SOBRE LA EXISTENCIA y la APERTURA del MUNDO. (Ibn al-Arabi)
Cuando Ibn Arabi habló de la existencia de la Verdad como una existencia verdadera y absoluta porque es la fuente de toda existencia, el Gran Shaykh pasa luego a distinguir entre ésta antigua existencia verdadera y la existencia establecida por la Verdad, que es la existencia natural. A éste respecto, Ibn Arabi distingue entre la existencia absoluta que existe en sí misma y la existencia restringida que existe en verdad. Por lo tanto, el Shaykh confirma que la verdadera existencia de Allah y de todo lo demás es una ilusión pasajera porque existe por derivación de la generosidad divina sin tener existencia propia. En éste sentido, Ibn Arabi cree que todo lo que existe y existe en Su Existencia a través de algo distinto de Sí mismo se considera inexistente, es decir, en términos de su identidad intrínseca es inexistente, pero en términos de lo que está conectado con la Verdad es existente. Por lo tanto, cuando el Gran Shaykh habla sobre la existencia natural, la establece de dos maneras. La primera es en términos de Su Existencia por sí misma, y en ésta posición la existencia natural es inexistente porque no existe por sí misma sinó que se basa en el flujo del bien para lograr su existencia. Por lo tanto, la existencia natural, tal y como se realiza y se determina, fue precedida por la nada, es decir, fue posterior a ella, no de una manera determinable, y no de una manera conocida. Cuando el Gran Shaykh se acerca a la existencia natural tal y como se relaciona con el antiguo conocimiento verdadero, decide que es necesaria en la medida en que se la conoce en la posición de Unidad, no de manera general e integrada, de modo que se la determina en el mundo de la naturaleza en una manera de detalle, multiplicidad y pluralidad. Así pues, la existencia natural, en cuanto a lo que es, tiene una apertura restringida por el tiempo, y por tanto tiene un primitivismo en su determinación a la manera de una apertura. A éste respecto, Ibn Arabi habla de la apertura del mundo como una existencia natural vinculada en su determinación fundamentalmente a la derivación de la Verdad. Así, el Gran Shaykh considera que la existencia natural es como el Gran Corán que Allah nos recitó en estado de recitación, no en palabras. Así, ésta existencia es el texto de la realidad y la base de la verificación y determinación, donde el proceso de creación es un proceso de perpetuidad que nunca termina: “Y cuando quisimos abrir el conocimiento de la existencia y el comienzo del mundo, que es nuestro pilar, el gran Corán que la Verdad nos recitó en un estado de recitación, así como el Corán es una recitación de una palabra para nosotros, entonces el mundo es letras escritas numeradas en el pergamino de la existencia publicada, y la escritura en él permanece permanente y nunca termina. Y cuando Allah Todopoderoso abrió Su noble libro con la apertura del libro, y éste libro, me refiero al mundo del que estamos hablando, y quisimos abrirlo, comenzamos hablando de los secretos de Al-Fatihah, y en el nombre de Allah, la apertura de Al-Fatihah, que es el primer versículo o es un adjunto al mismo.
Ibn Arabi considera que el mundo natural es la expansión de la existencia, que es la existencia expandida o lo que es apropiado para ella entre los sufíes como la verdad creada, y lo que se entiende por ello es el mundo. Sobre ésta base, el Gran Shaykh cree que el mundo de la naturaleza debe ser visto desde dos perspectivas, no desde una sola. Ésto se debe al principio de que la única verdad es sólo para la Verdad, y que todo lo demás está sujeto a la dualidad, la multiplicidad y la igualdad. Sobre ésta base, el mundo o la naturaleza es contrario a la esencia de la verdad y está separado de ella, y por lo tanto ambos son necesarios para ella en la realidad de su existencia. La primera es que el mundo es una existencia expandida, es decir, una existencia extendida, cuyo fin es la manifestación divina en las esferas naturales. Por lo tanto, los conocedores dicen que no hay nada en la realidad excepto Allah, es decir, que todo en el mundo natural no existe por sí mismo porque su existencia depende de la existencia de la Verdad porque se deriva de Él. El segundo aspecto, es que Ibn Arabi considera de la existencia natural es la existencia como creación, lo que significa que no tiene realidad existencial excepto en los términos de su disposición y capacidad para recibir el apoyo divino.
Así pues, el mundo de la naturaleza es un mundo que tiene una apariencia y un interior. Su apariencia es creación y no existencia, y su interior es verdad y existencia. Por lo tanto, considerar los aspectos de la naturaleza está relacionado con la verdad de la apertura de la existencia. El Gran Shaykh cree que la existencia natural es el gran Corán, expresando su extensión y expansión hasta aceptar determinaciones y multiplicidades existenciales. Por lo tanto, se aproxima a la realidad de la existencia al abrirse con el nombre de Allah, es decir, que ésta existencia no tuvo comienzo excepto con la aparición del Nombre de Allah en ella. Así pues, el mundo de la naturaleza es el mundo de la personificación nominal, y ésta existencia sólo se abrió para la aparición de las presencias de los Nombres.
