La visión de que la actividad del ego es una serie de pensamientos e ideas, superables en última instancia por unidades de sensación, es simplemente otra forma del materialismo atómico que constituye la base de la ciencia moderna. Una visión de éste tipo no puede sinó dar lugar a fuertes suposiciones en favor de una interpretación mecanicista de la conciencia. Sin embargo, hay cierto alivio en pensar que ha surgido una nueva psicología conocida por la Configuración, que logró asegurar la independencia de la Psicología como ciencia, de la misma manera que la teoría de la Evolución Emergente eventualmente logró la independencia de la Biología. Ésta psicología es más reciente y nos enseña que el estudio cuidadoso del comportamiento inteligente revela hechos acerca de la comprensión que van más allá y está por encima de la mera sucesión de sensaciones. Éste "sight" es la apreciación que hace el ego de las relaciones temporales, espaciales y causales de las elecciones, es decir, de los datos, en un todo complejo, que recuerda las intenciones o metas que el ego se ha fijado para el presente. La sensación de esfuerzo en la experiencia de la acción con propósito y el éxito real que logró al alcanzar las metas, convencen de la eficiencia como meta personal. Una característica importante de la acción intencional es su visión de una situación futura que no parece admitir ninguna explicación en términos fisiológicos. La verdad es que la cadena de causa y efecto en la que tratamos de encontrar un lugar para el ego es en sí misma una construcción artificial del ego para sus propios fines. Al ego se le asigna vivir en un entorno complejo, y no puede sostener su vida en él sin reducirlo a un sistema que le dé algún tipo de garantía contra el comportamiento de las cosas que lo rodean. La visión del medio ambiente, como un sistema de causa y efecto es, pues, un instrumento indispensable del ego y no una expresión final de la naturaleza de la Realidad. De hecho, al interpretar la Naturaleza de ésta manera, el ego comprende y domina su entorno y, de éste modo, adquiere y fortalece su libertad.
Así pues, los elementos de guía y control directivo en la actividad del yo indican claramente que el yo es una causalidad personal libre. Él participa de la vida y la libertad del Ego Supremo quien, al permitir el surgimiento de un ego limitado, con capacidad de iniciativa personal, ha limitado la libertad de su propio libre albedrío. Ésta libertad de comportamiento consciente se desprende de la visión de la actividad del ego establecida por el Corán. Hay versículos claros sobre éste asunto:
"Y di: La verdad procede de mi Señor; así pues el que quiera creer, que crea; y el que quiera negarse a creer, que no crea."
(Sura 18 [Al-Kahf] verso 29)
"Si hacéis el bien, lo haréis para vosotros mismos; y si hacéis el mal lo haréis en vuestra contra." (Sura 17 [Al-Isra'] verso 7).
De hecho, el Islam reconoce un hecho muy importante de la psicología humana, a saber, el ascenso y la caída del poder de actuar libremente, y desea mantener el poder de actuar libremente como un factor constante e inalterado en la vida del ego. El tiempo diario de oración que, según el Corán, devuelve al ego su "autodominio" acercándolo a la fuente última de vida y libertad, tiene como objetivo salvar al ego de los efectos mecanizadores del sueño y de las aventuras amorosas. La oración en el Islam es también un escape del ego del mecanismo hacia la libertad.
Sin embargo, no se puede negar que la idea del destino circula a lo largo del Corán. Vale la pena considerar éste punto, especialmente porque los que desconocen el Islam profundo tienden a pensar que el Islam niega completamente el ego. Yá os hemos explicado en algunos artículos el punto de vista sobre el Taqdir (Destino) tal y como lo encontramos en el Corán.
El estudio cuidadoso de la conducta inteligente nos enseña que el hecho de la "percepción" va más allá de la mera sucesión de sensaciones. Ésta "percepción" es la apreciación que el ego tiene de la relación temporal, espacial y causal de las cosas -la elección, es decir, de los datos- en un todo complejo, en vista de la meta o propósito que el ego se ha fijado para sí mismo en ese momento. Es ésta sensación de esfuerzo en la experiencia de la acción intencional y el éxito que realmente se logra para alcanzar los "fines," la característica esencial es un acto intencional de su visión en una situación futura que no parece admitir ninguna explicación en términos de fisiología o eficiencia. La verdad es que la cadena causal en la que tratamos de encontrar un lugar para el ego es en sí misma una construcción artificial del ego para sus propios fines. El ego está llamado a vivir en un entorno complejo, y no puede mantener su vida en él sin reducirlo a un sistema que le dé algún tipo de seguridad en cuanto al comportamiento de las cosas que lo rodean. La concepción del entorno como un sistema de causa y efecto es, pues, un instrumento indispensable del ego, y no es la expresión final de la naturaleza de la Realidad. En efecto, al interpretar la Naturaleza de ésta manera, el ego comprende y domina su entorno, y con ello adquiere y amplía su libertad.
