Las manifestaciones sensoriales sobre la Espiritualidad, son para que la religión tenga un contenido interno, y no solamente para que tenga un contenido social derivado de la realidad de las personas.

Nada de esa realidad fugaz de las personas tiene que ver con la religión. En el Islam, sólo Allah conoce lo oculto, mientras que el hombre sólo se ocupa del mundo del testimonio. La ley islámica se basa enteramente en el mundo del testimonio espiritual. De hecho, todas las creencias islámicas encuentran su evidencia en el mundo del testimonio espiritual. Nuestra creencia en lo invisible, nuestra reflexión sobre ello, nuestra representación de ello, nuestro desacuerdo al respecto, será también nuestra zapatilla para quienes lo niegan o lo malinterpretan con sus distorsiones alocadas.

(Si eres una víctima del estilo capitalista, (con la secreción capitalista de la religión), entonces no estás en donde creemos tener a la religión y no podemos pensar que creemos en la misma religión.)

Dado que el mundo de lo oculto y los secretos no pueden ser percibidos por la mente, sinó por el corazón, la religión se convirtió en una fe de purificación por la Tazkiyah o Tasawwuf, en la que la Gracia de la iluminación se convirtió en un tema y un método efectivo de superación en el camino. De ahí, que los caminos del Tasawwuf se multiplicaran dentro de la religiosidad Islámica. Cuanto más profundizamos en el Tasawwuf con todos sus valores, sus éxtasis y sus gustos, mejor veremos los engaños e ilusiones que nos rodean en el mundo.

Es extraño, que un sistema capitalista se base en la racionalización de la religión (sinó es para su propia economía e intereses,).. de ahí, que el Islam y el Tasawwuf sean vistos como un peligro para los regímenes del capitalismo, yá que la religión terminará con los vicios monopolizados y el Tasawwuf purificará todo lo demás para reforzar al creyente musulmán con la Espiritualidad activa. 

(La fe capitalista hace de la razón simplemente un medio para gestionar los asuntos mundanos, mediante cálculos, cantidades, mediciones y leyes. En cuanto a los asuntos del más allá y los asuntos de religión, tienen sentimientos, emociones y gustos encontrados.)

¿Así se alcanza la perfección humana y se satisfacen los deseos de la mente, cegando las exigencias del corazón? 

El capitalismo salvaje saquea las riquezas de las naciones, y reza, practicando aquella religión que no interfiere con sus asuntos económicos. Nada de ésto tiene que ver con la religión islámica. La religión sólo se preocupa de éste mundo, que funciona según una ley que el hombre entiende con la razón para poder controlarla y someterla a su autoridad para beneficiarse de ella en su vida. La razón incluye los sentidos y la experiencia interna y externa juntos, y el hombre organiza el trabajo en el mundo con todos sus poderes, sin separación entre mente y corazón. El Tasawwuf es Tazkiyah en acción, en actividad y en producción, y no un detalle vacío que no tiene contenido.