El mejor comienzo de la existencia es el nombre de Allah, el Más Compasivo, el Más Misericordioso, porque ésta frase no es sólo la apertura del Corán, sinó que es de hecho la apertura de la existencia. Porque por medio de ella aparecieron los existentes, por medio de ella comenzó el mundo y de ella se originó. Por lo tanto, Ibn Arabi confirma que toda ésta existencia está gobernada por la presencia de Nombres, y que lo existente no puede ser realizado excepto por lo establecido por "uno" de los Nombres. Por lo tanto, el hecho del comienzo del mundo estaba vinculado a la aparición de Nombres en el mundo de la existencia ampliada. Así, “En el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso” fue un acto existencial por el cual se abrió el mundo de los existentes. Por lo tanto, la frase fue la apertura del libro porque por ella se abrió la existencia, por ella apareció lo existente, y por ella se determinó lo que estaba fijado en la ausencia de lo invisible: “fue” en el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso, para nosotros, es la noticia de un comienzo implícito, que es el comienzo del mundo y su aparición, como si estuviera diciendo la aparición del mundo en el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso, es decir en el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso, y apareció el mundo, y destacó los tres Nombres porque las verdades dan eso, entonces Allah es el nombre que incluye todos los nombres, y el Compasivo es un atributo general [...] así que el nombre del Compasivo vino con la otra vida para todos.
Quien cree y conoce éstos tres Nombres, en su conjunto, en el nombre de Allah, y en detalle en los dos nombres, el Más Compasivo, el Más Misericordioso.
Cuando Ibn Arabi aborda la realidad de la existencia natural, comienza con aquello con lo que comenzó ésta existencia, que es la Basmala. Por lo tanto, su realidad en la existencia natural es un acto moral del cual las cosas aparecen y se determinan. Por eso, el Gran Shaykh profundiza en los secretos de la Basmala como principio radiante del cual las cosas aparecen en la existencia expandida. Sobre ésta base, el Gran Shaykh explica el secreto de la Basmala en la apertura de la existencia, confirmando que las letras de ésta frase existencial son en realidad determinaciones nominales en forma de letras. Al regresar a los principios de la ciencia de las letras según Ibn Arabi, confirma que ellas son los cuerpos de los significados, y que son una nación que está encargada de un deber, por lo que el discurso divino se dirige a ellas para que estén encargadas del deber de revelar todos los significados que Allah quiere para ellas. Así, las letras de la Basmala con las que Allah inició ésta existencia natural se basan en la gestión de las presencias de los Nombres, así como la existencia natural no es en realidad sinó una manifestación regida por la regla de las presencias nominales. Por lo tanto, la Basmala es la presencia integral de todos los nombres que actúan en la existencia natural. Así pues, ésta existencia no se basa en nada más que en aquello con lo que se iniciaron todas las manifestaciones de la verdad absoluta en pluralidad nominal. La Basmala en sus letras y su presencia integral es la estación del detalle, la precisión y la libertad de la mezcla para que las entidades puedan realizarse de una manera única y manifiesta.
Dado que la Basmala es una colección de existencia y un detalle de lo existente como una multiplicidad de letras, Ibn Arabi explica cómo las presencias nominales aparecen a través de las manifestaciones de las letras de la Basmala. Si los espíritus son los directores de los cuerpos naturales densos, entonces los significados son los espíritus de las letras y los directores de sus dibujos y su restricción en el mundo del pergamino publicado. Por lo tanto, Ibn Arabi nos lleva desde los límites de los dibujos a la absolutez de los significados entre la restricción de las letras y la absolutez de sus presencias nominales. La letra "Ba" es la primera letra de la Basmalah, y con ella viene la prioridad en la creación. Por eso, cada Sura del Corán comienza con ésta letra, porque tiene prioridad en la creación. En éste sentido, Ibn Arabi nos habla de la realidad de ésta "Ba" cuando revela algunos de los secretos contenidos en la Basmala y la Fatihah.
Él dice: “En el nombre de Allah, por el ba’ apareció la existencia y por el punto el adorador se distinguió del adorado. Se le dijo a al-Shabli, (que Allah esté complacido con él): ¿Eres tú al-Shabli? Él dijo: Yo soy el punto debajo del ba’, y ésto es lo que decimos que es el punto para la distinción, y es la existencia del siervo con lo que la realidad de la servidumbre requiere. Y el Shaykh Abu Madyan, (que Allah tenga misericordia de él), solía decir: No vi nada excepto que vi el ba’ escrito en él, así que el ba’ que acompaña a los existentes desde la presencia de la Verdad en la estación de la asamblea y de la existencia, es decir, todo surgió y apareció a través de Mí, y es del mundo del testimonio..
Como hemos mencionado, "Mí" es la posición de Unidad, el proceso de creación que sólo aparece a partir del principio como conocimiento, el conocedor y lo conocido, yá que la realidad de la existencia sólo es igualada por la realidad del yo en la posición de Unidad. Y con ella la verdad apareció en la primera palabra de la Basmala, que es “En el Nombre de Allah”, y con ella ésta palabra fue la contraparte de la verdad del Ser en la posición de Unidad, y de ella vino la creación. Así como la creación en los mundos celestiales no apareció sinó a través del desbordamiento que es la verdad musulmana, así también en la existencia natural hubo una mediación creativa de la cual los existentes derivan sus determinaciones y a través de la cual se realizan en el vínculo de la existencia, en la existencia plana natural. Por eso el Gran Shaykh nos dice que los mundos se distinguen por la letra Ba’, y el adorador se diferencia de lo adorado y el Creador de lo creado. Con éste "Ba" se realiza la dependencia de la criatura del Creador, y con él se realiza también la necesidad de los existentes de su Creador, pues no existen excepto a través del proceso del flujo de la generosidad divina que aparece con el "Ba" en los pliegues de la Basmala, yá que es la apertura de la Existencia.
Assalamo Aleikum.