(Así, el elemento de guía y control directivo en la actividad del ego está claramente enfocado para buscar su propiedad en la libertad.)
El Corán muestra que el ego es una causalidad personal libre. Participa de la vida y la libertad del Ego Supremo, quien, al permitir la aparición de un ego finito, capaz de una iniciativa privada, ha limitado ésta libertad de Su propio libre albedrío. Ésta libertad de comportamiento consciente se desprende de la concepción de la actividad del ego que adopta el Corán. Hay versículos que son inequívocamente claros sobre éste punto: "Y di: La verdad procede de mi Señor; así pues el que quiera creer, que crea; y el que quiera negarse a creer, que no crea."
(Sura 18 [Al-Kahf] verso 29)
En efecto, el Islam reconoce un hecho muy importante de la psicología humana, es decir, el ascenso y la caída del poder de actuar libremente, y está ansioso por conservar el poder de actuar libremente como un factor constante e inalterado en la vida del ego. El momento de la oración diaria que, según el Corán, devuelve al ego la "autoposesión" al ponerlo en contacto más cercano con la fuente última de vida y libertad, tiene por objeto salvar al ego de los efectos mecanizadores del sueño y los negocios. La oración en el Islam es la huida del ego del mecanicismo hacia la libertad.
Hay dos maneras de hacer nuestro el mundo. Una es la intelectual; y la otra, a falta de una mejor expresión, podemos llamarla vital. La manera intelectual consiste en comprender el mundo como un sistema rígido de causa y efecto. La vital es la aceptación absoluta de la necesidad inevitable de la vida, considerada como un todo qué, al desarrollar su riqueza interior, crea un tiempo serial. Ésta manera vital de apropiarnos del universo es la necesidad de ser mejor qué, más qué, y más reconocido, mucho más allá de toda utilidad razonable del ego. Es un sentimiento de superioridad y certeza que trasciende los límites de la confianza en uno mismo y del talento.
Es entonces cuando nuestras ideas sobre nosotros mismos y el mundo se inflan tanto que empiezan a distorsionar la realidad de todo lo que nos rodea. "Cuando la confianza se convierte en arrogancia, la asertividad en terquedad y la confianza en uno mismo en un abandono temerario". Éste es el ego que nos absorbe como la gravedad.
De ésta manera, el ego es enemigo de lo que quieres y de lo que tienes: de dominar un oficio. De ideas creativas reales. De trabajar bien con los demás. Generando lealtad y apoyo. Viva. Repita y mantenga su éxito. Rechaza beneficios y oportunidades. Es un imán para los enemigos y los errores.
La mayoría de nosotros no somos “egomaníacos”, pero el ego está en la raíz de casi todos los problemas y obstáculos posibles, desde el por qué no podemos ganar hasta el por qué necesitamos ganar todo el tiempo y a expensas de los demás. Desde el por qué no tenemos lo que queremos hasta el por qué tener lo que queremos no parece tampoco hacernos sentir mejor.
¿Pero por qué esas directrices?
No solemos verlo así. Pensamos que hay alguien más a quien culpar de nuestros problemas (generalmente, alguien más). Somos, como dijo un poeta hace varios miles de años, los proverbiales "enfermos que no conocen la causa de su enfermedad". Especialmente para las personas exitosas que no pueden ver lo que su ego les impide hacer porque todo lo que ven es lo que han hecho.