La gente piensa que la práctica religiosa es el establecimiento de un eslogan, y que un musulmán es quien establece los cinco pilares del islam: la Shahada, la Oración, el Zakat, el Ayuno y el Hajj. Decimos la Shahada, establecemos el Salat, pagamos el Zakat y tenemos cuidado de ayunar.
Por él, y por el Hajj al que nos apresuramos, el testimonio no nos cuesta más de dos frases, y la oración no nos ocupa más de veinte minutos de nuestro día de veinticuatro horas, y el zakat no nos quita más de un cuarto de la décima parte del dinero sobrante, y ¿quién tiene eso ahora?, y el zakat al-fitr es algo insignificante comparado con los gastos de romper el ayuno de Ramadán y sus lujos locales e importados. Ganamos más del Hajj de lo que perdemos haciéndolo. Nos beneficiamos de la publicidad y los anuncios, y del manto de la piedad por la fama o el comercio, o nos conformamos con la Umrah turística o comercial en la que llevamos lo que es ligero de llevar y caro. No hay nada de malo en escribir los dos testimonios de fe en grandes carteles dorados o placas prominentes, colgarlos en nuestras casas y oficinas, o construir mezquitas, iluminar sus minaretes e instalar caros altavoces. Nos duele el caos que supone la recaudación del zakat y exigimos la creación de unas instituciones especializadas gestionadas por los justos y piadosos, los hombres religiosos y hasta el gobierno para recaudarlo y gastarlo. Nosotros llevamos la carga del mes de ayuno, yá sea verano o invierno, trabajo o descanso, gastos y costos, y rogamos a Allah para que esté con nosotros en el Hajj, y que Él nos facilite los medios para obtener divisas del mercado negro. Ésta confusión entre religión y comercio, entre las preocupaciones de éste mundo y las preocupaciones del más Allá, es lo que revela la absorción social, donde las personas encuentran su buen Zakat, y no significa satisfacer los deseos de una persona ni garantizarle una ganancia siempre y cuando pague lo que se le exige. Existe un derecho sobre el dinero además del zakat. El Zakat no significa eximirse de los derechos de los demás, sinó más bien significa el comienzo de la afirmación de los derechos de los demás para que una persona sea igual a los demás en lo que tiene. El ayuno no significa privar a las almas de lo que les corresponde y luego satisfacerlas, sinó más bien significa compartir con la gente lo que está disponible para cada persona y que no hay pobreza ni hambre en la sociedad islámica. El Hajj no es un viaje turístico, comercial o promocional ni una exoneración de pecados. Más bien, es una conferencia general para que todos los musulmanes se esfuercen por el bien común del pueblo y por la aflicción común. Todos lo sabemos y estamos de acuerdo con ello, pero practicar la religión a la manera capitalista es en gran parte una imitación con la comodidad de complacer la conciencia de las formas más fáciles y baratas. Así no se alcanza la perfección humana, pues sólo se satisfacen los deseos de la mente anulando las exigencias del corazón.

Todavía repetimos un error común que fue promovido entre nosotros por el colonialismo cultural que fue exportado por Occidente después de que no lo utilizó, que es el conflicto entre la espiritualidad y el materialismo. Todo aquel que cree en Allah, en Sus libros, en Sus mensajeros y en el Último Día es espiritual, y todo aquel que cree en la sociedad, en el cambio social y en el análisis estadístico con los factores económicos, es material. Así qué, muchos defienden una espiritualidad teórica, que es la espiritualidad que promueven los sistemas capitalistas. Quieren que seas teórico para poder controlar los aspectos prácticos, y quieren que seas abstracto para poder tratar con lo tangible y tomar posesión de ello, y os quieren vacíos y sin contenido para poder monopolizar el contenido y tragárselo en sus vientres. La verdad es que cualquiera que crea en la espiritualidad de ésta manera vacía y sin contenido es una víctima del pensamiento capitalista y del colonialismo cultural. De hecho, ésta espiritualidad coja del materialismo mismo, es la que hace que el mundo material carezca de espiritualidad. Entonces, los sistemas capitalistas se activan en éste mundo, haciendo lo que quieren, explotando, monopolizando, controlando y manipulando. Si consiguen lo que quieren, recurren a la espiritualidad vacía y obtienen lo que les corresponde con palabras, lemas, prácticas rituales y ceremonias. El alma se tranquiliza y piensa en la sanación, luego regresa una vez más al mundo, haciendo lo que quiere sin ley ni límites.

Ésta espiritualidad mortal que mata el alma está en contra de lo que el Islam ha advertido repetidamente, diciendo: "La rectitud no consiste en volver el rostro hacia el este o el oeste." Y ésto es lo que el Mensajero PyB advirtió en la aplicación a los compañeros que lo anotaron en la práctica. 

