LA EVOLUCIÓN ESPIRITUAL ES EL CAMINO DEL AMOR.
Los pueblos primitivos supieron tan poco sobre el amor, que apenas tenían un nombre para él. Cuando se casaban, no les preocupaba el romance, sinó el deseo de tener hijos y comidas regulares sobre la mesa.
Un hombre nativo antiguo, pensaba menos cuando se casaba que cuando estaba cosechando - y no se preguntaba sobre la pasión amorosa ni lo romántico que tenía que estar cuando estaba en el hogar. Pero como sabemos, hay sin duda un elemento "espiritual" que se desarrollaba en los impulsos reproductivos allí donde surgió la civilización.
("Es el alma la que mueve el cuerpo", dijo de la Roche, y llevaba razón.)
Y fueron así observando, que los sentimientos de amor crecían dentro de su hogar con diversas manifestaciones más allá de lo simple y material.. el amor de pareja, el amor por los hijos, el amor despertó para todos y hubo en el mundo la sagrada y sublime unión de éstas criaturas y entonces hicieron una pausa por su pregunta y comenzaron a destruir los ídolos para venerar ese amor; y comprendieron sobre el asombroso amor verdadero y que el alma es la que abraza al cuerpo.. y buscaron con el amor al creador del alma y del cuerpo.
¿Cómo podemos explicar ésta transformación del deseo físico en amor? ¿Qué hizo que éste hambre floreciera tan tiernamente? ¿Cómo éste fervor se convirtió en esa ternura del alma? ¿Será porque la civilización, a medida que crecía, dejaba el cuerpo ardiendo por el anhelo insatisfecho, un anhelo que se volvía interior y se convertía en ilusiones y vestía al amado con los colores ideales del deseo no realizado? Si las cosas que buscas no las encuentras, se vuelven más preciosas porqué no se encuentran. La belleza de una cosa, como verás, está en la fuerza del deseo, pero el deseo se debilita cuando se logra todo, y la negación lo enriquece. Por eso, el amor es más espiritual en la juventud del individuo y en la madurez de la civilización, porqué entonces la represión está en su apogeo y el deseo se convierte en la fragancia que todos pueden captar.
Consideremos el desarrollo psicológico del amor, que comienza, muy a menudo, con un afecto especial. Luego se convierte en una devoción más emocional hacia alguien cercano. Después busca la raíz y razón de su existencia. Y comienza la búsqueda del acercamiento al Creador.
La imaginación se mueve por el crecimiento físico y cree en imágenes hermosas que hacen que todo sea real siempre que la imaginación lo vista con los colores del amor. El elemento material no entra aquí conscientemente en absoluto y las primeras inclinaciones hacia el amor, en la edad incorrupta, toman una dirección completamente espiritual.
Poco después viene esa experiencia celestial que llamamos el amor interior del corazón, aunque en éste caso, no se le quita el mérito a la belleza. Éste tipo de amor suele ser inconfesable.. aunque en apariencia, se pierde el impulso y la audacia si no se recogen todas las recompensas de ese amor sagrado y se comparte con los demás. Entonces los humanos buscan el Nombre, aunque conservan hasta el final la ventaja de los conocimientos que van adquiriendo para entrever la situación. Y el hombre cambia su forma de ser y comienza a nutrirse el espíritu sin mayores espectáculos. Cuando se presentan delante del Nombre durante la noche o el día, ellos ponen todo su anhelo por ver y capturar la belleza de la satisfacción interna. Así, se presenta ante él, el Amor que hace girar al mundo.
De éstas primeras manifestaciones, surgen las diferentes etapas por las que pasa el amor, y éstas etapas tienen que estar dentro de la Espiritualidad, (y si son naturales), entonces son tan pasajeras como un sedimento que arrastra cualquier corriente.
El comportamiento antiguo, originalmente era natural y útil, pero era podado y también trascendido a medida que el ser humano sano pasa por éstas circunstancias y las experimenta. Los espejismos de las dudas son fácilmente detectables como un coqueteo de la mente para averiguar más cosas. Aunque sean antinaturales, (espirituales), la mente quiere saber. Ese coqueteo mental cumple con unas razones vitales para estimular el alcance de la perfección y da tiempo para la selectividad de lo mejor, sobre aquello que poco a poco se va elevando dentro de la vida espiritual del ser humano.