Quizás seas un joven y estés lleno de ambición. Quizás eres joven y estás luchando. Quizás yá hayas ganado tu primer millón, hayas firmado tu primer contrato, hayas sido seleccionado para algún grupo de élite o tal vez hayas logrado lo suficiente económicamente para toda la vida. Quizás te sorprendas al descubrir lo vacío que estás en la parte superior. Quizás usted tenga la tarea de guiar a otros durante una crisis. Quizás te acaban de despedir. Quizás simplemente hayas tocado fondo. Donde quiera que estés, y hagas lo que hagas, tu peor enemigo yá vive dentro de ti: es tu ego. "Yo no", piensas. "Nadie me podrá llamar ególatra". Quizás siempre te has considerado una persona bastante equilibrada. Pero para las personas con ambición, talento, empuje y potencial para lograr sus objetivos, el ego es parte del destino. Lo mismo que nos hace tan prometedores como pensadores, hacedores, creativos y emprendedores, lo que nos impulsa a la cima de nuestros campos, nos hace vulnerables en éste lado oscuro de la psique. Ahora bien, éste artículo no es un libro sobre el ego en el sentido freudiano. A Freud le gustaba explicar el ego con una analogía: nuestro ego es un jinete, y nuestros impulsos inconscientes representan al animal mientras el ego intenta dirigirlo. Los psicólogos modernos, por otro lado, utilizan la palabra “egoísta” para referirse a alguien que está peligrosamente centrado en sí mismo y descuida a los demás. Todas éstas definiciones son bastante correctas pero tienen poco valor fuera del ámbito clínico.
El ego que vemos con más frecuencia tiene una definición más informal: una creencia malsana en nuestra propia importancia, con vanidad y una ambición egocéntrica. Ésta es la definición que tratamos de explicar. Es como aquél niño enojado que todos llevamos dentro, que elige conseguir lo que quiere por encima de cualquier otra cosa o de cualquier otra persona.
Una ilustración fácil de entender del cómo entendemos la relación entre el ello, el yo y el superyó. Por ejemplo: te enamoras de tu compañera de trabajo.. el impulso natural te dice: "¡Abrázala!" El ego te dice: "Comprueba primero si le gustas". Y el superyó te reprende: "Es haram que lo hagas."
Según Freud, el yo se encuentra en medio de fuerzas poderosas: los impulsos biológicos que se originan en el ello y los parámetros del superyó como control (conciencia). Cuando hay un conflicto entre éstas fuerzas por el control del ego, es comprensible que éste se sienta apretado y amenazado. Ésta sensación de estar atrapado y amenazado se llama ansiedad. Éste sentimiento de ansiedad le sirve como señal al ego de que está en peligro. En tales circunstancias, el yo intenta mantener la estabilidad de su relación con la realidad, el ello y el superyó. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve tan abrumadora, el ego debe defenderse. Inconscientemente, el ego bloqueará todos los impulsos o los reducirá a una forma más aceptable y menos amenazante. Ésta es la forma en cómo el ego mantiene su existencia, y se llama: el mecanismo de defensa del ego.
En principio, el propósito de los mecanismos de defensa del ego es suavizar el fracaso, y reducir la ansiedad, reducir los sentimientos dolorosos y mantener la autoestima. Éste método funciona para reducir el malestar psicológico temporalmente. Si éste mecanismo se lleva a cabo de forma continuada, en realidad resultará perjudicial para uno mismo. Existen diversas formas en las que llevamos a cabo los mecanismos de defensa del yo, tal y como lo plantea Freud: la fantasía, negación, racionalización, identificación, proyección, represión, compensación y sublimación.
Los mecanismos de afrontamiento orientados a las tareas son realistas frente a las amenazas, mientras que las defensas del ego son poco realistas y autoengañosas. Por lo tanto, éstos mecanismos son más bien perjudiciales. Por ejemplo: un joven al que le diagnostican cáncer. Existen diversas formas de mecanismos de defensa del ego para reducir el estrés experimentado. El paciente, es decir el joven, sigue negando que tiene cáncer, lo que retrasará los esfuerzos del tratamiento, y adopta el escapismo (beber alcohol para desviar los sentimientos de depresión), de proyección (culpando a alguien por no querer llevarlo nunca al médico para los chequeos y tratamiento), etc. Observamos que no todos los mecanismos de defensa del ego son perjudiciales, uno de ellos es la sublimación. Un ejemplo de sublimación es cuando alguien tiene un fuerte deseo de hacer algo (y en ese momento) conscientemente desvía su impulso hacia otra cosa positiva.
A menudo se considera que las religiones alientan a sus seguidores a abandonar o superar sus egos. Los clientes hablan de las consecuencias negativas del ego y de sus esfuerzos por liberarse del ego. Ésto a menudo nos preocupa. Podemos pensar en varias ocasiones en las que nos ha sorprendido la baja autoestima y el carácter de felpudo común de quienes intentan "matar" el ego, generalmente con las mejores intenciones, quieren desprenderse de su "ego."
