LA ESPIRITUALIDAD ES ACTIVA, NO COERCITIVA.
(Parte segunda)
La aproximación a la Espiritualidad debe ser, necesariamente, de tipo interdisciplinar. No existe un único camino para acceder a éste ámbito íntimo del ser humano. Su complejidad es de tal magnitud, que sería un gran error encorsetar la búsqueda solamente en unas categorías. Es un núcleo problemático al que se accede por distintas vías.
Desde el enfoque clínico, por ejemplo, está recibiendo una particular atención en los últimos años, pues se ha observado que muchas patologías que afectan a la vida emocional, mental y somática de la persona tienen su raíz en la vida espiritual, en un plano anterior y más fundamental que el de las emociones. El vacío existencial, por ejemplo, la apatía de existir, la incapacidad de aceptarse a uno mismo y a los demás, incluso la desesperación, entendida como una crisis estructural de sentido, son sufrimientos emocionales y mentales que sólo pueden comprenderse a fondo si uno se adentra en el universo de la espiritualidad.
Sería un error identificar un único método para acceder al núcleo de la vida espiritual. Parece más sensato reconocer que existen distintos métodos (caminos) para trabajar y ahondar en ésta esfera y observar, críticamente, yá que cada una tiene sus virtudes y defectos. Sería de miopes el sucumbir al circo mediático de los gustosos charlatanes y grillos cantores e ignorar las otras formas de acceder a lo espiritual. De hecho, éste sucumbir o acercamiento a esas charcas, es yá una manifestación de estupidez espiritual o de atrofia de la inteligencia espiritual. La trascendencia es, entre otras cosas, apertura, voluntad de conocer, de salir del propio terreno disciplinar para ampliar el campo de visión, pero sabiendo en dónde te estás metiendo.
La espiritualidad, (por otra parte), es una experiencia personal e íntima de omnipresencia que devuelve al individuo su vínculo con la Divinidad y no es un juego para pasar el rato.
El crecimiento espiritual es en realidad un proceso para ir haciendo retroceder los límites de nuestra ignorancia de Allah y de nuestra propia naturaleza, para que lleguemos al "despertar y ser lo que yá somos." Al hacer ésto, nos comunicamos (con nexo) más directamente con el plano espiritual. El corazón y la esencia de la verdadera creencia se basan en la experiencia, no en la encomienda del paisaje. Es el viaje humano más increíble más allá del "yo," al éxtasis y la dicha del estado de unidad con el Único.
No obstante, los reveladores de las órdenes religiosas, sean sabios con gran vocación, o alumnos espirituales, desarrollaron en su niñez una relación con Allah que posteriormente los llevó a asumir un compromiso (pacto) personal. Lo cierto es que casi todo el mundo ha pasado por ese proceso: todos hacemos en nuestra niñez un pacto con Allah. Ésta promesa o acuerdo influye en nuestra conducta a lo largo de nuestros años de maduración y en nuestras expectativas como adultos. Algunas personas niegan haber hecho ésto o simplemente no lo recuerdan. -Insisto en que sí lo hicieron. ¿Por qué digo ésto? Basta con observar a los más jóvenes. Los niños tienen experiencias espirituales muy ricas y a veces complejas, casi desde su nacimiento, y las relatan tan pronto aprenden a hablar. Hablan de los Ángeles que cuidan a los bebés enfermos y del "hombre" (la fiebre) que viene a enfermarles. Conversan con los animales y ven cascadas en el aire (corrientes de viento). Oran constantemente y con toda naturalidad, a veces sin que se entienda lo que dicen, pero siempre en alabanza, cantando a la felicidad de estar vivos como siervos de Allah que saben que son. Muchos recuerdan y hasta pueden describir lo que oían y veían desde la cuna.. lo que a veces abochorna a sus padres. (Almas etéreas son, en un proceso de crecimiento y aprendizaje a lo largo y ancho de la Creación.) No debemos sorprendernos.. para nosotros lo natural -es lo sobrenatural. Al nacer, salimos con una corriente de conciencia a la que volvemos al fallecer.
(Está claro qué, desde tiempos inmemoriales, los niños han tenido experiencias de los reinos espirituales y de los aspectos superiores de la vida. Ahora nos enteramos más, en parte, porque al fin estamos prestando atención; estamos aprendiendo a escuchar esas voces diminutas que llevan la fitrah primordial. Después de todo, la espiritualidad es una bendición.) Alhamdulillah.
<En el desarrollo del ser espiritual, la exigencia es tener la puerta abierta, tanto para entrar como para salir.. y sobretodo, que el corazón llegue a unirse con la cabeza, no con el estómago.>
Continúa en parte tercera.