Normalmente el hombre asume un papel positivo y también es desconfiado hasta la hostilidad. Pero cuando aparece el Amor soberano, yá no teme la decepción que proviene de alguien que está muy por encima de su mente.
(Allah ta'ala es Soberano.)
En cuanto aparecen las cortesías, es la sabiduría la que dicta el pudor, pues el pudor es una retirada estratégica nacida del temor amoroso y la limpieza, y que crece con la ternura y la profundidad espiritual. No es algo específico de la sangre o la raza humana, pues tiene su contraparte fuera de los límites corporales. El hombre se diferencia de los animales por ese pudor civilizado, y el pudor se considera uno de los desarrollos psicológicos más exitosos en el amor cuando se eleva a un esplendor único, que a veces supera los impulsos más profundos.
(El espíritu es un sabio legislador.)
De todas éstas diversas fuentes, ¿Quién sabe cuántos grandes logros humanos pueden deberse al esplendor de la espiritualidad ?
Dejemos que el acercamiento siga su curso, que el amor se complete en el círculo de la rememoración y que vuelen con la contemplación al paraíso celestial.
(Nada puede ser más grande que el Amor por el Creador.)
El orgullo es ciego e impulsa a soportar unos costos exorbitantes, sonriendo a quienes se atreven a buscar todo por una necesidad.
Transmitiendo el amor que Allah nos ofrece, las desviaciones pierden su encanto y configuración y se forman nuevos vínculos que vuelven a unir a la humanidad.
Es el tiempo de realizar el pacto perfecto en las almas. ¡No podemos vivir cargados de vicisitudes, tormentos del cuerpo y terror en el corazón! Esas enfermedades llevarán el humor voluble a una cierta profundidad de sobriedad, pero el amor continuará en compañía de una nueva vida a medida que se acerca la muerte. Son los planes que se hicieron, las victorias que se lograron uniendo esfuerzos, las que han unido mentes similares y las han llamado hacia una unión espiritual (que en gran medida) conduce a fusionar personalidades hasta que incluso los rostros y actos pueden volverse similares. Juntos, desde la cuna hasta la sepultura para verlos crecer en Espiritualidad Islámica y con un Amor más joven y fuerte cada día. Debemos convertirnos en uno.
Toda la serie de éste viaje no estará completa hasta que se alivie con la cálida presencia y la aproximación al gran Poder del Hacedor. Nuestro espíritu aquí y ahora permanece en una restauración objetiva sobre éste encuentro de corazones que se completará con el florecimiento espiritual del hombre hambriento.
Éste es el ciclo del amor. Y mire de nuevo rápidamente y observé los ojos llorosos de un cuerpo con cara de niño que escuchaba los sonetos de una felicidad inconmensurable entre dos partes de agua.
Sin embargo, mantuvo la paciencia para no generar tensiones de obligación. Entonces, después de un tiempo, una voz le dijo: sal de ese barril en donde te escondes y vuelve al mundo, aún no es el tiempo para regresar al otro lado. ¿Qué podría ser más maravilloso que ésta transformación? Aunque todo tiene un proyecto ideal, un fundamento natural, recordamos las palabras que nos convencen del amor y la atracción con crecimiento; pues el amor no debe avergonzarse de sus orígenes, y es el deseo quién debe de avergonzarse si no está marcado por la devoción a Allah hasta el último aliento.
Todo debe morir, pero sólo el amor elude a la muerte. Revienta las tumbas y llena el vacío de la muerte con la sucesión de generaciones. ¡Qué débil parece en la amargura de la ilusión pasajera, y, sin embargo, qué eterno es para la humanidad! Nuestra riqueza espiritual no tiene que estar en el aburrimiento, nuestra sabiduría es un poco de luz, pero el amor enciende el corazón con un consuelo indescriptible, más en el que da que en el que recibe, todo lo demás es insignificante, hay que saber apreciarlo.
Assalamo Aleikum.