Es difícil comprender exactamente qué se entiende por ego en las enseñanzas que han recibido. En general, el ego se describe de un modo algo diferente del concepto de ego al que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados en nuestra vida cotidiana: "Tiene un gran ego". Sin embargo, la traducción exacta en la comprensión del ego no está clara. Lo que está claro es que el simple concepto de "eliminar" el ego no es recomendable. Al mismo tiempo, comprender cómo funciona la energía sugiere una nueva comprensión del concepto de ego.
El ego puede verse como un proceso, no como una entidad. El proceso de ordenamiento que funciona dentro de ti. El ego está directamente relacionado con la función de dominio y está directamente relacionado con las fortalezas y debilidades de cómo funciona tu actitud hacia los demás, tus necesidades, tus impulsos y cómo los ves. El ego proporciona la base para tus valores, creencias, conciencia y decisiones morales. En otras palabras, el ego refleja el nivel de energía de tu autofunción. Eso significa, por ejemplo: que tu ego se centrará en conseguir suficiente comida para ti y tu familia, y un hogar seguro. Ésto también puede incluir tener un trabajo. Los valores también dictarán el alcance de tu “cuidado.” Digan lo que digan, es muy poco probable que se tenga en cuenta el bienestar de la población en general y no se comprendan los valores relacionados, por ejemplo, con la compasión. Sin embargo, tampoco será excesivamente simpatizante, por ejemplo, de los rasgos inmorales. La base fundamental no está impulsada por esa necesidad.
Del mismo modo, la mayoría de las personas, por supuesto, son una mezcla, y esa mezcla cambia y se refleja en el ego. Entonces, si está lo suficientemente abierto, el corazón transforma el proceso del ego, actuando en interés de la raza humana, en lugar de sólo desde la perspectiva personal. Hay tan sólo un puñado de personas, (y un número cada vez mayor), que han alcanzado éste nivel del saber balancear y trabajar con ese proceso de equilibrio. Mientras tanto, "el ego," es que apenas entendemos a aquellos otros cuyos egos están estructurados principalmente sobre una base de superioridad al nuestro. Muchos no pueden entender sus motivos, acciones o sentimientos porqué todos provienen de una perspectiva más amplia, que aún no han llegado a dominar. Desafortunadamente,
a veces lo perciben como un fracaso o algo peor.
Para alguien que lucha con el proceso del ego, las acciones y preocupaciones de alguien que está tratando de obtener una perspectiva más amplia a nivel del corazón y conectarse más profundamente con los fundamentos del todo espiritual, seguramente tiene poco significado. Es posible que se los considere como unos “fenómenos” y se los compadezca, se los menosprecie o incluso se los tema. Por supuesto, es poco probable que sean comprendidos o apreciados. Hay muchos ejemplos en la misma manera, a medida que avanzan en el proceso del cambio, puede resultar cada vez más difícil encontrar a otras personas que estén “en la misma onda.” Con un nivel superior puede haber un puñado de personas que trabajen con la misma perspectiva que tú. Cualquier dolor que te cause, tú también lo entenderás. No será una vieja herida la que te vaya a molestar; Su conexión con el Todo y la alegría en el proceso de la vida se fortalecerán enormemente desde la Espiritualidad, y los procesos del ego, estarán cambiando dentro, lentamente pero seguramente, mientras enfrentamos la reacción inevitable.
A diferencia de los procesos arraigados en los valores, para muchas personas el ego será un proceso basado en gran medida en los valores del corazón equilibrado: una bendición para nuestras relaciones entre nosotros y con nuestra materia, y un pasaporte al futuro para la raza humana.
(Ésto es para que lo pienses o lo pruebes.)
Los ejercicios espirituales funcionan mejor si los haces con una comunidad de hermanos y amigos; por si eso te interesa, y te sentirás más feliz estando físicamente cerca de personas con las que te sientes cómodo.
Piensa en al menos una cosa que creas que es verdad, incluso si no tienes ninguna razón racionalmente para pensar de otra manera.
Piensa en tres ejemplos de áreas o problemas en los que sabes que tienes prejuicios y trata de pensar el por qué. ¡Es posible que necesites un amigo que te ayude aquí! Pídele al amigo que le plantee un problema sobre el que parece que tienes una noción preconcebida; y observa qué tan bien puedes comprender la respuesta que recibes.