El que trabaja con sus manos y alimenta a su hermano que adora en la mezquita, su hermano que trabaja, será más venerado que él. La mano ruda y agrietada por el trabajo duro es una mano que Allah y Su Mensajero estiman. El pie que se esfuerza en el camino de Allah, ayudando al prójimo o defendiendo el santuario, es un pie cargado de espiritualidad. La espiritualidad del Islam tiene un contenido: la espiritualidad de la tierra, de la naturaleza y del universo. Aquí se borra la distinción entre la espiritualidad vacía y la materialidad sorda, y la espiritualidad que se convierte en materia activa y en movimiento, y la materia que se convierte en espiritualidad encarnada y realizada. El mundo entero es espíritu y todo es materia, y no hay separación entre ellos. Éste es uno de los significados del monoteísmo. Pero hasta ahora seguimos siendo víctimas de una espiritualidad ciega y creemos en la religión al estilo capitalista.

La gente piensa que éste mundo fue creado para el beneficio del hombre “La riqueza y los hijos son el adorno de la vida de éste mundo.” Entonces los valores de la gente se convierten en valores puramente consumistas y su demanda es establecer una sociedad de lujo y abundancia. Siempre que una persona haya creído en Allah, en Sus libros, en Sus mensajeros y en el Último Día, y haya establecido los rituales y pilares de la religión, entonces tiene derecho a disfrutar de las provisiones que Allah le ha dado, a casarse, a vivir, a comer y disfrutar de las provisiones de Allah y para ser un hermano.

El musulmán que es el primero en correr a las mesas para comer, el primero en saltar a la oración, el primero en recolectar dinero y el primero en pagar el zakat.. Éste también es un efecto del capitalismo en la religión. La religión pone todo al servicio de la causa, que es lograr la confianza en la tierra. Fomenta el autocontrol y llama a trascender la vida mundana por un sentido de misión. Los valores islámicos son valores puramente productivos que benefician a la gente. Todos ellos tienen como objetivo la consecución del interés público, de la ética islámica de la castidad, el ascetismo, la austeridad y la piedad son de hecho una ética social para limitar el patrón de consumo, porque el día que la sociedad pasa del patrón de producción al patrón de consumo y de una sociedad de lucha a una sociedad de lujo, ésta se derrumba, como observó Ibn Jaldún.

La verdadera bendición y la felicidad eterna no residen en disfrutar de los placeres de éste mundo, sinó en trabajar para alcanzar el mensaje, cumplir con el propio deber y dejar un buen legado o tradición que se transmita de generación en generación y se siga después de la muerte, porque el Más Allá es mejor y más duradero. No hay dinero legal para una persona en una sociedad donde la mayoría está desnuda y sin ropa, a la intemperie sin techo, hambrienta sin comida y analfabeta sin educación, y con una mujer que está enferma y sin cura, ¿cómo puede entonces una persona disfrutar del dinero lícito cuando todo en él está prohibido?

La gente cree en el individualismo de la religión y defiende la libre actividad basada en la competencia y el afán de lucro. La religión ha enfatizado el papel del individuo y ha establecido la responsabilidad individual. No es de extrañar que el individuo tenga derecho a ejercer su actividad sin límites, a invertir su dinero como quiera y a contratar personas para que trabajen para él en el campo, en la fábrica o en la tienda. Ésto es, de hecho, el pensamiento capitalista que se ha infiltrado en la religión. 

Muchos defienden el capitalismo pensando que defienden la religión. ERROR.
Otra forma de capitalismo se ha infiltrado en el pensamiento islámico de nuestra sociedad con sus cinco partes distintas de pecado:
-La charla peligrosa con rebeldía y apostasía.
-La actividad lúdica individual con deformación de géneros.
-El derecho sagrado a la propiedad terrenal. Cuando Todo es de Allah.
-La obediencia para instaurar y
santificar un clero. Que el Islam no permite.
-Las alianzas acelgas con el fiel Occidente. Que pueden pasar a las traiciones.

¡Reflexionar humanos! No todo es lo que parece.

Assalamo Aleikum.