Piensa en cualquier síntoma físico que puedas estar experimentando.
El ego que se desarrolla en ésta etapa es a medida en que aprendemos a sentir y comprender el mundo que nos rodea. Se desarrolla junto con el desarrollo de nuestros sentidos y nuestra capacidad de comprender lo que nos rodea. El ego utiliza ésta comprensión para satisfacer las demandas, aquello que Freud llamó "el ello," que es más parecido al alma animal y que se dedicaría plenamente a los deseos animales.
Reducir el narcisismo y sus necesidades.. (es importante recordar que los términos ego y ello) se refieren a procesos complejos dentro de nosotros. Ambos son estáticos y sin forma. Aunque, lo que el ego quiere es controlar el mundo exterior. El "ello" está sujeto al principio del placer, a la satisfacción de los impulsos internos. El ego está asociado a la razón, mientras que el "ello" está asociado al deseo.
El problema fundamental del ego es su percepción de la separación. El ego nunca pierde su sentido de separación. Más o menos, el ego comete shirk, es decir, quiere adorar algo distinto de Allah SWT. y niega la unidad esencial de Allah. El shirk es lo opuesto a la afirmación fundamental del Islam, es decir, el tawhid o la creencia en la unicidad de -lâ ilaha illalâhu,- "No hay más dios que Allah". En resumen, sólo Allah es una Realidad que subyace a la pluralidad de las realidades observadas.
Hay dos procesos fundamentales y opuestos en la evolución. El primer proceso es el movimiento hacia la separación y el segundo es el movimiento hacia la unificación. En el proceso de separación, el ego se desarrolla y profundizamos nuestra comprensión como individuos distintos en el mundo. Por lo tanto, (cómo hemos dicho), el ego es una fuerza dentro de nosotros que trabaja para evitar que desarrollemos un sentido de unidad. Siempre tenemos dos opciones: avanzar hacia el equilibrio de separación o avanzar hacia la unificación. A medida que avanzamos hacia el equilibrio de la separación, nos alejamos cada vez más de la Verdad. Como dice Rumi: "Un espejo roto refleja cientos de imágenes de un objeto, pero si podemos reparar el espejo sólo reflejará una imagen." El Tasawwuf nos da una manera de mejorar nuestros corazones.
Una Fábula.
Había una vez un joven murid que estaba sentado en una esquina sufí escuchando a su Shaykh. Y había un hombre a cargo de recoger las sandalias de todos los que entraban en la esquina. El hombre entró llevando una sandalia en la mano y dijo: "No puedo encontrar éste par de sandalias. Una probablemente se perdió."
El joven murid se puso de pie de un salto y gritó: "¡Esa es mi sandalia! ¿Dónde está la otra? ¿Quién la ha cogido?"
El Shaykh que escuchó sus palabras le dijo en voz baja pero con firmeza: "Hijo mío, tal vez deberías irte. No hay lugar para alguien que prioriza a mí y a los míos sobre nosotros y lo nuestro."
Éste movimiento de separación proporciona al ego unas herramientas poderosas para sobrevivir en el mundo, pero debemos superar sus limitaciones. Desafortunadamente, la mayoría de los seres humanos permanecen estancados en el proceso de separación basado en el ego. Sus vidas están arraigadas en la perspectiva del yo y lo mío porque esas palabras refuerzan el sentido de separación del ego.
El segundo proceso fundamental es el movimiento que nos lleva hacia la unificación. Éste proceso se basa en el amor. La capacidad de amar crece con el desarrollo del alma humana. Los bebés humanos requieren más cuidados y durante más tiempo que los bebés de otras especies, por eso recibimos más amor. El Shaykh Al-Nasser nos enseñó que nuestra capacidad de amar tiene sus raíces en el amor de Allah por nosotros. Al igual que otras formas de energía, el amor fluye desde la mayor concentración (Allah) hacia otras concentraciones más pequeñas (nosotros).. y en la medida en que aprendemos a amar, comenzamos a superar el narcisismo; Comenzamos a poner las necesidades de otras personas antes que las nuestras. Para la mayoría de las personas, la capacidad de aprender a poner las necesidades de los demás en primer lugar no surge hasta que se enamoran o se convierten en padres. A menudo pienso, que tener hijos es la versión de la terapia de choque diseñada por Allah para curarnos de nuestro egoísmo e interés personal.
¿Acaso no reflexionarán?
Assalamo Aleikum.